 Col #74
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Noticias procedentes de los USA nos dicen que rancheros americanos disparan y dan muerte a ilegales mexicanos en la frontera norte.
Los asesinatos, si son ciertos, suceden porque quiénes cruzan ilegalmente la frontera lo hacen de noche y corriendo para llegar a las carreteras que los llevarían al interior del país. En su desesperación, los intrusos necesariamente invaden propiedad privada y por eso los balean.
Las autoridades de ambos lados de la frontera nada pueden hacer ante esta situación porque la ley está del lado de los rancheros. En cuanto a la legalidad se refiere, entonces, las muertes de los paisas no tienen remedio.
(Es más, para empezar, el cruce ilegal de mojados viola la soberanía de los USA y hasta los guardias fronterizos pueden escabecharse a cuanto mojado atraviese la línea a la brava. Una frontera no es cosa de juego y si el gobierno mexicano no lo quiere entender así, eso es cosa aparte.)
Lo curioso es que ilegales cruzando la frontera norte siempre los hubo, los hay y los habrá. Sin embargo antes no los mataban como animales salvajes. ¿Por qué tanta violencia contra ellos ahora?
La explicación que se me ocurre es la siguiente.
De acuerdo a la filosofía china, el hombre es de naturaleza animal. Sus actos están dominados primordialmente por emociones (rabia, risa....), y deseos (dinero, sexo...) Si su conciencia no le prohíbe matar, acabará con la vida de otros sin compasión, como vemos que hacen los delincuentes, los soldados y los policías mexicanos. Y de otras partes. Y los rancheros.
El carácter de cada persona está regido entonces por sus buenos o malos sentimientos. Aunque nadie es totalmente bueno (hasta los santos apalean gente cuando se enojan), ni totalmente malo (hasta los genocidas aman a sus hijos), sus acciones y fisonomía indican si en general es buena o mala persona.
Y lo que vemos hoy día es que la naturaleza de las personas está cambiando para mal y peor, lo que colorea los eventos violentos que presenciamos.
Debido al incremento actual en la maldad humana, cada vez hay mayores genocidios, guerras y asesinatos. La violencia contra los débiles la ejercen lo mismo delincuentes callejeros que gobernantes. Sin olvidar a los vaticanos, que por hacerse de poder religioso solapan gobernantes asesinos y ladrones. En nombre del Cielo.
En la historia de la humanidad siempre hubo periodos negros como el actual, y así será en el futuro. Los periodos de crueldad son largos y seguidos por periodos de paz muy cortos. Estudiar y entender el porqué de las acciones de la gente no es pues una ciencia exacta, ya que el hombre no se apega a reglas de conducta definitivas.
En todo caso el presente es especial porque la civilización aumenta y el conocimiento en manos del hombre es extenso, de manera que ya no se puede depender de nada ni nadie pues la gente se volvió más egoísta para poder sobrevivir.
En otras palabras, la carrera por ``la excelencia'' está acabando con los débiles.
Al igual que la gente, el carácter de los países también cambió y empeoró, así que ya no es posible ni depender de tratados internacionales. La imagen que tiene un país está entonces determinada por la naturaleza de sus gobernantes. Si éstos son malignos, sus cuates también lo serán, en detrimento de la población en general.
Eso explicaría sainetes como el de la operación Casablanca. También el sainete que andan haciendo las autoridades mexicanas con las narcotumbas en Ciudad Juárez. En este incidente internacional los funcionarios y el presidente mexicanos inclinan solícitamente la cerviz ante la intromisión extranjera. (Qué pena ver al Procurador General, ``George'' Madrazo Cuéllar, caminar sumiso como perrito al lado del altivo jefe del FBI, atento a las palabras del altivo jefe policíaco gringo, ¡en territorio mexicano! Madrazo nos insulta constantemente con sus abusos jurídicos y arrogante verborrea, pero ante los americanos solito se baja los chones.) Se explica asi también el robo del Fobaproa, el del rescate carretero, los impuestos altos, los nulos servicios públicos, la represión militar, las pensiones de Nafin. Y Pemex.
