Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #257: Sectas Secretas 5 - El Infierno Mexicano

El espantoso genocidio étnico, cultural, económico y religioso con que la Espanha ladina apuñaló por la espalda a México ya va para 500 años...y los inhumanos gachupines de allá y de aquí -operando desde el Gobierno, el Ejército, la Banca, la Igle$ia, las cervecerías, los partidos políticos, Televi$a y TvAzteca, el Congre$o, la Corte Suprema y los medio$ de (des)información- no parecen tener llenadero ni la menor intención de interrumpirlo.

Al fin que la impunidad en México para los gachupines criminales es absoluta (o lo era hasta la reciente llegada de los rituales chinos y las peticiones de desquite del meteorito rojo) y garantizada por los criollos en el poder.

Pero (suspiro), así han sido siempre las violentas conquistas militares ideadas por el hombre para apropiarse por medio de masacres de lo que pertenece a otros. Los actuales roba-coches, secuestradores y asaltantes citadinos, buscando hacerse ricos sin capital y sin trabajar, son las versiones en pequeño de los banqueros, obispos, gobernantes y conquistadores militares. Los ladronzuelos son poquiteros que en lugar de robar países roban gallinas, por eso terminan en la pasarela de indios de Televi$a y en la cárcel.

Los medios de información internacionales han documentado ampliamente el horror de la guerra en escenarios militares más o menos contemporáneos como la dos guerras mundiales del siglo XX, Corea, Vietnam y Oriente Medio, hasta llegar al Irak pulverizado por alianzas militares occidentales. Con las armas buscan asegurar (y sobre todo administrar) reservas de oro negro que no les pertenecen, pero que necesitan a cualquier precio los países primermundistas para mantener sus altísimos niveles de prosperidad. Más atrás, la Historia nos revela las "hazañas" de sanguinarios conquistadores (léase ladrones de países) como Alejandro Magno, Atila, Julio César, Gengis Khan, Hernán Cortés, Napoleón, Hitler... Malignos invasores todos ellos cuya felicidad mayor ha sido, pregonaban ellos mismos, violar mujeres conquistadas y esclavizar o asesinar a hombres, mujeres y niños por millones.

Los modernos líderes de potencias mundiales muestran la misma avaricia por enormes riquezas de gratis -petróleo, oro, tierras, mano de obra barata, consumidores cautivos- que los lleva no solamente a invadir brutal y alegremente países tercermundistas, sino a inventar nuevos y perversos métodos para explotar pobres.

Un ejemplo de la forma en que los avariciosos ladrones a gran escala se inventan nuevos medios de chupar la sangre a los desposeídos del mundo, es la manipulación artificial del agua para escasearla como se hace con el petróleo y venderla dentro de pocos años a precio similar al del cada vez más escaso carburante.

En efecto, mis pequeños saltamontes. Se acaban las reservas mundiales del petróleo pero los mercaderes judíos internacionales ya encontraron en el agua el sustituto perfecto para manipular y explotar a las masas con el fin de seguir acumulando fortunas sin trabajar. Por ejemplo. El Imperio del Mal ha decretado ya desde hace diez años que sus brazos ejecutores en Ladinoamérica (el Banco Interamericano de Desarrollo [BID], el Fondo Monetario Internacional [FMI] y el Banco Mundial [BM]) obliguen a países pobres económicamente, como México, pero ricos en agua (se repite la historia de los países jodidos pero con petróleo), a que la privaticen para luego venderla a precios inflados exorbitantemente.

Pero es que si se acaban el petróleo y los autos que consumen gasolina (serán eléctricos), las gargantas sedientas que consumen más agua que petróleo son cada día más abundantes (luego nos venderán la luz solar). Las nuevas guerras, por consiguiente, serán para asegurar el supuestamente escaso y preciado líquido. El agua ya está hecha por la naturaleza y debiera ser de gratis, pero los mercaderes fascistas (o sea desde posiciones de poder en sus gobiernos) lo monopolizarán y nos lo venderán a precio de oro molido sin que sus víctimas cautivas podamos hacer nada para evitarlo, como no sean rituales chinos. Para eso cuentan con poderosos, numerosos y bien armados ejércitos presumiendo la mejor tecnología militar.

Por eso el militarismo y la carrera militar son abominables en extremo para la humanidad. No solamente invaden los militares países que no son suyos, sino que los nativos que se atrevan a defender su tierra con las armas son inmediatamente etiquetados como terroristas, roba-vacas, o rebeldes y exterminados. Con excepción de las ocasiones en que se requiere defender a la patria con las armas en la mano, el que soldados asesinen civiles para garantizar riquezas a conquistadores explotadores es indefendible. A mí los militares hasta en desfiles me causan náuseas, pues el militarismo es crimen extremadamente violento y repugnante.

