Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #196: Tigres De Papel

¡Prensa Vendida!, gritan los mexicanos no-ladinos a los periodicototes lacayos del poder --incluyendo los tres Poderes, el Clero, la Banca, los Terratenientes y el Ejército (que está sobre todos los arriba mencionados)-- pues algo informan, pero nunca se molestan por investigar a fondo nada que los perjudique ni a ellos ni a los poderosos.

Hubo un tiempo, hace décadas, que los medios decían algo de lo que pasaba de negativo en el discreto reino de ricachones y gobernantes poderosos, pero ahora todo es encubrimiento y misterio. Por eso el público generaliza y también grita ¡Medios Vendidos!, pues radio y televisión tampoco cantan mal las alabanzas pagadas, ni son menos encubridores de salvajes crímenes políticos contra el pueblo. Como muestra está la vergonzante pasarela diaria de indígenas, campesinos y otros ciudadanos no-judíos arrestados y exhibidos frente a los inquisitoriales "reporteros" y cámaras de Televisa y TvAzteca que en cambio nunca presentan ni cuestionan a criminales ladinos gachupines.

Chínguese el indio, ¿no?

Pero hey, tradicionalmente los periódicos y revistas nacionales se han ganado a pulso el calificativo mencionado. Aunque son los capitostes ladinos de los medios de información quienes más se benefician de la libertad de expresión, también son quienes la tergiversan y pisotean más duro cuando así les conviene. Recordemos que en México cualquier ladino dueño de empresa es un cacique intocable en su feudo, con derecho a pontificar y decir salvajadas sobre lo que le de la gana en relación a sus negocios, y ni quién les ponga un bozal. Así se comportan los ladinos mexicanos sean policías, jueces, magistrados y ahora hasta televisos (el presidente del club de fútbol Tecos, Leaño, quien se supone terminó al menos la secundaria, se permitió escupir la cara de un árbitro auxiliar y amenazarlo de muerte, además de mentarles la madre habitualmente a sus jugadores que lo contrarían).

Sí. Hace días, durante una reunión de empresarios, el multiplicador de mierda (M&M) televisada Azcarraga-3, abrió su boquita para negar que los medios escritos (competencia de Televisa) puedan hacer uso del derecho a escribir lo que gusten. Mucho menos, según el M&M, si lo hacen "envueltos en la bandera de la libertad de expresión." De pilón, el susodicho exigió que los periodistas que según él no prueben lo que escriban, "sean encarcelados."

¡Vaya con el júnior!

Menos mal que no estaba Azcarraga frente a un juez chino, porque ahí mismo hubiera mandado al M&M a la cárcel por ser mil veces culpable del mismo delito del que acusa a los demás (el clásico "Pásele al aceite hirviendo, señor ministro," mencionado en alguno de mis artículos.) Azcarraga demuestra por qué México es un país tercermundista: ningún ladino en el poder sabe lo que dice. A ver si en los USA lo educan, ahora que emigrará.

Porque resulta que aquí los universitarios terminan su carrera diplomados, pero no educados. Pedir que los periodistas "prueben lo que dicen" exhibe en toda su ignorancia no solamente a Azcarraga-3, sino al poder judicial entero, incluidos los dizque catedráticos en Derecho.

Sí. Resulta que no es quien escribe la persona que tiene que probar nada, sino el ofendido. Ésa es la libertad de expresión en todas partes, menos en países que todavía viven en la era de la Caverna, como el nuestro.

Porque a ver. Pongamos un crudo ejemplo para que nuestros "académicos eméritos" en Derecho lo entiendan mejor, ya que aquí todo (hasta las noticias) debe decirse con chistes y payasos. Si yo escribiera que fulanito-de-tal es puto, yo no debo probar nada, pues ya lo dije-escribí. Pero estaría expuesto a una demanda si el ofendido protesta ante las autoridades. Es decir, no hay manera de deslavar la palabra escrita, por lo tanto aquí ya no entran en juego las dichosas "pruebas" que los borricos vestidos con toga de juristas exigen en México a los que "difaman."

(En otro artículo explicaré algún día por qué las penas contra los evasores de impuestos tal y como son aplicadas en México son un crimen, y por qué los secretarios de Hacienda malignos y los jueces que condenan a dichos evasores debieran estar en la cárcel.)

Lo escrito, entonces, escrito queda. Pero el digamos ofendido podría demandarme ante un juez por lo que guste, ya sea por difamación o mal gusto. Sin embargo, el meollo de una demanda de tal naturaleza es que no significa automáticamente que yo sea quien deba probar que el señor es maricón, pues bien o mal yo ya rajé leña, sino que el demandante tiene todo el derecho a exigir retribución siempre y cuando nos demuestre primero, al juez y a mi, que su colita es virgen. Debe agacharse y bajarse los pantalones, para que con una cinta de medir el juez verifique que en efecto su trasero está en orden y yo soy un mentiroso. Hasta entonces nadie puede hablar de difamación, mucho menos pueden testigos samaritanos que conozcan al ofendido ayudarlo, a menos que aseguren saber lo que el señor hace de noche. Igual si yo lo hubiera acusado de ser ladrón: tendría el señor que primero demostrarle al juez que sus cuentas de banco y propiedades son bien-habidas, antes de exigir satisfacción legal.

Pero si hasta los supremos de la Corte mexicana son tarados que hablan mucho y entienden poco de leyes, imagínese al resto del aparato judicial. Por eso estamos como estamos en todo, especialmente en justicia. Por eso hay exabruptos verbales de tarugos como Azcarraga-3.

Y sigue la mata floreciendo y dando.

Porque resulta que en el mundillo periodístico ha nacido este año un nuevo periódico, al que falaz o ingenuamente bautizaron sus señores como El Independiente. Prestigioso a nivel mundial el titulito, aunque no todos los niños que se llaman Napoleón son material militar para la Historia.

Inicialmente, como todo recién nacido, el nuevo periódico irrumpió en el medio político con vigor. Siendo este el año 2003, astrológicamente año del carnero, se esperaba que El Independiente llegara dando fuertes topes a diestra y siniestra. Objetivos a derrumbar sobran.

Pero, ¡oh desilusión! Más de lo mismo.

