Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #5: Entre la Cruz y la Pared

``La Iglesia puede y debe meterse en asuntos de Estado.'' Con ésta estúpida advertencia, totalmente anticonstitucional y hecha desde el púlpito recientemente, un obi$po mexicano aceleró el ritmo de la pugna religiosa por el poder político.

Cabe decir que esta declaración -y alguna otra del mismo calibre-, no es puntada ocasional del clero mexicano. Más bien refleja la ambición del Vaticano por el poder político en todo el mundo, apoyado y acuciado por políticos conservadores de los países avanzados. Para dejarlo más claro, el interés de la Iglesia en el mundo político refleja la globalización, o el ``nuevo orden mundial.''

La Igle$ia siempre ha formado parte del triángulo de poder -gobernantes, banqueros y clero- que controla los destinos de los países latinoamericanos. Por eso el Gobierno ha permitido a los curas inmiscuirse en la vida política de los mexicanos. Hasta en la vida sexual del pueblo quieren mandar los vaticanos. Pero si los sacerdotes son tan castos como lo pregonan, ¿cómo saben tanto de sexo que hasta dan clases en el tema? Y que no salgan con la burrada de que lo aprendieron de los libros, por favor.

Que la Iglesia prohíba a la gente el aborto, el uso de anticonceptivos femeninos, y hasta el condón, es intolerable. Para decirlo pronto, es intervención extranjera en asuntos de Estado. Sí, porque la integridad física y la libertad de escoger de los ciudadanos deben estar protegidas por la ley civil. Es el gobierno quien debe guiar al pueblo en todas sus actividades sociales, no la Igle$ia.

Sin embargo, sale un tal Monseñor Barragán con la niñada de que ``El aborto es un asesinato. Despenalizarlo significaría despenalizar el asesinato en su grado más intenso.'' Pero y entonces ¿por qué emparedaban recién nacidos las monjas en los conventos? ¿El aborto es malo pero asesinar recién nacidos es aceptable a los ojos de Dios? Estoy seguro que actualmente hay más abortos entre monjas que entre mujeres fuera de los conventos.

Agregó Barragán, ``El Estado tiene como objetivo y finalidad defender la vida.'' Bien dicho. Por eso los curas deben dedicarse a lo suyo, ya que el aborto es asunto del Estado.

Por su parte, los políticos panistas siempre están de acuerdo con la intervención del clero romano en el mundo civil, aduciendo que los sacerdotes tienen los mismos derechos que los demás ciudadanos. ¡Pues no señor! Ese argumento es una falacia religiosa y política. Los sacerdotes, entendámonos, no deben tener los mismos derechos civiles que los seglares. Fue una auténtica burrada política del enano Carlos Salinas el haberles regresado algunos derechos a los curas. Y no porque se les nieguen a priori, sino porque ellos mismos renuncian al mundo terrenal al ingresar a una orden sacerdotal, especialmente la católica.

Para "`servir a Dios," el aspirante a sacerdote católico deja atrás familia y obligaciones civiles tales como el servicio militar obligatorio, dedicándose de lleno a los abstractos principios de un mundo poblado por espíritus y dioses. Ni siquiera puede casarse y formar un hogar, mucho menos dedicarse a la política. Por eso dicen que Jesús dijo, "Mi reino no es de este mundo."

Usted y yo, por ejemplo, hicimos servicio militar y juramos bandera prometiendo obediencia la patria. En cambio, ahora que el obi$po Norberto Rivera fue investido cardenal en el Vaticano, se ve en las fotografías que se hinca frente al Papa y le besa el anillo pontificio. Ése es su líder en Roma, a quien debe lealtad, no a México. El clero, pues, es romano en todas partes. Rivera se dice "exicano" por pura conveniencia, pues su patrón está en el Vaticano. Nos engaña, pues.

Un sacerdote, al ordenarse, se tira en cruz cuan largo es, boca abajo en el piso frente a sus superiores religiosos y jura obediencia eterna al líder espiritual de su religión, en este caso al Papa. No a la patria donde nació. (Costumbre, por cierto, importada de China. Hace muchos siglos, desde tiempos de la dinastía Yuan [sigloXIII], los misioneros católicos vieron que los diplomáticos chinos exigían a emisarios extranjeros tirarse así al piso, boca abajo y en cruz los brazos frente al emperador, reconociendo así su autoridad. Les gustó la ceremonia a los vaticanos y la adoptaron.)

