Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #78: China - La Memoria De La Humanidad

La memoria del hombre es simplemente prodigiosa, capaz de archivar fácilmente en sí misma una biblioteca entera sin que su cerebro pese ni un gramo más. El conocimiento no pesa nada, así que desde la cuna a la tumba el hombre nunca deja de aprender.

Lo malo es que el hombre es un animal de conducta impredecible. Inexorablemente su instinto salvaje lo lleva a buscar con violencia su propia extinción, su autodestrucción. Cuando se desata, el hombre es capaz de comerse crudo al hombre. Y no necesariamente como los caníbales, pues reprimir y someter a otros ya es ``comérselos.'' Afortunadamente su lado espiritual lo incita a inventar y refinar artes como la música, la literatura, la religión, la filosofíía.

El ser humano pues, actúa de dos maneras. O mata, o ama.

Por eso el meollo de la civilización está en que la sociedad guíe a sus jóvenes los más lejos posible de ocupaciones en que tengan que matar. Deben aprender a valorar la vida humana. Y si hay que matar, que sea solamente en defensa propia, no por gusto. Hay que separar al hombre del animal.

De cualquier manera, es el conocimiento acumulado en la memoria del hombre lo que le permite lucirse en los dos extremos.

Los fabulosos avances científicos y tecnológicos a los que tenemos acceso son resultado del conocimiento previo y serían mucho más lentos y difííciles si el hombre no tuviera récords de sus constantes avances y retrocesos. Con el paso de los milenios el hombre ha ido acumulando tanta información, que para no olvidarla se vio obligado a desarrollar primero las historias alrededor de la hoguera, luego la memorización, después archivos hechos de cordones, y al final la escritura, uno de los más maravillosos inventos humanos. Aunque dicen en China que cuando el hombre aprendió a escribir los dioses lloraron.

El conocimiento no es exclusivo de ningún país. La calidad es otra cosa. La diferencia entre las culturas más antiguas en la Tierra es que hace siete mil años los chinos diseñaron un misterioso método de conocimiento llamado la doctrina del Tao. El taoísmo explica la naturaleza del Universo y la presencia del hombre en este mundo, su origen físico y espiritual y su destino final. El taoísmo alcanzó su nivel más brillante hace cinco mil años durante el reinado del Emperador Amarillo. Decíanle así porque en su reinado la alquimia estaba en su apogeo y los alquimistas chinos eran capaces de convertir la arcilla en oro. Precisamente se dice en círculos taoístas que la cabellera del Emperador Amarillo era de oro puro. La historia ésa es interesante pero también increíble para nosotros. Aunque ésos eran tiempos que no pueden explicarse con el conocimiento actual.

El taoísmo contiene la teoría de la relatividad. O sea, toda acción tiene su contraparte, como es arriba es abajo, si hay muerte hay vida. El método contiene principios de ciencia y también de religión, principios de medicina y principios militares. En ningún otro país aparte de China hubo ni hay conocimiento parecido al taoísmo en cuanto a extensión y profundidad. Por eso decir que China fue a su vez la cuna de la civilización europea es mencionar solamente una minúscula parte de la influencia del taoísmo en el mundo.

Mientras los científicos occidentales andan ocupados en hacernos tragar la teoría de que los ancestros de toda la humanidad vinieron de Africa, es el conocimiento chino el que silenciosa y verdaderamente influyó en el avance de muchas culturas. Al menos sacó a Europa del oscurantismo. Porque ya es hora de que se diga que la imprenta, por mencionar un sólo invento chino, no fue creación de Gutenberg. Importar no es inventar.

Se puede afirmar entonces que el conocimiento acumulado en China ha sido la memoria del hombre. Si no hay conciencia universal de esto es porque en los últimos dos milenios ningún extranjero le dio crédito a China de lo que aprendió de ella. Aunque eso a los chinos los tiene sin cuidado.