(A propósito de Nafin, con tal de proteger a Gurría de investigaciones que lo incomoden, el gobierno - por ahí se le ven las orejas a Zedillo - declaró la información de las pensiones a funcionarios ``secreto de Estado,'' para que no incomoden más a Gurría.)
El ser humano, pues, está hecho un crucigrama de intenciones malignas que ni nosotros mismos podemos anticipar. Por eso mismo hasta los que no nos conocen nos pegan. Está de moda en el mundo, por ejemplo, maltratar mexicanos. Para el resto de la humanidad decir México es sinónimo de mierda. Gracias a los ladinos del PRI.
Vea usted películas francesas y en ellas nos tratan de imbéciles. Igual en las películas americanas, españolas e italianas, por citar ejemplos. En los USA hay asesinatos raciales donde locos y policías matan impunemente a mexicanos movidos por el odio a nosotros generado en las películas de Hollywood.
Y aquí en México nada es diferente. Los ladinos exterminan a cuanto indio pueden con tal de quedarse con sus tierras ante la completa indiferencia de curas, autoridades y ``juristas.'' Además, la educación pública que ofrecen los ladinos es inservible al indígena pues jamás lo dejarán que alcance puestos gubernamentales de importancia.
O dígame usted, ¿cuál indio mexicano está en el gabinete presidencial? Más rápido llegan los mexicanos no ladinos a puestos de gobierno en los USA, que en su propio país.
De ese pelo andamos por aquí.
Por eso hoy día la vida es como una rueda que no sabemos a dónde nos lleva. Eso quiere decir que éstos son tiempos para ponerse listo y abrir bien los ojos, so pena de acabar asesinado a media calle como perro, ni más ni menos. Hay que tratar de ser conductor, no rueda. Hay que hacer rituales chinos para mantener a los amigos y enemigos a raya.
Quién no sepa estrategia y rituales para defenderse, está jugando con su propia vida pues la muerte ronda como zopilote hambriento. Recordemos que hoy día hasta los curas piden la pena de muerte al tiempo que pretenden asustarse con el aborto.
La vida ya no vale lo que valía antes, que era nada.
PARA MORIRSE DE RISA: Dijo el Ratón Vaquero (Fox) qué él no va a corretear a ningún priísta ladrón.
Afirmó Fox, ``No seré yo, si llego a presidente, quien traiga al `orejón' de Carlos Salinas (enanin expresidente priísta que goza su cuantiosa y malhabida fortuna en el exilio) para juzgarlo. Mi gobierno jamás perseguiría el pasado. No sería gobierno de vendetas ni de cacería de brujas.''
¡No'mbre! ¿Si?
Y entonces, ¿para qué demonios querríamos a Fox de presidente?
Porque para presidentes alcahuetes de funcionarios ladrones priístas ya están ahí los del tricolor. Es más, sabemos de buena fuente (puritita experiencia, pues) que Labastida no perseguirá a ningún priísta ladrón de esta administración ni de la próxima.
Para hacer y alcahuetear las mismas tranzas, mejor que se quede Fox en su casa y les deje el campo libre a los pillos profesionales del PRI. Más vale malo por conocido...
#2. "Ni la guerrilla, ni el narcotráfico, ni la delincuencia pondrán en peligro al sistema político," dijo muy serio el subsecretario Tello, de Seguridad Pública.
En otras palabras, los funcionarios priístas-panistas-perredistas piensan seguir robando a manos llenas aunque les rompan las ventanas a tiros.
#3. Los ingleses necesitan, de verdad, que alguien les revise la de pensar. Mire que en reciente encuesta nombraron a Margaret Thatcher, la dama de hierro ex primera ministra británica, como una de las figuras más eróticas del milenio, ¡muy por encima de Brigitte Bardot! (La buenota, no el ballenon amante de animales actual).
