Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #168: El Peón Mata al Rey

Un antiquisimo principio de estrategia militar china asegura: "El soldado raso puede matar al rey." En circunstancias especiales, digamos cuando se subestima al oponente aunque demuestre ser capaz, lo peor puede ocurrir. Por eso los emperadores chinos se rodeaban de gente inteligente, no de halagadores profesionales. Y aún así debían dormir con un ojo cerrado y el otro abierto.

Lo anterior viene al caso porque vemos que el Cocacolo Fox ha formado su gabinete con una pandilla de expertos pillos ladinos como él mismo, incluyendo a la segunda dama Marta, para elevar el grado de explotación de mexicanos a niveles nunca antes vistos. Y eso ya es mucho decir.

Entre las innumerables fuentes de riqueza nacional que los gobernantes mexicanos "ordeñan" para su beneficio único, está el jugoso impuesto sobre la renta.

Los anales mundiales de gobierno revelan que fue en China donde se inventó el infernal concepto de los impuestos, y también el de la propiedad privada. Por una parte, los emperadores exprimían económicamente a los súbditos para proveer al pueblo con servicios básicos y también para mantener a los parásitos que componían la aristocracia. Por otra parte, cualquier familia podía tener su propio cachito de tierra siempre y cuando pagara a tiempo el terriblemente oneroso impuesto. No es de extrañar entonces que la estrategia china advierta: "Cuando los impuestos son incrementados brutalmente, es porque los gobernantes roban, despilfarran y se dan la gran vida a costa del pueblo. Si los funcionarios fueran frugales en la administración del gobierno, los impuestos serían razonablemente bajos."

Bien. A estas alturas seguramente usted ya sabe que en México se vive bajo las costumbres de las esclavistas monarquías europeas de hace siglos. De frontera a frontera, aquí nomás los chicharrones del reyecito y Gran Caca Fox truenan. Faltaba más. Basta observar la ostentosa y despilfarradora manera en que viajan por el mundo el presidente, su vieja y los achichincles de ambos mientras el pueblo muere de hambre. Les gusta vivir de lo ajeno.

La mal llamada República mexicana, al igual que la cacareada Independencia, son un engaño. La realidad es que vivimos todavía bajo el despiadado régimen feudal que el facineroso gachupín Hernán Cortés implantó aquí.

Verá usted: Dado que lo gringos llamaron "Estados Unidos de Norteamérica" a su país, los ladinos de este lado de la frontera llamaron falsamente a esta miserable dictadura-monarquía "República Mexicana," cuando la verdad es que aquí siempre ha habido emperador (y emperatriz) disfrazado de presidente (y presidenta). Vamos, ni siquiera un sólo estado del país es independiente, mucho menos soberano como proclaman arteramente los "republicanos" gobernantes. Ni siquiera el criminal Congreso es independiente del reyecito, mucho menos la delictuosa Suprema Corte. Aquí solamente hay súbditos. Por cierto, el enano magistrado en jefe de la Suprema andaba el día del Informe presidencial asustado como niño chiquito ¡dizque porque no encontraba a su mujer! imagínese entonces si el triste vejete tendrá arrestos para oponerse a las órdenes del Primer Mentiroso Fox. ¿Cuáles Poderes tenemos, pues? ¿Cuál democracia? ¿Cuál civilización? ¿Cuál cambio?

Si usted ha visitado o visto en películas las ciudades y pueblos de Europa (descontando a las medievales Espanha y Portugal) y del Oriente, notará que el nivel de vida de la gente es aceptable económicamente, y que los servicios públicos (especialmente salud, educación y vías de comunicación) son eficientes. Sobra decir que sus calles y edificios públicos están bien planeados y mejor cuidados. En otras palabras, en esos lares los impuestos recaudados son regresados en alto porcentaje a los contribuyentes. Pero contraste usted esos ejemplos con México, y sentirá horror ante la salvaje explotación de que somos víctimas. Aquí los gobernantes ladinos chupan la sangre al pueblo sin compasión ni medida. No solamente no regresan nada al pueblo, sino que cada día que pasa demandan más impuestos de nosotros, los muy criminales.

