Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #21: Las Sociedades Secretas En México (1)

La manera misteriosamente fácil en la que algunos fiscales, industriales, policías, jueces, banqueros y sacerdotes criminales evitan con facilidad la cárcel en México, da pie para pensar que pertenecen a grupos secretos, poderosos e intocables.

Desde luego, esto apunta no tanto a sectas satánicas -que también las hay en México- sino a simples sociedades secretas. Las sectas diabólicas en este país son pocas, aunque influyentes y prácticamente invisibles al resto de la sociedad.

Pero empecemos por el principio. Las primeras instrucciones escritas de cómo formar una sociedad secreta tal como las conocemos, se encuentran en la Biblia taoista. Asi pues, las sociedades secretas más antiguas y bien organizadas, con al menos cinco mil años de antigüedad, empezaron en China.

Evidentemente, los chinos siempre han sido proclives a formar grupos en todos los órdenes de la sociedad, desde grupos de albañiles, cocineros y sastres hasta sociedades de militares, banqueros, políticos y religiosos. Prácticamente todos los chinos pertenecen a una u otra sociedad.

Cuando otros países invadían China, las sociedades secretas religiosas, civiles y militares formaban una red temible de resistencia. Pero a diferencia de las sociedades secretas en México y Europa, las sectas chinas eran y son difíciles de penetrar por extraños por la simple razón de que cada miembro es identificado por el significado de su nombre. Este significado es conocido sólo por los miembros del mismo, de manera que nadie puede en China simular ser otro. Por eso ni americanos ni europeos han podido penetrar las sociedades chinas, especialmente las militares, aunque pregonen lo contrario.

Para acabar pronto, no hay servicio de espionaje alguno que pueda recabar información secretamente en China. Cuando viajeros europeos y gente del Mediterráneo llegaron a China -hay evidencia física de contactos comerciales y culturales de Grecia y Roma con China desde hace más de dos mil años- tomaron e importaron el concepto de las sectas chinas, aunque no su verdadera estructura, pues los extranjeros no han penetrado los grupos chinos y no saben exactamente como operan.

Aún así, con el paso de los siglos algo de las sectas secretas chinas se les pegó a los viajeros, especialmente a los misioneros católicos y protestantes. Los sirios, persas y árabes también saben mucho acerca de como estructurar sectas pues han tenido mucho contacto con China, y los templarios de Las Cruzadas fueron copia exacta de los monjes guerreros del templo budista Shao-lin. Con la diferencia de que estos cuates si eran religiosos, mientras que los templarios eran simples mercaderes. (Pero échense este trompo al'uña: Las enormes naves comerciales de los templarios, mitad velas y mitad remeros, llegaron a las costas de California y México mucho antes que Colón.)

La secta inglesa de la Masonería (albañiles) imita las sectas de artesanos chinos que así guardaban celosamente sus secretos del oficio. Lo mismo se puede decir de las sectas religiosas de la Igle$ia católica (jesuitas, franciscanos, dominicos, etcétera) que imitan a famosas sectas secretas chinas tales como la taoísta "Secta de los Ocho Trigramas," o la budista "Secta del Loto Blanco."

Pero ninguna secta occidental tuvo ni tiene la profunda tradición de promover la adquisición de conocimiento que tienen en las sectas chinas. Por ejemplo. Las sectas en México, incluidas la Masonería judia, el Opus Dei católico y los Caballeros de Colón (formada por judíos conversos espanholes, y por espanholes) usan en mayor o menor grado la Biblia judía como su guía. Esto lleva irremediablemente a sus miembros hacia un callejón sin salida de un oscurantismo fatal. Su razón de ser, entonces, es otra.

Algunas sectas ya establecidas firmemente en México -masones, rosacruces y dianéticos- aseguran tener altos conocimientos de ocultismo, pero no es cierto. En realidad, solamente explotan económicamente a sus miembros más simplones.

Luego hay sectas criminales, como la de pederastas criollos y judios, que en México sabemos por experiencia son poderosos e intocables, con miembros en las más altas esferas del poder político, militar, religioso y económico. Son intocables aunque sus víctimas tengan pruebas irrefutables de sus crímenes. Igual pasa con autoridades como la notoria Hermandad de policías capitalinos, que es prácticamente una mafia.