Ni cuando fue joven se veía la Thatcher como para tomar por asalto murallas por ella, mucho menos considerarla en su madurez mujer erótica del milenio. Esa mujer más bien se veía, y se ve, capaz de ponerse uniforme militar masculino (o hasta en pelotas) y arrancarse espada en mano a conquistar países montada en brioso cuaco inglés, de esos matalotes grandotes y gordos.
Pero la tal encuesta revela el por qué, según las noticias, la aristocracia inglesa masculina gusta de que mujeres sádicas les azoten las nalgas al aire con rígido fuete de montar. Se necesita ser masoquista para ver algo remotamente erótico en la feroz y malencarada baronesa de acero.
A mí más bien me parece que la vision desnuda de esa fantasmalmente blanquecina y fría mujer sería la receta más segura para causarle impotencia permanente a hombres de elegantes maneras sexuales (como yo), que preferimos compañeras de cama con dulce carácter y suave piel.
CUCHILLITO DE PALO: El jugoso negocito de la canonización de Juan Diego no acaba por cuajarles a los curas mexicanos.
Mientras el cardenal Rivera puja y suda la gota gorda para apurar el proceso de canonización de Juan Diego, con la complicidad de el propio Popis, el ex-abad de la Basílica de Guadalupe, Schulenburg, sigue necio en moverles la lanchita a los vaticanos.
Afirma el anciano monseñor qué el teatrito montado para llevar al indígena mexicano a los altares es un invento sin bases históricas y con fines mercenarios que se inventó el que también fuera abad y arzobispo primado, Corrípio Ahumada.
Tomemos en cuenta que Schulenburg sabe mucho del negocio religioso, pues fue abad de 1963 a 1996. Y ahora es abad emérito.
Schulenburg sabe, como sabemos los que no somos fanaticos religiosos ni interesados ladinos, que el culto guadalupano se lo sacaron de la manga los curas para quitarles a los indios una deidad femenina nativa que los antiguos ya adoraban en el Tepeyac. Los astrólogos mexicanos habían escogido ese cerro, mucho antes de la llegada de los gachupines, para adorar una divinidad local porque el cerro está situado en un lugar altamente esotérico, más o menos como los lugares dónde se erigieron pirámides. Y es tan esotérico el sitio que la indiada aún acude al lugar aunque sea para adorar a la Virgen.
Por eso los frailes españoles se inventaron la aparición de la Virgen a un indio, para suplantar una creencia religiosa con otra. Pero no hay evidencias de tal ``aparición,'' excepto la declaración interesada de el fraile Bernardino de Sahagún, quien fue el que armó el circo original. Hasta existe en récords el nombre del indio que en realidad pintó a la Virgen en la tilma.
Pero ahora los curas dicen que la opinión del ex-abad no es válida porque es una sola opinión y que ``una golondrina no hace verano.'' Pues la golondrina-mentira de Sahagún (una sola opinion) hizo hasta las Cuatro Estaciones.
Asi que para aguarles el perverso show de la falsa canonización a Rivera y a los avariciosos vaticanos, Schulenburg advirtió por medio de carta que entregó personalmente en la Santa Sede, que si no abandonan su intento de fraude religioso hará pública otra candente carta abajo-firmada por muchos otros curas. En este último y hasta ahorita secreto documento, los religiosos firmantes parece que afirman qué nunca hubo el mentado milagro del pictórico ayate en el Tepeyac.
Según los disidentes, pues, nunca ``se le apareció'' la Virgen a Juan Diego.
El movimiento de protesta de los curas rebeldes desconociendo ``el milagro guadalupano'' va en serio. Tienen en sus manos testimonios a su favor nada menos que del ex-nuncio en México, Prigione.
Además, uno de los firmantes es el archivista de la propia Basílica, que algo sabrá de los récords históricos que ``hallaron'' los promotores del cuento, digo de la canonización. Afirman los descontentos curas que a pesar de la protesta de los demás cabildos de la Basílica, únicamente con la anuencia de dos de ellos se echó a andar el circo.
