Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #136: El Zorro y las Uvas Verdes

En la estrategia china se denomina "tigre de papel" a la persona o país que exteriormente parecen ser fuertes y poderosos, pero que son realmente débiles por dentro. Al primer empujón (o a los primeros rituales chinos), caen al suelo de nalgas.

El presidente Fox parece ser tigre de papel. Su conducta diaria es infantiloide, por no decir irresponsable. Me da la impresión que lo tiene que peinar la Amigocha antes de salir a la calle.

Pero ya en su papel de conquistador gachupín, Fox habla mucho y hace poco. Se salta a la brava la Constitución y toda clase de códigos penales federales y estatales. Aparte está el curioso negocito de entregar ilegalmente a ciudadanos mexicanos a los gringos aparentemente a cambio de préstamos de miles de millones de dólares.

El plan de Fox y sus cómplices, los empresarios ladinos "Amigos de Fox," para llegar a la mina de oro que es la Presidencia, fue simplón y obvio: Pedir el apoyo de el Popis y otros gobiernos extranjeros para llevar a cabo la mascarada de la "derrota" del PRI, luego invertir varios cientos de millones de dólares en campaña para hacernos creer que el voto vale para algo, y ya en el poder hacerse ricos en un santiamén sin importarles si el país está o no en condiciones económicas para cumplirles el capricho. Fox y sus amigos nada más piensan en arrebatar a los mexicanos sus vidas, sus fortunas y sus propiedades. Ésa es su única misión y función.

(¿Cómo iban a saber los foxistas, si jamás antes había sucedido, que una cosa llamada "rituales chinos" les aguaría la fiesta a los ladinos para siempre?)

El principio chino de la reciprocidad, principio que aplica lo mismo en la vida diaria que en gobierno, dice: "Antes de recibir hay que dar," lo cual es, a mi inculto entender, una espléndida muestra de filosofía y humanismo. (Por ejemplo: Los gringos tienen mucha tecnología y los europeos tienen larga historia, pero a mi lo que verdaderamente me ha impresionado es que únicamente en China lo primero que le preguntan a un extraño después de saludarlo es, "¿Ya comió usted?")

Pero aplicar en México el principio de recibir antes de dar requeriría que los gobernantes mexicanos se aseguraran cada mañana que todos los mexicanos comieran ese día, algo imposible puesto que los gachupines mexicanos como Fox y pandilla no entienden de tales minucias del mundo civilizado. Los ladinos no le dan ni un vaso de agua a nadie, mucho menos a sus esclavos, pues en esta monarquía los gobernantes son dueños absolutos de las vidas de la indiada y no hay ley que valga. Ha sido su costumbre y derecho durante cinco siglos. Acuérdese de los esbirros del jerarca sindical petrolero La Quina (aquél que regalaba mansiones a presidentes), quienes tiraban millones de petrodólares por hora en las ruletas de los casinos en Las Vegas sin que nadie pueda reclamarles hoy ni un cinco. Y ya pronto les traerán los casinos a México para que los ladinos no tengan ni que pedir visas para ir a Gringolandia a jugarse el dinero del pueblo.

Observe la sigilosa manera en que los gachupines llegan a la presidencia de México (o a cualquier puesto de gobierno), y pregúntese usted mismo: ¿De qué agujero salen esos sinvergüenzas? Porque aparecen nomás para levantar fortunas y matar de hambre y a tiros a los mexicanos, cosechando sin sembrar, y silenciosamente se largan después al extranjero a gastarse sus fortunas malhabidas. Si GDO fue presidente por ser descendiente de Porfirio Díaz, el sobrino de LEA, Rodolfo, es flamante secretario general del PRI. Y así es todo México: Negocio de criollos navegando con bandera de "república" democrática.

Incomprensiblemente, en medio de tanta democracia y progreso los indios mexicanos (y otros no tan indios) desfallecen por falta de pan, y también de olvido en mazmorras militares y cárceles de todo tipo. Por su parte, los ladinos beben, cantan y explotan alegremente lo que haya que explotar. De ahí que Fox y el Parásito de Hacienda quieran imponernos la "reforma fiscal," truquito ladino para exprimirnos la última gota de sangre y matarnos más rápido de hambre. Débiles, no tendremos ya aliento ni para preguntar otra vez dónde están los dineros del petróleo al que todos los mexicanos tenemos derecho.