El testamente sacerdotal exige que dejen los curas a la Igle$ia todas sus posesiones materiales. Ellos se guían por reglas religiosas, no por la Constitución. Su función pública debe limitarse entonces a oficiar en bautizos, bodas, y funerales. Si los curas quieren ser votados para puestos públicos, pues que renuncien al sacerdocio o que el Gobierno les retire su patente de religiosos. O que permita a laicos oficiar la misa, a cambio de aceptar un clero político. Porque digo, no se le ocurriría ni al más demente ciudadano pedirle a un sacerdote rezar para que las calles aparezcan pavimentadas, o para que el Cielo instale drenajes o cables de teléfono y luz eléctrica, labor exclusiva de las autoridades civiles. Es entonces igual de disparatado aceptar que los religiosos hagan política.

Hace veinticinco siglos Confucio formuló las reglas de conducta para funcionarios. Dijo, ``Respeto al mundo de los espíritus, pero lo mantengo a distancia,'' concepto que marcó por vez primera la separación entre Religión y Estado.

Los sacerdotes deben cuidar el aspecto espiritual de la gente, y el Estado el aspecto material. Los gobernantes gobiernan, los sacerdotes rezan, y todos felices. El Estado chino, por ejemplo, subsidia las religiones de todo tipo. Los religiosos chinos llevan un estilo de vida espartano, desde luego. No son lugares para exhibir lujos terrenales, sino devoción espiritual. Recintos adecuados para que la gente reciba ayuda religiosa gratuita, pues los sacerdotes chinos no deben pedir diezmos a los creyentes. Este control sobre sacerdotes evita despertar su ambición material. Allá no hay narco-limosnas. Por eso mismo el Vaticano está peleado con las autoridades chinas, pues éstas rehúsan permitir la explotación del pueblo a través de limosnas y diezmos. Dineros que siempre terminan en el Banco Ambrosiano manejado por los ensotanados.

Los tiempos cambian y cada nación es diferente. Sin embargo, la gente en todo el mundo sigue siendo la misma de hace siglos, con sus mismas necesidades espirituales y corporales. Por eso mismo el pueblo requiere de la protección de sus gobernantes ante la ambición de religiosos de todas las denominaciones. ¿Que dicha protección no está claramente descrita en nuestra leyes? Pues debería estarlo! ¿Que ya existe? ¡Pues a hacerla cumplir!

Gobernación debería recordar a los religiosos extranjeros y nacionales con evidentes ambiciones mundanas, que el poder, el sexo y la riqueza no son metas compatibles con la humildad bíblica que predican.

Curiosamente, el obi$po con tendencias políticas mencionado al principio, usó en su arenga desde el púlpito un principio chino de política llamado "El Mandato del Cielo." Tal principio propone que cuando un gobierno se torna abusivo contra el pueblo, pierde el apoyo de dioses y seres humanos por igual, y entonces la gente tiene derecho a rebelarse y cambiarlo, aún cuando tenga que emplear la fuerza. El obispo, por supuesto, ``le sacó'' a explicar a la gente la parte violenta. Pero no importa, al fin y al cabo las rebeliones o actos de ``desobediencia civil'' son cuestión de civiles y militares, no de curas.

Desgraciadamente los gobernantes suelen temblar ante los sacerdotes porque temen les azuzen a la gente si no les otorgan exenciones de impuestos, subsidios y otros privilegios tradicionales. Por algo la Igle$ia ha sido por siglos voraz latifundista en México. Ahora los curas exigen puestos públicos, mañana querrán mandar desde Los Pinos.

Así que insisto: El mundo religioso tiene diferentes principios a los del mundo laico, y no deben mezclarse uno con el otro. Pero si el Vaticano sigue necio en sus sueños de que Roma vuelva a dominar al mundo como hace siglos, con el cuento de que ``los sacerdotes son líderes sociales y ministros de culto,'' entonces no veo por qué los políticos mexicanos no puedan predicar desde el púlpito, usar sotana y organizar peregrinaciones (experiencia en acarreos no les falta) si así lo desearan. Y la verdad es que yo preferiría entonces ir a una misa oficiada por, digamos, Porfirio Muñoz Ledo, que a una actuada por obispos politizados. Me late que los sermones le saldrían más sabrosones a Porfirio.

Además, con suerte y rociándolos de agua bendita seguido a lo mejor se hacian más humanos nuestros gobernantes judíos. A lo peor, según se ve, de sacerdotes se harían únicamente mucho más políticos.

PRINCIPIO DE SALUD:   Cambiemos de tema y tratemos de algo más provechoso que desmadejar ambiciones ajenas. Hablemos de técnicas chinas de respiración.