Desde luego, la idea original de los impuestos diseñada en China milenios atrás es totalmente válida en el presente. Es decir, un país establece leyes recaudatorias porque la conducción de los negocios gubernamentales requiere por necesidad de medios financieros suficientes para llevarlos a cabo con éxito. El Congreso determina, después de cuidadosos estudios, su Presupuesto nacional, incluyendo gastos militares, y así se sabe el porcentaje de gravamen que corresponde a cada ciudadano. Pero aquí en México son el presidente y el secretario de Hacienda quienes determinan unilateral y abusivamente la tasa de impuestos, hágame favor. Después simplemente mandan esa información al criminal Congreso para su aprobación. Para "lubricar" la venia de los delictuosos congresistas, usualmente el Ejecutivo entrega un cheque de a millón de dólares y otros variados privilegios (según el sapo es la pedrada) a cada miembro (y miembra, dice el señor de las botas de Frankestein) para que firmen el proyecto sin hacerse más remolones de lo que exiga el inevitable show público de engaño al pueblo.

Normalmente, o sea en países civilizados, el ciudadano paga impuestos de acuerdo a la magnitud de su fortuna o de sus ingresos. El que tiene más paga más y el que no, pues no. Pero aquí en México es al revés: Los ricos pagan menos porque son ladinos y pueden sobornar a funcionarios de Gobierno, pero los jodidos pagan más porque tienen menos y porque así conviene a los déspotas de Los Pinos y del Congreso con el fin de reprimir económicamente y moralmente a la población indígena y mestiza.

En teoría, el pagador de contribuciones recibe protección oficial para el resto de su fortuna o ingresos, pues los gobernantes supuestamente utilizarán el dinero para cuidar de la seguridad física de la ciudadanía (secuestros, robos, invasiones extranjeras) y también para defender sus propiedades. (Jé, jé, jé, aquí ya sabemos la clase de seguridad que provee el Gobierno mexicano a los pagadores de impuestos, sean empleados, profesionistas o empresarios.)

Con los impuestos se pagan, entre muchas otras cosas, Policía y Ejército, pero aún así deberá sobrar dinero al gobierno a pesar de ni siquiera contabilizar todavía las fortunas que entran anualmente a las arcas nacionales por concepto de venta de recursos naturales como petróleo y minerales, pero que ya sabemos son desviadas inmediatamente a las cuentas de banco particulares de los gobernantes, y también de los políticos y congresistas cómplices, amén de charros negros y generalotes verdes ladinos. El dinero que actualmente genera la venta de petróleo es tanto, que en Arabia Saudita los súbditos (los árabes ni siquiera son ciudadanos) no pagan impuestos y la gasolina para ellos es baratísima. A pesar del enorme despilfarro que hacen el monarca y la realeza árabe, todavía sobra dinero para beneficio general de la gente. México vende mucho más petróleo que Arabia, pero aquí los gobernantes ladinos se roban el dinero y nos hacen pagar la gasolina carísima, alegando burlescamente que "la gasolina es igual de cara que en todas partes," y encima nos jincan elevadísimos impuestos. Al cabo que bien aguantamos todo abuso en el lomo, pues somos más anchos que largos.

Lo primero que la gente debiera recibir a cambio de sus impuestos, decíamos, es seguridad, pues se contribuye a la administración gubernamental para que los gobernantes guarden el orden social. Aquí en México la seguridad es nula, pues el dinero recaudado se va derechito a los bolsillos de los gobernantes. Naturalmente que la ciudadanía cuenta teóricamente con leyes para evitar que el Gobierno sea autoritario y/o que robe arbitrariamente del Tesoro del pueblo. Lo malo es que en México los delincuentes de el Congreso y la Suprema permiten que el Ejecutivo pateé impunemente a todo mundo y que los funcionarios se auto-asignen rebanadas de las arcas nacionales lo suficientemente generosas para mantener cada uno de ellos a mil familias. Por eso no hay buenas carreteras libres, ni buena educación, ni orden urbano, mucho menos hay seguridad.

