Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #106: El Fútbol no es Juego, es Guerra

Hace sesenta años Mao dijo: "La guerra es extensión de la política, pero con armas y otro nombre."

Hoy día, bajo diferentes circunstancias sociológicas, yo diría que el fútbol se ha convertido en extensión de la política y también de la guerra, aunque sin más armas que la estrategia y un balón. Dicho en tlaxcalteca puro, actualmente el "deporte" del fútbol es un verdadero campo de batalla donde se dirimen las aspiraciones, alegrías y frustraciones de países enteros.

El fútbol fue inventado en China hace milenios como método militar de entrenamiento-entretenimiento para soldados. Su esencia es, entonces, violenta. Se jugaba sin portero, con pies y manos, y el objetivo era meter la bola en un "marco" con un hoyo del tamaño de una canasta de basketball. Ni que decir que todo se valía en la disputa del "esférico" (así le dicen a la pelota los cursis televisos), y al final de los juegos los dos bandos terminaban con lesionados sin fin.

Si el objetivo del fútbol militar fue estimular el espíritu bélico de la tropa, sobra decir que nunca hubo intención de divertir a civiles. Por eso ni la estricta reglamentación de lo que hoy es el juego de fútbol ha podido eliminar la excitación y agresividad que su práctica despierta en jugadores y espectadores. Eso explica no sólo la violencia, digamos, de los hooligans ingleses y las barras argentinas, sino también el que Guatemala y el Salvador hayan hasta librado una guerra de a deveras por el fútbol.

Por eso escuchar a televisos como Orvañanos y Sarmiento decir que "hay que erradicar la violencia del fútbol para que las mujeres y niños asistan a los estadios," confirma que los ladinos judíos obtienen su trabajo por su raza, no por su talento. Dicen los dos títeres que la violencia de las porras está alcanzando niveles nunca antes vistos en México. Es decir, equiparables a los que se viven en los estadios de fútbol argentinos.

Pero Orvañanos y Sarmiento omiten decirnos dos cosas muy importantes. La primera porque son desinformadores profesionales, y la segunda porque ignoran los puntos finos de su trabajo.

En primer lugar, los muñecos parlantes evitan mencionar que Televisa y hasta el mismo Orvañanos buscaron crear en México barras estilo sudamericano precisamente para conseguir apoyo orquestado a los desangelados equipos del Multiplicador de Caca, Azcarraga-3. Para tal efecto, Televisa contrató a miembros de barras argentinas que vinieran a enseñarles a los entonces pasivos porristas mexicanos los entresijos de los cánticos, bombas de humo, cohetones de colores, saltos en la tribuna y gritos estentóreos durante todo el juego. Esto para hacer creer al público televidente que los mediocres y aburridos equipos de Televisa son capaces de levantar algún entusiasmo entre los poquísimos asistentes a los estadios cuando juegan. El chileno Carlos Reinoso, descarado lambiscón al servicio de los televisos, se prestó a servir de asesor para tal metida de pata. Y algo tuvieron que saber todos ellos de las drogas que consumen los ultras.

Y ahora que las porras mexicanas ya son casi tan violentas como las sudamericanas, ya no saben los televisos como meter de regreso el genio a la lamparita. De ahí el falso numerito que se trae Orvañanos para dizque "concientizar" a las porras.

En segundo lugar, no hay fórmula conocida para reprimir la violencia en el fútbol, por eso no hay que prohijar su comienzo. Así como la Iglesia produce puros mexicanos agachones, el fútbol es la contraparte y produce pura agresividad en los espectadores. Una vez que empieza, nada de lo que hagan clubes y autoridades para evitar la violencia servirá de mucho, pues solo muerto el perro se acaba la rabia.

Por algo odian los gringos al fútbol.