La lumbrera se avivó hace unas semanas porque el cardenal Darío Castrillón (prefecto de la Sagrada Congregación), se soltó la greña durante una misa en la Basílica diciendo que ``En la Iglesia nadie duda que Juan Diego fue emisario de María Santísima.''
Ante declaración tan absurda, Schulenburg sintió que le jalaban los pelos del... sobaco, y ahora vuelve a la carga asegurando a los cuatro vientos que Corrípio Ahumada perversamente diseñó su caso sobre bases dudosas. Todo con el fin, dice el charro negro, de santificar a un Juan Diego para que genere muchísimos milloncejos de dólares extras a la Iglesia. Y a sus representantes en la Tierra, of course, santos curas que todo lo atan o desatan según sea el billete.
La furiosa protesta del ex-abad momentáneamente hizo tragar saliva a uno que otro vaticano en Roma. Pero al final le dieron luz verde a la Causa de Canonización porque el cardenal Rivera se arrancó inmediatamente atrás de Schulenburg. Llegó quemando llanta al Vaticano y durante semana y media explicó a los cardenales que la santificación del indio mexicano no sólo aplacaría a la muy inquieta indiada, sino que produciría más cash (para usar el lenguaje de Zedillo), que un pozo de petróleo. Esto es, San Juan Diego traería su torta bajo el brazo en forma de limosnas y también en privilegios de agradecimiento otorgados a la Iglesia por los priístas-panistas-perredistas en pago por distraerles al populacho. Sobre todo en año de elección para nuevo presidente.
Poderoso caballero es don Dinero, ¿eh? Los números hablan, dice la chusma. Y los cardenales romanos, alborozados con las optimistas cuentas del arzobispo Rivera, hicieron a un lado rudamente las objeciones de Schulenburg. Utilizaron para ello a La Comisión de Historiadores.
Los curas historiadores descalificaron raudos a Schulenburg, aventándole a la cara el hecho de que no tiene los títulos religiosos necesarios para refutar la canonización (la verdad no le es suficiente a los curas mañosos). Dicen los muy taimados qué el monseñor ``no tiene récords de ser intelectual, ni tiene publicaciones de rigor científico de índole histórica en general, ni respecto al acontecimiento guadalupano en particular.''
En esa infalible Iglesia con el monopolio de la Verdad, para canonizar sin sustento histórico solamente están los teólogos. Si se tienen los títulos requeridos para las firmas de rigor, entonces no importa que se cometa fraude religioso. Pos' qué chingones.
Agregan los colmilludos historiadores que Schulenburg no actúa movido por el amor a la Iglesia y a la verdad. Que su actitud y manera de presentar las cosas han estado lejos de la verdad. De otra manera, dicen, ``¿cómo es qué vivió y vive a expensas de la Basílica?''
Pero es que así viven toditos los curas, de explotar la credulidad y la ignorancia de la mexicanada. ¿A poco no saben eso los historiadores? Precisamente por eso son necesarios los milagritos y los santos católicos. En esta religión poco menos que inútil donde los santos sólo piden y nada dan a los creyentes. Al menos dinero no dan, lo piden.
En la Iglesia no importa la realidad, sino lo que monetariamente conviene a los intrigantes cardenales-eunucos romanos. Y ``mexicanos.''
Además, dicen destilando rabia los charros negros, el ex-abad es un buscapleitos confeso. En 1996 dio una entrevista a la prensa italiana diciéndoles que no hay evidencia creíble de que Juan Diego existió. Por tal ``herejía'' le dieron los curas un patín en el culo y lo retiraron a sus dos lujosas mansiones, no sin antes conminarlo al arrepentimiento so pena de que el Diablo se lo lleve arrastrando de los pelos de las patillas. Con tal amenaza evitaron que el ruquito ensotanado se fuera más de la lengua.
Ciertamente Schulenburg vive sus últimos días u horas retirado en México, rodeado y gozando de toda clase de lujos materiales, pero parece que todavía dará mucho de que hablar en los próximos meses. Porque no tardan los vaticanos en convertir a Juan Diego en maquinita-de-hacer-dinero, para beneplácito del ``infalible Popis'' y de Rivera, quienes dicen amar a los pobres pero que en realidad aman el oro en abundancia.
