En esta vida hay que pensar en grande. Cualquiera puede ser tan eminente como el hombre más poderoso de la Historia siempre y cuando haga un esfuerzo extra para lograrlo. Al fin que toma el mismo esfuerzo ser el más fuerte, o el más débil.
Algunas veces ya se tiene a mano lo deseado pero si su mente está desordenada no verá lo obvio.
Hay personas ambiciosas de poder que necesitan un ejército para llevar a cabo sus planes, pero si se dejan llevar por el pesimismo creerán que únicamente los gobiernos pueden darse ese lujo y se darán por vencidos de empezar la empresa.
Sin embargo, nada impide a persona o grupo hacer su propio ejército. Nótese que el gobierno es puntilloso cuando civiles portan armas de "uso exclusivo del Ejército" (vivillos los militares, ¿eh?) pero no lo es sobre la formación de ejércitos particulares, razón por lo cual hay demasiados grupos paramilitares en México.
La Matanza de Acteal y otras parecidas han sido perpetradas precisamente por ejércitos particulares al servicio de terratenientes y otros grupos poderosos aliados al poder político que domina México.
Nada impide tampoco a los indígenas hacer su propio ejército y voltear el chirrión por el palito a sus verdugos dedicándose a cazar paramilitares. En eso de dar y recibir balazos las heridas les duelen igual a sardos que a rebecos. Como es arriba es abajo. Si no lo han hecho es porque no quieren.
Los soldados irregulares son un ejemplo de como el que quiera se carcajea de toda prohibición gubernamental sobre armamento. Además ellos tienen de su lado el poderoso factor moral de ejecutar la retribución por crímenes cometidos contra el pueblo.
Es evidente pues que quien necesite un ejército puede hacerlo si cuenta con dinero suficiente, por eso existen en toda Latinoamérica ejércitos de guardaespaldas al servicio de intereses privados.
Los narcotraficantes también emplean ejércitos privados para su protección personal pero no han sabido usarlos apropiadamente y terminan siendo arrestados como cualquier Chucky. Cuentan con gente y armamento suficiente para ser grupos respetados por las autoridades pero carecen de la estrategia necesaria para usar esa fuerza. Desconocen los principios básicos sobre la administración de fuerzas armadas tales como alianzas, logística, y demás factores indispensables en el manejo de grandes grupos armados.
Igualmente, los sindicatos son ejércitos pero sin armas. Los líderes sindicales mexicanos no han sabido explotar la fuerza de los números más que para beneficio personal y por eso esos grupos son fácilmente anulados por las fuerzas empresariales y por el gobierno.
El sector de negocios emplea, por otra parte, más guardias de seguridad que cuicos hay en las corporaciones policíacas. Esto aterroriza al Ejército y les prohíben a los guardias usar armas pesadas pues podrían utilizarlas contra el mismo Ejército.
Aún así, con inteligencia todo se puede hacer y el principio aplica en todas las facetas de la vida: lo que le falte, sea lo que sea, consígalo. Si quiere un título profesional, búsquelo. Si desea un buen trabajo en el gobierno y no hay de otra, cómprelo. Si otro hombre tiene un mujer bonita, no pierda el tiempo admirándola, váyase por la suya.
Y así con todo, pues nadie tiene el monopolio de nada. La legalidad es otra cosa, pero en emergencias y cuando se tiene la razón hay que atreverse, de otra manera nunca se hace nada en la vida.
PARA MORIRSE DE RISA: Los ingleses presumen de haber inventado y practicar el "fair play (juego limpio)" en todos los órdenes de la vida, incluido el fútbol.
Se callan que el fair play aplica cuando a ellos les conviene. Si se ven perdidos o sospechan que nadie los ve, se olvidan del juego limpio y son tan sucios como el que más, o peor.
La Inglaterra de hoy es considerada una nación ejemplar en eso de la Ley y el Orden y a su servicio tiene los servicios mediaticos - prensa, cine, televisión y radio - de todo el mundo para difundir esa imagen en la mente de los nacos tercermundistas.
La verdad es que hasta no hace mucho, esos refinados caballeros ingleses que las películas nos venden como parangones de civilización eran traficantes de esclavos que colonizaron brutalmente América, India, y Africa, empeñándose en exterminar a los nativos.
Los descendientes de esos viles negreros dicen que no son culpables de los crímenes de sus ancestros (igual dicen en España y Francia cuándo de las masacres de indios se trata) pero se benefician de las fortunas que a través de actos abominables acumularon sus ancestros.
Los ingleses (que como todos los blancos creen que la suya es la ``raza suprema) son militaristas y crueles: a los indios americanos que no pudieron diezmar infectándolos con la viruela, infección que iba oculta en mantas que les regalaban a los nativos, los hicieron adictos al alcohol. Los españoles hicieron los mismo con la indiada que les tocó en la lotería de la Conquista. Por eso hay tanto indígena borracho desde Canadá hasta la Patagonia.