El remedio (que no solución) más apropiado en el futuro podría ser, quizás, jugar todos los partidos a puerta cerrada y transmitirlos por radio y televisión. No hay muchas opciones, aunque el Multiplicador de Caca, los cervezeros y los dueños de equipos se arranquen los pelos de la cabeza. Porque lo malo es que necesitan en Televisa a los espectadores de cuerpo presente en los estadios para que consuman los millones de barriles de cerveza que producen los socios de Azcarraga y también para que el Multiplicador de Caca cumpla a cabalidad con su compromiso con el Gobierno para emborrachar a la indiada que escape los fines de semana la lavada de cerebro de los charros negros en la Iglesia.

También se podrían emplear más guardias que espectadores en cada juego. Esta tactica es costosa pero efectiva, al menos dentro de los estadios. Cuestión de números, pues por decir algo, el rico es más chicho que el pobre simplemente porque tiene más pesos, y el PAN derrotó al PRI porque acumuló más apoyo de empresarios, gobernantes extranjeros y vaticanos. O sea, a veces la cantidad es preferible a la calidad. En Inglaterra la policía controla bien que mal a los espectadores con este principio y traen cortitos a los fans. Eso si, ya en la calle los espectadores rebecos se desatan, pues en terreno abierto las circunstancias cambian rápida y continuamente.

El fútbol entonces, ya explicamos por qué, no ha sido ni es espectáculo para mujeres y niños. La violencia es la naturaleza del fútbol y nadie puede ir contra la naturaleza de las cosas por mucho tiempo. Querer que las familias enteras asistan a los juegos es una aberración nacida de la ignorancia.

Los sicólogos ladinos mexicanos al servicio de los clubes, inocente o perversamente culpan del desastre a los miembros de las porras, pero no toman en cuenta la verdadera causa. Dicen los loqueros diplomados que para ellos lo ideal sería "reeducar" a los ultras para menguar su violencia. O sea, lavarles el coco a los mafufos porristas para que ya no molesten a los apacibles consumidores de cerveza, briagos que tantas y tan buenas ganancias producen a Azcarraga-3 y socios que lo acompañan.

Pero, ¿dónde escuché antes decir eso de "reeducación?" ¿Fueron palabras de Mao, Hitler, Chou En-lai, Stalin, o Castro? No importa. Está ampliamente comprobado (en Siberia, en las granjas chinas y en el Campo Militar [de concentración] #1, ni más ni menos) que nada hay tan eficaz para aplacar rebecos como el autoritario método de meterles buenas ideas en la cabeza a jeringazos y a martillazo limpio en su coco. Aunque se resistan los canijos, pues es "por su bien." De esa manera se les extirpan radicalmente las ganas de rebelión a lo inconformes con "la autoridá" y descontentos con el "status quo." Sabemos que ese método da buenos resultados contra quiénes no están de acuerdo con las dictaduras, y así lo comprendieron GDO, LEA, Gutiérrez Barrios, JoLoPo, MMH, el Negro Durazo, los generalotes verdes, etcétera.

"Quiénes no piensen como nosotros, están contra nosotros," dicen al unísono los psicólogos-reeducadores mexicanos, los fabricantes de cerveza y Azcarraga Tercero. Así que ¡ñaca! contra los "inadaptados" que atenten contra el negocio. A ver: ¿Qué les cuesta a los pinches porros obedecer con prontitud y de buena gana los nuevos deseos del Multiplicador y calmarse?

Y partiendo de la peregrina idea de que a güevo se puede conseguir que llueva de abajo para arriba, los genios de la FeMeFut, sicólogos incluidos, llevarán a cabo, quizás patrocinados por Televisa, el primer "Congreso contra la Violencia en los Estadios." Así como se lo cuento, no estoy bromeando.

¿Cómo los ve usted? Porque yo los veo enfermos del culo ("terrible" palabra esta que, a pesar de la patente incredulidad de curas charros negros y políticos panistas mexicanos, existe en el diccionario y la podemos usar libremente todos los terráqueos no-mojigatos, o no-persignados pues).

Pero eso no es nada. Porque aparte tenemos en México un problema mucho más serio que afecta hasta a los aficionados que vemos fútbol por cable-television. (Yo nomás veo los juegos del Atlas. Ninguno de los demás equipos vale la pena desperdiciar semanalmente dos horas de mi vida.) Ese gran problema es el de contar con los peores técnicos de fútbol en el mundo.