Lo que apareció fue dócil corderito, pues exactamente a tres meses de su nacimiento se desinfló violentamente la fachada de El Independiente, y se exhibió ante sus lectores como un periódico fácil de asustar e intimidar por gobernantes(as) autoritarios(as). Como dicen los bromistas (a quienes solamente los periodiqueros tontos toman en serio), Déjà vu...otra vez. Bastó que la biliosa mujer de pelo(s) en pecho que gobierna México desde Los Pinos, Marta-de-Fox, le gritara con güevos al dueño del nuevo rotativo, para que el director del ídem se desmoronara psicológicamente y de rodillas le pidiera en dos editoriales consecutivos (ni más ni menos), clemencia y disculpas a la segunda dama por el horrendo crimen de haberla dizque "insultado" con...¡una caricatura!

Bendito sea dios.

Llamémosle entonces a la abuelita Marta el terror con faldas de los machitos periodiqueros. Ya tiene muchas leguas en esto la ñora, y les ha metido el miedo en el corazón (y en partes traseras más arrugables) a varios directores, administradores y dueños de periodicototes, lo mismo en Guanajuato que en la capital del país. Ya se empicó la chaparra a tragar periodiqueros, y no creo que los asuste nomás con retirarles planas de publicidad oficial. Pa'mi que la repulsiva mujer se carga lo suyo...¡dos monstruosos cojones (¿o son cuatro?) bien puestos! Me imagino que tendrá un ayudante militar del Estado Mayor Presidencial para que se los cargue por atrás, pues para todo lo demás tiene sirvientes en uniforme verde.

La "señora Marta" es una anomalía de la naturaleza que paradójicamente es común en México: es un mujer con güevos. 'I 'iñor. Con decirle que hasta generaletes y demás oficiales menores del Estado Mayor (lo que mejor hacen los changos verdes es obedecer órdenes y recitar: ".. éste es mi rifle, sin el soy un inútil [y con rifle también]..."), y secretarios de Estado varios le hacen lambisconas y temerosas reverencias a esta irascible mujer. Me imagino que de pendejos no los ha de bajar a todos, pues hasta Vicentón, el presidente de la República de ronco vozarrón (usualmente esos son los más maricones, acuérdese de Pedro Armendariz y Arturo de Córdoba), besa el suelo que pisa la diminuta abuelita. Pero es que así de chiquita como está, trae a riatazo limpio a funcionarios, generaletes y periodiqueros. (El fin del mundo, decían las abuelitas.)

Ha de ser espectáculo digno de pagar boleto el oír de la Coca-colita Marta sus chillonas e histéricas majaderías sazonadas con acento castizo y fieros estiramientos faciales. Los regañados han de temblar frente a ella como hojitas al aire, sin voz ni nervio para contradecirla, la piel chinita y con sudores fríos. Hasta las corvas les han de temblar por el terror, estoy seguro.

Viva México, tierra de machitos y charritos...de papel, como Pinocho Creel.

Digo, hasta ahorita los barones ladinos de la prensa que la han contrariado han terminado sin excepción agachados frente a Marta, bajándose voluntariamente los pantalones para que la doña, vestida quizás a la usanza española (¿así se dirá, tú?) y con sombrero castoreño de picador de toros, haga lo apropiado en sus abultadas colas con un palo de escoba, cual si estuviera en campirana prueba de novillos bravos. En las manos de Marta los periodiqueros son tigres de papel.

A mí no me extraña el show, pues si hasta los supuestamente bravos charros cantores ladinos con sombrerote tamaño chalupa, trajes tapizados con corcholatas plateadas, y horrible y monstruosa pistola al cinto son jotos, imagínese a los demás.

Claro, mucha gente desconoce la función de los periódicos (a veces ni siquiera sus dueños y directores la entienden), y sencillamente no le verán lo gracioso a que la prensa mexicana sea mangoneada y pisoteada por la vieja del presidente. Así que para esas personas, y para usted también si le interesa, haré una relación a vuelo de pájaro (para no cansarlo) sobre el significado de la palabra escrita.

Agárrese un café hirviente y arrímese a su silla favorita. Prepárese a leer algo sobre un aspecto del periodismo que ni siquiera en las escuelas especializadas enseñan a sus estudiantes. (Y tú, niño bobo Azcarraga-3, a ver si así aprendes algo del significado de letras plasmadas en papel y dejas de vomitar mierda hablada.)

Veamos. La función de un periodicotote, aún en este subdesarrollado país, no es limitarse a vender planas de publicidad al gobierno y buscar favoritismos oficiales a cambio de encubrimiento a gobernantes, legisladores, curas, ricachones y mercaderes criminales. Su función principal es, o debiera ser, captar lo llamativo e interesante de todas las noticias del día e imprimirlas y difundirlas a la sociedad, primero para informarla y luego para que esas mismas noticias sirvan como primer borrador de lo que será Historia. La palabra escrita, después de todo, es más duradera e influyente que la palabra hablada en radio y televisión. Decían acertadamente los antiguos, La palabra hablada se la lleva el viento.

Es la palabra escrita, en periódicos o libros, la llama que prende fuego al mundo, la que enciende la curiosidad en niños que luego desearán ser científicos, astronautas, médicos, religiosos, escritores...o revolucionarios. La escritura da valor a algunos y miedo a otros, pero a todos los vuelve más informados. Por eso, como todo lo valioso, nunca pasará de moda. De manera que el periódico (más que cualquier otro medio de información), es vehículo inmejorable para reportar honesta e imparcialmente los sucesos en cualquier actividad de la esfera humana, ya sean locales, estatales, nacionales o mundiales. Todo esto, naturalmente, desde una perspectiva propia a la idiosincrasia nacional.