Desgraciadamente para el señor de las patotas, el pueblo está en la más espantosa miseria después de tanto robo a manos de ladinos imbéciles que jamás supieron el significado de robar con medida.

Resulta que el suelo de los campos mexicanos está casi totalmente erosionado gracias a la rapiña ladina que deforestó los bosques. Y los taladores fueron tan estúpidos que no reforestaron simultáneamente. El actual secretario de Agricultura, por supuesto, no tiene la menor idea tiene de cómo arreglar el entuerto.

Nunca cuidaron tampoco los gachupines las fuentes naturales de agua, y ya hay sequías cada vez más graves en todo Mexico.

Sucede también que el petroleo --"nuestro petróleo"-- se vende para pagar intereses de los préstamos que los ladinos reciben y se embolsan constantemente, sin ayudar al pueblo. Y todavía hay nacos que adoran la memoria del ladino Lázaro Cárdenas.

Y el gabinetazo de Fox (sus diferentes secretarios de Estado) es incapaz de componer nada porque son ignorantes, prepotentes e incapaces, así que no sabrían por dónde empezar. A lo más que llegan es a pagar columnistas y televisos ladinos para que tapen los crímenes de Estado que contra los mexicanos cometen cada segundo. Mire nada más el insulto de Fox al pueblo al dizque rebajar 50 pinches millones de pesos al falazmente irrisorio y falso presupuesto de veintidós mil millones de pesos del Ejército mientras no hay servicios del Estado para los desprotegidos. Porque el verdadero presupuesto del Ejército (para que supriman a mexicanos malcontentos), es mas del doble de lo que dicen los foxistas, pero no lo revelan porque sabrían que el pueblo se alborotaría. Aunque ni tanto, la mera verdad, porque gracias al magisterio y a los curas somos una población con capacidad intelectual similar a la de niños de seis años. Somos buenos para los albures y para rezar rosarios, pero no para generar riqueza por nosotros mismos.

Así que nadamos en la ruina y no hay de dónde sacar más oro para dárselo a los gachupines (que de por si son un barril sin fondo). Ni manque suban los impuestos.

Porque reitero, ya no hay más de dónde extraer dinero. A menos, claro, que empiece Mentirosillo Fox a hacer redada de famélicos indios para destazarlos vivos y vender sus órganos vitales para transplantes a hospitales extranjeros. Estoy seguro que los sinvergüenzas magistrados de la Suprema Corte y Jorge Castañeda le ayudarían con gusto a montar el negocito, pues ya demostraron ampliamente su habilidad para negocios chuecos de esa clase con el asunto de los intereses sobre intereses favorable a los banqueros chupa-sangre, y en el asunto de la venta de los "extraditables."

No veo pues por dónde pueda Fox extraer más dinero de la población aunque triplique la exigencia de dinero a pagar por impuestos y por el brutal IVA. Por eso el desencanto de la población se hizo ya evidente y las mentadas a Fox y a su corte terrenal empiezan a menudear.

Y Fox, el egotista mayor del reino, el hombre más vanidoso y presumido que jamás haya llegado al poder en México, levanta la naricita, se voltea de perfil y dice ante el desprecio del pueblo para su persona: "No me importa la pérdida de popularidad, pues no soy actor."

El problema es que Fox también en eso miente. Porque actor si es. Todos los políticos son actores por obligación, pues su verdadero trabajo es robar, matar y mentir. Nada más que Fox es tan mal actor, pero tan malo, que la gente ya le descubrió la larga cola de zorro bajo el pantalón. Si no fuera simulador profesional no hubiera sido nombrado personaje importante en la revista "People," pasquín dedicado a elogiar cirqueros. "Y cirqueras," diría Fox.

¡Claro que le importa a Fox su popularidad!

Por eso invita reporterillos a taquizas en Los Pinos, para ganárselos sin gastar mas que unos pesillos. Y por eso saldrán a la venta en sucursales bancarias cientos de miles de medallas con la imagen de Fox acuñadas en la mismísima Casa de Moneda. Monedas ostensiblemente diseñadas para promover, cual si fuera César o Fidel Castro, la efigie del ordeñador de vacas panista. Y otra vez la mentira: Que dizque las monedas son para "ayudar" al Sistema para el Desarrollo de la Familia (quién sabe qué será eso).