Y ni modo de culpar a los curas por tratar de hacer dinero, aunque sea ilegalmente. Después de todo, ¿a quién no le gusta el dinero? ¡Dicen que hasta al Diablo le encantan los dolarucos! Con mayor razón al Popis y tropa. Lo que cae mal es la hipocresía de los vaticanos.
Por eso, para defender los dólares, también los obispos ``mexicanos'' se le fueron encima a coces a su colega Schulenburg. Y vaya si sabe dar coces el clero. Dos mil años de experiencia en mandar gente al Infierno no es poca cosa. ¿De dónde salió ese payaso charro negro - se preguntan los biliosos curas como si no lo supieran - que aborrece el dinero que nos produciría Juan Diego cuando el mismo vive de las limosnas cual multimillonario exfuncionario priísta?
El obispo Onésimo Cepeda fue el portavoz más mordaz de la manada, afirmando que Schulenburg ``es un vejete que perdió lucidez, un octogenario caprichoso.'' Y agrega que no lo insulta más por respeto a su ancianidad, aunque Cepeda tampoco se cocería al primer hervor. No lo ataca más feo, dice Cepeda, porque dizque conoce y quiere al ex-abad. ¡Imagínese si no lo conociera ni quisiera!
Edificante la celestial dulzura de los obispos. Para ellos la única opinión válida es la de el ``perfecto'' Popis. Ahí no hay libertad de expresion. Pero alguien tendra que decirles a los curas que el Papa no es infalible, que sólo el Creador lo es.
El obispo de Tabasco, Olvera, se limitó a decir que el reza ``por el señor Schulenburg.'' Le regatea el pichicato obispo sus titulitos religiosos al viejo ex-abad. De seguro también reza para que el Diablo se lo cargue a los quintos infiernos. O a los séptimos, que estarán más calientes.
El obispo de Veracruz, por su parte, terció para afirmar que Schulenburg ``tiene dificultades para creer lo que le dice el Papa.'' (Aunque por mi parte yo creo que ése es precisamente el mérito del rebeco religioso. El Papa no es Dios aunque así se lo imagine el obispo.)
El cardenal regiomontano, Suárez Rivera, dijo que ``Schulenburg no tiene propiamente autoridad. El Papa tiene mucha visión allá (¿vivirá en el penthouse?), además de los documentos históricos para determinar la canonización.'' Pero ¿cuáles ``documentos históricos''?
Y el caponero, digo el postulador de la Causa de Juan Diego ante la Santa Sede, Sánchez Barba, dijo despectivamente que ``la carta de Schulenburg es una burla.'' Exactamente como la canonización, agregaría yo.
Es de notar que los obispos mexicanos solamente se abstienen, cuidadosamente, de llamar ``judío'' a Schulenburg. Aunque se ve que ganas no les faltan, pero de insultarlo así el Popis brincaría con botas de alpinista sobre la panza de ellos pues Schulenburg es su hermano étnico. Y los curas refunfuñan pero se aguantan pues donde hay miedo ni coraje da.
En cambio si pueden practicar los obispos aposentados en este país su predilección, que es amenazar con excomulgar. Para eso están puestísimos siempre.
El cardenal Rivera, sabiéndose protegido por el Popis, dice que el ex-abad ``hizo un juramento que ha traicionado.'' Que quién expresa un parecer distinto al de la parvada de charros negros demuestra que ya no está conforme al magisterio ordinario y que no necesita que alguien le diga ``tú estás excomulgado,'' pues el mismo está saliendose de la iglesia.
Dice Rivera que el ex-abad vivió 30 años a todo lujo y antes nada dijo. En otras palabras, ¡nadie en la Iglesia tiene derecho a cambiar de opinión! Además, vivir a todo lujo explotando al pueblo lo hacen todos los vaticanos. Si las más de ellos no quieren externar quejas es porque no le quieren poner patines a sus privilegios, no porque no haya corrupción en la Iglesia.