Para vergüenza de la humanidad hay culturas, como las europeas, que hacen de las invasiones ("para garantizar su democracia," dicen los muy cínicos) a países débiles algo admirable. Aman la guerra y la violencia, tanto que sus niñitos crecen soñando con "conquistar" y robar sus propiedades y mujeres a otras razas. Pero tales "héroes" no son más que ladrones y asesinos. Vergüenza debería darles...si la tuvieran.

No es de extrañar pues que el militarismo esté ligado estrechamente con las fuerzas infernales del más allá, aunque los mismos militares no tengan, debido a su tradicional escasez de neuronas, ni la menor idea de ello. Y si lo supieran tampoco les importaría ni detendría sus sanguinarias invasiones.

Sucede que para entender la conexión militarismo-magia negra hay que conocer fundamentos de metafísica, de manera que yo le diré algo al respecto en caso que usted no sepa mucho del asunto. Aunque esta columna no pretende ser cátedra de moral sino de esoterismo militar chino, delinearé ciertos elementos sobre la naturaleza de quienes cometen el escalofriante crimen físico y metafísico de conquistar países. Esta información, naturalmente, pertenece a los anales de la Escuela de Estrategia Militar China "Meteorito Rojo" y nos ayudará, así lo espero, a entender la infernal situación político-militar en que está hundido México.

Si además tomamos en cuenta que la información secreta es poder, advertiremos que la llave para sacudirnos el pesado yugo de la conquista que los gachupines de allá y de aquí nos tienen todavía atado al pescuezo de los mexicanos es ni más ni menos que el esoterismo taoísta chino.

(La metafísica militar china, recordémoslo, la necesitan por igual malos y buenos, creyentes y ateos, gobernantes y gobernados, votantes y votados, pobres y ricos, políticos y borregos, curas y tontos, policías y ladrones, conquistadores y conquistados, blancos y negros. Ni siquiera el dinero en abundancia sirve para evitar la desgracia en nuestra vida si no se supo qué comprar, porque vemos que el heredero de la inmensa fortuna de las tiendas Wal-Mart, John Walton, de 58 años y quien escapó a la muerte en Vietnam, se acaba de matar estúpidamente en un avioncito. En el aspecto militar, cuando dos bandos en conflicto utilizan simultáneamente la metafísica el ejército que entienda más y mejor los principios militares de ocultismo derrotará irremediablemente al otro, pues no hay país, ejército ni institución invulnerables a los letales efectos de los rituales chinos. Tan expuesto está el Vaticano, digamos, a los invisibles efectos esotéricos de las peticiones quemadas del meteorito rojo, como lo está cualquier país por muy grande o poderoso que sea. Individualmente no hay presidente, general, pontífice, banquero, obispo, político ni empresario que pueda escapar a los efectos de los conjuros así se encierre en una bóveda de acero, suba la montaña más alta del mundo, se rodeé del mayor número de soldados, o baje al centro de la Tierra.)

Para conocer los negros motivos que mueven a los ladrones a gran escala, partamos del hecho que los conquistadores, reyecitos, presidentes, papas, políticos, generales, criminales y mandatarios más famosos han sido siempre relacionados por la gente con las fuerzas demoniacas del más allá. Y con mucha razón. En China los maldicen por ser "demonios encarnados," y en Occidente se les vitupera con el mote de "anti-cristos." No es para menos, pues sus diabólicas ambiciones son la causa de que literalmente corran ríos de sangre inocente. No es que los avariciosos omni-ladrones sean adoradores del Diablo, ni que sus planes de dominación busquen temerariamente superar el poder de Dios. Al contrario, deben ser ateos por necesidad, de otra manera el temor a castigos en el más allá les impediría llevar a cabo sus sangrientos actos de subyugación.

Y es que la naturaleza de los conquistadores -bajo cualquier otro nombre y en cualquier actividad- es intrínsecamente maligna. Empiezan con ideas relativamente ordenadas, pero poco a poco su ambición atrae sobre ellos espíritus malignos y demonios afines a sus violentos designios hasta que se posesionan de su cuerpo y mente. Por eso se dice en China que las guerras caen bajo la jurisdicción del Diablo. En poco tiempo, aunque los ambiciosos no tengan conciencia de lo que metafísicamente les está sucediendo, las huestes infernales les ayudan a lograr inicialmente sus ambiciosos proyectos pero a cambio de derramar más y más sangre humana. El problema para ellos empieza cuando sus crímenes atraen la atención del Cielo y los dioses terminan castigándolos y destruyendo por igual a sus demonios, impidiéndoles que puedan "conquistar el mundo." Como muestra común de castigos celestiales tenemos a Napoleón y a Hitler, pero igual ha sido en el pasado y será en el futuro con diferentes hombres, por la simple razón de que las vidas humanas le pertenecen solamente al Cielo.