Porque a ver, a ver. Originalmente el antiguo fútbol militar chino tenía el mismo objetivo del ajedrez: Provocar en la repetición de acciones un cambio fundamental de circunstancias que incline el balance de fuerzas a un solo lado, el propio. No se buscaba el empate, sino el triunfo total y la victoria dependía primordialmente en tener más fuerza que el adversario. Eran los días en que el principio chino de estrategia de "fuerza contra fuerza" predominaba, y por eso los ejércitos eran primordialmente ofensivos. El hoy prácticamente obsoleto "Arte de la Guerra" de Sun Tzu es ejemplo del principio de apabullar sin cesar al oponente hasta someterlo.

Claro, el fútbol moderno ya no semeja al fútbol chino antiguo, pero algunos principios de estrategia china todavía aplican hoy. Antes se decía, "Cuando el oponente es más fuerte, nuestras fuerzas empequeñecen proporcionalmente," y "A más debilidad en nuestras fuerzas, más prolongación del conflicto." Hoy se dice, "La suerte de un ejército (o equipo) depende de su capacidad para aguantar los primeros ataques del enemigo." Para decirlo en clave morse, la estrategia actual es más defensiva.

Todo cambia, nada es permanente. Si los antiguos estrategas chinos hablaban únicamente de sembrar destrucción, los estrategas modernos son más filósofos que guerreros. Y es que el arte de la guerra evolucionó bastante en China. La continua aplicación de la fuerza bruta para dirimir conflictos dio paso a la aplicación de sutiles tácticas defensivas. El actual principio chino de "auto-defensa" es el complicado y misterioso arte de evitar confrontaciones directas con el enemigo y esperar pacientemente a que haga el primer error y entonces contraatacar. Pero este método no es fácil de aplicar, pues requiere de estrategas muy listos que sepan aprovechar adecuadamente las oportunidades creadas por los ataques enemigos.

En fútbol, los técnicos hablaban hace veinte años de derrotar al enemigo, mientras que hoy hablan de respetar al oponente y de "manejar los resultados," aunque luego sus jugadores no sean capaces de aplicar sus instrucciones en el campo de juego. Afortunadamente hay países con estrategas y técnicos, pocos desde luego, que no sólo son capaces de aplicar al juego tácticas ya conocidas, sino hasta de inventar nuevos métodos.

México tiene muchos técnicos de fútbol, pero ningún estratega digno del nombre. Ni siquiera uno. Un terrible ejemplo es la estrategia tan boba que Lapuente utilizó para dirigir a la selección mexicana de fútbol. Y Enrique Meza está peor. Los técnicos nuestros, desgraciadamente, son estrategas de paja.

Técnicamente no hay mucha diferencia entre técnicos de fútbol mexicanos y técnicos del Primer Mundo. Es a nivel organización donde los clubes mexicanos están en la Edad de Piedra si los comparamos con equipos europeos de primera clase. Vea el crimen de los directivos que aseguraban que los jugadores de la selección estaban asegurados y resultó vil mentira pues ni en eso quieren gastar los ladinos. Y qué decir de la babosada de protesta que hicieron los dirigentes ladinos con el asunto del castigo al jugador trinitario que lesionó a Cuauhtémoc Blanco: No lograron ni que regañaran al forajido en calzoncillos. Vaya tarugos.

En cuanto a estrategia, desde los tiempos de Nacho Trélles hasta el actual técnico Meza los alineadores mexicanos son entrenadores, más no estrategas. Saben cuantos jugadores tiene un equipo y hasta se saben de memoria dos que tres tácticas, pero gracias al nepotismo ladino-judío-criollo que impera en México nuestro pais no produce verdaderos lideres en ningún nivel, menos en fútbol.

No tenemos aquí ni buenos gobernantes, ni buenos militares, ni buenos técnicos de fútbol. Los que hay pertenecen al mismo grupo étnico que goza del cobijo interesado que les proporcionan los medios, especialmente Televisa, y el resultado es que todos ellos valen menos que un cacahuate. Son, para decirlo cortésmente, unos inútiles.