(Paréntesis latoso, a los que desafortunadamente por obra y gracia de mis incultos aunque hermosos orígenes campiranos, soy adicto sin esperanza de rehabilitación: Los chinos saben mucho del poder de la escritura. No solamente inventaron el papel, la tinta, la imprenta [la misma que siglos después dicen "inventaron" en Europa], los libros ensamblados como los conocemos hoy, el periódico, y hasta las caricaturas [como vehículo perfecto para evadir la censura oficial al criticar gobernantes en los periódicos], también se inventaron los mejores métodos escritos de religión, literatura, filosofía [el taoísta Lao Tzu escribió hace dos mil quinientos años en China uno de los tratados más influyentes intelectualmente que se hayan escrito jamás en la historia del hombre], estrategia, medicina... En cambio, acá todavía andamos enredados en las telarañas de La Biblia y El Quijote, sendos tomos de inútil ficción. Así pues, solamente papanatas de bandera como Mariquita Fox y Azcarraga-3, trivializan el poder de la palabra escrita. Para ilustrar el punto, le contaré una anécdota no por conocida menos interesante. Resulta que hace tres siglos en China, durante la ocupación manchú, los miembros de una secta secreta independentista en un villorio muy alejado de la capital recibieron información, extremadamente confidencial y verídica, de que la Biblioteca Imperial contenía un libro sobre un extraordinario y secreto método de estrategia militar china al cual únicamente el emperador tenía acceso. [¿Cómo fue posible que un emperador manchú tuviera un libro chino de tan alto conocimiento? Pues porque desde hace muchos siglos ha sido costumbre en China que cualquier persona podía entregar secretamente un libro con conocimiento propio o heredado de sus maestros o familiares, sobre cualquier tema, al Gobierno. El libro era luego evaluado en palacio por expertos, y después el autor era honestamente recompensado de acuerdo al valor de la información entregada.] Dado que el pueblo estaba en continuo estado de rebelión contra los manchús, el método resultaba importante para los estrategas chinos, pues era imperativo saber cómo pensaba militarmente el emperador. Es decir, el futuro del país podría decidirse eventualmente con la información contenida en un sólo libro. Pero la biblioteca estaba cuidada las veinticuatro horas por eunucos bibliotecarios, y fuertemente custodiada por feroces guardias militares manchús, de manera que era imposible para personas ajenas a palacio, y mucho menos chinos, acercarse siquiera a sus puertas. Sin embargo, siempre habrá información escrita capaz de hacer tambalear imperios y por la que vale la pena arriesgar la vida. Y siempre habrá también personas capaces de penetrar las más extremas medidas de seguridad. Así que los conjurados formaron un comando armado compuesto exclusivamente por habitantes de la villa con el mismo apellido, para infiltrarse en palacio y sustraer el libro. Una docena de hombres y mujeres expertos en artes marciales chinas salieron a caballo de la villa hacia la capital, a muchas semanas de viaje, sin más objetivo que regresar con el mentado libro. Por razones de naturaleza militar confidencial durante el robo, abreviemos aquí el relato y retomemos la historia en el momento que el comando sale al amanecer, en cuanto se abrieron las puertas de la capital, a todo galope de regreso a su villa y con el citado libro en su poder. Simultáneamente, los eunucos en la biblioteca se han dado cuenta del robo y notifican al emperador. Sabemos que los eunucos que estaban de guardia en el interior de la biblioteca la noche del robo, y sobrevivieron el asalto, la pasaron mal. Sabemos también que el emperador manchú actuó con celeridad, consciente de que los ladrones solamente llevaban unas cuantas horas de ventaja. Ordenó a un alto oficial militar manchú de sus confianzas que saliera a la cabeza de un grupo de soldados fuertemente armados tras los ladrones y recuperara el libro, dándole además un sello imperial especial para que cuarteles del Ejército chino a lo largo y ancho del imperio cooperaran para que el destacamento pudiera cambiar de caballos libremente, requisar vehículos, agregar soldados adicionales, y obtener dinero y víveres durante la persecución. Ya para entonces espías especializados habían salido a las puertas de la capital a indagar el rumbo inicial que tomaron los ladrones, y esperaban ahí mismo a los perseguidores con la información pertinente. La orden imperial al oficial que comandaba el destacamento fue tajante: nadie de los que tuvieran contacto con los fugitivos, en el camino y en su destino final, debían quedar con vida. Esto es, la información secreta en el libro debería quedar sellada al cien por ciento. Para lograrlo, era imprescindible la muerte sumaria de los atrevidos intrusos donde los agarraran, claro, pero también la muerte de quien se cruzara accidentalmente con ellos en el camino, ya que en cualquier parada podrían hacer copias del importantísimo documento militar. [El emperador sabía que para diseminar un secreto no se necesitan cientos o miles de libros, basta con tres de ellos para que la información de la vuelta al mundo.] Así que los perseguidores iban eliminando terminalmente a todos los ocupantes de fondas y posadas en el camino donde paraban los fugitivos, hasta que los alcanzaron justo al arribar a su villa. Hagamos discreto mutis sobre el final de los ladrones y también, por crimen de asociación, del brusco final de todos los habitantes del lugar. Baste decir que el libro sustraído fue devuelto intacto a la biblioteca del emperador [ni siquiera una copia del mismo fue hecha por los fugitivos, a quienes los perseguidores no les dieron tiempo ni vida para copiarlo]. De ese tamaño es la importancia de la hoja escrita. Para que ahora venga cualquier tarugo a decirnos que la palabra en televisión y radio es más importante que la palabra escrita. Fin piadoso del paréntesis.)

Retomemos el tema principal: hasta el periodismo medianamente honesto es, especialmente hoy día a través del Internet, autorizada voz informativa mundial. No hay que subrayar entonces que los periódicos tienen fuerte influencia en la gente, por eso se les llama acertadamente el cuarto poder. Poder que ha sido demostrado muchas veces, especialmente en casos tan sonados como la guerra en Vietnam, y el Watergate Incident en Washington, donde la prensa provocó el estrepitoso derribo de la presidencia de Richard Nixon.

Lamentablemente, en México las cosas buenas que nos llegan de fuera las echan a perder inmediatamente los ladinos volteándolas al revés: aquí no hay seriedad en nada, mucho menos existe el periodismo de denuncia ni de investigación, ya que la influencia de la prensa es utilizada exclusivamente para vender publicidad y encubrir a gobernantes corruptos y personajes políticos deshonestos, para luego cobrarles los favores. Los medios de información ladinos han literalmente cambiado su enorme poder medíatico natural por un méndigo plato de lentejas. Aquí no hay cuarto poder. A los pocos periodiqueros honestos que haya los gobernantes los asesinan, los persiguen, los sobornan, les arrebatan financieramente sus periódicos, o simplemente les destruyen sus prensas a martillazos.