El obeso arzobispo Rivera - a propósito, sería bueno que los obispos se pusieran a dieta. Con tanto indio en los puros huesos por el hambre se les van a empezar a hacer cocinables los gordos curas - dice que ``Los mexicanos seguiremos venerando a la Virgen de Guadalupe y a Juan Diego. Opiniones como las del ex-abad nos lastiman, nos duelen, pero no afectan nuestra fe."
(Pero una persona es de la nacionalidad a la que presta juramento de lealtad. Y Rivera nació en México pero juró lealtad al Vaticano, así que mexicano no es. Y no lo es por su puro gusto. Es agente religioso extranjero, como lo son todos los curas en México. Eso de revolverse en la bola con nosotros es otro vil engaño de los muchos que nos recetan los curas habitualmente.)
Como se ve, la Iglesia no admite ni en laicos ni en curas desigualdad de opiniones. El negocio es primero. La Iglesia acusa a Schulenburg de ``reaccionario'' pero la institución en si es todavía más facha que el vetarro, digo el ex-abad.
Esa Iglesia de una sola voz es la Iglesia a la que piden Cuauhtémoc Cárdenas y Fox darle participación en la política mexicana. Si eso llegara a suceder, los que no gustamos de la implantación de hogueras públicas para asar vivos a los opositores de la Iglesia tendríamos que salir del país. Y nada les produciría más gozo a los curas. Pero se la van a pellizcar.
#2. Las barbaridades que la mexicanada hace, debido al lavado de cerebro religioso que sufre, son de antología. O de colección, pues.
En Oaxaca, por ejemplo, acaba de pasar un incidente digno de los mejores excesos católicos en la Edad Media.
Sucedió que la alcaldesa de un pueblito oaxaqueño (que tiene la mala fortuna de cargar con el gacho nombrecito ladino de San Martín de los Cansecos), fue encarcelada ilegalmente y casi linchada nada más porque el esposo la acusó de adulterio.
Pero la alcaldesa está separada del marido desde hace ocho años y el cuate ése andaba de astronauta en los USA. Y el que se va a La Villa pierde su silla, dicen los chamacos.
Lo malo fue que un mal día el marido regresó de sopetón a Los Cansecos y exigió que la mujer se acostara con el. Y se encontró con que las brasas del que fuera un día ardoroso sexo matrimonial ya se habían apagado. Y ni soplándoles a todo pulmón revivieron.
Además ya sabe usted que cuando la mujer dice qué no, a veces sí es no.
Así que el jarioso marido se encorajinó con el rechazo de la mujer a sus serenatas de macho en celo, y le levantó la acusación de que la sorprendió haciendo cochi-cochi con otro hombre en el interior de un vehículo. Y lo supo porque la seguía como su sombra. Y en ocho años de ausencia le sorprendió al celoso nango ver que ella se acostara con otro hombre una vez.
Y el pueblo entero, hombres y mujeres por igual, rabioso por la acusación, ardió en fervor religioso y persecutorio.
Recordando los pasajes bíblicos acerca de las adúlteras, los pueblerinos de San Martín querían apedrear a media calle a su propia alcaldesa. Nadie vio el supuesto acto sexual que el marido les describió, pero la indiada le creyó a pies juntillas al despechado. Porque en el catolicismo el hombre siempre tiene la razón pues la mujer no es más que su esclava, una pinche costilla de su regia anatomía. Dios y hombre, pues.
Gentes que usualmente no tienen tiempo para ayudarse unos a otros dejaron lo que estaban haciendo ese día y se aglomeraron frente a la dizque adúltera. La querían encuerar y apedrear en público y hasta amenazaban con matarla ``por pecadora.''
Afortunadamente alguien les hizo ver a los cristianos justicieros que no sería espectáculo público muy atrayente ése de encuerar a la madurita mujer en la calle.