Igual que gobernantes y generalotes verdes, los técnicos mexicanos ignoran los principos más elementales de la estrategia. Leen, tal como lo hace cualquier otra persona, libritos de estrategia china traducidos del inglés, pero no tienen bases intelectuales para asimilar lo leído, que ya de por si es usualmente difícil de entender. Los libros de estrategia que hay en el mercado sirven para sentarse en ellos, no para producir estrategas.

Algunos de nuestros técnicos ladinos van al extranjero dizque a "capacitarse," y regresan más confundidos que cuando se fueron. Ninguno le ha servido a la selección. Por más que el Multiplicador de Caca (Azcarraga-3) protege y encubre a los técnicos ladinos que le ayudan a explotar a la selección mexicana para su único provecho, ninguno "ha dado el ancho." El nepotismo produce tarados.

Además, nuestro hábitat no produce lideres porque está contaminado por la represión intelectual que impone el gobierno mexicano a la población a través de la educación pública y de la Iglesia. Es el método ladino para mantener dóciles a 95 millones de indios y mestizos, pero inevitablemente los ladinos también caen en ese miasma creativo que envuelve al país entero.

Por eso cuando el narrador televiso Sarmiento repite que dizque Lavolpe es entrenador "hecho en México," dice una mentira del tamaño de una montaña. Eso es como decir que Hugol "está hecho" en Nicaragua solamente porque en ese país le dieron el certificado de técnico en 24 horas. Lo que verdaderamente hace a un técnico es su hábitat en la infancia, sus experiencias como jugador, sus primeros maestros, sus amigos del barrio, los sonidos-olores-colores de las calles, el nivel de calidad del fútbol de su país, la posición que jugó. No hace al técnico el cursillo para ser entrenador, eso solamente le permite trabajar. Precisamente por eso Lavolpe es buen técnico: Porque no es producto del fútbol mexicano, caso contrario sería técnico medroso como los técnicos locales que padecemos.

Por eso es que digo: Meza no es tampoco el técnico apropiado para dirigir a la selección mexicana. Ya se que Azcarraga Tercero designó a Meza porque es un técnico dócil al amo, obediente hasta el pasmo, exactamente como le gustan al Multiplicador de Caca. Pero precisamente por "humilde" cosechará fracasos peores que sus antecesores en el hueso. Meza no tiene ni el carácter ni la estrategia para darnos a la afición mexicana los triunfos que demandamos del tricolor.

Lo enajenante del fútbol mexicano es que jugadores buenos los hay, lo que no hay es técnico nacional. Seguramente la selección seguirá llenando de dólares los bolsillos de Azcarraga 3, pero las derrotas seguirán llenándonos el buche de piedritas a los aficionados. A ver hasta cuándo le aguanta la raza su avaricia al televiso mayor sin meterlo a los rituales chinos. Porque el equipo nacional está demasiado viejo, pero Meza solamente sabe manejar jugadores veteranos que no requieran ni enseñanzas ni muchas instrucciones. Meza ni sabe ni puede dirigir jugadores jóvenes, y eso en el fútbol moderno es suicidio. Ya lo comprobará Meza cuando juegue contra Inglaterra y le agujereen su selección a balonazos.

Además, a güevo quiere el Multiplicador de Caca que Claudio Suárez, como antes hicieron con la Tota Carbajal, gane el récord mundial de juegos jugados aunque llegue con bastón y barba blanca. Irracional obsesión. Peor es ver los continuos pases laterales que dan los seleccionados en sus juegos, la falta de creatividad, el constante pelotazo hacia atrás, el sinfín de pases equivocados a dos metros de distancia. Deberían pintarles flechitas en el pasto a los seleccionados para que sepan dónde está el marco enemigo ya que la mitad de los tiros son contra su propio arquero. La de Meza es también una selección repetitiva que asi como da el primer pelotazo da el último.

Para acostarse a dormir.