Todos los seres vivos respiramos desde que nos dan la primera nalgadilla, así que nadie nos va a enseñar lo que venimos haciendo desde que nacimos. Pero aquí se trata de respirar con ritmo buscando un beneficio físico. Es decir, se respira con un método.

Un ejemplo de este tipo de respiración es el siguiente ejercicio cuya función es hacernos sentir bien. Este ejercicio se hace por la mañana y recuerde inhalar por la nariz y exhalar por la boca, e inhalar al jalar los brazos y exhalar al estirarlos.

Movimiento #1. Parado a pies juntos, brazos colgando a los lados del cuerpo. Procurar que los hombros, codos y rodillas se mantengan suavemente relajados. La mirada al frente.

Movimiento#2. Lentamente pero sin detenerse, se levantan los dos brazos simultáneamente por los lados del cuerpo hasta arriba de la cabeza formando una ``cruz'' con las muñecas.

Hasta aquí se fue inhalando por la nariz (boca cerrada) y al quedar los brazos arriba los pulmones estarán llenos de aire a su máxima capacidad.

(Advertencia: Si siente mareos, entonces inhale ligero y suave hasta que su cuerpo se ajuste paulatinamente al esfuerzo. Si no está acostumbrado a hacer ejercicios, use su sentido común y empiece esto con baja intensidad. Y como ni usted ni yo sabemos qué día exactamente se va a despedir de este mundo, si da el azotón ni se le ocurra echarme a mí la culpa).

Movimiento #3. De la posición de brazos arriba, sin detenerse se bajan lentamente por los lados del cuerpo hasta dejarlos colgando en su posición original. Al empezar a bajar los brazos se exhala lentamente por la boca, labios ligeramente entreabiertos para evitar exhalar de un tirón, hasta que se vacíen los pulmones de aire al tocar las palmas la parte externa de los muslos.

Se repite este ejercicio cinco veces.

NUESTRO FÚTBOL:   Los muñecos parlantes de Televi$a que narran el fútbol, argumentan que los extranjeros que vienen a jugar a México no son mejores que muchos jóvenes mexicanos. No deberían traer tanto jugador extranjero los dueños de equipos aztecas, dicen los televisos. A ellos se unen muchos jugadores y técnicos mexicanos, claro, aduciendo que aquí hay jugadores y técnicos mejores que la mayoría de argentinos y brasileños militando actualmente en equipos nacionales.

Sin embargo, los equipos de Televi$a son de los que mayor número de extranjeros tienen. Y es que lo que ignoran los títeres parlantes defensores de los jugadores mexicanos, es que se importan jugadores y técnicos no porque sean mejores que los locales, sino para darle variación y más atractivo al espectáculo. El fútbol, como los toros o el tenis, es un espectáculo de competencia, de manera que se necesitan extranjeros para despertar el interés del público.

Así pues, la próxima vez que los televisos empiecen con su cantinela, mejor ríase y ponga oídos sordos a sus irracionales lamentos.

EL TERCER OJO MILITAR:   "Asesinan soldados en Guerrero a un niño de 13 años.'' Esa noticia no sorprendió a nadie. La ciudadanía, mal educada sobre sus derechos civiles, ha permitido la prepotencia del Ejército y su despliegue de fuerza entre la población con el pretexto del narco, del tráfico de armas, de sublevaciones, y demás.

En una república de verdad, el ejército debe estar encuartelado y las fuerzas civiles del orden protegiendo a la población, pero en México siempre han tenido las Fuerzas Armadas un poder desmedido sobre la ciudadanía. Es el mejor método para mantener inamovible en el poder gubernamental a los judíos gachupines. Y el pueblo que se aguante, para eso está mal educado por el magisterio chafa que sufrimos. Tienen tanto poder los gobernantes, que la única salida del pueblo es la rebelión, pero sería aplastada por soldados pagados por los mismos ciudadanos. Bien armado a salud de los impuestos, el ejército es el encargado de mantener a los ciudadanos de rodillas.

Pero volvamos al asunto del niño baleado. El ejército sostuvo al día siguiente, que la muerte del adolescente había sido un accidente. Pero después de herirlo, los soldados impidieron que el victimado recibiera ayuda médica civil, dejándolo morir ante la desesperación de sus padres y hasta de autoridades civiles del lugar. Bendito país este, que permite tal barbaridad. Bien dijo algún generalete mexicano, ``Como México no hay dos.'' Las autoridades mexicanas son más brutales que la delincuencia.

Pagarán su sumisión los ciudadanos que no hablan mientras otros son los vejados. Algunos están dejando el país, y otros andan armados en la calle como en Israel y Africa, lugares sin ley. Eso querían, ¿no?