Para lo que sirven las sectas modernas mexicanas accesibles al público en general, es para manipular gente. Si hay algo de poder a través de contactos entre sus miembros, esto sucede en la cúpula de poder. De ahí para abajo los seguidores de baja graduación sirven para hacer bola y pagar cuotas (a cada nuevo miembro le exigen después que traiga a dos posibles aspirantes, sáquele cuentas al negocito).

Por lo demás, en México poca gente normal (sin ascendencia gachupina en sus familias, ya sea por mestizaje o por su senculla clase social) tiene oportunidad de pertenecer a una sociedad secreta. Al contrario de lo que ocurre en China, los líderes de sectas en México mantienen a la gente común ajena al concepto de grupos secretos que son monopolio del grupo criollo judío que maneja los destinos de México.

La Igle$ia católica es en sí, además de Estado, una secta secreta, ultra secreta, y así seguirá mientras no se termine la prohibición de ordenar mujeres sacerdotisas. Los primeros cristianos fueron grupos verdaderamente religiosos, pero desde hace más o menos mil años la Igle$ia cambió su estructura administrativa y financiera, pasando de hermandad religiosa a secta regida por un Papa y sus charros negros -obispos jineteadores de tarugos religiosos- adueñados de la Biblia.

Los obi$pos jineteadores controlan física y mentalmente a los fieles, y la influencia que se deriva del poder religioso la explotan los charros negros vaticanos para enriquecer sus arcas. Si lo duda, échele cuentas al valor de los tesoros en el Vaticano y al de las propiedades que la Igle$ia tiene en México y en el mundo.

Cierto. El Gobierno mexicano confiscó los bienes de la Igle$ia en México en aquélla bronca de Reforma entre obi$pos y Estado a principios del siglo XX, pero poco a poco se las han arreglado los curas jineteadores para que ricos y pobres dejen sus a la Igle$ia sus ahorros y casas antes de morir. De esta manera, hoy los obi$pos tienen más propiedades aquí, que antes de la guerra civil. Y además el procónsul baboso, Ratón Atómico (Carlos Salinas), les regresó el control de las iglesias y el irracional derecho al voto cuando los curas charros son súbditos -según ellos- del extraterrestre reino de Dios. Su lugar para votar está allá, no aquí.

Pero divagaciones aparte, sabemos que mercaderes, militares y curas occidentales que fueron a China en los últimos siglos aprendieron mucho allá. Tanto que a algunos misioneros católicos el emperador les prohibió regresar a Europa, pues habian aprendido demasiado. Pero los que regresaban llevaron con ellos conocimiento suficiente para poner fin a la Edad del Oscurantismo en Europa.

Sí. Mientras laicos europeos importaban productos de China, los religiosos y militares supieron explotar económicamente con lo que aprendieron a las chusmas. Para ello, se valieron del secreto y la intriga.

Luego, con el descubrimiento del Nuevo Mundo los obi$pos usaron los evangelios junto con rituales chinos para reprimir (espanholes y curas todavía le llaman "pacificar'' al hecho de someter a las masas por medio de las armas, traducción literal del mismo término militar chino) religiosamente a la indiada mexicana. El negocio de la IgleSia romana en México fue, y es, redondo.

Por su parte, la Masonería inglesa, copia al carbón de las sectas chinas, aglutinó presidentes, mercaderes y autoridades en lo que hoy es Estados Unidos. Hoy día en toda América latina y anglosajona, los presidentes tienen que ser judíos y masones. Igual que los papas vaticanos.

El Gran Maestro de la masonería italiana acaba de declarar en público que "muchos ministros y gobernantes de Francia, Inglaterra, Alemania y España, son masones." Pues igual aquí en México.

Y si los presidentes de por acá no son masones, cuando llegan al poder ahí mero los inician. Igual pasa con militares de alto rango. Y como una de las reglas de la masonería es que uno de ellos no mete al botellón a otro, ningún presidente ni gobernador es fácilmente encarcelado (excepto Noriega, que ya se ve no es ni masón, ni Caballero de Colón, ni Opus Dei, ni rosacruz, ni nada de nada. Puro indio). Por eso le fue como le fue.

