Pues con la novedad, mi general, de que por fin se aclaró el significado del "nuevo orden mundial," terminajo que desveló papá Bush cuando la guerra contra Irak, aunque sin soltar prenda en cuanto a su alcance.
El mencionado "orden" estaba en abstracto, como si lo hubieran planeado en el seno de alguna secta secreta o de un kínder, y durante diez años fuimos testigos del efecto pero no de la causa.
Ahora sabemos que para los países del Primer Mundo y sus aliados, el "nuevo orden" (con la anuencia total del Vaticano), significa que para efectos militares ya no existe diferencia alguna entre un guerrillero, un disidente político, y un terrorista. Los tres serán considerados lo mismo, y los gobiernos primermundistas los van a montonear y corretear entre todos dizque "hasta acabarlos."
Los ejércitos aliados ya se le pueden ir "legalmente" encima a la guerrilla de cualquier país, especialmente si éste es productor de petróleo y si su gobierno está controlado por ladinos. Bastará acusar a los malcontentos de ser "terroristas." O sea, de infundirles terror los gobernantes. A lo que se ve, tal persecución está dirigida principalmente a los revoltosos en Latinoamérica y el Caribe, pues habría que defender a ultranza las colonias de Espanha, especialmente a México.
¿Lo lograrán? No. El irracional plan únicamente garantiza el estallido de la Tercera Guerra Mundial. Nada más.
Porque a ver. Lo que hace a un país étnicamente fuerte es el nacionalismo en sus habitantes. Lo vemos hoy día cuando el orgullo patrio americano mueve a sus ciudadanos a buscar unidos el inmediato castigo a los terroristas que osaron atacarlos el 11 de septiembre. En contraparte, tenemos a México, país ocupado y explotado por los ladinos gachupines desde hace cinco siglos. Aquí los ciudadanos no-ladinos son sometidos mental y físicamente por gobierno e Iglesia, y la indiada ni siquiera sabe que está controlada por gobernantes, maestros y sacerdotes ladinos. Es cierto que el pueblo tiene himno, bandera y orgullo nacional, pero impuestos por los vencedores gachupines a los vencidos mexicanos para conveniencia única de los primeros.
Indudablemente que hay mexicanos desesperados por la explotación ladina que buscan el cambio radical de las cosas. Pero no saben quién es el verdadero enemigo e ignoran que la prioridad en cualquier conflicto armado es identificar correctamente al enemigo. Y el desconocimiento de la terrible diferencia racial entre conquistadores y conquistados, permite a los ladinos rodear eventualmente a los malcontentos y destruirlos.
Se dice que el mexicano es desunido, pero es que así lo requieren los ladinos para dividir y dominar al pueblo y crear confusión en sus mentes. La estrategia china demanda conocer primero la identidad del enemigo y sus posiciones para luego implementar defensa y contraataque apropiados. Pero estratégicamente hablando, ése es el problema de los mexicanos y el éxito de los ladinos: Los no-ladinos no se enteran de nada mientras los ladinos si saben a ciencia cierta quienes son sus víctimas.
Debido a que el pueblo no tiene la menor idea de la existencia del tinglado racial dominante, en cinco siglos de ocupación espanhola ningún mexicano indio o mestizo ha tenido éxito en derrocar a los gachupines mexicanos descendientes directos de los conquistadores. Al contrario: En cinco siglos el pueblo ha sufrido tantos robos y masacres de parte de los ladinos, que quedó ya insensible al dolor y se convirtió en patética víctima cómplice de su victimario. El Síndrome de Estocolmo, le llaman los psiquiatras a esta aberración mental.
Por eso en México hay guerrilleros, pero no hay guerrilla. Guerrilla hay en Colombia y en otros países donde se dan combates diarios entre tropas y malcontentos. Aquí el tal Marcos, ladino que no traicionará jamás a sus hermanos étnicos en el gobierno, controla a la indiada chiapaneca pero solamente para mantenerlos quietos en beneficio de los ladinos. Por eso Marcos hace poemas, no guerra. No está tan loco como para patear el pesebre.