Pero dónde ya nos hartaron los ingleses a la tribuna con su pinche fair play es en el fútbol. Cada que pueden escriben diatribas acerca de lo "inmoral" de aquel gol de Maradona que los dejó fuera del mundial en México - el de "la mano de Dios." No hay evento deportivo en el que los ingleses no muelan con eso, tildando al suramericano de "sucio."
Pero mientras manipulan a la gente contra el argentino, los isleños se guardan muy bien de mencionar el mundial de Inglaterra dónde un gol ilegal - que les "regaló" el árbitro - les dio injusta victoria sobre Alemania y por ende el campeonato mundial. Por supuesto que ese árbitro no es sucio, pues favoreció a los ingleses. Igualmente se hicieron los ciegos cuando el chico Owen fingió un penal durante el reciente mundial en Francia. En vez de gritarle "sucio," como lo hacen con otros, nadie dijo nada en los medios ingleses.
O sea, lo que los ingleses hagan ilegalmente está bien hecho, pero no lo que hagan otros. Eso es el mentado fair play británico. Y de pilón se autollaman ``los mejores jugadores del mundo.'' Hasta ciegos son.
Por eso es curioso que algunos comentaristas mexicanos de fútbol orgullosamente se declaren anglófilos. Allá ellos, pero guárdense la chuletada de que Inglaterra es un país con ética admirable.
COMO MÉXICO NO HAY DOS: La maldita avaricia hace que hasta los priístas más nacos se pongan a pensar. Proponen algunos diputados la legalización del juego de azar en México dizque para balancear las pérdidas de dinero sufridas con la caída de los precios del petróleo.
En otras palabras, no basta que el PRI haya hecho de México un país de borrachos, braceros ilegales y vendedores callejeros: ahora quieren endilgarnos el vicio del juego. Todo para que los gobernantes y sus familias continúen con el mismo tren de vida al que los tenemos malacostumbrados.
A esos políticos lelos habrá que recordarles que los juegos de azar se prohibieron en México hace unas décadas precisamente porque traen aparejados a criminales de la peor calaña y además destrozan la economía y estabilidad de las familias.
Alegan los priístas que así habría más trabajos y menos casinos clandestinos: pero si hay juegos clandestinos entonces ya hay quien trabaja en ellos. También arguyen que así pagarían los jugadores impuestos a Hacienda. Pues si a ésas vamos entonces que se legalice el narcotráfico, la prostitución, el contrabando de fayuca y todo lo prohibido, pues tampoco pagan impuestos a Hacienda.
Será mejor que los priístas digan la verdad: andan hambreados de dinero y les vale madre como se lo agencian. Ese partido político es ya un asqueroso nido de ratas y sinvergüenzas: no contentos con el robo al tesoro nacional para rescatar a los banqueros van a aplicar un 7% a los alimentos y a los medicamentos para que paguemos nosotros lo que otros se robaron.
Hay que echarlos del poder a patadas en el trasero y cuanto antes.
#2: Zedillo está confundido con lo de Chiapas, pues ahora repite como perico la infantil tesis de Gurría: alega que no hay guerra en Chiapas.
Si no hay guerra en Chiapas, ¿qué hacen tantos soldados ahí? ¿Por qué se pide en Chiapas trato para beligerantes uniformados capturados de acuerdo a las leyes internacionales? ¿Para qué pide entonces Labastida que los zapatistas depongan las armas? ¿Por qué entonces busca el Gobierno el "dialogo para la paz" con Marcos?
El presidente hace viajes a Chiapas para hablar de solucionar un conflicto armado y ya ahí niega tal guerra y exige que "los que escriben deben entender esto." Bueno. Entonces dígales a los parientes de los soldados y guerrilleros muertos en combate que éstos bailaban un tango cuando cayeron abatidos a tiros. Marcos fue quién declaró la guerra al Estado y hasta dónde yo se el guerrillero no se ha rendido.
Con razón no puede solucionar Zedillo ese problema. Torciendo las palabras quiere cambiar la situación, ignorando que rebeliones no detenidas a tiempo envolverán eventualmente al país entero. Quizás por eso México se le está yendo lentamente de las manos al PRI.
Es altamente preocupante que Zedillo, jefe supremo de las Fuerzas Armadas, no haya captado a estas alturas el significado de los conceptos Guerra y Paz. Evidentemente no tiene la menor idea de como revertir desastres militares en victorias y fracasos en éxitos.
Y todo su Gabinete, civil y militar está igual de desinformado. Necesitan en Los Pinos, de urgencia, un curso intensivo sobre los principios básicos de la guerra. Pero de principios reales, no de folletines traducidos del inglés. Y asegúrense que sus maestros no sean incompetentes oficiales del Ejército nacional posgraduados en USA o Israel, porque va a salir peor el remedio.
CUCHILLITO DE PALO: El clero mexicano es el proverbial cuchillo de palo: no corta, pero como.....muele.
Hace días un soberbio obispo se dio el lujo de insultar a Zedillo a través de los periódicos y el presidente ni pestañeó, dándonos la razón a quiénes pensamos que Roma lo tiene azorado. Lo peor es que Gobernación soslaya que un cura aún si es nacido en México es extranjero pues le debe lealtad al Papa romano, no al presidente del país dónde ejerce su religión.