Hace más de mil años que se dice ''para China no se pone el sol,'' pues su conocimiento está difundido en todo, todo el mundo. Y es que la cultura China, contrario a lo que sucedió en Egipto y demás naciones antiquísimas, es la única que ha podido desarrollarse en forma ininterrumpida desde hace al menos siete milenios hasta nuestros días. Grecia, por ejemplo, tuvo su cultura pero hoy está ya perdida y lo que queda no tiene uso practico para el hombre moderno. Lo mismo sucedió con Roma. En Israel dicen que su cultura es miles y miles de años de antigüedad pero ni siquiera su Biblia pueden explicar a satisfacción, puesto que nadie la entiende hoy ya que hubo lagunas en la transmisión de conocimiento. Y así por el estilo andan todas, todas las culturas antiguas.

Y si hoy la humanidad no está hundida totalmente en la ignorancia es porque la Iglesia católica, enemigo acérrimo de la sabiduría humana, nunca pudo incinerar la cultura china. Aunque por deseos no quedó, ya que el Vaticano es enemigo jurado del progreso y se especializa (después de sacar lo mejor para si) en destruir con violencia y en las llamas lo que otras culturas crearon con gran esfuerzo. (Menos mal que en México ya vamos a tener curas enseñando en las escuelas públicas. Vamos a progresar mucho así, tanto que en un santiamén estaremos de regreso al siglo XI.)

Con llamar ``supersticiones'' la cultura de los países que infiltran, los criminales curas queman todo sin respeto a lo ajeno. Estos cuates han demostrado a plenitud que no saben de generosidad y lo que mejor saben hacer es matar y amenazar tarugos con el Infierno. Por eso en China el cura y el militar son personas si bien no despreciables tan abiertamente como el criminal común, al menos no recomendables para asociarse con ellas.

Tienen tanta afinidad con el fuego los curas, que el Vaticano es prácticamente un infiernito en la Tierra. Si vemos desapasionadamente las acciones de los vaticanos en toda su historia, no sería descabellado equiparar al Papa con el Diablo y a sus curas con los demonios. Si a este drama le pusiéramos música coral gregoriana sería un auténtico melo-drama religioso.

Ahora bien. Lo realmente vital para los mexicanos en particular y para el mundo occidental en general, es que el conocimiento en China afecta a cada generación en forma diferente y nosotros ya estamos sintiendo los efectos de su impacto en la generación actual. Los clásicos del taoísmo y confucianismo fueron escritos por mentes muy superiores a las actuales, por lo tanto afectan a la humanidad según sea el nivel de inteligencia de sus seguidores. Voltaire, por ejemplo, declaró que sus ideas fueron influenciadas por el confucianismo mientras que Mao se dijo seguidor del taoísmo. Y los actos de éstos dos hombres de generaciones y naciones distintas fueron igualmente desiguales y de acuerdo a la inteligencia de cada uno.

En el aspecto militar, durante milenios el conocimiento chino construyó y destruyó imperios y monarquías. A principios de este siglo dio forma al desarrollo de la guerrilla de acuerdo a las teorías personales de Mao. Hoy mismo el conocimiento chino está causando la militarización de todos los países del primer mundo autollamados ``democráticos.''

Sí. Lo mismo en industria que en gobierno, las repúblicas están siendo tomadas simultánea e internamente por sus propias autoridades. Con el pretexto del terrorismo, del narcotráfico, de la inmigración ilegal, y con la invaluable ayuda de la industria cinematográfica de Hollywood y con la complicidad del silencio de los medios informativos, los políticos de extrema derecha usan peligrosamente la estrategia militar china para tomar el poder total en sus manos. Juegan irresponsablemente con fuego y se van a chamuscar las manos.

Si eso pasa ya en países con ciudadanos ilustrados pero crédulos y dóciles al mando político, en dictaduras como la mexicana la cosa está mucho peor. Aquí los ciudadanos malcontentos son arrestados ilegalmente por todo tipo de autoridades, torturados, ejecutados y luego abandonados en la calle como perros, para que sus cómplices en los medios informativos achaquen luego esas muertes al dizque ``ajuste de cuentas entre narcotraficantes.'' Esto es la Ley de la Selva en todo su jugo y condimentada al gusto de los ladinos-judíos-criollos nacionales.

Peor lo tienen países y grupos étnicos pequeños que libran desiguales guerras contra gobiernos poderosos. Nadie les echará un capote que distraiga al enemigo pues los países belicosos son como bravucones de barrio y por supuesto que ningún aterrorizado mirón se atreve a ponerles el alto. Le pudiera suceder lo mismo que a las víctimas.