Actualmente, los mexicanos tenemos encima a los criollos, poderosos ladinos que dominan totalmente al país al grado que nada se mueve aquí sin su venia. El problema es que hartos de victorias, de dinero y de placeres, acuciados por sus demonios, enloquecen hasta causar genocidios como el asesinato de miles de mujeres en ciudades fronterizas como Ciudad Juárez, lugar a donde innumerables mujeres jóvenes, desesperadas y sin familia arriban cada mes para convertirse muchas de ellas en víctimas propicias de ladinos asesinos. Asesinos que naturalmente son protegidos a cualquier costo por el presidente Fox y la Rata Marta, pues son hermanos étnicos suyos aunque salidos de control.

Y aunque la propaganda ladina -como la que nos reparte el maligno recitador de noticias de TvAzteca, Javier Alatorre- nos quiere hacer creer ahora que dizque esas mujeres asesinadas son producto de la violencia familiar, exactamente como acostumbran defenderse los curas pederastas que desvían la atención a sus crímenes alegando que los abusos sexuales pasan también en las familias, como si eso disminuyera su crimen, el sadismo en la mayoría de tales asesinatos nos demuestran que en realidad son producto de mentes ladinas enfermizas. Es decir, se nota el modus operandi tradicional de judíos mexicanos desquiciados irremediablemente por la influencia de sus demonios de la avaricia.

Para quienes algo sabemos de principios de posesión demoniaca, es fácil medir el grado de malignidad que alcanza cada asesino de mujeres, pues basta con observar el grado de violencia con el que asesinan a sus víctimas. Porque de acuerdo a su grado de malignidad, es la forma en que matan, grado que siempre es progresivo en sadismo y perversidad. Empiezan "conquistando" riquezas y poder, y acaban asesinando gente hasta que finalmente son destruidos por sus mismos demonios o por rituales chinos de defensa, ahora al alcance de cualquier persona.

Naturalmente que de un conquistador, institución o país maligno no pueden esperarse sino actos malignos. Quien espere buenas acciones de un país bárbaro o de sádico líder, general, obispo o presidente que debido a sus malsanos deseos y ambiciones ha caído en las garras de terribles demonios que controlan totalmente sus actos y sus pensamientos, se equivoca de rabo a cabo. ¿No lo creé? Pues observe a los criollos mexicanos y verá funcionar en todo su esplendor este principio. ¿Cuándo ha visto usted, por ejemplo, que gobernantes malignos como Déspota Fox y su vieja la Rata Marta hagan algo bueno? Al contrario, cada día que pasa roban más y actúan con más perversidad y descaro. Llegaron como demonios que son a destruir al país, y lo lograron. Igual pasa con todos los miembros del gabinete foxista (trabajan para los banqueros, no para el pueblo), con los congresistas, con los empresarios, con los generaletes verdes, con los banqueros, con los magistrados de la Suprema, con los obispos.

A propósito de obispos. Grabadas para siempre quedaron las imágenes televisadas nacionalmente del apestoso y maligno ladrón-obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda. El cínico dijo muy campante en una entrevista que era preferible matar cientos de campesinos de Atenco (quienes patética pero dignamente defendían simbólicamente con sus tristes machetes sus tierras robadas por el gobierno) a detener la inversión de la avariciosa Igle$ia en el maldito aeropuerto que los criollos planeaban construir en terrenos "expropiados" criminalmente a los habitantes del lugar. Para vergüenza de los "machos mexicanos," nadie en el gobierno o en los medios tuvo güevos para mentarle la madre al cura por su salvajada, pues todo mundo tiene miedo a perder su jugoso y chupable hueso. Y los obispos, lo sabemos todos, mientras más malignos son más poder tienen para acallar críticos violentamente, pues El mundo es de los ladrones.