La sucia conducta de congresistas, magistrados y gobernantes es más despreciable y más vergonzosa que la de los delincuentes callejeros. Después de todo, el delincuente común es únicamente eso, un criminal normal y corriente. Pero el funcionario, legislador, o juez corrupto es infinitamente más repugnante, puesto que traiciona su función y también su deber a la patria. Si no fuera porque los medios de comunicación, el Magisterio y la Iglesia católica sirven de tapadera a los gobernantes corruptos, la gente ya los hubiera quemado a todos ellos con leña verde desde hace siglos.

(Todo el mundo sabe que México es un mugrero de país debido a la salvaje explotación que los ladinos ejecutan, pero nadie dice cómo se lleva a cabo tal crimen. Aquí se lo decimos, pues antes de nada hay que conocer las tácticas del enemigo. Por eso en la próxima columna explicaré a usted y a generaciones venideras, exactamente las razones, significado, método y consecuencias del trinquetito ése que se traen los charros negros de la Iglesia y el Gobierno foxista (incluida la María Antonieta de cotija, Marta-de-Fox y sus enfermizos delirios de grandeza religiosa) para reprimir todavía más a la indiada entregándoles a los curas la responsabilidad [y el jugosísimo presupuesto] de la educación pública.)

Naturalmente que los robos de los gobernantes producen faltantes en el erario que luego deberán ser repuestos con más impuestos. Por eso la desesperación del parásito secretario de Hacienda, Francisco Gil, para imponernos al pueblo más impuestos lo exhibe como burdo y avaricioso ladrón. Por ejemplo: Desde que llegó al trono el Primer Mentiroso del país, el presidente Fox, ha estado pidiendo --y recibiendo, faltaba más-continuos préstamos de bancos extranjeros que ya suman muchos miles de millones de dólares, millones que usted, yo y nuestros nietos y biznietos pagaremos eventualmente. Una de las excusas para pedir préstamos de este tipo, es la de hacer carreteras federales en diversos estados de la nación. ¿Y dónde están tales carreteras? Pues se van a construir pero con dinero de los impuestos, naturalmente, y además se concesionarán durante treinta años a inversionistas ladinos. Es decir, los gobernantes se roban primero el dinero del préstamo y luego se embolsan además el dinero pagado por los concesionarios, y nosotros pagamos a estos últimos por transitar tales carreteras. Así piden los gobernantes préstamos similares para educación, comunicaciones, salud, y lo que se les ocurra. Luego nos cargan el débito a nosotros, inflando inevitablemente la deuda interna.

Ni con todo el petróleo, ni con todos los impuestos del mundo, saciaremos jamás la horripilante avaricia de los ladinos que nosotros mismos permitimos que exploten México y a los mexicanos. Qué bonito es México para los gobernantes ladinos, ¿verdad? Jodida la indiada, porque no hay manera de hacer auditorías públicas (ni siquiera a la Lotería Nacional) al Gobierno, ni de evitar que el Ejecutivo ande pidiendo los préstamos que se le antojen pues el Congreso y la Corte Suprema, cómplices voluntarios de los ladrones en Los Pinos, permiten todo. Note usted también que los medios de información están callados al respecto, al igual que los charros negros vaticanos. ¿Por qué $erá? De ahí que los perredistas-panistas-priístas se asocien alegremente para solapar pestilentes cloacas como son los desfalcos oficiales en PEMEX y otras instituciones ricas en dólares.

Cada gobernante o politico ladino resuelve los problemas económicos de cien generaciones suyas en un solo sexenio, y a la indiada que nos lleve un burro a la cama. Por eso hay tanto lujo en las "cabañas" de los Pinos, por eso hay tanto chango verde armado hasta los dientes disparando a discreción contra los indígenas, por eso Fox-y-Marta derrochan fortunas en su vida palaciega mientras la indiada muere de hambre.

Y por eso digo: ¡Hay Qué Sacar A Los Ladinos De Los Pinos!

EL "TERCER OJO" MILITAR:   Resulta que en Guadalajara hubo una reunión política de obispos y empresarios mochos (ambos abundan en esa tercermundista ciudad de los mariachis), para dizque "estudiar" factores negativos que pudieran causar "descontento social" entre la mexicanada no-ladina. La remota posibilidad pues de que el pueblo súbitamente se decidiera a mandar a chingar a su madre a los gobernantes explotadores.