Volvemos entonces al asunto de ``la memoria de la humanidad.'' Los políticos del mundo occidental se están convirtiendo en dictadorcillos universales sedientos de poder y sangre, utilizando principios militares chinos para reprimir. Pero para su desgracia y mientras más contentos andaban, resulta que el conocimiento existente en el taoísmo contiene el antídoto para sus ambiciones. Contra el ``gobierno único y global'' hay principios taoístas para que los sufridos ciudadanos pongan en su lugar a tales animales que taimadamente se hacen pasar por seres humanos.

Y en esto de aplicar rituales taoístas para amansar locos, en México se está reviviendo el método chino y por eso en el occidente vamos a la vanguardia en cuanto a metafísica militar. Luego, cuando el mundo vea los resultados de esta novedosa estrategia, la pondrán en práctica en otros países. Los japoneses, los judíos y los blancos gustan decir que los mexicanos indígenas somos una raza de estúpidos. Eso lo veremos. Dado que vamos al frente con la metafísica en el ámbito militar, habrá que preguntarles dentro de unos años si todavía piensan igual.

La evaluación presente a la situación militar mundial es que a largo plazo el mundo retornará a las monarquías, respuesta natural de los pueblos a la militarización de las democracias, al ``gobierno universal'' y a la voracidad de gobernantes de extrema derecha que pretenden ser ``republicanos.''

A corto plazo, el mexicano está tomando antes que nadie la nueva pauta que marca el conocimiento taoísta chino. La generación indígena actual no reaccionará al mal gobierno con guerrillas ni con alzamientos, mucho menos con ``actos de desobediencia civil.'' No. El ciudadano de hoy que es víctima de sus propios gobernantes, de políticos y ejércitos extranjeros, o de autoridades y personas abusivas, entiende que la victoria final dependerá no de armas potentes sino de rituales chinos verdaderamente letales.

El mexicano de hoy piensa diferente al hombre de pasadas generaciones y no depende de la fuerza de las armas. Utiliza para su autodefensa el mismo conocimiento chino militar de hace siglos, cierto, pero lo aplica en forma diferente. Su defensa se ciñe a la práctica de rituales taoístas civiles y militares. Su arma principal es la metafísica china. Su estrategia es utilizar la inteligencia contra la fuerza bruta para lograr su emancipación. Se trata de alcanzar no una revolución, sino la ``devolución'' del país que hoy está en manos de priístas-panistas-perredistas ladinos.

Las situaciones, que no la historia, tienden a repetirse. Los vaticanos destruyeron el conocimiento de los indígenas en el Nuevo Mundo, pero su inhabilidad para destruir el conocimiento en China traerá como consecuencia su propia desaparición. Los anales chinos revelan que hace dos milenios el conocimiento de metafísica taoísta estaba en gran parte en manos de la población en general y visitantes de muchos países, incluidos misioneros católicos, lo aprendieron. Pero luego se desató en China una época de supresión oficial en la que los rituales quedaron únicamente en manos autorizadas de taoístas de alto rango.

O sea, la memoria de la humanidad quedó intacta, pues nada se perdió. Y hoy vuelven los rituales taoístas chinos a la luz pública para regocijo del mundo entero. Así que quien esté descontento con cualquier persona, institución, negocio o país, no tiene que quedarse con las manos cruzadas, mucho menos dejar ir a sus verdugos sin castigo. Sean priístas o perredistas, militares o comerciantes, las víctimas pueden alcanzar a quienes los dañaron. Únicamente tienen que utilizar las peticiones del ritual chino básico. Palo dado ni Dios lo quita, sí, pero de perdida los rituales permiten a las víctimas desquitarse plenamente y con creces.

Para eso precisamente sirve la memoria de la humanidad en su aspecto militar, para saber que nunca hay que poner la otra mejilla. Que la ponga el enemigo si quiere. Un ritual chino es, metafísicamente hablando, el equivalente a un patadón en los güevos del enemigo.

Ya advertidos, depende de cada quien si se deja o no injuriar por sus verdugos.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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