En cambio, gracias a Marcos el gobierno tiene los nombres e información personal de todos y cada uno de los guerrilleros zapatistas que ingenuamente ven en Marcos un líder. Los guerrilleros son los auténticos nacionalistas, Marcos es solamente un ladino.
Igual que los zapatistas están estructurados todos los grupos guerrilleros mexicanos, pues la indiada no capta el asunto de la diferencia racial entre explotados y explotadores. Por eso mismo no hay combates entre guerrilla y ejército, aunque de vez en cuando haya infiernitos.
Y si los guerrilleros dudan esto, bastaría con que el comandante Tacho, por ejemplo, le pidiera a Marcos que pruebe su nacionalismo bajando del cerro y trayendo de regreso los cadáveres de seis ladinos gachupines ejecutados por su propia mano. Y vería que Marcos le mentaría la madre a Tacho antes que tocarle el pelo a un ladino como el mismo. En cambio, si los ladinos le pidieran a Marcos cadáveres de media docena de guerrilleros, les entregaría un centenar.
Ser nacionalista es algo importante en cualquier persona, en cualquier país. Por eso precisamente el nuevo orden mundial se propone acabar con el nacionalismo de las personas y su derecho a pedir cuentas a sus gobernantes. Por medio del militarismo, prácticamente están convirtiendo al mundo occidental ladino en un sólo país. Desafortunadamente para ellos, los "genios" que se inventaron tal plan niegan de un plumazo el derecho civil y divino (el famoso Mandato del Cielo) de los ciudadanos no-ladinos de cualquier país a rebelarse contra las tiranías ladinas. Cierto es que los países del Primer Mundo tienen el suficiente poder militar y económico para erigirse en la fuerza Número Uno del planeta e imponer a los países más débiles su voluntad. Pero sucede que en este universo no hay más Número Uno que el Cielo. Y el Cielo destruye a quién le disputa el primer lugar en lo que sea. Cuestión de leer la historia para corroborarlo.
Además, como usualmente ocurre con los delirantes y grandiosos planes de conquistar al mundo que de vez en cuando se les ocurre a líderes con vocación militarista (especialmente ladinos, por aquello del monopolio, usted sabe), este ambicioso "orden mundial" tiene fallas estratégicas garrafales y hasta escandalosas. Porque una cosa es conquistar el mercado mundial de los refrescos de cola o de la propaganda filmada, y otra muy diferente es conquistar militarmente a otros países por medio de la provocación descarada al nacionalismo de sus habitantes.
En aras del poder mundial total, los primermundistas se están comprando un pleito militar internacional de proporciones apocalípticas, pues el principio militar taoísta advierte que solamente el Cielo tiene tal privilegio, y prueba de ello es que jamás ningún país ha conquistado al mundo permanentemente, ni lo conquistará.
Un ominoso presagio del desatinado plan lo acaba de anunciar Kissinger. En sus propias palabras, "Hay que lanzar bombas nucleares contra terroristas, como se hizo con Japón." Dicho en totonaca, la recién declarada guerra mundial a las guerrillas es la fórmula perfecta para un conflicto nuclear mundial. Porque la lógica nos dice que a Kissinger le falta un sentido, o que simplemente desvaría. Baste recordar que durante la guerra en Vietnam fue responsable de los espantosos bombardeos e infernales baños de Napalm a su población civil. Hoy es únicamente "asesor de seguridad" de varios países ladinos (incluyendo México), así que por ahí se vislumbra el próximo conflicto mundial, pues los dementes (Hitler, Napoleón, el mismo Kissinger) solamente provocan locuras disfrazadas de "razones de Estado."
Desde luego que no les vamos a aclarar a los "genios" creadores del "orden mundial" dónde están las escalofriantes fallas militares de su gema, tendrán que regresar a la escuela a aprender. Pero si habrá que mencionar algunos factores esotéricos de la situación para que los escasos lectores de esta columna no vayan a terminar más confundidos que informados.