En cambio, Fidel Castro, Nixon, el expresidente de Venezuela, el de Brasil, los de México y otros más jamás han pisado la cárcel ni la pisarán, no importa de qué los acusen.

También las infanterías en las sociedades secretas gozan de alguna protección en cuestión de leyes. Por ejemplo. La impunidad de la que gozan los policías masones de todos los países de Occidente es tan evidente, que se ve a leguas que se cubren unos a otros. Son una auténtica Hermandad. Precisamente en Inglaterra hay un gran lio en estos días porque unos policías abusones fueron arrestados. Pero como todos ellos son masones, se teme que jueces de la misma persuasión sectaria los dejen salir libres. Y los dejarán libres, de eso puede estar usted seguro.

¿Y quién no ha oído que en los países de primer mundo si un policía mata un civil, el jurado siempre lo encuentra "inocente" aunque las víctimas presenten tiros por la espalda, especialmente si los muertos son inmigrantes ilegales y los policías guardias fronterizos? Y ni con la evidencia de un videotape condenaron a los policías que golpearon despiadadamente al negro Rodney King. ¿Pertenecen esos policías a alguna sociedad secreta de ésas que están por encima de la ley?

En México las diferentes sectas conviven fraternalmente: Ni los masones persiguen a los miembros del Opus Dei, ni éstos a los rosacruces. Y así por el estilo. Y es que todos los que están en el poder político, religioso, económico y militar pertenecen al mismo grupo criollo, así que están protegidos por partida doble.

Resignémonos pues a seguir viendo por aquí casos de ex fiscales, jefes policíacos y generaletes verdes que no son encarcelados por sus crímenes, ya que las hermandades a las que pertenecen les protegen.

Un miembro de una sociedad secreta no puede dañar a un "hermano.'' Acuérdese de Benito Juárez: Se le ocurrió al güey mandar fusilar a su "hermano" Maximiliano (siendo los dos masones) y así le fue al criollo oaxaqueño a manos de sus "brothers." Se dice que lo ejecutaron poniendo veneno en las hojas de sus libros. Cuando se pasaba el dedo por la boca para voltear la hoja del libro, absorbía el tóxico polvillo. Eso dicen, pero yo no estuve ahí. Y si solamente habláramos de las cosas que vemos, nos quedaríamos mudos.

Actualmente, primero saldrá el sol por el poniente antes que Zedillo se atreva a enjuiciar al Ratón Carlos Salinas. El maricón encarceló a Raúl, pero no al ex-presidemnte. No vaya a ser que le pase lo que a Juárez, ¿eh? El miedo no anda en buroo.

"Cuando la lealtad es voluntaria, es invencible" dice la estrategia china. De manera que las acciones públicas de las autoridades mexicanas contra funcionarios delincuentes, son sólo apariencias. Sus verdaderas intenciones son secretas. Muy secretas.

COMO MÉXICO NO HAY DOS: El curioso caso que le contaré podría llamarse "Las mujeres de mi general."

Resulta que está embotellado en penal de alta seguridad un generalete verde que fue el "césar" mexicano, o zar, de las drogas (o antidrogas, para los ilusos). Esto es, su trabajo era corretear, torturar, enchiquerar y asesinar a narcos que cayeran en sus garras.

Como todo generalete criollo, el poderoso sujeto pensaba que la vida de los ciudadanos eran tan suyas como las de los soldaditos en los cuarteles. Dicen y juran por ahí que por eso les prometió a los americanos arrestar a famoso narco azteca y por su puro gusto entregárselos regalado en la frontera. Si, en esta petatera imitación de república, un pinche generalete puede ofrecer a los extranjeros entregarles a un ciudadano mexicano "en la frontera," pasándose las leyes mexicanas por los güevos. Bendito sea dios. Pero es que los militaretes tienen asustados a los gobernantes criollos.

Lo escandaloso es que entre los crímenes que le imputan al militarete de la historia, ése de entregar ciudadanos mexicanos en la frontera a los gringos, no está incluido, pues la vida de un mexicano que no sea militar no vale nada. Pero bueno, ésas son boronas en este país de caricatura y no es cosa de quejarse de todo.