Ya sabemos que no es negocio de los obispos andar metiendo su cuchara en asuntos políticos, pero los charros negros ladinos son cómplices eternos de los gobernantes ladinos, y además Fox ha dado mano libre a la Iglesia en todo, especialmente en política. Es más, no me extrañaría nadita que el mentado análisis hubiera sido encargado expresamente por el Primer Caco del país para irle midiendo el agua a los camotes.

Al término de la reunión, el cardenal Juan Sandoval (por cierto, ¿su jeta extra-large será natural, o el muy vanidoso se la infló con inyecciones de silicón para verse más sexy a los ojos de otros curas?) dijo que ni los abusos de la Policía y Ejército, ni las expropiaciones, ni los robos gubernamentales (mucho menos los crímenes sexuales de los charros negros, me imagino) son factores que pudieran contribuir a alzamientos de indios, pues obviamente estamos la indiada muy bien lavados del cerebro como para siquiera imaginar una revolución.

Ciertamente, reconoció el metiche cardenal, la espeluznante pobreza de la indiada es preocupante (sobre todo ante la ofensiva riqueza de los ladinos), pero esencialmente nos recordó que somos burros acostumbrados a caminar mejor mientras más grande sea la carga. Por lo tanto, asegura el siniestro ensotanado, aguantaremos eso y más sin desesperarnos, pues para eso están las promesas católicas de "entrar al Cielo" después de la muerte si nos empinamos ahora gustosos ante los explotadores.

Como México no hay dos.

Admitió el soberbio y hocicón (por el tamaño de su besadora) cardenal que con Fox-y-Marta hay mucha más pobreza que antes, pero también considera que los mexicanos somos todavía muy mansitos como para pensar seriamente en pedirles cuentas a los gobernantes ladrones y asesinos. Uno de los empresarios ladinos asistentes echó su sombrero al ruedo, agregando que los mercaderes están comprometidos con la indiada porque ellos son "éticos y nada corruptos." Ah, bueno. Pero sus falsas palabras serían por si solas motivo para alzamientos si éste fuera un país distinto. Lástima que obispos, legisladores y gobernantes nos tengan bien medidos y pesados. Están seguros de que aquí no pasará nunca nada.

El cardenal terminó su perorata alegando que los subsidios (cuáles?) y las ayudas (cuáles?) oficiales de sexenios pasados no fueron suficientes para desterrar la pobreza, por eso los gobernantes panistas y los obispos han llegado a la conclusión de que los pobres deberíamos buscar trabajo, ahorrar y "administrar mejor los ingresos" (cuáles, pues?). En otras palabras, el gobierno se dedicará a robar todo lo que pueda, y no ayudará al pueblo con nada ni para nada.

Ah, se me olvidaba: Dijo también el cardenal que hay que rezar mucho y practicar la economía solidaria y el cooperativismo. (Aunque con tanto asalto, yo creo que esto último la mexicanada si lo practica ya con fervor.) Y que si algún peso nos sobra (burlesco el cruel charro negro, ¿eh?), lo donemos a CÁRITAS, cajita de limosnas de la Iglesia.

Ante tanta babosada dicha en tan corto tiempo por el ensotanado, sólo atino a recordarle al imbécil cardenal Sandoval que las revoluciones estallan no por falta de rezos, sino por el salvaje aumento de la base de pobres en el país. Y pa'llá vamos como alma que lleva el Diablo, ese buen amigo de los charros negros.

EL ESTERCOLERO DEL CANCILLER CASTAÑEDA:   Lo dije antes y lo repito: El secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda, es un estúpido. No importa que sea exitoso e intrigante lambiscón. Es más, no me extrañaría que Castañeda estuviera colocado a güevo en la cancillería por obra y gracia de alguna nación extranjera y por eso nadie, ni siquiera la poderosísima Amigocha, puede echarlo del gabinete. Estoy seguro también de que su ineptitud como funcionario se la debe en gran parte a sus malos maestros de escuela, pero lo cabroncito si que le ha de venir de familia.