Y el eterno miedo de los técnicos nacionales es vergonzoso. Contra Canadá, hágame favor, echará Meza otra vez lo mejor que tiene en lugar de foguear jugadores. Y es que la gente creé equivocadamente que la derrota del tricolor ante los Estados Unidos fue por alinear jugadores nuevos, pero el juego lo perdió Meza porque el técnico estadounidense, Arenas, demostró ser mejor estratega que el "Ojitos," lo cual por cierto no es nada difícil.

Arenas ya les tomó la medida a los técnicos mexicanos. Sabe que son medrosos y que el anticuado método "fuerza contra fuerza" acaba con ellos fácilmente. Usualmente Arenas primero repliega sus fuerzas porque sabe que el público acicateará a el tricolor, y golpea duro a los delanteros mexicanos (en el último juego Arenas echó mano del jugador colombiano Llamosa para con dos arteras patadas acabar en minutos con los delanteros mexicanos Borguetti y Osorno, seguro de que el árbitro guatemalteco estaría del lado del equipo local).

Después, ya con el oponente desesperado, Arenas echa a su equipo encima del equipo mexicano en turno y lo derrota. Fácil, ¿verdad? Bueno, pues ningún técnico mexicano se ha dado cuenta de esa táctica simplona pero muy efectiva. Y es que, dicen en China, "Contra tarugos, hasta las tácticas infantiles funcionan."

Por otra parte, si los seleccionados dan pases laterales y ratoneros es en parte porque Meza carece, como todos los técnicos mexicanos, de talento para escoger un jugador adecuado para orquestar el medio campo y por eso el equipo tricolor juega acartonado. La afición mexicana en Los Ángeles se llevó su enésima decepción en el juego contra los USA y abucheó al tri porque ignora que la selección existe para generarle entradas fáciles de dinero a Televisa, no para realmente competir.

La desesperante pregunta es: ¿Por qué no contratan al técnico adecuado, en este caso a Lavolpe? Después del papel que hizo el Atlas en la Libertadores es un insulto que le den la selección a Meza. Pero en México el mérito se paga con el desprecio. Porque el antidoto para la selección gringa de seguro lo tiene Lavolpe. Además, ni siquiera pueden alegar ya que Lavolpe es extranjero, pues tiene media vida viviendo en México.

Y acuérdese que aquí lo leyó primero: Los gringos acabarán llevándose a Lavolpe al fútbol de la MLS con un buen contrato, precisamente para evitar el riesgo de que finalmente la afición logre que dirija al tricolor. En los Estados Unidos entienden de estrategia, van en busca de un campeonato mundial y lo van a lograr. Y el Atlas y el Multiplicador de Caca lamentarán demasiado tarde su falta de inteligencia. Y de estrategia.

Porque fue lamentable observar, en el juego USA-México, como Meza caía cual novato en el garlito de Arenas. Meza quiso atacar y jugar fuerte pero no tiene jugadores para eso. Algunos jugadores mexicanos de Meza son golpeadores, pero los güeros golpean todavía mas, especialmente sabedores de que los arbitros nunca le juegan limpio a Mexico porque los directivos mexicanos son arrogantes, estúpidos y descuidados-incapaces en su trabajo. No cultivan buenas relaciones con personajes de pantalón largo claves en las competencias. Nomás véales la cara a los Borja, Kiese, De la Torre, Lebrija, y dígame si el rostro de siquiera uno de ellos rebosa inteligencia. ¿Verdad qué no?

En lo que respecta al campo de juego, técnicamente Meza no sabe menos que Arenas. Podría asegurar que sabe mucho más. Pero el mexicano no sabe adaptarse a las circunstancias, no tiene variedad táctica y no juega con los jugadores adecuados. Llamosa evaporó solito y en segundos a Osorno y a Borgetti dejándolos incapacitados para hacer peligrar el marco gringo. Y un Meza con el cerebro congelado, en lugar de cambiarlos, permitió que siguieran lesionados durante casi todo el juego. ¡No atina ni a proteger a sus jugadores! Por eso Osorno no pudo jugar su siguiente partido con el Atlas. Y ni cuando Arenas pasó de la defensa al ataque reaccionó el agarrotado Meza. Se limitó a ser un testigo más de la debacle. Así como el tricolor dio el primer pelotazo, así dio el último: Cero variaciones en el esquema que trae tatuado Meza en el cerebro.