Se descorre pues el velo y la escena mundial nos muestra que después de recorrer en círculo el tiempo que toman dos milenios, militarmente hablando estamos de regreso al principio: Y todavía no hay nada nuevo bajo el sol. En otras palabras, al igual que hace dos milenios en China, hoy día no es posible imaginar conflictos armados sin tomar antes en consideración los rituales militares chinos. Lo lamentable para nosotros es que parece que el Occidente, en comparación con el Oriente Medio, ya se quedó atrás en el manejo de rituales militares.
Mucha tecnología por estos rumbos, poca metafísica. Esta situación no es difícil de entender para los lectores de mis garabatos esotéricos, pero de todos modos lo explicaré (aunque por fortuna más brevemente) de nuevo para beneficio de quienes nos acaban de sintonizar.
Primero que nada permítaseme divagar un poco para afirmar que los hombres somos juguetes de los dioses. Descontemos lo que digan los científicos al respecto, pues hasta los descubrimientos que ellos hacen están planeados por una fuerza mayor que nos controla como marionetas sin que podamos hacer mucho para evitarlo. Asesinos y genocidas, santos y humanistas, todos los seres humanos venimos a este mundo para realizar una tarea que de antemano, o sea antes de nacer, escogimos, aunque no lo recordamos claramente. Por eso el hombre tiene la facultad de razonar, para cambiar lo malo a bueno, aunque no le hacemos mucho caso a la conciencia y seguido cambiamos lo bueno a malo.
Lo que quiero decir es que todo el quehacer humano está sellado por el destino. Con excepción de los que saben poderosos rituales chinos y pueden alterar en algo su propia suerte, nadie más puede escapar a las pesadas cadenas de la retribución y la reencarnación. Los principios de la reencarnación son demasiado elevados, religiosamente hablando, para ser entendidos por culturas primitivas. En ese sentido, el budismo y el taoísmo están años luz adelante de culturas y religiones elementales como las que están basadas en La Biblia. Creer en religión pero no entender la reencarnación es como caminar en un sola pierna: Difícil.
La reencarnación explica la retribución, y ésta nos explica el que algunas personas nazcan con deseos de dominar al mundo, y otras con deseos de retirarse a las montañas a meditar solitariamente sobre las cosas del espíritu. Nacen asesinos que uniformados o no buscan saciar su sed de sangre destruyendo vidas, y nacen los que serán doctores que buscan aliviar el dolor de los humanos (y hasta de animales). En el ciclo de reencarnación y la retribución no hay diferencias de raza, ni de color de piel, sino vidas únicamente.
Desgraciadamente, millones de personas nacen con el peso de crímenes pasados a retribuir aquí y ahora, pero no lo recuerdan y por eso siguen acumulando maldades a retribuir después. Al no entender nada de reencarnación, deambulan por esta vida como ovejas perdidas en veredas extrañas. Peor les va si caen en religiones donde los sacerdotes los engañan diciéndoles que les pueden anular cualquier crimen, otorgándoles supuestas confesiones-perdones-comuniones a cambio de dólares. Pero nadie puede perdonarle sus maldades a nadie, ni siquiera el Ser Supremo. Hay que pagar con buenas acciones por todo lo negativo que se hace, ya sea ahora o en próximas vidas. Y especialmente, evitar aumentar la cuenta.
Por lo tanto, si usted piensa que lo que hace en secreto, bueno o malo, nomás usted lo sabe, será mejor que despierte de su sueño pues el Cielo también lo sabe. No hay secretos. Por eso, cuando un ser humano o un país hacen cosas muy malas, el Cielo manda a la Tierra su contraparte para balancear la situación. Esto sucede a veces en horas, días o meses, pero en el caso de países esa contraparte puede tardar en llegar hasta siglos. Pero de que llega, llegará. Si esto no fuera verdad, no existiría la polarización o relatividad. Y si la relatividad no existiera, no existiría tampoco el universo, mucho menos nosotros.
Precisamente por la retribución es que no hay más visionarios entre nosotros que los que el Cielo permite para cumplir con sus propios designios. Si alguien se creé mesiánico es porque lo es, aunque usualmente no sabe por qué. Por eso el ser humano tiene ojos demasiado pequeños para su volumen corporal: No es negocio de los hombres ver más de lo que nos está permitido ver y entender, pues solamente el Cielo sabe a dónde vamos. O sea, los planes del Cielo no están a la vista de los humanos.