El caso es que nadie en el Congreso, mucho menos en Los Pinos, ha sido capaz de identificar el error principal en la conducta oficial de Castañeda, el pato que se creé pavo real. Mientras el metalizado Fox conduce al país (al desastre) creyendo que todo es cuestión de pesos y centavos, el inepto canciller Castañeda creé (equivocadamente) que su trabajo es hacer lo que el presidente quiera y diga. Me veo obligado entonces, con pereza y todo, a explicarles (de gratis, aunque exponiendo su ignorancia) lo que ellos y los legisladores debieran saber.

A saber: "Los embajadores representan al presidente, pero la cancillería (y demás secretaraís de Estado) representan los intereses del país." O como dice la gente, "No es lo mismo atrás que en ancas."

El canciller Castañeda, entonces, al actuar de mandadero del presidente, actúa como comerciante de tianguis. Porque el Primer Vendedor Fox le ha puesto precio a todo, incluyendo a la dignidad nacional. Fox y Castañeda únicamente quieren cosechar dólares por pasaportes y licencias consulares (la bendita "ordeña," pues), pero no quieren gastar nada. Nunca aprendió el Babas Fox que antes de ordeñar vacas hay que darles de comer. Ésa es la raíz de la bárbara cancelación de celebraciones de Fiestas Patrias en las embajadas mexicanas en el extranjero, celebraciones obligatorias para todo país civilizado, perjudicando a ciudadanos viviendo fuera del país. Y de paso, mostrándonos a los ojos de otros gobiernos como viles mexicanos cuentachiles solamente para que ese par de sinvergüenzas se ahorren unos pinches dólares. A ellos el país les vale madre, lo que importa es robarse el más dinero posible en un sexenio.

Ése es el problema de tener a un administrador de estanquillo en la Presidencia, y a un canciller ignorante al frente de la SRE. Actualmente las embajadas y consulados están siendo administradas como si fueran tiendas de ultramarinos: O producen ganancias, o las cierran. Viva México.

Y no hay manera de meterle en la cabeza al cuate de las bototas apestosas y a su canciller de banqueta, que el buen nombre de un país y el servicio consular a mexicanos en el extranjero no se contabiliza en pesos y centavos, pues no todo tiene que ser negocio en el Gobierno a pesar de lo que se crean el par de imbéciles.

A los rituales con ellos.

NUESTRO (HILARANTE) FÚTBOL:   El caso del "Loco" Abreu, jugador uruguayo del Cruz Azul, negándose a ser cambiado quince minutos antes del final del juego y golpeándose la cabeza enérgicamente con un dedo mirando fijamente a Trejo, indicándole que el loco era el entrenador, no es nuevo en el fútbol mexicano. Casos hay muchísimos, pero el que más ha causado risa fue el de aquel jugador argentino apodado "Chaplin," que durante un juego le mentó hasta la madre a su técnico Nacho Trelles ante las estúpidas e irracionales indicaciones de este último.

¿Tienen razón los jugadores extranjeros al mostrar en público su falta de respeto hacia sus entrenadores? Yo creo que si, y que los jugadores sumisos acaban en Segunda.

(En mi opinión, el que Abreu haya celebrado un gol suyo poniéndose una máscara no tiene la menor importancia. Los jóvenes por naturaleza son efusivos y creativos, y si les prohiben un tipo de celebración se inventarán otro inmediatamente. Lo lamentable es el arcaico puritanismo de la directiva del tercermundista club al mandarle al jugador una carta, conminándolo a no festejar más con máscaras pues dizque eso "lastima la buena imagen del club." ¿Cuál buena imagen?)

Porque vamos a ver. La pelota oficial de fútbol es redonda y de igual tamaño en todas partes. El jugador bueno lo es en cualquier parte del mundo, y pocos secretos quedan en el jueguito. La diferencia está en la mentalidad. Ahí si ya hay mucha diferencia entre un jugador mexicano, y un jugador europeo o sudamericano. Por eso los entrenadores mexicanos son igual que fueron de jugadores: Miedosos, poco hábiles en el manejo de su gente, especialmente si las estrellas son extranjeros, y amilanados ante sus directivos. Así que es natural que un jugador de importación pronto le vea al entrenador mexicano sus defectos, y se resista a seguir indicaciones erróneas.

Amén.