Sigamos con la historia: De lo que sí acusan al generalete, es de haberse dejado sobornar por otros criminales como él, pero sin "hache'' rango militar. Recibió, pues, "dinero del Diablo." La razón de su avaricia, dijo con sorna el secretario de Defensa, es que el general de marras además de tener esposa, !tiene otras mujeres! Así que entre ponerles casa a cada una, manutención, transportación y gastos escolares de los pequeños, su sueldo ya no alcanzaba. ¿La solución? Pos asociarse con narcos. No hay de otra.

Al fin y al cabo, ¿qué mexicano -y sobre todo un militarete- que se precie de muy macho no tiene su "casita chica" para demostrarse a sí mismo que no es maricón, aún si la aventura le cuesta un ojo de la cara? Y si no fuera por la ventaja de tener amantes, ¿qué otro chiste tendría entonces ser mexicano? ¿Con qué otra cosa paliar las crisis económicas a que nos someten año tras año los gobernantes criollos, y los impuestos altisimos, y las calles con baches y las casas sin agua potable? Ni modo que con ver los juegos de la Selección de fútbol.

Aunque hay que reconocer que al general del cuento se le fue la mano: Parece que a cada mujer que le presentaban, ¡luego lueguito le quería poner casa!

Dejemos de lado que el Tenorio de cuartel chochea y sufre diabetes, que trae aparejados problemas de impotencia sexual. Lo importante para el país es que mantuvo con gallardía ja, ja, la machista tradición mexicana -no tenemos más, aparte de los albures- de tener muchas mujeres.

Sin embargo, el problema de "mi general" no fue el número de mujeres que tenía. El problema, su verdadero problema, es que quiso hacer de la patria otra de sus amantes. Y ahí sí no se pudo.

COSMOLOGÍA CHINA: Cientos de miles de años atrás, la vida para los ancestros de los primeros seres humanos era increíblemente difícil.

La tradición China asegura que cuando los hombres-mono cambiaron la vida en los árboles por una en las cuevas, la energía primaria de la Tierra era aún muy turbulenta. La superficie terrestre estaba cubierta por enormes volcanes, montañas movedizas, pantanos, y una niebla permanente tan densa y oscura que los rayos solares no podían penetrarla. La falta de luz y calor solar producía un suelo continuamente frío y húmedo al punto de entumecer los cuerpos de aquéllos seres que un día serían los humanos que habitamos hoy este planeta.

Tiempo después, surgieran diversas clases de semi-humanos diferentes a las primeras criaturas que dejaron los árboles para vivir en la superficie. Tenían dos piernas y dos brazos, pero algunos tenían dos cabezas, otros tenían cara de mono, y había los que tenían tres ojos en la cabeza. Había gigantes y había enanos. Otros tenían un sólo ojo, los hubo también con cara de diferentes animales, y había otros seres igualmente extraños, la mayoría más animales que humanos. Todos sucumbieron eventualmente al mal clima y a la ferocidad de las bestias salvajes. Además, constantemente libraban batallas entre ellos mismos.

Así fue como los gigantes fueron borrados de la faz de la tierra por un ser más listo nacido del cruce de razas que había entre los grupos. Esta criatura era primitiva pero tenía un intelecto más desarrollado que el de sus predecesores. Físicamente no era ni alto ni bajo, y eso fue su suerte en su proceso evolutivo, pues uno de los principios chinos acerca de la especie humana menciona que "lo pequeño y compacto en la naturaleza sobrevive mejor que lo grande y pesado."

Esta criatura compacta fue la unica que no desapareció, y buscó aliviar su frío creando rústicas hogueras con las chispas generadas por los incendios naturales y con las que él mismo provocaba al tallar pedazos de madera uno contra otro, o golpeando un pedernal con otro. Así duplicó el maravilloso fuego que veía en las erupciones volcánicas y en los incendios provocados por rayos. Aprendió después a hacer antorchas que le permitieron explorar un poco más del oscuro mundo que lo rodeaba.