Por ejemplo. Un día, a principios del siglo XX, un científico alemán acudió a la oficina de patentes en Suiza para legalizar su propiedad sobre el invento de la fórmula para fabricar la bomba atómica. Pero el empleado que recibió los papeles, de apellido Einstein, era un joven científico que trabajaba ahí calificando inventos de tal magnitud......y voló con todo y papeles, patentándolos en otro país como suyos. Y la bomba fue desarrollada en los USA a pesar de que fue inventada por un alemán. Todo eso sucedió porque así lo quiso el Cielo, no únicamente porque Einstein se avivó. Si el Cielo no lo hubiera querido así, no lo hubiera permitido. A eso se le llama "La Voluntad del Cielo."
Y fue también por deseos del Cielo y no del PRI, que un buen día nació en un pueblito de México, un cuate llamado yo. Ahí, sin saber por qué, de niño fui testigo de las barbaridades que por cinco siglos los gachupines ladinos han hecho en México sobre la indiada. Ni siquiera tenía idea del concepto reencarnación-retribución, tapado como estaba bajo las tinieblas religiosas de los charros negros vaticanos.
Después, en mi adolescencia, salí del país para encontrarme "accidentalmente" con un famoso general chino, quien generosamente y sin yo pedirle lo que ni sabía existía, fue mi maestro de estrategia militar china, de salud sin medicinas, de adivinación, y de metafísica taoísta, entre otras cosas de las que no se sabe nada todavía por estos rumbos.
Los seres humanos tenemos prohibido recordar vidas pasadas, así que jamás, ni siquiera cuando se puso de moda entre los gringos, intenté una "regresión," pues hubiera sido contraproducente el saber eventos futuros.
Después de diez años de estudios ("para entender la diferencia entre el bien y el mal"), visité una montaña en China donde un adivino y ermitaño religioso hizo un breve estudio de mi persona y de mi futuro en esta reencarnación. El resultado únicamente se lo explicó detalladamente a mi guía, pero a mi regreso se intensificó la enseñanza durante diez años más, hasta que se disiparon las dudas en mi mente.
Claro que no todo fueron estudios extraños, ocultos e impactantes, pues también aprendí cosillas ligeras y divertidas, sobre todo en el campo de la naturaleza humana. Por ejemplo. Puedo "oír" exactamente lo que una persona enfrente de mi está pensando, y además saber exactamente cuánto de lo que dice es cierto y cuánto es mentira. Pero si la gente a mi alrededor estuviera enterada, no solo mis amigos sino hasta mis parientes (y la domadora) correrían asustados a esconderse de mi. ¿Y quién quiere vivir solo?
En fin.
Pasaron los años, y en 1980 edité exclusivamente para mis estudiantes un manual sobre ocultismo chino. Meses después tuve contactos preliminares con ladinos de New York y Hollywood para una edición pública del librito, pero de repente se enfrío la comunicación. Aparentemente decidieron esos cuates que no convenía que mucha gente supiera de ocultismo. Eso sin mencionar el susto que se llevaron cuando descubrieron que ni sus propios rabinos sabían algo del tema. Llegaron pues a la marciana conclusión de que si un mexicanote "no-iniciado" en alguna selecta secta ladina había aprendido ocultismo chino, ellos aprenderían mucho más ahora que ya sabían de su existencia, pues son la "raza suprema."
Sueño guajiro.
Los ladinos no aprendieron más y en cambio se les pasó el tiempo en jueguitos, pues a mis espaldas le mostraron mi material a un famoso gurú y al Popis, para que dizque lo evaluaran y vieran las posibilidades de aplicar tales rituales sobre ciudades y hasta países. El gurú (no-ladino) rápidamente le dijo a papá Bush que el cobraba mil doscientos millones de dólares por hacer el trabajito de atraer paz continua sobre el pais gringo, y cuando lo tiraron a loco se fue a Suiza a utilizarlos al servicio de compañías transnacionales. El Popis (ladino) si le entró, y los charros negros acabaron con la Muralla de Berlín y de paso con el imperio ruso.
