Hablemos de fútbol, vehículo perfecto para entender también de política. En concreto, según el albañil, analicemos al Atlas, club guadalajareño de fútbol.
No se necesita saber gran cosa de ajedrez o de estrategia china para entender que si la reina en el tablero de ajedrez o el general en el campo de batalla caen, entonces piezas y hombres de menor tamaño y jerarquía sufrirán irremediablemente el mismo destino. Por eso es vital en ajedrez proteger a la reina, mientras que para mantener un ejército ganador es menester proteger al general, no destruirlo desde dentro. Igual pasa en el fútbol, punto intermedio entre ajedrez y guerra. Por eso digo que el fútbol es parte ajedrez y parte guerra en pantalones cortos. Aunque sin tanques ni aviones, el fútbol causa algunas muertes y tragedias similares a los bajas en conflictos armados.
Así pues, la naturaleza bélica del fútbol no cambiará solamente porque los técnicos de la selección mexicana repitan a diario que el fútbol no tiene nada de militar. Eso significa nada mas que no entienden su propio negocio. Quien empezó tan insidiosa desinformación fue Mejía Rarón cuando fue técnico nacional. A diestra y siniestra afirmaba que dizque "El fútbol no es la guerra." Por eso otras selecciones echaron a México fuera del Mundial-USA a las primeras de cambio, pero "Miguelito" no se sintió culpable, pues dizque jugaron los muchachos, no el. Tanto anduvo moliendo Mejía Rarón con esa tontería, que finalmente un periodista británico le preguntó al técnico de la selección de fútbol inglesa si tal cosa es verdad. El estratega inglés sonrío, movió la cabeza con resignación, y contestó: "Tiene razón el cuate ese. El fútbol no es la guerra......ˇes mucho más que eso!"
Pero es que en general así son los ladinos mexicanos: No tienen clase ni para darle en la madre a un buen negocio. Empezando por el presidente del país hasta incluir a los directivos de clubes y técnicos de fútbol, ninguno quiere, ni puede, ni sabe ser grande. Son hombrecillos todos ellos. Pequeños en inteligencia, en visión, en sentido común, en generosidad, en honestidad y en capacidad.
Por eso no es de extrañar que los retrasaditos directivos ladinos del Atlas tomaran la descabellada decisión de cesar al técnico del club, Ricardo Lavolpe.
Basta un poco de viveza para presentir el desastre que le espera a un equipo de fútbol que despide a un técnico probadamente capaz en todos los niveles. Especialmente si se hace únicamente para cubrir la ineptitud de la directiva. La lógica más elemental nos dice que si el cuerpo pierde la cabeza, entonces el tórax, brazos y piernas no tienen futuro. Hasta un niño sabe que los técnicos capaces debieran conservarse a cualquier costo, ya que la obligación en un club de fútbol es primordialmente con sus aficionados, no con sus directivos.
Al menos así lo suponemos los seguidores del fútbol.
Si un técnico es ganador a pesar de contar con una nómina bajísima; si sabe manejar adecuadamente en el campo a elementos jóvenes; si provoca que la asistencia del público a los partidos aumente y deje las arcas del club copeteadas; si logra que los jugadores practiquen un fútbol moderno, valiente y espectacular que revalúa al club y a los mismos jugadores en el mercado; y si el equipo juega en torneos como la Libertadores dando muestras de audacia y habilidad enalteciendo al fútbol del país, entonces es una salvajada despedirlo y terminar abruptamente con un proceso solamente porque le cae mal a algunos directivos. Anteponer el ego propio al bien común es indigno de personas en posiciones de influencia en cualquier club. Pero eso hizo exactamente el Atlas: Despidieron a un técnico con las virtudes antes mencionadas.
Hasta el taradito presidente del Atlas, Alberto de la Torre, acepta que el equipo estuvo bien dirigido por Lavolpe, muy bien trabajado, y hasta internacionalizado.
Pero es muy difícil lograr comunión entre técnico y club. Si lo duda, nomás vea las fortunas y proyectos tirados al desagüe en incontables clubes de fútbol mexicanos y extranjeros. Y el Atlas es un club difícil, parecido a un buque enorme que necesita de un timonel fuerte, capaz y experimentado. Aún así, los aficionados esperábamos que un técnico como Lavolpe fuera mantenido en su puesto por más tiempo. Problemas los hay en todos los clubes, lo importante es tener criterio maduro para sortearlos y continuar el trabajo. Ésa es precisamente la función del cerebro humano: Resolver contratiempos, no hacerlos mas grandes. Y ése es el trabajo de cualquier directiva, enfrentar problemas y solucionarlos, no meter la cabeza en un hoyo.
