Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #110: La Riqueza Genera Desgracia

"La pobreza produce riqueza," dice el proverbio chino. Y cuando el rico se descuida, la riqueza le produce desgracias sin fin.

Hacerse de fortuna en una generación y conservarla, o heredar dinero en abundancia y multiplicarlo, requiere trabajo e inteligencia. Recordemos que el dinero no se hizo para lerdos y flojos. Pero hacer riqueza no es cuestión de esfuerzo físico únicamente, ya que no todos los que trabajan duro se hacen ricos.

¿Por qué es tan difícil hacer dinero y conservarlo?

Porque alcanzar riqueza rápidamente depende en gran parte del destino de las personas: Todos conocemos personas que trabajan toda su vida dejando la zalea y su salud en el trabajo, y al final mueren en la miseria si bien les va, o terminan sus vidas abandonados por sus familias en hospitales o casas de asilo. Otros ni a eso llegan, pues ven como sus familias y fortunas se les desintegran en las manos mucho antes de morir.

Y es que además de dinero, la buena suerte es indispensable. Francamente, en cuestiones de dinero, la suerte es factor más importante que la fortuna en si.

Hay en los gobiernos, por ejemplo, personas con autoridad que se creen más listos que los demás y asesinan ciudadanos a cambio de ascensos y dinero. Pero cuando llegan a edad madura y se aprestan a vivir su retiro holgadamente y sin preocupaciones monetarias, inesperadamente acaban en una plancha de hospital y expiran pegados a tubos de suero y oxígeno, destrozados por cirugías que aún si fueran exitosas poco curan finalmente.

Ellos, que tanto poder y amigos influyentes tuvieron en vida, al final mueren prematuramente, destazados como marranos. Y su dinero, por el que vivieron y mataron, lo terminan gozando sabrosamente sus viudas, amantes, hijos, diversos parientes, y hasta socios y compadres. Así acabó su vida Fernando Gutiérrez B., relativamente joven y abierto en canal como res en una mesa de cirugía pues la medicina occidental no supo reparar su corazón. Sabía torturar prisioneros, pero no asegurar su propia salud y longevidad.

Y el "Tigre" Azcarraga también murió prematuramente sin que la medicina occidental tuviera salud para vendérsela, y mucho menos le alivió su mortal enfermedad el PRI, al que tan fielmente sirvió atarantando a las míseras masas mexicanas.

El viejo JoLoPo en ésas anda también, transportado ya en carretilla y angustiado por las enfermedades igual que cualquier otra persona, a pesar del dineral que se llevó de las arcas nacionales. Igual anda Hank.

El dinero permite a los ricos mexicanos comprar doctores que hablan inglés, pero no la verdadera salud. Nunca se preocuparon por investigar dónde comprar verdadera salud ni supieron entender la naturaleza del dinero. El ser poderoso y/o rico significa la oportunidad de hacerse de métodos para ser feliz. Existe, por decir algo, un método de salud que requiere solamente de media hora diaria de movimientos corporales para producir buena salud y longevidad. Pero los más ignoran esto y terminan sus vidas físicamente desahuciados.

Otros ricachones acaban sus vidas agobiados en la cárcel. O perseguidos y exiliados. El caso es que tampoco ven un cinco de lo que robaron o juntaron. Así acabó Fujimori, el presidente peruano: En su guerra personal contra la guerrilla se rodeó de asesores importados de Japón y utilizó a los convenencieros obispos católicos para traicionar, y exterminar guerrilleros peruanos. Pero al final su maldad se le revirtió y lo atrapó. Ahora anda a salto de mata escondido en Japón, y su situación es peor que antes de ser presidente pues nadie le aconsejó cómo adquirir buena suerte.

Más o menos igual anda también La Quina, el dirigente sindical petrolero que regalaba mansiones a presidentes y quien tuvo la doble mala pata de sufrir cárcel y diabetes. Algo terrible habrá hecho. A nosotros nos pueden contar historias, pero no a los dioses. Su hijo es médico pero la dulce enfermedad le avanza igual en el cuerpo, todo porque aunque tuvo fortuna, no supo ni sabe hoy mismo dónde comprar salud.

En la cárcel, por cierto, es donde tiene su domicilio permanente Raúl Salinas. Este desalmado criminal pensó que con sus millones de dólares acumulados a costa de arruinar la salud de millones de mexicanos pobres con leche en polvo radiada, se daría la gran vida. Sin embargo hoy vive en un chiquero, dicho esto en toda la extensión de la palabra. Y su hermanito menor, CSG, no creo que saboreé mucho el champán y el caviar que adornan su mesa, pues aunque fue presidente de México, de seguro trae estresante nudo en la barriga temiendo que de un momento a otro sus enemigos políticos prevalezcan y algún juez libre orden de arresto en su contra. Compraron muchas cosas los Salinas, excepto defensa contra los contratiempos.