Lamentablemente, ambiciosos los hay en todas partes, hasta en lugares donde menos se les espera. No siempre enseñan las orejas a primera vista, pero con poquito que uno los observe, muestran sus enormes maldades pues todo lo contaminan con su escalofriante y negativa influencia. Como dije antes, de un maligno solamente pueden esperarse desgracias. Ejemplos los hay por miles. Pero para ilustrar el punto, veamos el caso de un malévolo sujeto en el inofensivo mundillo del fútbol, el del ladino mexicano y mocho narrador de fútbol en Univision-Galavision, Pablo Ramírez. La perniciosa influencia de este sujeto en busca de dominio para su beneficio personal ha echado a perder todo a su alrededor, aunque con la complicidad de innumerables colegas suyos de mente débil.

Este mojigato y manipulador sujeto, Ramírez, llegó a a Gringolandia y a Univision a bajar estrepitosamente el nivel de calidad de las narraciones futboleras no solamente hasta los suelos, sino muy por debajo del piso. Todo porque piensa que a las masas, como hacen políticos criollos y obispos en México, hay que tratarlas a gritos e idiotizarlas hasta el punto que lo adoren a él, no a su función ni a la televisora. Pronto se rodeó de un grupo de merolicos deportivos que si no pensaban ser tan manipuladores de masas como el santurrón Ramírez, al menos lo imitan para no perder el trabajo.

Lo alarmante de la facilidad con que los malignos contaminan todo es la forma en que ahora narra juegos para Galavision Fernando Schwartz, judío mexicano que aparentemente fue a la escuela y era un tipo moderado...hasta que Ramírez lo sometió. Ahora aúlla las narraciones como si fuera merolico de banqueta (notablemente se salva de la quema el comentarista que hace pareja con Fernando, un argentino obviamente inteligente y con mente ya formada como para que Ramírez le hable al oído y con la mano en la cintura le altere mente y conducta). Y para allá va Jesús Bracamontes, comentarista pareja de Ramírez, al menos ya está al borde del precipicio.

Bien decía mi abuelita, cuídate de las malas compañías. Aunque se digan muy religiosos, como Ramírez, agregaría yo.

Pero si hay algo peor a un conquistador maligno, es cuando los conquistadores se aglutinan en sectas secretas. Y ese es el problema de México, pues estamos bajo la infernal explotación de sectas de ladrones ladinos que han convertido al país en un gigantesco campo de concentración al más puro estilo nazi, con cien millones de internos no-ladinos y diez millones de pretorianos criollos. Los malignos andan siempre juntos, de ahí la existencia de sociedades secretas y perversas como la del poderoso Imperio del Mal.

En México estamos bajo el control de sucursales locales del internacional Imperio del Mal como el Yunque, los jesuitas, el Opus Dei, y más sociedades secretas y diabólicas agrupando a los hombres del poder. Esas sectas a su vez dan vida al Imperio del Mal, pues son los órganos vitales que permiten respirar al monstruo. Sus miembros son siempre gente de la peor, animales vestidos bajo la influencia de los peores demonios, aunque se digan católicos o judíos. Son malolientes organizaciones que sirven de nido a sujetos de un mismo grupo étnico que se reúnen a planear salvajadas contra el resto de la sociedad. Su matriz, El Imperio del Mal, es una secta con más o menos un milenio de antigüedad y así designada por la adivinación china para identificar el núcleo de desalmados explotadores judíos estacionados en diversos países -El Vaticano, Espanha, Norteamérica, Inglaterra, Israel...

El Imperio del Mal controla con mano de hierro no solamente la economía y política de Europa, sino también la de Ladinoamérica. Todos sus miembros en México aparentan pertenecer a grupos dizque enfrentados entre sí -partidos políticos, masones, curas, rosacruces, Caballeros de Colón- pero son los mismos explotadores vestidos con piel de oveja. Al tener ellos el control total, vuelven a los ciudadanos nativos y mestizos lastimosamente dóciles y pasivos ante los abusos gubernamentales -ahi está de ejemplo el Fobaproa-, pues ignoramos nuestros derechos. Solamente nos inculcan los curas pederastas y maestros traidores a la patria nuestras obligaciones.

La Constitución es teóricamente la voz del pueblo, pero ninguna autoridad ni gobernante la respeta, mucho menos magistrados y legisladores ladinos. A todos ellos solamente les sirve para entretenerse parchándola constantemente, y violándola. O sea, el Imperio del Mal rige nuestro destino de la cuna a la tumba, y ya dijimos que de gente maligna solamente se pueden esperar acciones malignas. Por eso México es un infierno en la Tierra para nosotros los no-ladinos. Supuestamente somos un país rico, pero en la práctica los conquistadores gachupines que traemos montados en el cuello nos tienen más pobres y jodidos que si fuéramos ciudadanos de países verdaderamente pobres.