Sin embargo la directiva atlista despidió a Lavolpe dizque porque no ganaba un campeonato con el equipito de párvulos que le daban cada temporada. El problema con esa excusa es que en siete torneos cortos que dirigió Lavolpe al Atlas, lo metió siete veces a semifinales de liguillas y hasta logró un subcampeonato al frente de la brava aunque inexperta (y por cierto muy mal pagada) chiquillada. Tan buen equipo fue el Atlas con Lavolpe aunque no sea campeón, que los mejores partidos de los demás equipos mexicanos fueron precisamente contra los rojinegros.
żEntonces cuál es el pretexto real del despido?
Pues que los directivos no quieren traer jugadores caros al Atlas como lo demandaba el técnico argentino para pelear realmente por el campeonato, ya que siempre le exigían un título. Cada que Lavolpe pedía jugadores para buscar el campeonato, le contestaban: "Nosotros vendemos jugadores, no compramos." La temporada pasada se fue Lavolpe de vacaciones y al regreso encontró que uno de los "refuerzos" que le compró la directiva fue......ˇCollazo! Así que en lugar de reforzar al equipo el Atlas vendió en la era Lavolpe a Héctor López, a Rafa Márquez, a Almirón, al Jerry Estrada, a varios jugadores de menor renombre, y ya se aprestan a vender a Zepeda y a Osorno. A los chiquilines que se enrolan en el club les pagan literalmente con plátanos pero los quieren vender a precio de oro una vez que llegan al primer equipo.
O para decirlo pronto, los directivos del Atlas son tratantes de jugadores, más madrotas de prostíbulo qué directivos de fútbol, y mandan al diablo a los aficionados con tal de cubrir desfalcos millonarios de algunos directivos. Por eso no hay dinero para comprar jugadores. Pero la función de un club es buscar campeonatos, no comprar baratos a chiquillos para luego venderlos caros.
ˇY así exigían un campeonato!
Alegan los directivos rojinegros que Marcelo Bielsa dejó buena estructura de fuerzas básicas en el Atlas, pero eso es un mito que queriendo o no, Lavolpe exhibió: De todos los niveles de fuerzas básicas que dirige Efraín Flores, ningún jugador sirve para el equipo grande. Y la prueba fue la raquítica banca que el Atlas ha tenido en las dos últimas temporadas, cuando ni un jugador guiado por Efraín fue considerado para el primer equipo. Cierto que cuando Bielsa llegó por vez primera al Atlas, lo hizo jugar bonito y ofensivo. Pero en cuanto hubo algunas derrotas se espantó, y el equipo se volvió ratonero. Luego dejó al primer equipo y se fue a reestructurar las fuerzas básicas, ésas de las que hoy día no salen jugadores para el primer equipo. Al menos no al nivel que requiere un equipo como el Atlas. Y Bielsa es hoy el técnico de la selección argentina.
O sea, Lavolpe obtuvo mejor rendimiento del Atlas que Bielsa, quien hoy es técnico nacional en la Argentina, ˇy lo corren!
Pero el problema crónico entre Lavolpe y la directiva fue que esta quería vender los pocos jugadores aceptables y además exigía un campeonato, mientras que Lavolpe quería comprar en lugar de vender y así lograr el título. Las dos partes iban definitivamente por caminos opuestos y el desastre no se hizo esperar. Y como Efraín Flores alega (para justificar su sueldo) que hay jugadores buenos en las fuerzas básicas para el primer equipo, y los avariciosos directivos oyen lo que quieren y ellos quieren oír de dinero para ellos, desoyeron las advertencias y exigencias de Lavolpe y lo echaron. Pero Efraín ha sido un fracaso en todo lo que ha tocado, incluyendo recientemente una selección nacional juvenil.
Aparte hubo otro problema. El protagónico directivo Montaño, cuya responsabilidad es la Comisión de Fútbol del Atlas, quiso meterse en asuntos estratégicos de fútbol del primer equipo. Hizo declaraciones inoportunas a los medios cuando el equipo participaba en la Libertadores, y Lavolpe lo vapuleó verbalmente por meterse en asuntos fuera de su competencia. Lavolpe declaró al primer equipo área vedada para Montaño mientras el lo dirigiera. Y ahí comenzó gran parte de la debacle del técnico argentino, pues Montaño resultó ser enemigo de peligro.