Los periodicototes y pasquines grandes que existen en México están ahí porque se doblegan al Poder, porque su libertad de expresión se tolera siempre y cuando no se hable mal del Gobierno. Igual pasa en radio y televisión. Existen a ese nivel, luego son corruptos. En México se puede escribir libremente sobre cuántas hojas de maíz tiene la envoltura del tamal, pero no sobre cuánto dinero se roba un gobernante ladino. Mejor que el apestoso ladino ex-presidente JoLoPo, nadie lo ha dicho (cuando el caso de la publicidad de Gobierno en la revista Proceso): "No pago para que me peguen."

Dicho en plata, en México el Gobierno en todos sus niveles paga de una forma u otra a la prensa (y resto de medios) para que no le peguen. ¡Y no le pegan!

La sucia complicidad entre Gobierno y medios de comunicación es odiosa, pero está fuertemente arraigada en el país y la única manera de cambiar esta criminal costumbre sería sacando a los ladinos de Los Pinos. Deducimos entonces que la mayoría de los dueños de medios de comunicación son tan criminales como los gobernantes, aunque debido a la impunidad y corrupción judicial ninguno de ellos haya pisado la cárcel todavía. Después de todo, en México la cárcel existe para nativos criminales roba-gallinas y andrajosos, no para ladrones ladinos con corbata. Si lo duda, vea la pasarela de criminales no-ladinos que presentan diariamente por televisión los manipuladores de noticias Joaquín López Dóriga y Javier de la Torre. Estos dos odiosos sujetos son el mejor ejemplo de las consecuencias de ser pobre en México.

Así que, además de los tradicionales dueños de periódicos y revistas conectados por lazos familiares o afectivos con gobernantes, y habituados a mamar perennemente de la ubre gubernamental a través de la publicidad de gobierno, también cualquier político, empresario o jefe de policía criminal con enorme cola que le pisen sabe que la mejor manera de protegerse contra acciones legales de las autoridades o de sus enemigos en el Gobierno, es fundar un periódico medianamente influyente. Así se acumulan favores hechos a funcionarios y políticos criminales, favores que luego servirán de cobija contra posibles arrestos o persecuciones posteriores.

Tal parece ser el caso del dueño del nuevo periódico El Independiente, Carlos Ahumada. Si hubiera autoridades dignas del nombre en México, este señor estuviera en la cárcel o al menos en los tribunales todos los días, pero ya sabemos que en México "no pasa nada" cuando se tiene dinero para dar y prestar. Y periódicos. Y amigos(as) en la política.

Porque resulta que Carlos Ahumada, empresario argentino con base en Guanajuato (territorio de Mariquita Fox), mero-mero titiritero de Rosario Robles, ex-alcaldesa perredista del Distrito Federal, previsoramente financió el periódico aparentemente para acumular poder político y evitar dar con sus huesos en la cárcel por delitos cometidos en el área de los negocios a gran escala. Obviamente alguien en la política (¿la señora Robles?) lo aconsejó bien. Y la cosa le iba saliendo más o menos bien al empresario, pero accidentalmente se dio en la jeta contra Marta-de-Fox, y el periodismo de banqueta que se hace en México quedó desnudo totalmente ante la opinión pública. Es decir, ante usted y yo.

Ahumada tiene constructoras, aviones, agencias de seguridad y un equipo de fútbol (León) en Segunda división, ahora llamada pomposamente Primera-A. Su mejor negocio es haber logrado, posiblemente a través de su (dicen) íntima amigocha Rosario Robles, contratos varios de construcción con el gobierno de la Ciudad de México, pues el argentino corteja asiduamente no sólo a la Chayo, sino también a los capitostes del partido político PRD. Lo malo es que recientemente se supo que Ahumada obtuvo de la Ciudad contratos leoninos, sin licitación previa, y sobrevaluados además. Y lo mejor: algunas de las obras hechas por las constructoras de Ahumada no sólo fueron hechas con materiales de calidad inferior a la obligatoria, sino que ni siquiera fueron terminadas. Es decir, aquí hubo sobornos, trinquetes, tráfico de influencias, irresponsabilidad, robo, dolo, y varios etcéteras. En el baile andan cientos de millones de dólares del erario capitalino, dólares que permiten al señor Ahumada y a la señora Rosario Robles desplazarse en costosos aviones y helicópteros privados...y financiar periódicos. Las ilícitas pero jugosas ganancias terminarían sin problema en los bolsillos de Ahumada y sus cómplices en el gobierno de MLO. Para eso sirven también los periódicos.

La existencia del empresario y su delincuencial estilo para hacer negocios se hizo excesivamente notoria y pública durante el escándalo de fútbol que desató la pelea por el ascenso a Primera de los equipos de fútbol León e Irapuato el verano pasado. Dado que pájaros de la misma pluma vuelan juntos, Ahumada se hizo de los servicios del técnico chileno Carlos Reinoso, notorio por sus marrullerías y corruptelas en el deporte de las patadas con botines, para que ascendiera a su equipo León. Agreguemos que el socio de Ahumada en el equipo León es ni más ni menos quien fuera Procurador de la República, Ignacio Morales Lechuga, cuyo hijo es vicepresidente del equipo. Dime con quién andas...

El técnico Reinoso es un caso lamentable para el fútbol mexicano. Como jugador del América fue estupendo, pero su cercanía con los capitostes del América y de Televisa lo infectó de autoritarismo y corrupción. La manera en que los televisos dan regalos para corromper conciencias y salirse con la suya (hace días se supo que Azcarraga-3 le "regaló" una camioneta blindada a Alberto de la Torre, presidente de la FMF), afectó a Reinoso y le hizo desear más cosas de las que merece. El chileno se volvió mañoso y manipulador como sus patrones, pero sin el poder económico de ellos.

Ya retirado, Reinoso quiso ser comentarista de fútbol en Televisa, pero su repelente altanería ("nosotros, los que sí sabemos de fútbol") hacia el público le cortó las alas muy temprano. Ya como director técnico, demostraba su lambisconería hacia el América evitando descaradamente que sus equipos le ganaran al equipo de Televisa, sus eternos patrones. Al igual que Hugol, Reinoso nunca se ha desligado de la televisora, pues quien se hinca frente a Televisa una vez, se hinca para siempre.

(Curiosamente, durante las transmisiones del Mundial de fútbol Corea-Japón, Reinoso dio en Univisión una muestra de lo mucho que sabe de fútbol. Su feliz intervención demostró que (al igual que el descocado técnico pero buen comentarista ocasional, Tomás Boy), sabe mucho de fútbol y desperdicia el tiempo trabajando como técnico, pues ya aprendió a respetar al público. Eso quiere decir que talento tiene Reinoso, lástima que lo empleé para cosas negativas. Pero es que las malas compañías echan a perder hasta a los santos.)