Hasta un niño puede ver entonces, si abre los ojos y presta atención, que para la buena marcha de los planes del Imperio del Mal es necesario que la sociedad de cada país abusado viva en la ignorancia acerca de la forma en que es reprimida y explotada. Aquí en México, la Igle$ia y medios de comunicación como Televi$a y TvAzteca son parte importante para diseminar la propaganda del Imperio del Mal. Curas, merolicos de cine y recitadores de noticias televisión, más los maestros de una educación pública ya casi en manos del Vaticano, tienen la tarea de lavarle el cerebro a la indiada para que adore a los conquistadores gachupines. Somos un país ocupado militarmente por Espanha bajo el dañino disfraz de "democracia." Saqueos nacionales como el del Fobaproa son argucias financieras para que Espanha siga recibiendo de gratis su tajada del botín mexicano que sus descendientes administran, pues el dinero que se les paga a los banqueros espanholes anualmente y sin razón legal alguna es mucho más que el de la venta total anual del petróleo.

Por eso las autoridades criollas han decretado que nuestro nivel intelectual no debe rebasar cierto plano básico, nivel suficiente únicamente para servir de esclavos a los poderosos. Después de todo, alguien tiene que barrerles sus mansiones y cocinarles a los cabrones (si usted es esclavo no-ladino en casa de criollos o en restaurante, cuando menos escúpales la comida o "condiménteselas" con caca o pipí antes de servírselas).

Esa "educación" miserable nunca podrá servirnos de plataforma exitosa en levantamientos pacíficos o armados contra los criollos opresores. Mucho menos nos sirve para tomar en nuestras manos el poder político o económico del país. Así es como los espanholes han controlado México. Todo lo tienen fríamente calculado. Por eso, aunque a los cien millones de indígenas y mestizos nos bastaría con simplemente lanzarles al mismo tiempo un escupitajo para ahogar a los diez millones de ladinos que nos oprimen, no hay manera de que nos pongamos de acuerdo para hacerlo pues obispos y ladinos nos tienen perfectamente divididos sin que nos demos cuenta de ello. Y luego nos acusan taimadamente de que somos "cangrejos" que envidiamos a los gachupines exitosos. Hijos de puta...

Naturalmente que una conquista genocida tan duradera como la espahola ha producido efectos devastadores en la memoria de los mexicanos conquistados. Mientras los criollos se sueñan europeos, muchos mestizos se creen espanholes y ni siquiera piensan en recuperar su propio país.

Afortunadamente, nuestros antepasados indígenas sabían más de metafísica, estrategia y de la naturaleza humana que los bárbaros europeos que llegaron a destruirlos. Poco tiempo les bastó para comprender que no tenían ni armamento ni gente suficiente para oponerse a los animales vestidos ibéricos. Animales dispuestos a exterminar la población entera de México a través de tácticas bestiales como infectar perversamente a los nativos con la letal viruela para felizmente hacerse ricos con nuestras tierras y recursos naturales. Sin duda la concepción estratégica a largo plazo de nuestros ancestros fue brillante, sobre todo si la contrastamos con la de los indios de lo que hoy es USA pues ellos pelearon casi hasta el último hombre contra los invasores europeos y así les fue. Ahora viven diezmados en reservaciones, y sin esperanza de recuperar jamás sus tierras.

Y no es que los méndigos conquistadores espanholes hayan sido más generosos que los gringos y escogieran dejar vivos a grandes cantidades de indígenas mexicanos: Al contrario, los judíos gachupines son tan salvajes que no merecen ni ser clasificados como raza humana sino como auténticos animales hambrientos. Tampoco les faltó valor a los antiguos mexicanos para pelear contra los gachupines hasta el aniquilamiento. Lo que pasó fue que entendieron que les esperaba nada menos que la extinción racial a manos de los bárbaros conquistadores. Por eso nuestros antepasados evitaron la rabia inútil y prefirieron tragarse su dignidad y sufrir humillaciones sin fin -lo cual requiere más valor que morir de pie inútilmente en el campo de batalla- a manos de los demoniacos espanholes, aceptando esclavitud y mestizaje con tal de garantizar la supervivencia de la raza. Después de todo, los sobrevivientes de una guerra pueden volver después por el desquite, los muertos no.

Expertos en adivinación que eran los sacerdotes indígenas, aunque sus propios emperadores no siempre les hicieran caso a sus predicciones como en el caso de Moctezuma negándose a creer la destrucción que Hernán Cortés haría en México (y así nos fue), sabían que si nuestra raza sobrevivía la Conquista, tarde o temprano sus descendientes (o sea nosotros, beneficiarios del mestizaje totalmente ventajoso al bando indígena puesto que nuestras madres mexicanas nos transmiten la raza nuestra, no la gachupina) les íbamos a patear el culo a los conquistadores y echarlos del país (al menos los que queden en condiciones de hacerlo).