Sin razón alguna (porque perder juegos en serie le pasa a cualquier equipo del mundo) se empezaron a levantar en los medios voces y plumas aparentemente manipuladas por algunos directivos para denostar a Lavolpe por los descalabros. Especialmente en la estación de radio de Notimex en Guadalajara le tundieron bien y bonito al argentino. No fueron solamente los comentarios adversos que duraban hasta media hora, sino que le dieron espacio a quiénes quisieran hablar mal de Lavolpe, especialmente a exjugadores rojinegros. Montaño aparentó en uno de esos programas ser medio ecuánime pero se le notaba la falsedad en sus palabras. Las críticas a Lavolpe en esa estación eran ridículas: Que si regañaba a sus jugadores, que si llegaba tarde a los entrenamientos, que si su ciclo ya había llegado a su fin, que si no le gustaban los chilaquiles......
Ésa campaña de desprestigio rindió frutos, pues la afición es veleidosa y cayó en el garlito y empezó a cuestionar a Lavolpe cada que se perdía o empataba un juego. Los mismos aficionados rojinegros que unas temporadas atrás llegaban con bolsas de papel sobre la cabeza tapándose la cara de vergüenza, los que prendían veladoras en el estadio para siquiera ganar un juego aunque se jugara mal, los que antes se avergonzaban de admitir en público ser margaritos pero que con Lavolpe se desgañitaban de placer y portaban la camiseta atlista con orgullo nuevo, al final le dieron la espalda al técnico. No porque así lo sentían, sino porque taimadamente los directivos los fueron llevando hacia ese punto de vista.
Y dentro del mismo club empezaron los adversarios de Lavolpe a minar su influencia de mando. Sin avisarle al técnico, empezaron los directivos a programar "pláticas motivacionales" con los jugadores, como si a éstos les hubiera faltado motivación con las mentadas de Lavolpe. Y claro, sutilmente vertieron veneno en sus oídos predisponiendo a los muchachos contra el técnico, hasta que el equipo se desplomó espiritualmente. Las derrotas calaron más, y creció la confusión entre los jugadores, pues muchos cocineros no son garantía de buen caldo. De repente empezaron los jugadores a quejarse de todo lo que hacía y decía Lavolpe, y hasta gente como Cocca tronó en público contra el técnico.
Ya con la camita hecha, adiós Lavolpe.
De la Latorre alega que el técnico se fue porque "la relación entre técnico, jugadores y directiva estaba dañada." Pero es que eso buscaban los directivos. Alega el presidente rojinegro que solamente con cambio de técnico se conseguirán "metas mayores." Y la puntilla: Que dizque Lavolpe "fracasó."
Hágame el cabrón favor.
Mientras tanto Lavolpe está confirmando con esta experiencia que la vida es injusta, que a pesar de que la gente dice que "se cosecha lo que se siembra," desafortunadamente a veces no se cosecha lo que se siembra pues su trabajo a largo plazo se cortó de raíz.
Yo no se si Lavolpe tendrá luego más o menor éxito como técnico, lo que digo es que las condiciones estaban dadas en el Atlas para que Lavolpe pudiera hacer crecer todavía más al equipo si le hubieran dado mejores jugadores. Decir que técnicamente su ciclo terminó es una marranada de los directivos. Y la peor bajeza: hace un par de meses algunos directivos se alcanzaron la sinvergüenzada de querer checar el diploma de técnico de Lavolpe, lo cual no solamente es una ofensa a la dignidad del técnico sino hasta al buen gusto. Bien hizo Lavolpe en enterarse de qué lado sopla el viento y aceptar su cese sin chistar.
Jodidos nosotros los aficionados.
Y si Lavolpe nos deja a los seguidores atlistas la frescura visual de muchos juegos memorables por lo espectacular y bien jugados, los directivos empiezan a querer crear en el papel un supertécnico para el Atlas, cosa que ni un mago podría hacer. Porque se habla de que vendrá Ramón Díaz, extécnico del River Plate, pero ese cuate tampoco va a permitir los mangoneos de Montaño y Efraín Flores. Recordemos que hace unos años Ramón Díaz dejó en la banca al mediocre mediocampista mexicano García Aspe a pesar de las presiones de su directiva y de Televisa. De manera que no lo van a asustar tipejos como los directivos atlistas, así que no creo que lo contraten.