Y el embajador del Vaticano en México, el astuto hispano Mullor, observa cuidadosamente la dirección en la que sopla el viento. Asoma las orejas nomás para echar leña al fuego, aparentemente como parte de la estrategia católica para afianzarse en el poder civil.
Y ahora que el debate sobre la despenalización del aborto se está calentando los curas empiezan a levantar fuerte la voz contra funcionarios mexicanos que ni pertenecen al PAN, ni los asusta el clero. Y es que para el insulto son unas chuchas los curas.
Lo irónico es que la Iglesia, tradicionalmente insensible a la destrucción de vidas humanas, se atreve a decir que el aborto es asesinato. Raro que los curas se declaren compasivos con los aún no nacidos y en cambio no les importen los vivos.
En realidad decidir la legalidad del aborto compete únicamente al gobierno, pues los mexicanos no estamos gobernados desde Roma. ¿O si?
Un cardenal se atrevió a llamar "persona sin moral" al secretario de Salud Pública por pedir éste un debate público sobre el tema del aborto, cuando se pueden escribir volúmenes precisamente sobre la falta de moral de la Iglesia.
!Con que facilidad insultan los curas que deben ser humildes, y qué asombroso ver a un cura regañar a un alto funcionario!
Dicen que el tal cardenal estaba enojado porque los padres de dos niños querian bautizarlos, según el cura, "con nombres extranjeros," lo cual resolvió bautizándolos como Juan y María.
Pues para empezar, la religión católica es extranjera en México. Todos los nombres bíblicos son extranjeros para nosotros, incluidos los de Jesús, María y José. Además, ¿qué diablos le importa a un cura con qué nombre quieran bautizar los padres a sus hijos? Bueno, pues ni eso se puede hacer ya en México.
¿Y Gobernación? Bien, cazando moscas.
A ese paso los obispos van a llegar al extremo de los talibanes de Afganistán, que con la excusa de obedecer el Corán prohíben que las mujeres vayan en público sin velo y que estudien en la universidad, todo esto avalado por los bárbaros de la ONU.
En México el abuso de poder eclesiástico metiéndose en asuntos de competencia única al gobierno se da con el beneplácito de autoridades incapaces de meter en cintura a los curas.
Para qué los curas hablen con verdadero conocimiento de causa sobre el problema del aborto primero tendrían que parir. De otra manera discuten algo sobre lo que tienen opinión pero no conocimiento, costumbre por demás muy católica.
Pero es que en cuestiones del aborto todos hablan del efecto (el feto), pero no de la causa (el pene). ¿Por qué mejor no proponen los curas que les corten la titolina a los hombres? Empezando por los curas, desde luego, pues dicen no necesitarla ya que ellos son ``castos.''
Así que despenalicen el aborto cuanto antes y acaben de una vez por todas con ese sainete público que no tiene justificación alguna. Y si los católicos (o quien sea) no quieren aceptar el aborto legalizado, pues muy su gusto respetemos su derecho a parir como conejos si así lo desean. Pero los demás no tenemos por que ser sometidos a los caprichos de Roma.
Y Zedillo deberia exigir a Mullor que ponga orden entre sus huestes de buscapleitos con sotana. Pero sobre todo, debería mandar traer "en cantarito" al curita que lo insultó para que sienta en su propio pellejo la majestad de la Presidencia. No vaya a ser que se le vuelva costumbre al clero irse de la lengua contra el gobierno pensando que pueden insultar sin consecuencias.
Un cura, entiéndase, no es un ciudadano. No les demos pues derechos civiles a los que ellos mismos han renunciado al aceptar al Papa como su
líder y a Roma como su patria.
El Presidente de México gobierna sobre toda la gente en el país, incluyendo a los curas. Por eso el Ejército y la Policía pueden entrar a cualquier templo cuando así lo deseen, pero los curas no pueden entrar a Los Pinos cuando se les antoje.
A ver quien explica esto a los curas, porque Gobernación no puede.
METAFÍSICA: La nueva y extraña puntada de los psicólogos mexicanos de la radio es decirle al público que no hagan rituales. Según ellos el hacer rituales es sinónimo de falta de confianza en sí mismo y de temor a la vida.
Pues los mismos argumentos se pueden usar para decirle a los automovilistas que no utilicen el cinturón de seguridad al manejar.
Estos cuates nos quieren hacer creer que el huevo es cuadrado.
La verdad es que los rituales son precisamente para enfrentar situaciones desagradables en la vida. Esto no tiene nada que ver con la desconfianza en sí mismo. Al contrario, estaremos seguros que al hacer rituales el perjudicado será quien intente atacarnos.
Así que no haga caso a dizque sabiondos que en realidad poco tienen en sus cabecitas: la mejor protección será siempre el hacerse un ritualito chino de vez en cuando para que las divinidades mantengan a nuestros enemigos a raya.
Es más, los que desaniman a la gente sobre los rituales chinos lo hacen para después quedarse ellos solitos haciéndolos.
* Master, Estrategia Militar China
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