El nombre de Reinoso está también ligado a la formación de las violentas "barras" del América al estilo sudamericano. Pero lo peor es que ahora también se atreve a quebrantar la ley con tal de hacer ganar a su equipo León (en Segunda no juega el América), perjudicando al Irapuato y a otros equipos.

He aquí una lista incompleta de los delitos del pelagatos de Ahumada, Reinoso, únicamente durante el verano de este año, en aras de ascender al León a Primera, acciones cometidas contra equipos contrarios buscando que perdieran sus juegos contra el anfitrión: colocación de bombas de gas lacrimógeno en los pasillos de los hoteles donde se hospedaban sus oponentes, a altas horas de la madrugada el día del juego para desvelarlos (los empleados del hotel previamente sobornados); colocación de cámaras y micrófonos ocultos en los vestidores de los jugadores visitantes para conocer de antemano las instrucciones dadas a ellos por sus técnicos y directivos; pintar pocas horas antes del juego los vestidores de los visitantes para que el tóxico olor a thinner afectara a los jugadores y no pudieran respirar adecuadamente; cortar el agua y la luz de los vestidores de los visitantes para que nadaran a oscuras en su propia mierda; llevarles música ruidosa y lanzar cohetes a las afueras de las ventanas donde los jugadores visitantes dormían la noche previa al juego para que llegaran cansados al estadio (nomás le faltó a Reinoso balear jugadores o hacer lo que los nipones hacen con boxeadores mexicanos que van a exponer sus campeonatos contra peleadores locales en Japón, o sea arrimarles muchachitas con enfermedades venéreas y/o darles frutas aderezadas con laxantes fuertes o venenos muy ligeros pero con fuerza suficiente para inhabilitarlos la noche de las peleas); llenar de basura podrida el vestidor de los jugadores visitantes para hacer el aire irrespirable; activar durante la noche y repetidamente las alarmas del hotel donde se alojaban los jugadores.

La cereza del pastel fue que Ahumada ordenó a sus fuerzas de seguridad ocupar el estadio del Irapuato para evitar que se llevara a cabo en esa plaza el último juego. No en balde el dueño de un equipo de fútbol llamó a Reinoso, por escrito en una queja a la Federación, "técnico tramposo."

Pero como le decíamos, el socio de Ahumada fue procurador general, así que a pesar de las denuncias correspondientes, ni los directivos de la Rama, ni las autoridades y Ministerio Público de León, investigaron nunca las denunciadas marrullerías del susodicho Reinoso. Eso a pesar de existir evidencia física de los desmanes del técnico chileno --cámaras y micrófonos encontrados en los vestidores. Y ni así han podido expulsar a reinoso del fútbol nacional.

Y como Reinoso es colega de Hugol en Televisa, el mexicano disfrazado de gachupín de zarzuela pide la hoguera para los extranjeros que le caen mal, más nunca ha dicho nada contra el verdadero enemigo de los mexicanos que sí merece ser expulsado del país, Reinoso. Viva México, ¿eh?

Sabiendo entonces quién es Carlos Ahumada, volvamos al asunto de su periódico El Independiente. Aún admitiendo que el hambre es canija, fue sorprendente que el gángster-empresario lograra los servicios de un talentoso columnista y director ladino quien, a pesar de conocer los negros antecedentes de Ahumada, se prestó a recibir el beso del Diablo y dirigir el nuevo rotativo. Me imagino que el puesto es tentador.

Tiempo atrás, el mismo director fue humillantemente despedido de la dirección de otro periodicotote porque se atrevió a publicar el escandaloso toallagate, incidente donde la insultante manía gastadora de la hija mayor de Mariquita Fox llevó al obsceno dispendio del dinero del Pueblo en la remodelación de Los Pinos a gusto de la nueva familia presidencial. La rabieta y desquite de la Amigocha Marta incluyó tremenda jabonada al administrador del periodicotote "infractor" en Los Pinos, argüende que terminó con el irracional despido del mencionado director y el final abrupto del toallagate. Marta demandó una cabeza a cambio de su perdón al periódico, y rodó la del director, pues era la parte más delgada del hilo. Al apagar Marta la llama de la investigación periodística, el agua del toallagate dejó de hervir.

El director despedido se fue frustrado, con una estaca clavada en el corazón, aunque se desahogó criticando por escrito desde otro foro a sus entonces superiores.

Pero resulta que ahora que ese mismo director está al timón de El Independiente, se suscita una situación de censura parecida, por parte de Marta, aunque mucho menos grave que lo del toallagate, y ahora es el director quien le patea el culo a uno de sus subordinados...¡y lo echa a la calle para salvar su propio pellejo y el de su nuevo patrón! Así como lo lee.

Nunca hay que decir de esa agua no beberé.

Porque lo increíble es que al multicitado director lo despidieron por autorizar un reportaje serio y a fondo de un asunto interesante, mientras que ahora él despide al monero de su nuevo periódico por un cartón que supuestamente "ridiculiza e insulta" a Marta-de-Fox. Yo no he visto la caricatura (me gustaría que alguien me la mandara), pero sí leí los dos editoriales en que el director besa descaradamente las botas de montar a Marta implorando su perdón (precio claramente demandado por ella para humillar una vez más al director), y la verdad me parece demasiada crema para taco tan chiquito.

Ya sabemos que donde hay miedo ni coraje da, y que hay más gallinas dirigiendo noticieros televisados y radiofónicos y periódicos y revistas, que en las granjas avícolas. Vale. Pero claudicar vergonzosamente a los tres meses de operaciones ante la concubina (religiosa) del presidente que ni siquiera tiene puesto oficial en el Gobierno, me parece francamente un acto de circo, más que cualquier otra cosa.

Un ejecutivo de cualquier empresa es como un general, y depende de la lealtad de su gente. Pero cuando el general se vuelve enano de puro miedo y lambisconamente entrega la cabeza de uno de los suyos al enemigo para apaciguarlo, está acabado como líder de hombres. Ante tal muestra de traición, nunca más confiarán los subordinados en su palabra. Y un general sin tropa es únicamente un monigote, pues jamás volverá a pelear ninguna batalla con probabilidades de ganarla. A una mujer se le perdona siempre la deslealtad porque es prerrogativa propia de la mujer cambiar de opinión según amanezca de ánimo (una de las muchas razones por las que no son aconsejables las presidentas), pero no a un hombre. Y menos cuando la causa del despido del monero fue por un pinche cartón que supuestamente "insultó" a Marta.