Se habla de Hugo Sánchez, pero francamente no se qué haría Hugol cuándo se le presentara la primer crisis, pues el Atlas no es equipo para ser dirigido por técnicos imberbes y fácilmente manejables por directivos.
Se habla de traer a Daniel Guzmán, lo cual es un insulto a la afición. Se habla de que Efraín Flores vuelva a dirigir al equipo, y eso es broma de muy mal gusto.
Se habla también de Aguirre el técnico del Pachuca, pero ese cuate ya dijo que "Me la jugué con jóvenes y me fallaron." Al igual que Meza, el técnico nacional, Aguirre requiere jugadores hechos, de preferencia extranjeros, para que les saquen al buey de la barranca pues no sabrían qué enseñarles a los jóvenes. Y el Atlas no proporciona jugadores hechos a nadie.
También se habla de que el argentino Solari regrese a dirigir, pero ya demostró que no pudo con el paquete rojinegro.
Quizás Ruggieri habría dado buen resultado en el Atlas, pero este hombre también requiere jugadores de valía para aceptar dirigir, y en el Atlas no se los hubieran dado.
Un pez gordo, Daniel Pasarella, contestó a la inocentona directiva atlista que lo quería contratar, que el va a un equipo grande a Europa y no tiene tiempo para equipos tercermundistas. Eso querían los tarugos que les dijeran. Y si Pasarella hubiera venido me imagino a Montaño y a Efraín buscando moverle la sillita en cuanto el argentino les dijera en su cara lo que valen.
żY entonces?
Pues lo dicho. Los directivos mandilones que deciden la suerte del Atlas autosabotearon a un buen negocio y a un buen equipo. Y apenas a unas horas de haber despedido al técnico, ya no saben qué hacer. Ahora no nos queda más, a los aficionados, que sentarnos a la puerta a ver pasar el cadáver del Atlas.
Pero es que así se hacen siempre las cosas en este México ladino e ignorante.
Pagarán caro su error los directivos atlistas cuando los alcancen los futuros fracasos, las grandes pérdidas monetarias y el desmoronamiento del prestigio futbolístico acumulado en tres años. Esos directivos como Montaño, que tanto desean y demandan meter mano en la toma de decisiones, andarán en unos días con pleitos entre ellos al no haber mas pastel para repartírselo y sin poder culpar ya a Lavolpe. Y lo que es peor, sus jugadores se devaluarán hasta el fondo.
Y la afición les mentaremos la madre a esos directivos irresponsables. Como se lo merecen.
FISONOMÍA: Los gachupines mexicanos se consideran físicamente superiores a la indiada no solamente por el color de piel, sino porque los nativos no presumimos de cerrada barba, ni de tener duros pelos cual crin de caballo no sólo en el pecho sino hasta en orejas, narices y nalgas. De estas tres últimas partes del cuerpo les brotan a esos cuates pelos como racimos de rábanos.
Las barbas de Cortés y de sus secuaces, las de Carranza, y las del "jefe Diego," son consideradas por los ladinos mexicanos hermosos símbolos de autoridad y poder sobre la indiada. Ignoran los pobrecitos que las barbas son únicamente símbolo de barbarie.
Resulta que los principios chinos de medicina indican que la excesiva pelambre en el cuerpo humano se debe al consumo excesivo de carne, lo que también lleva al ser humano a pensar y actuar como los animales. Por eso los gachupines son proclives a la conducta salvaje de la selva. Carentes de cultura refinada como la que tenían los indios en México, los espanholes muestran haber sido bárbaros por milenios y su retraso cultural les lleva a comer carne animal como si fueran dulces. Por eso están peludos y apestan a burro mojado.
En cambio, la dieta balanceada a la perfección de la antigua indiada mexicana les conservaba la piel del cuerpo lisa y sin excesos de pelos. Al llegar los brutos ibéricos cambió la dieta de los nativos y se incluyó mas carne en la mesa, especialmente entre los mestizos. Pero ni aún después de cinco siglos hemos llegado la mexicanada a "presumir" excesos capilares como los ladinos ibéricos-mexicanos. Gracias a dios, pues yo cuando veo a un barbón visualizo un bárbaro con taparrabo aunque lleve corbata.