Pocos ricos entienden, ocupados que andan haciendo millones de dólares, cómo proteger sus fortunas, sus familias y su salud. Menos buscan la longevidad que les permita gozar el dinero que hicieron en su juventud. Porque eso de andar a los 50 o 60 años diabéticos, con alta presión, cancerosos, con problemas de corazón, de hígado, de próstata, y errantes de hospital en hospital, es un suplicio peor que la cárcel. O dijéramos mejor, es el justo castigo a su falta de prevención, pues aunque la medicina occidental es prácticamente inútil, existen métodos secretos de salud para hacer la vida bastante llevadera en la madurez. El ser humano puede vivir decorosamente saludable hasta los 100 años, nomás hay que perderle el amor al dinero y pagar el método.

Naturalmente, no hay que aferrarse demasiado a la vida, pero tampoco es cosa de pasar por incrédulo ni de morir antes de tiempo, puesto que hay principios reales para vivir bien la tercera edad. Y la primera, y la segunda. El problema es que maestros buenos en esos niveles no hay muchos, aunque en México todos dicen que saben. Éste es, recordemos, el país de los sabelotodo.

Dicen en China que "La raíz de todos los males es el dinero," porque cuando es poco daña, y cuando es demasiado daña más. Porque hacer mucho dinero no es tan difícil como parece, todo es cuestión de método. Por ejemplo. Hay tres métodos muy efectivos para hacer millones de dólares en una generación y usted puede hacer fortuna siguiendo uno, dos, o hasta los tres métodos.

El primer método para hacer riqueza rápida es el más antiguo, ortodoxo y común: Robar tontos con religión como hacen los curas, o con cruzadas caritativas como hace la Cruz Roja. Solamente hay que ser desvergonzado y cabrón para explotar al tope la ignorancia de la gente. Por eso el Papa y sus obispos, Azcarraga-3 el de los teletones en Televisa, y uno que otro gurú "caritativo" logran, con falsa palabrería que incita la generosidad de los pobres, que éstos les regalen millones de dólares a cambio de nada. Ya sabemos que los ricos son listos y ellos pura madre regalan un peso partido por la mitad. Este método de embaucar pobres es el más seguro, porque cada persona dona muy poco y no lo resiente, sin imaginar que ya multiplicados esos pesos hacen millones y millones. Y además, aún si se dieran cuenta del fraude después, ¿quién demandaría a los limosneros-pillos para que le regresen unos pinches pesos? Ganancia redonda que no ocupa ni siquiera de mercancía, solamente estrujarles el corazón a los ingenuos. Por eso ya les anda a los curas mexicanos que les canonicen a Juan Diego, para cosechar limosnas sin fin.

El segundo método para hacerse rico sin capital es un puesto en el gobierno, especialmente en México, y robar a manos llenas. Vea a los generales verdes con concesiones para suplir equipo militar, armamento y alimentos a las Fuerzas Armadas, y hasta con franquicias de la Lotería. Ya sabemos todos que los procuradores federales y estatales hacen su fortuna extorsionando narcos y ordeñando cajas de ahorro. Y si les hurgamos en sus finanzas, encontraremos que ex presidentes, ministros, gobernadores, generales, jefes de policía y hasta alcaldes municipales se retiran con enormes fortunas en sus bolsillos. Nomás imagínese cuánto se llevaran a sus bancos dentro de unos días Zedillo, su gabinete entero incluyendo a Gurría el de Hacienda, y los banqueros sinvergüenzas del Fobaproa. Con decirle que primero tienen que llevarse esas fortunas a paraísos fiscales extranjeros. No cabría tanto dinero que se roban en las bóvedas de los bancos nacionales. ¿Verdad qué no digo mentiras, don JoLoPo?

El tercer método para juntar millones de dólares es mucho más peligroso que los anteriores porque es necesario delinquir descaradamente. Ahí están de ejemplo los militares y cuicos secuestradores, los hermanos Arizmendi, los narcos, etcétera. Muchos criminales acaban muertos a manos de la policía, como le sucedió al capo Escobar. O acaban sus días tras las rejas como los mismos Arizmendi, Ábrego, Caro Quintero. Como se ve, este método tiene sus riesgos. Bastantes.

Pero sea como sea, dice la gente que "Detrás de cada gran fortuna se esconde un gran crimen." Y es que no se puede ganar realmente mucho dinero con un changarrito, ni mucho menos trabajando honestamente de sol a sol. Lo malo entonces de esos tres métodos es que requieren hacer daño a terceros. De ahí pues la necesidad de tener conocimiento metafísico adecuado para evitar desastres posteriores.

Porque aunque politicos, televisos, curas y criminales saben como hacer ilegalmente grandes fortunas en una generación, su problema es que aunque laven bien el dinero no resuelven el problema de fondo. Tarde o temprano la mala suerte que siempre acompaña al dinero mal habido se hace presente. Y ya salados, los pillos son robados a su vez, o arrestados, u hospitalizados. Primero se retiran locos de contento pensando que vivirán felices, pero pronto sus fortunas se evaporan, o se las decomisan las autoridades, o simplemente las pierden en malos negocios, o porque sus enemigos se las salan.