Finalmente se contentaron los linchadores con encerrarla en la cárcel y quitarle las llaves del Ayuntamiento. Además la dieron de baja, en forma sumaria por supuesto, de su cargo público.
Mmmmh. La chusma tiene que haber sido azuzada de lejecitos por los curas. ¿O a poco se creé usted que la indiada se alebresta solita?
#3. Cuando de plebe yo iba al cine - antes de saber que pagaba para que las películas me hicieran más burro todavía - encontraba que los curas del pueblo calificaban casi todas las películas como ``no aptas para católicos,'' especialmente si eran películas americanas. Por ahí se escapaban las películas de monitos del racista anti-mexicano Disney, pero en cuanto a las otras en exhibición, de plano nos prohibían los vaticanos que las viéramos.
La amenaza de irnos al infierno los cinéfilos, vive dios, si desobedecíamos a la mother Iglesia, estaba latente siempre. Aunque a mí siempre me han valido madre las neurosis de los curas. Por ``siempre'' quiero decir desde que tenía siete años de edad. Más o menos.
Pero de las advertencias apocalípticas de los curas no nos librábamos los que poníamos oídos sordos a las amenazas. En fin, estábamos en el Infierno pero en vida.
Pero ahora que Hollywood necesita dominar el mercado mundial de distribución de películas para formar la mente de todos los cinéfilos nangos con un sólo patrón (el de que los judíos son genios, los blancos son los más chingones del mundo, los mexicanos de segunda somos estúpidos, a las mujeres hay que violarlas y matarlas, hay que usar armás de fuego y matar cuándo algo nos parezca mal, los policías y soldados son santos a los que hay que reverenciar, los curas son buenas gentes, y más basura de ésa), el Popis nos sale con que ``El cine es vehículo de paz que puede reconciliar enemigos.''
¡Pa'su madre! Esto después de todos los obstáculos que tuve que sortear de niño para ir al cine.
Increíblemente, el hermano Juan-Pablo-Dos nos sale ahora con que ``el cine puede favorecer un diálogo más respetuoso y fecundo entre diferentes culturas.'' O sea, la imposición de la cultura anglosajona.
Asegura el pontífice que "el arte incluye también al cine. Éste es manantial de hermandad, de diálogo, de comprensión, de solidaridad y de paz verdadera y duradera.''
Ante tal herejía me pregunto azorado, ¿de a cómo fue el billete que le deslizaron a Juan-Dos los dueños de estudios de cine?
Porque éste es el mismo pontífice que se pone histérico cuándo en Hollywood producen películas que atacan al catolicismo. O a lo peor ya se puso celoso porque el Dalai Lama es muy cuate de los mandamáses de la industria del cine gringo. Tan cuate, que poco le falta para llevarse con ellos de agarrón de nachas. O quizás Juanito-Dos teme perder influencia con sus hermanos étnicos de Hollywood si lo comparan con el casi, casi, libre-pensador monje tibetano.
Pero a mí lo que me intriga es qué pasará con las películas americanas (manantial de hermandad según el Papa) que en los pueblos mexicanos todavía prohíben los curas.
Esta iglesia empieza a hacerse pelotas solita. Ni Anticristo van a necesitar los vaticanos para desaparecerla. El dólar los va a acabar.
FISONOMÍA: Por ahí me dijeron que dizque Silvia Pinal nació en Cuba y no en Guaymas. Y que hay muchísimos más casos de ésos en el mundillo de la farándula.
¿Será?
Si verdad fuera, la Pinal al menos disimula muy bien el acentito, ¿eh?
LAS TRIBULACIONES DE CHUPAR HUESO POLÍTICO: Andan muy mal los funcionarios priístas. Alguien les habrá lanzado un hechizo, porque de repente se les están descubriendo todas sus mañas para robar. Mañas que por 75 años permanecieron en la oscuridad.
Tomemos como ejemplo las pensiones que los funcionarios ``jubilados de a mentiras'' se reparten entre ellos después de haber trabajado en el gobierno pocos años. Jubilaciones balines que pagamos nosotros.