PRINCIPIO DE DINERO:   "Aumenta el número de negocios chicos que cierran." Triste noticia ésa, pero de esperarse. Al madurar la crisis económica nacional, los negocitos son los primeros en cerrar.

Por si fuera poco, Hacienda es voraz y el gobierno se gasta la plata como si no hubiera mañana, pero no saben controlar la inflación, mucho menos incrementan créditos a negociantes. Para esto se ocupa talento y no autoritarismo, mas los gobernantes andan escasos de lo primero y sobrados de lo segundo.

Si usted tiene lo que Hacienda denomina "pequeña empresa," de seguro tiene problemas para exprimir más ganancias a su negocio, ya que su capital será insuficiente. Y sin capital, no se puede comprar mucho y al contado para obtener grandes descuentos del distribuidor. Eso sin contar con el problema de tener que almacenar el producto si éste es mucho. Mientras el gobierno da jugosas concesiones a un reducido número de amigotes -en comunicaciones, banca, contratos con el gobierno, monopolios, etcétera-, y empuja al resto de negociantes a convertir México no en un país de tendajones, sino de vendedores callejeros.

Afortunadamente, cuando los tiempos se ponen más difíciles surge algún medio de escape providencial. Sólo hay que pensar para hallar la solución. Y si este gobierno no ayuda, pues habrá que ver cómo le hacen otros gobiernos. Así que veamos algunos principios chinos de dinero. Ya sabrá usted que como comerciantes no tienen rival los chinos. Además, estas tácticas son fáciles de entender y poner en práctica, y el límite de su uso lo pone usted.

A ver. Primero que nada, trate a sus clientes como si fueran sus mejores amigos, pues lo son. Los clientes habituales deben ser considerados más valiosos que el propio dinero y nunca hay que permitir que un cliente insatisfecho salga por la puerta del negocio, de otra manera sus amigos y familiares nunca regresarán a hacerle consumo.

Tenga contentos a sus clientes, pero ni se le ocurra fiarles, pues se expone a la bancarrota si no le pagan a tiempo. Un negocio chico no se puede dar el lujo de fiar o se descapitaliza, y un negocio sin capital es como un ejército sin municiones.

Como es difícil obtener préstamos, una fuente de capital para vitalizar su negocio puede ser el distribuidor del producto que más se venda en su negocio: la leche, cervezas, etcétera. Pídale un préstamo fuerte a largo plazo y sin intereses a cambió de mantener su producto en el ojo de los clientes o de venderlo en exclusividad en su negocio.

Luego, todos los días hay que hacer un inventario mental de la mercancía: lo que hay, lo que se necesita, y lo que sobra porque no se vende. Hay que eliminar secciones, productos o empleados que sean innecesarios para mantener el negocio a flote. Y si las ventas bajan, ni se le ocurra cerrar y buscar empleo pues cada vez hay menos trabajo. La cosa es la revés: Los asalariados deberían convertirse en comerciantes si es que quieren llegar al nuevo siglo comiendo tres veces al día. O dos, al menos.

Además, hoy día el trabajador enriquece al patrón pero recibe un mísero salario que ni para comer alcanza. Mejor agarrar el toro por los cuernos autoempleándose para cuando menos evitar el riesgo del despido. Recuerde: En tiempos de recesión autoemplearse es lo mejor. Un principio chino dice, ``Nadie, mejor que yo mismo, me dará un trabajo superior.''

Para hacer fortuna hay que recordar que no es bueno trabajar para otros. Y si más no hay, no le de pena convertirse en negociante ambulante, que peor es no tener pan en la mesa. Para esto lo mismo da empezar con cien pesos que con cien mil. El secreto aquí está en ver lo que hace falta a su alrededor, y suplirlo. En todas partes hace falta algo y el comerciante listo lo pone al alcance de los clientes dispuestos a pagar. Si son productos de primera necesidad, mejor, pues todo mundo tiene que comer, vestir y tener casa. Hasta vendiendo pan en una charola es buen negocio si pone usted el producto frequecito y a las puertas de los que no tienen manera de ir al súper. Para esto no hace falta abrir negocio ni tener mucho dinero, sólo creatividad y ganas de trabajar. Si los clientes ni pueden venir a usted, usted vaya a ellos.

Una vez que encuentre la manera de vender un producto regularmente y que las ganancias empiecen a fluir, el secreto está en ahorrar la mitad de éstas, y vivir y reinvertir de lo que sobre. Con el tiempo podrá abrir un negocito dónde los clientes vengan a usted en vez de ir a buscarlos.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 1998, Francisco J. Vargas