#2. Los directivos del América le quieren ver cara de tonto a todo mundo y acaban por exhibirse sin ayuda de nadie. Quisieron vender sin éxito a Cuauhtémoc Blanco en Espanha por seis millones de dólares, y cuando regresó no querían recontratarlo ni por dos millones. ¿Por qué la enorme diferencia entre las dos cantidades? Eso indica que el verdadero valor de la carta de Cuauhtémoc ronda el millón de dolarucos. Y Zamorano no es mejor que el mexicano, de manera que al comprar sudamericanos alguien en el club se queda con infladas pero jugosas comisiones...en dólares.

#3. Todo indica que el Cielo le va a cumplir sus deseos a Hugol...para su desgracia. Si. Hugol será el próximo técnico nacional de fútbol por obra y gracia del dueño de la Selección nacional, el Multiplicador de Mierda (M&M), y zar de Televisa, Azcarraga 3.

A pesar de que LaVolpe es la mejor opción para técnico nacional, ser ciudadano mexicano no cuenta para los ladinos en el poder si la persona nació en otro país. Además, Mister M&M requiere de un técnico agachón que acepte consignas y Hugol está que ni pintado para eso.

De cara al público, Hugol nos quiere vender la regocijante premisa de que los mexicanos le debemos pleitesía eterna por sus pentapichichis. Pero Hugo se equivoca, nosotros no le debemos nada, se lo deben en Espanha y allá debería ir a cobrarles. Pero resulta que en Gachupilandia son racistas y no le quieren dar la dirección de ningún equipo a Hugol, mucho menos la del Real Madrid, así que este cabrón nos quiere cobrar a nosotros. Y yo nomás tengo una respuesta: Hugo está pendejo.

Digo, Hugo fue buen jugador y todo lo demás, pero no descubrió la cura para el cáncer ni nada por el estilo. Por sus hazañas le pagaron muy bien en Espanha, a nosotros nomás nos venía a decir en sus vacaciones lo que ya sabemos, que tenemos un fútbol tercermundista donde "Nunca aprenden nada, cangrejos." ¿Entonces?

Ahora alega Hugo que, al igual que Backenbauer y Cruyff, el también merece la Selección sin hacer méritos previos. Pero los europeos son inteligentes además de buenos jugadores, mientras que el mexicano no ha demostrado en su carrera como entrenador tener extensión respetable de frente. Ciertamente tiene la virtud de rodearse de asesores, algo que más técnicos mexicanos debieran hacer, pero eso no lo califica para tomar las riendas de la Selección.

Además, la actitud lambiscona de Hugo hacia los espanholes no es precisamente la imagen que los jóvenes deportistas mexicanos esperan ni merecen de un supuesto técnico "ganador." Que Hugo pregone con orgullo que el equipo de la UNAM es el "segundo Real Madrid," es una bofetada a la dignidad y nacionalidad de sus jugadores. Hugo podrá adorar todo lo que quiera a los gachupines, pero su obligación como técnico es hacer un primer equipo Pumas grande, no un segundo Real Madrid chiquito. Y si no sabe la diferencia, entonces mejor que se dedique a sacar muelas.

Yo digo: El ciudadano mexicano más calificado para manejar las selecciones mexicanas de fútbol es Ricardo LaVolpe. Pero si el M&M se quiere salir con la suya y poner a Hugol al frente de la Selección, por mi encantado, él es el propietario. Y yo lo que más quiero es jugar a "póngale la cola al burro," porque Hugol daría material para artículos de fútbol tan extensos como el Gran Caca Fox nos regala en política.

Éntrenle, pues.

#4. El que Daniel Pasarella, técnico del Monterrey, considere al equipo "de segunda línea," no me sorprende. Después de todo, el Monterrey es equipo de segunda línea. Precisamente Pasarella no quiso venir antes al Atlas porque él es (o era, mejor dicho) técnico de Primer Mundo. Pero con el asunto de la economía en Argentina, tuvo que rebajar sus pretensiones al ver que los países considerados potencias en fútbol no desean más sus servicios.

A mi no me enoja que Pasarella considere al Monterrey segundón, pues es verdad. Lo que me preocupa es que el técnico no pueda echar a andar al equipo, lo que agregaría un fracaso más en la corta y nada brillante carrera del argentino. Es decir, ¿ya ni para equipos de segunda está este técnico?


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 2002, Francisco J. Vargas