Canadá es un equipo regular. Y, al igual que Lapuente, contra Canadá Meza alineará a sus mejores hombres cuando la esgrategia militar china establece que hay que enfrentar con nuestros mejores hombres a los más malos del enemigo, o viceversa, pero en juegos que sean decisivos. Caray, no tiene Meza ni siquiera que buscar maestros de estrategia, nomás que vea como maneja Lavolpe al Atlas.

Lamentablemente estamos en lo dicho: Los técnicos mexicanos son todo, menos estrategas. Nada nuevo en un país donde los gobernantes no saben gobernar, donde los ignorantes generalotes verdes campean en el paraíso militar de los idiotas, donde los nada cristianos curas son represores y empresarios, donde los burócratas no son servidores públicos sino bichos chupa-sangre. Y toleramos todo eso sin chistar.

#2. El Multiplicador de Caca le hizo honor a su nombre y nombró directivo del América a un ladino incapaz apellidado Teuffer (o algo parecido). Este güey procedió sin dilación a darle en la madre el solito a el ya limitadísimo sistema de venta de jugadores mexicanos. Prácticamente regaló (por cien mil dólares) al mejor delantero, Cuauhtémoc Blanco, a un club espanhol y de paso arruinó la venta de todos los demás jugadores nacionales pues sentó precedente. De un pendejo sólo pueden esperarse pendejadas y Teuffer corroboró la regla. A el le importa lo suyo de el, y basta.

Indirectamente quizás, pero el bajo precio en que compraron a Cuauhtémoc le impide ser titular con los espanholes. Tienen otros jugadores más caros que deben desquitar lo que costaron, así que el mexicano siempre termina en la banca. Que se lo agradezca a Teuffer.

Además, el tal Teuffer constantemente le reclamaba airadamente las alineaciones a Tena, pero ni el pico abre ante Basile el argentino que lleva peor récord que el mexicano. Donde hay miedo no da coraje. Así son los ladinos-judíos-criollos mexicanos: Prepotentes con los de abajo pero agachones con los superiores.

#3. Qué pena que la selección haya dejado tan mal historial con Lapuente, que la gente aplaude histéricamente pírricas victorias ante cuadros amateurs como la selección de Panamá. Deberían darnos vergüenza esas "victorias."

#4. La hostilidad y falta de respeto del público mexicano contra equipos extranjeros que nos visitan son dignas de los increíblemente bárbaros paises centroamericanos que así tratan a la selección mexicana allá, pero ese comportamiento no se justifica en nosotros.

Habría que investigar quiénes azuzan al público y por qué. En un país civilizado la SRE debiera haber comunicado a la FMF que tal comportamiento del público es inaceptable. Pero la señora Green anda ocupada arreglando sus vestiditos pagados por el pueblo para lucirlos en cenas rodeada de diplomáticos ladinos como ella, a los que tratará de hacer creer que México es país civilizado. Pero la televisión le echará en cara la realidad. A ver si el próximo ladino panista al frente de la SRE si fue a la escuela.

Porque vimos que en el juego T&T-México Jorge Campos atendía obediente a la petición de una porra que pedía le mentara la madre a los trinitarios...y Campos lo hizo. Lamentable todo eso, especialmente porque somos los ciudadanos quienes toleramos tal barbaridad al punto que ya se nos hace normal tan mala conducta civica.

#5. Por algo odian los sudamericanos a los directivos mexicanos ladinos.

Primero estaban chinga y chinga los de la FMF que querían estar en la Libertadores y en la Merco Norte. Que dizque para codearse con mejores equipos.

Y cuando por fin logran que les abran las puertas, ¿qué hacen? Pues mandar a equipos reservistas a jugar. Y jugadores y técnicos mexicanos se la pasan rezongando que para ellos es más importante el torneo local. Pero y entonces, ¿para qué cabrones estaban jodiendo? Son unos maricas que merecen que los echen fuera de esos torneos sudamericanos.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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