Y mire lo que son las cosas. Estamos ya en vísperas de partirles la madre a los gachupines sin más armas que los rituales chinos. Benditos sean nuestros antecesores, la estrategia militar china y las peticiones del meteorito rojo.

Porque exactamente como lo planearon los tatarabuelos de los tatarabuelos de nuestros tatarabuelos indígenas, con la metafísica militar china en nuestras manos las cosas están empezando a cambiar positivamente para nosotros y se les está poniendo fea la cosa a los conquistadores. Aunque ellos no lo sepan todavía. El principio taoísta -principio que a su manera entendían también nuestros ancestros- de que todo cambia en este mundo, es verídico y eterno.

Simplemente hay que aprovechar la cresta de ola para elevarnos y caerles encima a los conquistadores. No comamos ansias. Hay que llevar la lucha contra los conquistadores paso a paso. Darle tiempo al tiempo, pues. Hay que entender que en ciertos momentos será necesario dar un paso hacia atrás temporalmente, pero con el objetivo de saltar luego al frente y tomar de nuevo el control de México en nuestras manos. No importa que pasen veinte, cincuenta o cien años antes de la victoria final, pues más tiempo ha pasado desde la invasión espanhola. Cuando un pueblo conquistado como el nuestro ha estado de rodillas y adormilado por la represión tanto tiempo, es difícil despertarlo en un santiamén aún con la información estratégica adecuada. Un pueblo así tiene que despertar poco a poco y contra su voluntad, cual borracho dormido e inmerso en pesado sopor tratando de levantarse. Llevará un buen rato convencer a los mestizos que su raza es la mexicana, no la de los conquistadores. Pero cuando despierten de su sueño a golpes de realidad, el reinado espanhol será muerto.

Decía entonces que analizando la naturaleza de los criollos en México es fácil saber qué los mueve y cómo derrotarlos. Su naturaleza es maligna de origen porque saben que roban lo que no es suyo, matando y destruyendo sin derecho alguno a incontables seres humanos.

Ahora bien. Únicamente el Cielo tiene derecho a segar vidas humanas, de manera que los invasores actúan contra los designios divinos convirtiéndose en criminales por voluntad propia. Por eso los invasores espanholes y europeos que conquistaron América devolvieron mal por bien a los indígenas que los recibían con respeto, regalos y buenas intenciones. Pero es que los ladrones no pueden ni saben hacer otra cosa que dañar a sus benefactores, pues son demonios encarnados que hay que erradicar de la faz del planeta por la fuerza si fuere necesario. Y mientras más pronto, mejor.

Los modernos conquistadores, al igual que los de antaño, se dejan llevar por sus bárbaros instintos y operando desde las entrañas del Imperio del Mal sueñan inútilmente con dominar el mundo. Son el mejor ejemplo de la mala semilla. Pero esos sueños siempre han sido ilusorios, aunque para sus víctimas en países invadidos son pesadillas reales de la peor naturaleza. La Historia nos asegura que ningún ladrón ha podido "conquistar el mundo," que a lo mucho ha llegado a dominar alguna porción del mismo, pero nada más. Ni siquiera esta época de artefactos nucleares ha producido algún conquistador a nivel mundial. Hemos tenido y tenemos Napoleoncitos, pero hasta ahí.

Exaltar entonces a conquistadores y a militares es producto de la propaganda oficial occidental y de la ignorancia de los pueblos. Sufrimos culturas depredadoras que enaltecen la carrera de las armas y a los conquistadores como si fueran grandes hombres y no los grandes criminales que en realidad son. Por eso México vive en un infierno, porque está bajo la bota de criollos ladinos que en asociación delictuosa con los obispos nos han impuesto religión y cultura que no son nuestras, manteniéndonos en la oscuridad para evitar que los echemos del poder. Debió abrirse temporalmente la puerta del Infierno hace quinientos años para que los peores demonios se enseñorearan en la Tierra, apoderándose de mentes perversas como las de los malditos espanholes para causar los genocidios que causaron y causan todavía en estas tierras.