Y así anduvieron por una década los ladinos, atacando países comunistas con los rituales chinos. Asustaban los ladinos a los rusos diciéndoles que tenían "una cajita secreta" (los rituales chinos), o arma terrorífica, que los rusos no podían contrarrestar. Peor peor les fue a los ladinos porque ya sabemos dónde acabaron muchos artefactos nucleares portátiles al desintegrarse inesperadamente la Unión Soviética: En manos de guerrilleros como Osama bin Laden.
Hoy vemos que al permitir que los ladinos tuvieran los rituales chinos para ellos solitos durante un ciclo entero (doce años), el Cielo les estaba dando gran ventaja sobre el resto del mundo, pues yo anduve ocupado en otras actividades y no volví a pensar en publicar los rituales de metafísica para el público. Y los ladinos felices con mi decisión, pues sin yo saberlo ellos manipulaban hasta a países. En términos de estrategia militar china, "Vigilaron las ovejas, pero no al lobo." Y se echaron encima un prolongado pleito militar con varios países.
Pero como dije antes, los hombres somos instrumento del Cielo y no sabemos los planes de los dioses para los humanos. Aconteció pues que un buen día de 1992, sin saber por qué amanecí de vena y puse a disposición del público gringo en general el mismo manual de metafísica ya mencionado, pero bastante ampliado (bajo el título Chinese Taoist Sorcery).
¡Y la que se armó!
Porque inmediatamente caí a la cuenta de dos cosas inesperadas y extrañas: Primera, casualmente me enteré que los ladinos gringos no pudieron encontrar en China ni una línea más sobre los rituales que yo les di, a pesar de haber mandado a cientos de ladinos de los dos sexos y de varias edades y ocupaciones con la misión de adquirir descarada o subrepticiamente más información sobre metafísica china. Hasta trataron de utilizar en sus pesquisas, infructuosamente, a personal diplomático ladino. Segunda, más alarmante que la primera, vi que gente de distintas nacionalidades y países adquirieron rápidamente el libro, superando en mucho a los compradores gringos.
Luego entonces los rusos y los islámicos, por mencionar a algunos países, descubrieron en mi libro la fuerza "secreta" que los países occidentales primermundistas utilizaron para acorralarlos durante dos décadas. Y casualmente rusos e islámicos han tenido contacto permanente con China por muchos siglos, así que entendieron rápidamente no sólo la magnitud del efecto que causa la metafísica, sino hasta los principios detrás de muchos de los rituales. En meses, esos países se taparon con una cobija esotérica mucho mejor que la de los propios ladinos. Y ya no pudieron ni el Popis ni los gobiernos occidentales hacerles la vida amarga.
Los gringos habían cacareada la estrategia militar china, pero se guardaron los rituales. Pero los demás países, al estudiar el libro de metafísica, descubrieron que era cuestión de revisar sus archivos más antiguos para cotejar información, combinarla con la del libro, y hacerse más fuertes todavía que los propios ladinos.
Así que ahora los ladinos están condenados a no saber más de metafísica china, mientras en otros países están incrementando y experimentando con infinidad de rituales antiguos y de los descritos en mi libro. A menos, claro, que a mi me diera la gana publicar algo más al respecto, pero no me da. Y si se me antojara publicar algo más, todo mundo se enteraría por igual y simultáneamente, ya no habría más ventajas para nadie, mucho menos para los ladinos. Y a lo peor ya no hay nada más por publicar. Y si hubiera, ya sabemos que todo depende......del Cielo.
Ahora bien. Conozco los principios chinos de la adivinación, pero el proceso es tedioso y no me gusta enterarme de cosas que no me importan. Y de pilón, como buen mexicano no-ladino, soy un flojonazo. Repaso el proceso de adivinación ocasionalmente, pero para cosas importantes. Aún así, un día que encontré unos minutillos de paz hice la llamada al otro mundo para salir de dudas: ¿Por qué me permitieron los dioses publicar el libro de metafísica, sabiendo yo perfectamente que cuando se va a difundir información que los humanos no deberíamos saber, causan la muerte del autor para evitar la divulgación?