Y si hasta los arrieros necesitan buena suerte, imagínese a los demás. Pero los ricos son egotistas y piensan que es su habilidad y no la buena suerte lo que los hace ser ricos. Y al igual que a todo ser humano descuidado, de un día para otro su buena vida y felicidad se les acaba tan radicalmente como si los dioses se las terminaran con un borrador.

Esa soberbia actitud es el resultado de lo que mis abuelos llamaban "Las malas tanteadas." El dinero puede dar vida a través de conocimiento especial. Pregúntenle a los curas, que predican a los pobres felicidad en el más allá pero andan como locos buscando dinero en esta vida pues con pobreza sólo se consiguen penas y muerte prematura.

La fragilidad de las grandes fortunas viene a cuento porque le acaba de pasar una desgracia más al poderoso empresario italiano Gianni Agnelli, famoso por sus vínculos con la fábrica de autos Fiat y con el equipo de fútbol Juventus, entre otros grandes negocios. Este hombre es rico de verdad. Con decirle que su lujosísimo penthouse, frente al Vaticano, es más alto que las habitaciones del mismo Popis. En comparación con el de Agnelli, mi penthouse es una choza de villorio.

El poderoso Agnelli cuenta a obispos, presidentes y hombres de negocio de todo el mundo entre sus íntimos. Y el cuate sabe comprar cosas buenas, pues se casó con una princesa de a deveras, la Princesa Caracciolo. Claro, con su fortuna hasta las reinas querrían casarse con el. Por eso su hobby es ser playboy, aunque no zángano como los playboys mexicanos, porque Agnelli trabaja tan duro como se divierte "conquistando" bellas modelos, actrices y reinas de concursos de belleza. Lo que no tiene es talento para conseguir buena suerte para su familia.

Porque Agnelli, como muchos otros ricos europeos, parece estar salado en cuestiones de familia. No se si Agnelli agotó ya su ración natural de buena suerte, o si sus enemigos políticos y comerciales lo clavaron con trabajitos de brujería, el caso es que al italiano no le ha ido muy bien en eso de los hijos. Más bien diríamos que le ha ido francamente fatal. Y eso que el industrial es vecino del Popis y del exorcista oficial de el Vaticano, el cura Amorth. Pero es que si los vaticanos no saben rituales ni para defenderse ellos mismos, menos saben rituales para defender a gente como Agnelli. Los poderosos, como los fuertes, necesitan protección metafísica de alto nivel, no ritualitos como los de los curas.

Resulta que el sino trágico del patriarca Agnelli se hizo presente otra vez, hace semanas, con el suicidio de Edoardo Agnelli, su único hijo. Ya nomás le queda una hija de 43 años.

A sus 46 años y considerado la "oveja negra" de la familia, heredero de la fortuna y estudioso del misticismo hindú, Edoardo dejó todos los lujos que lo rodeaban y se quitó la vida arrojándose desde un puente de 80 metros de altura. Acabó con todos los huesos rotos y el cuerpo hecho un guiñapo entre la pestilente basura del fondo del puente. Mala cosa. Y mal presagio que el hijo muera antes que el padre. Edoardo nació entre sábanas de seda pero murió entre la porquería de un camino. Desafortunadamente el viejo Agnelli ignora que hay rituales secretos de ocultismo para inducir el suicidio en las personas.

Pero muchos de los hombres de la familia Agnelli han muerto prematuramente por accidentes, enfermedades y suicidios. El clan Agnelli, a todas luces primera familia de Italia, sabe como hacer riqueza, pero no sabe comprar con ella cosas importantes, por ello la familia es más débil de lo que aparenta.

Edoardo nunca se casó, por eso la línea paterna acabará con la muerte de Agnelli padre, lo cual es prácticamente una maldición para dinastía tan poderosa. El heredero ya pintaba mal desde hace mucho: Fue adicto a las drogas y arrestado alguna vez en Africa por posesión de heroína. Odiaba el capitalismo y le gustaba exageradamente el esoterismo, pues su mente nunca fue formada adecuadamente. Por algo sus amigos le llamaban "Eddy el Loco."

Como los hijos de muchos ricos, también Edoardo detestaba la fortuna familiar, ya que sus maestros de filosofía (era graduado en Religión y también en Filosofía) no le enseñaron a hacer buen uso de su fortuna en vez de criticarla. Quizás porque ni ellos mismos saben esos principios.

Sea lo que fuere, Edoardo nunca fue en la vida lo que su padre esperaba de el. Y es que Agnelli soñaba un hijo diferente, pero no hizo nada para lograrlo, excepto mandarlo a la escuela como se hace con cualquier hijo de vecino.

Y así le fue.

Cuando la persona quiere formar una dinastía fuerte y capaz de enfrentar los reveses de la vida y la mala suerte, tiene primero que conseguir el método apropiado. De otra manera las fortunas y las familias se desbaratan con la facilidad que se desbaratan las burbujas de jabón.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 2000, Francisco J. Vargas