Nacional Financiera es un ejemplo de la rapiña de los ladinos, aunque todo el gobierno está podrido y apestoso con corrupción similar. Parece que cientos de priístas se avorazaron y reciben cuantiosas pensiones no solo sin merecerlas, sino después de haber dizque trabajado por hasta menos de cinco años.
Con razón matan los priístas antes que dejar el jugoso hueso.
Gurría el de Hacienda quedará, para futuras generaciones, como ejemplo de la asquerosa rapiña gubernamental. Se llevó generosa pensión después de trabajar menos de cuatro años en Nafin, y Espinosa Villarreal, actual secretario de Turismo, se retiró de la misma institución ¡a los 40 años de edad! Tenía solamente 6 pinches años de antigüedad. Y los dos ``jubilados'' son cuatachos de Zedillo y miembros actuales del gabinete presidencial. En lugar de darles un patín en las macizas, el presidente los encubre. Imagínese el resto.
(Así que cuando Zedillo va a Televisa a decirnos sin que le preguntemos que ``Me voy a ir de la presidencia únicamente con mi sueldo," es francamente una burla al pueblo pues es tanto como decirnos que somos un atajo de pendejos crédulos).
Y lo de Nafin son robos que de alguna manera se les pueden comprobar a los priístas. Imagínese lo que se llevaron y se llevarán los pillos sin que haya huella de los dinares.
Los funcionarios ladinos son un lastre para el pueblo porque no roban razonablemente. No. Ellos roban para que cien generaciones de sus descendientes vivan a todo lujo, valiéndoles madre que la mexicanada se muera de hambre. Si tan solo robaran poquito menos, alcanzaría el dinero para que los hambreados indígenas alcanzaran para comer siquiera una vez al día. Pero no. ``Todo o nada'' es el lema de los muy cabrones.
Y para justificar su injusta jubilación, Gurría les llamó ``ignorantes'' a los diputados que lo cuestionaron al respecto. Espinosa Villarreal por su parte está más consciente de lo que hizo, y solamente dice en su defensa que dizque la oposición lo quiere ``linchar.''
El que roba lo hace porque es ladrón. Tantos posgrados en el extranjero y tan buen inglés que hablan los secretarios de gobierno ladinos, y acaban exhibidos como lo que de verdad son: Viles ladrones y de pilón incapaces funcionarios.
El que reparte se queda con la mejor parte y los funcionarios se reparten lo mejor. Al cabo que nosotros les aguantamos todo.
¿HASTA CUÁNDO LOS TOLERAREMOS? En China sentenciaron a muerte a un ciudadano que robó poco menos de noventa mil dólares de un banco. Utilizó una computadora para penetrar la red de computación de la institución, previa apertura de cuentas falsas. De esa cantidad logró hacer efectivos veinticinco mil dólares.
Y lo mandaron al paredón los jueces por robar, en efecto, al pueblo.
Por estos rumbos guadalupanos ese tipo de sentencias se nos hacen disparatadas y crueles. Nosotros ya estamos acostumbrados a que los gobernantes nos roben impunemente miles de millones de dólares cada semana.
Pero en China el robo es considerado crimen serio porque el ladrón roba a la gente, y el gobierno está para proteger al pueblo. En cambio, en México los gobernantes son ladinos y el pueblo es indígena y mestizo. Por eso el gobierno se protege a sí mismo, no al pueblo. Por eso sufrimos ladrones priístas-panistas-perredistas y no hay manera de castigarlos.
Y por eso los ladinos se oponen a la pena de muerte en México, ya que millones de ellos acabarían en el paredón si un mexicano de a deveras (no ladino, pues) llegara al trono de Los Pinos.
Pero no hay que desesperar. Todos los finales son iguales, y tarde o temprano llegará un mexicano a la presidencia. Si los ladinos llegaron al poder, es bueno recordarlo, también nosotros lo podemos hacer. ¿O a poco son ellos más listos que nosotros?
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
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Copyright © 1999, Francisco J. Vargas