Porque la pregunta normal que se haría a sí mismo cualquier director de periódico con toda la barba, ante la protestas de la Amigocha, sería: ¿y qué si Marta se siente insultada? Siendo figura pública, la señora está expuesta a la crítica aunque chille.

Así de fácil, maestro.

Pero no. En el editorial del 5 de septiembre, el director de El Independiente hace un lagrimoso (los puristas del idioma dicen lacrimoso, pero a mí me vale) mea culpa del caso como si él hubiera causado personalmente la muerte violenta de todos los hijos de Marta-de-Fox. Después de predicar huecamente sandez y media sobre periodismo y ética, agrega: "Por una falla en el control de calidad (¿así le dirán ahora a las contracciones involuntarias del trasero?), nuestro diario publicó un trabajo periodístico...cuyo contenido afecta la imagen personal de la primera dama de este país (?). (Traducción: la caricatura encabronó a la Amigocha Marta.) Así como no dudamos en mantener nuestra independencia periodística (¿cuál, pues?) y en ejercer plenamente la libertad de expresión (tal y como las putas ejercen la castidad), también debemos aceptar de inmediato que nos hemos equivocado (¿en qué?). ...tenemos el deber de preservarnos en los límites de la verdad (caricaturas no incluidas) y de mantenernos leales a los ciudadanos de este país (juar, juar, juar). Sabemos que nuestro diario debe ser un espacio abierto a la crítica pública (mientras venga de Marta-de-Fox). ...el respeto es una condición primaria y obligatoria. El insulto no forma parte de las herramientas disponibles del periodista para contar una historia (insulsa justificación). No le ofrece al lector ninguna información, ni enriquece el ejercicio de la profesión (eso creé él); es inútil, desgastante y vulnera la integridad periodística (especialmente cuando la alternativa es ser despedido again de la chamba). Hemos cometido un exceso (!) y ofrecemos una disculpa a Marta Sahagún..."

¿Qué le parece?

Tal editorial es digno de ser enmarcado y mostrado a los estudiantes de periodismo advirtiéndoles: "Si tienen miedo a ser despedidos y no poder llevar la comida diaria a su mesa, jamás acepten dirigir periodicototes." Porque un director debiera saber que la caricatura política es precisamente el arte que permite al periodista reírse de gobernantes y poderosos sin temor a la censura. Es decir, la caricatura no está sujeta a la represión interna o externa. Además, solamente periodistas talentosos destacan dibujando cartones políticos en los periódicos. Cualquiera escribe un reportaje, una tragedia, un artículo, un libro. Pero solamente los inteligentes pueden hacer sátira con gracia y todos los días a través de sus dibujos. Si el director de marras no sabe lo anterior, es un ignorante. Si lo sabe, y aún así tuerce la situación a su conveniencia, entonces es un vividor del periodismo, un director charro. Llamarle insulto al contenido de una caricatura política es no entender el significado de la libertad de expresión. Renunciar al derecho de criticar en caricatura a una mujer pública, escudándose en principios hechizos y manipuladores de "periodismo," es una marranada.

Sabiendo ya que están bajo la chancla de Marta, ¿quién les va a creer nada en ese diario?

Pero la cosa no acabó ahí. No señor, con la pinche Marta no se juega.

El culposo editorial citado no fue suficiente para desvanecer la cólera de la enana y segunda dama. Ya me imagino a la Primera Concubina Marta echando espumarajos de rabia y bilis por la boca, gritándole otra vez a Mr. Ahumada lo que vale un peine. ¡Ay, dolor!

Esto es, el primer editorial, de por si rastrero a más no poder, no le alcanzó a El Independiente para calmar la turbulencia emanada desde Los Pinos. La ñora quería más sangre, quería a güevo su libra de carne del cuerpo del monero.

Y va de nuevo. Si ya se habían hincado una vez en el periódico ante la enana ladina, qué más daba otra. La segunda vez, en todo, es mucho más fácil y de ahí se vuelve costumbre. Ni tardo ni perezoso, el director despidió sumariamente al monero y se aventó el segundo editorial ¡pidiéndole otra vez perdón a Marta!, todavía más abyecto y embarazoso que el primero.

Lo que hay que hacer en algunos oficios (el periodismo es oficio, no profesión) para comer.

Con todo y pena (mía, no ajena) transcribo parte del segundo editorial: "Un acto indebido, alejado de la labor periodística (vuelve la burra al trigo con mentiras innecesarias para justificar la cobardía) y que expone a una persona sin razón alguna (a Marta, pero ya dijimos que ningún personaje público es intocable para un cartonista), ha lastimado profundamente a los trabajadores de El Independiente, al colocarnos en un escenario muy distinto al que acostumbramos pisar (bien dicho, ahora caminan pisando caca), minando nuestros principios éticos y profesionales (léase aquí nos sentamos para hacer pipí). ...Carlos Ahumada Kurtz, con el respaldo pleno y decidido del Consejo Editorial (es decir, nadie se atrevió a contrariar al patrón asustado por la cagoteada que le dieron en Los Pinos exigiéndole todavía más pruebas de sumisión), ha tomado enérgicas medidas (corrieron al pobre monero y Marta finalmente se dio por satisfecha, pues tiene enfermiza manía de hacer que periodistas que la ofendan pierdan su trabajo). Reconocer errores (frente a los poderosos solamente) es parte de la política editorial de nuestro diario ante sus lectores y otros actores de la vida nacional (?). Pero no basta (ya vimos que no, coño). En este caso, ha sido lastimada la figura de la primera dama, Marta Sahagún, a quien reiteramos (en aras de cuidar la chuleta) nuestras disculpas (al monero, con una patada en las sentaderas lo arreglaron). También hemos incumplido el compromiso con nuestros lectores (en eso sí tiene mucha razón). La independencia (y vuelta con la puta palabrita), la crítica (nula) y el señalamiento de hechos impone responsabilidad y disciplina, y exige respeto para los demás (de rodillas), porque somos un medio que forma parte de una sociedad en transición, cuyos miembros tienen como premisa la autocrítica (no les queda de otra, no pueden criticar ni a Marta) y la toma de posiciones ante las acciones indebidas (¿perdón, Margot?) de sus miembros. El ejercicio periodístico es como un trapecio donde todos los días se realiza un triple salto mortal sin red de protección (y del que ya azotaron feamente en el suelo el director y Ahumada). Este ejercicio debe contar con toda la preparación técnica y profesional (especialmente una lengua lambiscona y rodillas flexibles), no menos importante en la subjetividad de esta profesión que el sentido común (ajá). Estamos revisando nuestros sistemas de control de calidad de contenidos (la lista de los periodistas que disgustan a la Amigocha) y hemos tomado medidas disciplinarias estrictas (empezando por el monero) para garantizar a nuestros lectores que no se vuelvan a cometer fallas de esta naturaleza y gravedad (que ameriten mentadas de madre, o hasta una paliza a manos de los changos verdes), porque nuestro compromiso está atado con el respeto a la persona (siempre y cuando ella viva en las habitaciones presidenciales de los Fox). En el trabajo periodístico hay que luchar a diario por la libertad (¡y vaya que sí!). En ocasiones esa batalla tiene costos (de los que apenitas escaparon esta vez en El Independiente, ¿eh?), internamente los hemos pagado (más feo los pagó el cuate de la caricatura) con el fin de atravesar pronto (ay, sí) este episodio que ha lastimado hondo (según el tamaño del palo de escoba que haya utilizado la segunda dama en los traseros de Ahumada y del timonel)."