Pero Fox está engarrotandose por dentro al ver y presentir que el pueblo podría literalmente echársele encima a panistas y legisladores por lo de el "reformón fiscal" (y ya verán los pinches legisladores cuándo llegue su papá, si se atreven a joder al pueblo otra vez con la aprobación del salvaje robo que pide Fox).

De hecho, no me extrañaría ni tantito que los abusos contra el pueblo en el reinado de Fox marcaran el principio del fin del poder ladino en el trono mexicano. Por eso el desdén de Fox ante el repudio popular me recuerda la fábula del zorro que quería comerle los testículos a un burro viejo. ¿Se acuerda de este cuento? El zorro seguía al burro y le tiraba tarascadas a los cojones pero el burro le respondía con coces. Con el hocico ya chueco por tanta patada, el zorro finalmente se dijo a si mismo: "Ésas 'uvas' no están maduras así que no me las comería ni aunque las alcanzara, pues también están prietas, arrugadas y feas." Dio la media vuelta y se fue con la cola entre las patas.

Y así está Fox, igualito al zorro: Dizque "no le importa" su pérdida de popularidad, popularidad que para un tipo vanidoso como el es casi la vida misma. De popularidad pide su limosna el presidente ranchero. Para eso buscó la presidencia, para recibir la adoración de la mexicanada, no para escuchar recuerdos maternos ni rechiflas.

Pero como nunca echa mentiras el angelito Fox, le vamos a creer lo de su indiferencia ante los escupitajos a la cara, ¿no?

DESEOS PELIGROSOS: La comunidad empresarial judía en México le exigió a Mentirosillo Fox que eleve a federal el crimen del secuestro. Así ya podrían ser ejecutados los roba-gentes. De otra manera, le advirtieron, no habrá muchas inversiones de parte de ellos, pues a cada rato los secuestran los pelangoches mexicanos no-judíos. Y el chantaje dio resultado, pues los mercaderes tienen el talento innato de saber negociar y asustar nacos. Fox ya ordenó la aceleración de la propuesta necesaria para que sus gatos (los legisladores, pues) la aprueben cuanto antes.

Pero ya existe la pena de muerte en México (artículo 22 de la Constitución), solamente que no se aplica porque el mismo Gobierno está plagado de funcionarios judíos mexicanos y sinvergüenzas que acabarían en el paredón. Existe, por ejemplo, la pena de muerte para los traidores a la patria, para los asesinos despiadados, y para otros criminales de similar ralea. Pero si se aplica la pena, tendrían qué fusilar a más ladinos que no-ladinos. Porque si fusilaran a los secuestradores, en lo que yo estoy absolutamente de acuerdo, también tendrían que fusilar a los agiotistas banqueros judíos pues ese crimen (similar al robo en camino real) entraría en los linderos de la piratería, y la piratería ya es crimen que puede ser castigado con la pena de muerte. Robar dinero (agio) y robar gente (secuestro) es el mismo tipo de crimen.

Fox debiera entonces explicarles a sus hermanos etnicos judíos, que a veces no es bueno que se cumplan nuestros deseos.

PARA MORIRSE DE RISA: El desabrido conductor de programa de televisión nocturno y cuenta-chistes gringo David Letterman hizo terrible chiste racista y sobre drogas mencionando a una colombiana que fue alguna vez Miss Colombia. El chistorete provocó tal escándalo que Letterman termino invitando a la colombiana a su programa para disculparse y ella procedió a regañarlo merecidamente. Y es que si Letterman hubiera hecho su gracia mencionando a una belleza mexicana, nadie le hubiera reclamado, pues somos un país de agachados. En cambio tuvo que disculparse tres noches seguidas en público y en privado porque con la colombiana todo mundo gritó indignado.

Mr. Letterman, recuérdelo bien: A quienes los gringos pueden apalear verbal y físicamente, y hasta matar impunemente a tiros por la espalda, es a los mexicanos. Aparte de nosotros no hay mas dejados y pendejos en el planeta. Y a lo mejor hasta en el universo.

Que les sirva de lección esta equivocación a todos los gringos.