Sin embargo, cual péndulo que tarde o temprano cambia de dirección, los dioses nos han dado las mejores armas del mundo -los rituales chinos- para enfrentar a los chupa-sangre y darles a probar su propia medicina hasta ponerlos de rodillas frente a nosotros. Los onerosos sacrificios y la sagacidad de nuestros ancestros han dado fruto. Estamos los mexicanos en posición de retomar lo que nos robaron los apestosos espanholes. Podemos tomar puntual desquite de nuestros victimarios, cuyos huesos y los de sus descendientes crujirán y sus lamentos se elevarán inútilmente hasta al Cielo. Ya lo dijo Confucio: Retribuye un bien con otro bien, y un mal con justicia. Y justicia es cortarle la pierna a quien te cortó la tuya.

O sea, hay que evitar poner la otra mejilla.

Concentrémonos en quemar peticiones del meteorito rojo a granel llueva o truene, sin pensar en resultados rápidos o lentos. Ya caerán nuestros enemigos gachupines, pues los malignos son ellos y nosotros tenemos la razón. México es nuestro y de nuestros descendientes, aunque los conquistadores malignos todavía continúen alegres su festín de sangre mexicana. Lo predijo en 1992 la infalible adivinación china: "El libro Ocultismo Chino es prodigiosa arma metafísica que los dioses ponen en manos de la gente para acabar para siempre con el infernal Imperio del Mal." Y ya sabemos que quien se opone a los designios celestiales cae destruido irremediablemente.

Recordemos también que el primer mexicano no-ladino que se siente en el trono nacional deberá dedicar un ritual de agradecimiento al espíritu del último emperador azteca, Cuauhtémoc, y a nuestros ancestros víctimas de los bárbaros espanholes. Ese puente metafísico asegurará la buena suerte para el país.

Por lo pronto nuestra tarea es darle duro a los rituales chinos porque Hay Que Sacar A Los Ladinos De Los Pinos.

NUESTRO (PATÉTICO) FÚTBOL:   Para vergüenzas no ganamos los mexicanos. Resulta que aquí criticamos acremente la violencia de los argentinos del Boca Juniors contra los jugadores del Guadalajara...¡y los pendejos guadalajareños resultaron peores!

Sí. Leyó usted bien.

Mire usted. Yo no soy seguidor del Guadalajara, y así lo he asentado en algún otro artículo. Solamente cuando juegan contra equipos extranjeros veo sus juegos. De niño, recuerdo que las Chivas (con Héctor Hernández, Reyes, Ponce, et al,) iban a mi pueblo a jugar partidos amistosos contra los bravos jóvenes locales -taxistas, choferes, panaderos- que ni siquiera tenían tiempo para entrenar adecuadamente pero mantenían un temible equipo de Segunda que asustaba a cualquiera. Especialmente asustaban a las Chivas, equipo caga-bolitas como sus tocayos cornudos. Con excepción de Héctor Hernández, quien en mi opinión ha sido el mejor delantero que ha tenido México aunque los envidiosos ladinos en el medio no se lo quieran reconocer, a mi el Guadalajara no me impresionaba entonces y menos ahora.

Las cosas se parecen a su dueño, y Jorge Vergara, arrogante marrano judío propietario de las Chivas, ha imprimido su toque de ladino incivilizado al equipo. Por eso los dioses le dan la espalda al Guadalajara. Dicen los principios chinos de ética que un hombre sin cortesía es espacio desperdiciado, que más le valdría estar muerto, que La consideración hacia otros es primordial en la sociedad. Siempre y cuando esas personas merezcan tal consideración, agregaría yo, porque ni Jorge Vergara ni sus jugadores -con excepción de Benjamín Galindo su técnico- merecen consideración alguna.

Porque resulta que Jorge Benítez, el ahora ex-técnico del Boca Juniors que escupió al jugador mexicano Adolfo Bautista, tuvo un gesto de cortesía pocas veces visto en el mundillo del fútbol. (Caray, yo no se qué tienen los argentinos contra México, en la Confederaciones el salvaje jugador seleccionado argentino Coloccini casi mata a Ramón Morales y lo manda al hospital sin necesidad alguna. ¿Por qué tanto odio?)

Benítez vino de Argentina a México solamente para disculparse personalmente con los jugadores del Guadalajara, lo que habla bien de él. Podría haberlo hecho desde Argentina, pero se acercó a hacerlo personalmente. Nadie niega que lo que el argentino hizo contra Bautista estuvo mal, pero su gesto de disculparse estuvo súper bien.

¿Y qué creé? El baboso Vergara obviamente manipuló a sus jugadores porque ninguno le respondió a Benítez, lo cual es una barbaridad peor que la que habia hecho el argentino al calor del juego, pues la actitud de soberbia de los rayados fue hecha con premeditación, lo cual es mucho peor. Le negaron a Benítez reciprocidad y respeto a su gesto de conciliación. Bautista alega estúpidamente que no aceptó la disculpa del argentino porque dizque "tenemos diferente educación." Pues pobre diablo resulto el mexicano. Porque en efecto, Benítez demostró más educación al reconocer su tropezón que el bien podado "bofo," pues obviamente carece de cerebro.