Pero fue cosa de leer las primeras palabras de la respuesta y cerrar yo inmediatamente la operación sin indagar más.
Entendí en el acto que todo el asunto, hasta el compás de espera de doce años entre el primer intento por publicar el libro y su publicación final, fue parte de designios divinos fuera de mi control. Así pues, de nada me hubiera servido saber la respuesta completa, pues obviamente mi papel en este asunto es más bien fortuito.
De 1980 al 2001, pasaron veinte años en los que hubo revoluciones, desintegraciones de imperios, asesinatos de líderes políticos, guerras grandes y chicas. Y hoy mismo, a raíz de la guerra USA-Afganistán, y considerando la posibilidad de que se estén utilizando rituales militares, no pude menos que recordar la ominosa respuesta de adivinación que empecé a leer pero nunca terminé. Porque también hay que tomar en cuenta que en México los rituales chinos jugarán papel importante en el futuro conflicto militar que se avecina entre la mexicanada y los ladinos gachupines en el poder. Conflicto que perderán totalmente los ladinos.
Y "ay de los vencidos," porque las primera palabras del mensaje que leí aquél día fueron las siguientes, si mal no recuerdo: "Los dioses decretaron que el conocimiento de ocultismo llegue a manos de los débiles y humillados y puedan destruir al país malévolo gobernado por el Rey de los Demonios......" Ahí más o menos me detuve, así que nunca supe cuál fue el mensaje íntegro. Con lo leído me bastó para entender la razón de la nubarrada de rituales que se hacían por todo el mundo.
Desde luego no se, ni quiero saber, cuál es el país maldito gobernado por Satanás, sólo se que se va a tambalear a punta de peticiones. Puede ser México, o un país árabe, o un país del Primer Mundo. Debido a lo abstracto del lenguaje de adivinación, un "país" pudiera ser también un grupo étnico aunque estuviera diseminado por todo el mundo. Difícil saberlo sin una lectura detallada. Por eso, a toro pasado, entiendo que hubiera sido mejor enterarme del chisme completo, pero ya ni modo.
Desde luego que el hecho de que varios países tengan ya conocimiento de los rituales militares hace imposible detener la violencia armada que se nos viene encima. Aunque eso si, las dudas sobre los conflictos militares actuales y futuros descritos en las Profecías Chinas en mucho se aclaran si le agregamos el factor rituales chinos. En el contexto de la metafísica empleada actualmente y en la intención de aplicar el "orden mundial" ladino en relación con las guerrillas, ya parecen muy probables las escalofriantes escenas militares que las Profecías mencionan: Una invasión masiva (250 millones de soldados) del Ejército Rojo a las tres Américas y a Europa con la violenta ejecución, casa por casa, de casi todos sus habitantes. Se salvarían únicamente quiénes sepan las palabras correctas para decirlas al momento que las puertas de sus casas caigan derribadas y sean encañonados por los soldados para ametrallarlos. Los demás habitantes perecerían sin remedio.
Lo malo para nosotros, la indiada, es que ni imaginamos a qué misteriosas palabras aluden las profecías. Solo sabemos que la adivinación reveló el siglo pasado que en este siglo la mexicanada se liberará del yugo ladino gachupín.
Pero lo más increíble es que todo este enredo empezó inocentemente, precisamente con aquél juego sucio de los ladinos al caerles en las manos mi manual de rituales chinos, pues su indecente conducta permitió que el tiempo corriera y que otros grupos étnicos lo aprovecharan para beneficio de sus propios planes. Pero es que los dioses no estaban interesados en mis deseos ni en los de los ladinos, simplemente querían que así sucedieran las cosas.
Y así sucedieron.
De manera que el plan mundial ladino contra las guerrillas parece destinado a fracasar, o a empezar otra guerra mundial. De cualquier modo los ladinos no tendrán fácil la victoria, si es que la logran. Debido a eso, me imagino que frente a la amenaza del nuevo orden mundial los guerrilleros de todo el mundo, México incluido, estarán temblando......pero de risa.
* Master, Estrategia Militar China
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