PARA PONERSE A LLORAR: La verdad, yo no entiendo a los medios informativos nacionales. Resulta que un hijo de López Obrador, el alcalde del DF, chocó en un vehículo del gobierno contra una patrulla de la policía bancaria. Nada del otro mundo, y el alcalde hasta pagó de su bolsillo y por adelantado los gastos de reparación de los dos vehículos. Y la multa al muchacho, que es menor de edad. Ni siquiera esperó el alcalde a que las aseguradoras pagaran, que pagarán.

Pero los medios inmediatamente le apedrearon el tejado al alcalde dizque por "tráfico de influencias."

¿Cuál tráfico?

Pues resulta que en el lugar del accidente el muchacho se bajó y les gritó a los policías que es hijo de López Obrador, y los plumíferos dicen que eso es "influyentismo." Caramba, eso se llama actuar con mala leche.

Dejemos de lado que cualquier padre sale en defensa de su hijo (estoy seguro que los quejumbrosos escritores harían lo mismo o peor en la misma situación), pero es que chocar una patrulla es prácticamente pedirle a los "discípulos del Chamuco" que te agarren de tiro al blanco antes de que muestres la licencia de manejar y la póliza de la aseguranza. Si no les grita el muchacho que es hijo de López Obrador, casi estoy seguro que lo ametrallan. Ahí están las hemerotecas con casos trágicos de personas que chocaron patrullas, no nos machuquemos los dedos en la puerta a lo tarugo.

Y si los comunicadores no decían nada cuando el hijo de Zedillo (y los júniors de los demás presidentes) hacían shows públicos apabullando clientes de discotecas con sus guardaespaldas militares, ¿para qué hacer grande algo que no tiene importancia?

Un accidente en automóvil ajeno cualquiera lo tiene, cuantimás un adolescente. A mi, desde acá lejos, me parece bastante decente, responsable y aceptable la conducta del alcalde como padre, y también como gobernante. Al menos actuó de frente, rápido, y como debía hacerlo. Si así actuaran los demás gobernantes mexicanos en cosas más trascendentes, otro gallo nos cantara. Acuérdese que Fox justifica a los militares criminales con el estupido cuento de que son "prietitos en el arroz." Y ningun editorialista vocifera a pesar de que estan saliendo a la luz fosas clandestinas con victimas de los asesinos changos verdes.

Pero claro, con miedo no hay indignación. No es igual babosear a un alcalde que a los H(orribles) changos verdes del Ejercito.

#2. Ya sabemos todos (menos algunos sinvergüenzas como los organizadores del Teleton anual que regentea el Multiplicador de Caca), que la indiada mexicana muere de hambre.

Pero el gobernador de Veracruz, el insigne ladino Miguel Alemán Júnior, triplicará el presupuesto del estado para que "el valioso talento artístico y cultural" (léase ladinos güevones) del estado pueda cumplir los "proyectos" de Creación Artística y Cultural.

Los jotingos niñitos ladinos veracruzanos podrán cumplir su antojo de estudiar becados por el pueblo en ramas de conocimiento tan vital a la famélica indiada como artes plásticas y escénicas. El dinero que ya les regala Conaculta a los júniors no es suficiente, dijo el alcahuete gobernador. El arte, agregó el pillo, es la huella tangible del paso de la gachupinada por la historia de México.

Muy bien dicho, digo yo.

Loada sea la cultura, pues el pueblo podrá morir de hambre, si, pero viendo buen teatro (no olvidemos a los curas y su carpa) y con actores gorditos (y gorditas, según Fox) por lo bien comidos y bebidos. Porque a ver: ¿En qué otro país tienen los pinches súbditos privilegio similar?

Viva México.

Y si les faltaran adornos escénicos y muy plásticos para sus trascendentales obras, recuerden que tenemos la indiada para prestarles bellos esqueletos completos de nativos muertos de hambre de todas las edades. Tambien prestamos osamentas sin catalogar de las jóvenes víctimas de los sardos mexicanos enterradas clandestinamente por gallardos y valientes "prietitos en el arroz" vestidos en el glorioso uniforme militar mexicano. Uniforme que orgullosamente identifica a los matones a sueldo que pagamos de nuestro bolsillo.

Cabrones......


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 2001, Francisco J. Vargas