Eso indica que ni Vergara, ni el Bofo, ni el equipo se merecían la disculpa de Benítez.

La excusa del "bofo" de que la disculpa no haría que la CONMEBOL le quite la suspensión de dos partidos es muestra de ignorancia suprema, pues ni Benítez ni su ofensa tienen nada que ver con las decisiones que se toman en esa cueva de facinerosos que es la confederación sudamericana. Es decir, ni en eso tiene razón Bautista.

Los jugadores mexicanos debieron emular a su técnico Galindo, quien recibió con agrado la visita del argentino, y no a su patrón y animal hambriento vestido, Vergara.

Pero al menos algunos aficionados mexicanos al fútbol entendemos y apreciamos en todo su valor la cortesía de Jorge Benítez por lo que significa para la sociedad. En este mar de barbarie que nos envuelve, es reconfortante ver que hay personas suficientemente inteligentes y educadas para rectificar los errores. Bien por él, su familia debe estar orgullosa...con mucha razón.

En cuanto a Bautista y Vergara, y resto de jugadores Chivas, repito mi encabronada opinión: Pobres diablos.

2. Pobre de Hugo Cangrejo Sánchez. Cada que abre la boca para despotricar incoherencias contra LaVolpe se hunde cada vez más en su propia bilis, pues los aficionados no estamos ciegos como para no ver los avances en la formación de la Selección mexicana.

A ver si cuando tome Cangrejo Sánchez la Selección logra un nivel de juego similar al actual. Porque esta Selección mexicana al mando del argentino ya no es la que comandaba el Ojitos Meza y que hizo al técnico de la Selección inglesa sentar a sus titulares y mandar a los jugadores de banca a jugar el segundo tiempo.

FISONOMÍA MILITAR CHINA:   Utilizando los principios de fisonomía de la Escuela de Estrategia Militar China del "Meteorito Rojo," podemos ver que el candidato priísta a la gubernatura del Estado de México, Enrique Peña, es medianamente listo y un mentiroso redomado.

Es decir, el perfecto político ladrón mexicano. Que le den la gubernatura.


PERMANENTE UNO: Para que las peticiones del meteorito rojo funcionen a la perfección, necesitamos mensualmente desde un mínimo de tres peticiones quemadas (el número taoísta mágico), hasta el mayor número de participantes que quieran unirse, pues no hay límite.

Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.

Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.

Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.


PERMANENTE DOS: Aunque frecuentemente me preguntan los lectores acerca de la posibilidad de que yo ejecute rituales para ellos, mi contestación es siempre la misma: Con los rituales descritos en el libro Ocultismo Chino, la persona puede hacer por sí misma mejores trabajos esotéricos que los de cualquier cardenal o chamán profesional, y sin necesidad de divulgarle secretos íntimos a extraños. En cambio, el lector puede obtener de mi parte algo todavía más valioso y secreto: A falta de mejor nombre le llamaremos a este objeto "caja negra." Su función es buscar el punto metafísico más favorable que garantice a la persona, y a toda su familia viviendo bajo el mismo techo, no solamente lo mejor del presente, sino del futuro. Sin importar a qué se dedica la persona, el objeto ayuda al propietario a convertirse en el tronco generacional que sostendrá metafísicamente a la familia de allí en adelante para que se afiance en el presente y en generaciones posteriores, manteniendo hijos, nietos y bisnietos la buena suerte y el poder esotérico adquirido inicialmente. Así se evitan fácilmente fracasos y encarcelamientos futuros en la familia (o se logran liberaciones en el presente), calumnias, pobreza, mala salud, mediocridad... Aunque claro, ¿cuánto vale tan preciado objeto, lo mejor del arte metafísico, que otorga tanta ventura a tantas vidas? Si usted tiene que preguntarse qué precio tiene la "caja," es que no puede costearse el precio para adquirirla. Para mayor información al respecto basta mandarme un e-mail (visionpf@direct.ca).


PERMANENTE TRES: Debido a la inquietud de algunos lectores de diversas nacionalidades por obtener el libro Ocultismo Chino pero que por diversas causas no pueden comprarlo por Internet, Vision Press Films pone este libro a disposición de librerías de cualquier país interesadas en venderlo directamente a sus clientes.

Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.


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PETICIONES del METEORITO ROJO


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 2005, Francisco J. Vargas