2. Vaya si son criminales los ladinos panistas en el Gobierno, empezando por Mentirosillo Fox y el parásito de Hacienda Gil Díaz. Están recortando el gasto social y despidiendo burócratas (quienes están pagando en carne propia el haber votado a lo güey por Fox) solamente para chantajear a los legisladores y convencer al pueblo que la solución es aprobar el brutal aumento y aplicación del IVA a comida y medicinas. Porque yo no veo que esos dos pícaros sujetos panistas amenacen con rebajarle ni un cinco al infladisimo presupuesto de los changos verdes del Ejército. Quién quiera trabajo y comer tres veces al día en México, deberá de ahora en adelante darse de alta como matón a sueldo en las Fuerzas Armadas.
Además, le urge al Gran caca recibir mucho dinero para pagar los intereses de los préstamos que el Gobierno ha logrado para beneficio de los ladinos únicamente, y que naturalmente esperan paguemos nosotros. Y así será, pues los legisladores ladinos, al igual que los malolientes a feces supremos de la Corte ladinos, están para servir al Gobierno ladino, no al pueblo.
Dice el parásito Gil Díaz que los préstamos multimillonarios anteriores y los que tramitan hoy mismo secretamente los panistas, "no se necesitan." Pero yo veo que el gabinetazo entero está chilla y chilla para que se apruebe la reforma fiscal panista porque "no hay dinero." La realidad es que se les hace agua la boca pensando en los millones de dólares que pasarán a manos de cada secretario de Estado sin que la mexicanada abra el pico para protestar. Igual decían antes los gobernantes priístas, que dizque ellos no necesitaban el dinero de los préstamos que diligentemente solicitaban y conseguían, préstamos que según ellos ponían "en reserva," pero que luego desaparecían y ningún ciudadano supo nunca en qué bolsillos acabaron. Lo que sabemos es que nosotros los estamos pagando todavía y hasta la eternidad......o hasta la independencia de a deveras.
Pero acuérdense: Quién busca enriquecerse en un año, a los seis meses lo ahorcan. Y aunque la gente se desmoraliza fácilmente y duda que haya defensa contra los ladrones ladinos, para eso están los rituales chinos.
3. Nuevas encuestas de política, independientes de las que hace el Gobierno, indican que muchísimos ciudadanos están descontentos con la reforma fiscal del Gran Caca. Lo que es peor, más de la mitad de los encuestados afirman que si hubieran sabido lo hambreado que llegarían los panistas al trono nacional, no hubieran votado por Fox. Y es que Fox prometía en campaña muchas cosas y anda haciendo lo contrario.
Pero pecan de ingenuos los ciudadanos, pues antes de votar hay que examinar el pasado de los candidatos para saber nuestro futuro. Solamente los tarugos esperan que los ladrones traigan un letrero anunciando que vienen a robar. Y como Fox vino a robar, prometió que no lo haría, siguiendo con la tradición de los gobernantes gachupines mexicanos que dicen una cosa y hacen lo contrario.
Menos mal que yo no sufro el trauma mental de haber votado por los pillos blanquiazules.
4. Después de la quema pública de monigotes representando al Gran Caca y a su pesado bule para nadar, Abascal (qué chinga les arrimaron, metafísicamente hablando, porque sabiéndolo de antemano o no, quemar monigotes de ésos es un golpazo de brujería a la víctima), la chusma se fue alegremente el 1 de mayo al Museo de Antropología a mentársela directamente a Mentirosillo Fox y a chiflarle de lo lindo.
Pero luego la Amigocha se quiso pasar de lista jugándole el dedo en la boca a la plebe y expidió un boletín de prensa, digo de "comunicación social" (nombrecito que suena a infección venérea) aclarando, o sea volteando todo al revés, que dizque las mentadas del público a Fox fueron maravillosas muestras "del ejercicio de la democracia, la apertura y la tolerancia," impulsadas por la nueva Administración distributiva.
Pues entonces hay que quemar más monos y mentarles más seguido en público la madre a los panistas, ya que así demostraremos mucha madurez política, democracia, apertura y hasta tolerancia.
5. El canciller Jorge Castañeda es el mejor ejemplo de la teoría china de la evolución (que precede a la de Darwin con uno que otro milenio) que afirma que cada generación de hombres es inferior a la de sus padres.
Y así es, porque Castañeda no es ni sombra de lo que fue su padre. Lástima.
* Master, Estrategia Militar China
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