Well!

Por lo visto el director ignora que en el periodismo de verdad la fuerza reside en utilizar continua, agresiva y ferozmente la palabra escrita para criticar sin importar qué piensen los criticados, evitando la superficialidad y las temerosas alabanzas a los poderosos. La idea no es recular. Desgraciadamente, como vemos en el caso del director y el monero, decir la verdad suele ser bastante riesgoso. Y pocos aguantan la presión. Por eso México va para atrás.

El problema principal, desde luego, reside en Ahumada. Antes de entrar a un templo hay que quitarse el sombrero, y el empresario debió saber que su oscura conducta empresarial deja abierto su periódico al chantaje y a las amenazas provenientes de Los Pinos. Por lamber goloso el anzuelo de las cinco gotas de dulce miel en la hoja del filoso cuchillo, Ahumada olvidó estúpidamente que el acerado filo mata.

Cuando se tiene una posición de influencia en la sociedad, no hay que temerles a personas importantes. Pero si también se tienen intereses ocultos, sucede lo que sucedió en El Independiente, cuyo encabezado lleva la siguiente leyenda: "Periodismo que el país necesita." ¿De verdad se creen ahí que su periodismo es lo que México necesita?

Pues entonces jodidos estamos.

Pero por eso mismo, Hay Que Sacar A Los Ladinos De Los Pinos.

PD: Con este artículo (columna #196) se cierra el primer ciclo (de tres), fase cuyo objetivo fue "aprender a conocernos nosotros mismos, y aprender a conocer al adversario." Hoy sabemos y entendemos más del engañoso entorno político mexicano que cuando la columna salió a la luz, y en el futuro sabremos y entenderemos más que hoy. De seguro.

La segunda fase empezará con la columna #197, cuyo artículo principal anunciará la puesta en circulación del libro Ocultismo Chino, y explicará detalladamente (a quienes deseen activar rituales en beneficio del país), la fórmula correcta para conectar los rituales del libro con las peticiones escritas apropiadas en cada situación para ayudar a mejorar toda situación política. Especialmente para ellos, habrá peticiones diseñadas y proporcionadas en este mismo espacio. El resto de los lectores puede ignorar dichas peticiones si lo desea, o bajarlas y utilizarlas después, cuando ganen en experiencia haciendo rituales y se sientan cómodos quemándolas. Al contrario de lo que hace y dice Mariquita Fox, nosotros sí trabajaremos por México, aunque eso no les va a gustar nadita a los ladinos, pero por mí que se hinchen y revienten.

El segundo ciclo mostrará al oficiante el método para mejorar anónimamente con los rituales chinos su vida personal y también la buena marcha del país (a pesar de gobernantes incapaces) en lo que se refiere a trabajo, política nacional e internacional, economía, educación, recursos naturales como petróleo y luz, irregularidades en cuentas de banco y recibos varios, mal manejo de recursos públicos y demás áreas vitales. Esto será posible quemando peticiones sobre el altar casero en absoluta intimidad, sin más testigos que alma y espíritu del hacedor de rituales.

Aunque cualquier persona, en cualquier país, puede hacer los rituales descritos en la columna Reflejos en un Espejo Chino y en el libro Ocultismo Chino, las peticiones escritas que se pondrán al alcance de los visitantes a este espacio cibernético estarán diseñadas exclusivamente para mexicanos no-ladinos. Es decir, serán peticiones adecuadas a la situación política, militar, religiosa y económica (incluyendo la Lotería Nacional) del momento en México. Personas de otra nacionalidad que deseen utilizarlas en su propio entorno y con los mismos fines, deberán cambiar ellas mismas los nombres de los destinatarios en cada petición, adecuándola a su propio país o situación.

Repitiéndome otra vez (me encanta el sonido de mi propia escritura), diré que con la práctica de los rituales chinos el oficiante se convierte en su propio intermediario entre él y los dioses. Tal hecho hace obsoleta la función actual de la Iglesia católica, y en consecuencia la presencia de curas o reverendos en la vida familiar se vuelve redundante. No hace falta ya asistir a misas ni a rosarios, pues el altar casero es vehículo más que suficiente para que la persona haga ofrendas diariamente a los espíritus de padres y abuelos fallecidos, para atraer buena suerte y salud al hogar, y si se desea hasta para hacer rituales que ayuden a mejorar el país. Precisamente por eso, los presagios celestiales alusivos a la puesta en circulación del libro Ocultismo Chino empiezan a proliferar en México.

Antes de que salga el sol se empieza a escurrir la oscuridad, y un gran evento es precedido por presagios. Y algo enorme se aproxima en México relacionado con la mejoría de vida de estudiantes, indígenas y campesinos. Por eso hay extraños presagios proviniendo de las instituciones públicas en México (por ejemplo, que una mujer [Marta] sea quien gobierne actualmente desde Los Pinos).