Pero primordialmente, nuestro ancestro tenía que luchar diariamente contra enormes animales en tierra y aire que dominaban el mundo. Los bosques que no estaban semi-sumergidos en agua contenían felinos feroces que probaron ser enemigos mortales del hombre primitivo.

Los pantanos estaban llenos de reptiles de todo tipo que mataban al que tropezara con ellos. Había serpientes venenosas voladoras, y otros depredadores del aire que eran mitad ave and mitad animal. Esto obligó al hombre a buscar el refugio de cuevas. También obligó a que se juntaran miembros de la misma especie para defenderse contra bestias y para ejercitar la caza.

La jauría de animales salvajes y los incontrolables rigores climatológicos evitaron que el hombre migrara a placer sobre la Tierra. Y como sin luz solar no podía haber división del día y de la noche, la oscuridad evitó por miles de años que el hombre aprendiera a medir el tiempo.

METAFÍSICA CHINA: Es ley de vida que día a día los ricos se vuelvan más ricos, y los pobres más pobres.

También es inevitable que los pobres -al menos a quienes no les han lavado el cerebro obi$pos listillos- deseen el lujo de los ricos. Para ello, unos estudian y trabajan. Otros prefieren robar. Pero muy pocos buscan obtener riquezas a través de los rituales chinos.

Para obtener dinero en abundacia de los dioses, nada mejor que hacer el ritual chino básico y abrir línea directa de comunicación entre el hombre y los dioses. El Creador ha prohibido el contacto físico entre el más allá y este mundo, así que los dioses no pueden aparecer oro y dinero de la nada en las manos de gente que los pida. Lo que sí pueden hacer, y hacen, es transferir riquezas ya existentes aquí en manos de los ricos, a las manos de los pobres o de quién así se los solicite por medio de rituales.

De acuerdo al principio taoísta de "causa y efecto,'' cuando un pobre pide dinero a los dioses éstos lo desvían de las arcas de los ricos. Así, por cada nuevo rico que los dioses ayudan a crear, de seguro algunos ricos perderán sus fortunas.

Los ricos, especialmente los de abolengo, saben muy bien que pueden perder sus fortunas de la noche a la mañana aún sin que nadie los ataque con rituales. Por eso practican rituales de magia negra y así continuar siendo ricos. Y es que solamente hay cierta cantidad de dinero en el mundo, y no más. Por eso los ya ricos desean seguir manejando el dinero existente y no están dispuestos a soltarlo sin antes defenderse como fieras.

Aún con sus rituales de magia negra (con raíces en Oriente Medio y Europa) los ricos sólo se defienden de sus competidores en negocios, pero no tienen defensa contra quienes hagan rituales chinos regularmente con el fin de arrebatarles sus fortunas enteras, o cuando menos la mitad. Difícil pelear sólo contra un ejército.

Mientras haya pocas personas que sepan hacer rituales chinos, los ricos podrán aferrarse a sus millones aunque el origen de sus fortunas sea criminal. Pero cuando más y más personas empiecen a pedir al Cielo el dinero que los ricos tengan ahorita, los más millonarios serán más pobres al quitarles los dioses algo de sus fortunas y dársela a los pobres. Una vez que esto suceda, aún si los ricos rezaran al Diablo en su desesperación por mantener sus fortunas, sus destinos ya estarán sellados.

Si el oficiante pide dinero pero le preocupa que se lo quiten los dioses a algún rico, entonces debe aceptar su pobreza y no intentar hacer este ritual. Pero si no le importa el origen del dinero siempre y cuando sean los dioses los que se lo traigan, entonces adelante.

Si los ricos toman el dinero de los pobres sin remilgos, ¿por qué entonces tiene que dudar un pobre al tomar el dinero de los ricos? El oficiante puede estar seguro que los dioses no le quitarían su fortuna a una buena persona, por más rituales que aquél haga. Por otro lado, seguro que a más de a alguno le gustaría pedir dinero a los dioses mencionando exactamente a los ricos, o corporaciones o negocios que él quiere que lo pierdan.

Así que anímese, las probabilidades de hacerse rico con rituales son mejores que las de la lotería, o de las que tiene la Selección mexicana de ganar el campeonato mundial de fútbol.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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  Copyright © 1998, Francisco J. Vargas