Los rituales chinos en manos de mexicanos no-ladinos van a parar, sin violencia ni participación física alguna, al mundo de cabeza. Esto se va a poner a toda madre. Créamelo.

¿Ejemplos?

Pues para darle una probadita de la importancia de los rituales y de los presagios que provocan, le diré que los anuncios celestiales que atañen en particular a la Iglesia católica son poco positivos para los charros negros (curas jineteadores de nacos).

Ciertamente el Cielo aprieta, pero no ahorca. Después de cinco siglos de explotación, represión religiosa y lavado de cerebro a los mexicanos en beneficio de la Iglesia, de los ladinos mexicanos y de la monarquía espanhola, los dioses se han apiadado de la gente, protegiéndola del Imperio del Mal. Esto es, el control del inhumano Vaticano manipulador y chupa-sangre de pobres tal y como lo conocemos, se desvanecerá por medio de los rituales chinos. Los insolentes vaticanos han robado impunemente tierras al pueblo mexicano, le han arrebatado irracionalmente su religión original, han quemado vivos en la hoguera a los nativos que se han opuesto a la explotación infame, han mantenido a la población ciega a los crímenes de los gobernantes ladinos cómplices del Vaticano, son los autores intelectuales de los bárbaros escuadrones de la muerte que intimidan a los campesinos en beneficio de los terratenientes, y nunca han dado muestra alguna del cristianismo que tanto predican pero que nunca practican ellos mismos.

La Iglesia predica amor, pero los curas son violentos; exige que la indiada ponga la otra mejilla ante los abusos gubernamentales, pero los curas mismos son soberbios, autoritarios, altaneros y nada dejados de otros; demanda caridad, pero los clérigos son unos ratas y maniacos sexuales. Vea nada más la agresiva conducta del cardenal de Guadalajara, Juan $andoval Iñiguez, o la del obispo de Ecatepec, Oné$imo Cepeda, y horrorícese de los nada humildes (autollamados) representantes de Dios en la Tierra. Estos falsos príncipes de la Iglesia no llegan ni a bellacos.

Desde luego, lo peor que hicieron curas y frailes vaticanos fue habernos arrebatado brutal e ilegalmente, a sangre y fuego, una religión propia totalmente adaptada a nuestra idiosincrasia mexicana para implantarnos una religión que más bien es maquinita-de-hacer-dinero...para los curas. El Vaticano se proclama Santa Sede, pero los dioses a través de la adivinación le llaman El Imperio del Mal. Veremos quién tiene la razón.

Es por eso quizás que el Cielo ha tenido a bien entregarnos a los mexicanos el libro Ocultismo Chino, antídoto perfecto a todos los males que aquejan a México: los ladinos mismos, el dictatorial poder gubernamental-legislativo-judicial, la avariciosa Banca que con el Fobaproa se enriquece geométricamente a costillas del pueblo, la Iglesia lava-cerebros que taimadamente prohíbe el culto a los ancestros para evitar que esos espíritus ayuden a sus parientes vivos, el represivo y genocida Ejército mexicano que hace el trabajo sucio a los ladinos en el poder, la criminal educación generadora de bobos con diploma...

Así que, entre los muchos presagios que nos anuncian el fin de la explotación ladina, la Iglesia evidenció enorme cuarteadura estructural en este país cuando el arzobispo-cardenal Norberto Rivera, alto jerarca de la franquicia vaticana en México, se dio un auténtico madrazo hace días, durante su visita al Vaticano para celebrar los 25 años del papado de Juan Pablo-2. El de por si torpe cardenal se tropezó (empujado por los dioses) y cayó con todo y abultada barriga, dándose un frentazo que le abrió tamaña alcancía en la cabeza. El golpe avisa.

Al regar el cardenal con rojo líquido los escalones del Vaticano, dio pie a horrible presagio para los charros negros, pues significa que la explotación de indios mexicanos a manos de curas llegó prácticamente a su fin. Dado que Rivera es representante oficial del avaricioso Clero que controla la mente y voluntad de los mexicanos ingenuos desde hace cinco siglos, el presagio celestial parece no dejar lugar a dudas: a pesar de que tuvieron al menos cinco años para hacerlo, la Iglesia nunca pudo parar con sus ritualitos rociados con mole humano, por más que le hizo la lucha, la salida a la circulación del libro Ocultismo Chino.

Adiós pues, ratas con sotana.

Pero igual de graves están los presagios que emanan de otras instituciones mexicanas. Pregúntenle si no a la manipuladora Elba Esther (la gángster política, jineteadora en beneficio propio de los jugosos intereses mensuales que dejan los millones de dólares que pagan en cuotas los maestros del sindicato que ella regenta); o pregúntenle a Mariquita Fox que regresó de Japón sin ningún beneficio comercial de los muchos que presumió obtendría en la Isla del Sol Naciente; o pregúntenle al Ejército mexicano sobre el cerco que la ONU le ha impuesto a sus fechorías genocidas y torturadoras; o pregúntenle a la Banca acerca de que pronto tendrán que devolver miles de millones de dólares que le han robado al pueblo con la complicidad de Mariquita Fox y otros ex-presidentes y funcionarios ladinos panistas, perredistas y priístas; o pregúntenles a los ex-presidentes que empiezan a sentir la lumbre de la justicia celestial en los aparejos; o pregunten en el Congreso, pues senadores y diputados lo están exhibiendo involuntariamente ante la Nación como el nido de ladrones que siempre fue...

En fin. Para que luego venga cualquier niñito ladino cagón que se sienta "intelectual" a teclear con sus deditos todavía embarrados de caca para decirnos, lleno de sabiduría, que dizque "la metafísica no existe." Como aquella rana en el fondo del pozo de agua que creía que el cielo es del tamaño de la boca del agujero, pues no podía ver más.

Recuerde entonces: El Sol de los rituales saldrá para los no-ladinos junto con la columna 197. Esté pendiente.

Con el libro Ocultismo Chino nos vamos a divertir amasando el mundo a nuestros deseos frente al altar casero, y sin que nadie lo vea ni pueda impedirlo. Es posible que hasta México vuelva, por fin, a ser de los mexicanos. Lo seguro es que con el libro seremos todos a partir de esa fecha, dioses chiquitos...y picosos.

Y a ver quién nos baja del macho, ladinos hijos de su pu...


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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