Dicen en China que cuando dos tigres se agarran del chongo, cualquiera de ellos puede morir a garras del otro. Por lo pronto el agarrón que se dieron el primer fin de semana de noviembre dos indecentes tigres mexicanos (Prensa en una esquina y presidente Fox en la otra), dejó un gigantesco regadero de pelos de felino.
Y por si más faltara, el que los contendientes son de la misma especie explotadora (ladinos-gachupines), empeora las cosas.
Uno de los dos tigres es vendedor "a mucha honra," lo cual dice volúmenes sobre su escala de valores. Este tigre de roncos y teatrales rugidos se apellida Fox (Zorro para los que no hablen inglés), y nomás nos falta que se borde al águila azteca y la Virgen María en la espalda del frac para hacerle juego a sus horribles botas de charol. Ejemplar producto campirano de latifundio, Fox gusta comunicarse con sus allegados igual que hace con los equinos que monta: A chiflidos.
Fox fue monaguillo, y hoy es presidente. Pero principalmente es agente del Vaticano, autoridad eclesiástica a la que venera y considera superior a la misma Presidencia. Pretende imponernos en México la educación pública al gusto del Vaticano. O sea, ve la tempestad en Afganistán y no se hinca el güey. Por eso, con evidentes tintes masoquistas, a la primera oportunidad se le hinca y besa la mano a cualquier curita come-indios. Pero bueno, ya sabemos que cuando los charros negros pisan sicológicamente la sombra a un niño, éste no podrá después sacudirse mentalmente a los vaticanos ni al odioso sentimiento de baja autoestima aunque llegara a ser rey del mundo. El mejor ejemplo de esa técnica de lavado de cerebro es precisamente Chente.
La personalidad del presidente es escalofriante. Baste decir que su melodía favorita es la tenebrosa canción "El Hijo Desobediente," indudablemente porque le trae a la memoria inmencionables traumas de su niñez. Quizás por eso es ejemplo viviente de lo que no debe ser un presidente: Es incapaz, vanidoso, mandilón, tramposo, mentiroso, mocho, insensible a los sentimientos de los demás, ignorante, prepotente, autoritario, gastador de dinero que no es de el, y ventajista. Más lo que le gritaron en Italia. Las de Fox son habilidades envidiables en un mafioso, o en un generalote verde, o en un obispo católico, pero no en un jefe de Estado. Al menos no tan descaradamente.
Pero con un personaje tan terco y altanero como Fox no hay asesor presidencial que pueda aconsejarlo. Actúa, en verdad, como el hijo desobediente. (Dime la canción que te gusta y te diré como eres.) Algunos de los menos abominables actos de gobierno de Fox incluyen expropiaciones ilegales de tierras fértiles a diestra y siniestra.
Fox roba a los campesinos mexicanos su único patrimonio, su pedacito de tierra para al menos caer muertos de hambre ahí, con el único fin de beneficiar a sus cuatachos empresarios ladinos. Y encima se mofa de los campesinos diciéndoles que "se sacaron la lotería." Piensa el baboso que nadie ve sus marranadas. Por eso las demostraciones públicas de sus víctimas en la capital, blandiendo sus instrumentos de trabajo, o sea machetes, asustaron a los panistas, explotadores de raza que procedieron a echar la culpa de los disturbios al PRI, ¡cuando el que hace las expropiaciones es Fox! Es el clásico caso del ladrón gritándole "ladrón" a otro para desviar la atención y escapar.
Francamente las nefastas acciones de Fox son material idóneo para componer corridos norteños de los prohibidos, de los bien llamados "pesados." Porque "Gobernaré para todos y todas," había dicho el pillín en su toma de posesión, despuecito de comulgar y antes de su vulgar show con los niños de la calle. Y mire usted las salvajadas que hace contra la mexicanada.
Sin embargo, en vez de estar encerrado por sus crímenes en alguna inmunda y apestosa cárcel mexicana de "alta seguridad," Fox se pasea muy orondo por el mundo, despilfarrando a manos llenas el precioso (por escaso) dinero del pueblo. Por eso y por hazañas similares, lo conocemos (y lo conocerán futuras generaciones de mexicanos), como el Bárbaro de Guanajuato.
Aunque la verdad sea dicha, presidentes como Fox son la regla en México, no la excepción. En este país el tiempo y el espacio, factores primordiales de gobierno para producir prosperidad y superación en el pueblo, han sido perversamente utilizados por todos los gobernantes mexicanos para destruir, robar y matar indios en lugar de construir y elevar el valor y educación del país. Lo malo es que Fox nos está resultando peor presidente que cualquiera de sus antecesores en el trono.
Porque el factor tiempo Fox lo desperdicia criminalmente al grado que después de un año de gobierno, sus logros son nulos mientras su desgobierno es enorme. El factor espacio también es desperdiciado lamentablemente por el presidente, puesto que su campo de acción es más bien en el extranjero, infringiendo así las funciones de diversos secretarios de Estado. Evita mañosamente gobernar, que es lo que se supone debiera hacer, y prefiere pachangear en viajes infructuosos al extranjero.
De los miles de millones de pesos que Fox ha gastado en safaris internacionales, no ha logrado que México recupere siquiera el uno por ciento de lo derrochado. Yo no se de dónde saca Fox que es "empresario," si hasta un abarrotero de tendajón sabe que cuando se gastan mil pesos del Tesoro para ganar un centavo, se está haciendo un horrendo negocio en detrimento del pueblo. Este cabrón está como los autodenominados "ganaderos" que presumen nomás una vaca.
La pasmosa ineficiencia de Fox radica en su total incapacidad para encarar sus responsabilidades políticas y erigirse en verdadero líder. Por eso anda siempre trepado en cuacos corre y corre, o en aviones viajando a otros países, dejando la conducción diaria del país en manos del secretario de Gobernación, del Parásito de Hacienda, del represivo generalote verde Macedo de la Concha, y del pesado arzobispo "Ojón" Rivera.
Podemos afirmar entonces que Fox no es, definitivamente, ni buen presidente ni buena persona.
Contrario a otros presidentes ladinos que fueron generalotes verdes o personas con educación académica, Fox es el clásico oportunista que a base de sombrerazos, mentiras y empujones llegó a un puesto que le queda demasiado grande. El lo sabe y por eso no está mentalizado para asumirlo. Fox es más bien un vivales, un vendedor de ruta pueblerina guiado por burdos principios de mercadería similares a los de Og Mandino y aptos para emocionar a retrasados mentales solamente.
En política Fox pretende aplicar los incorrectos consejos del demente Maquiavelo, pero sin tener las agallas que debe tener todo gobernante que se respete para cortar cabezas de subordinados incapaces como Jorge Castañeda y Javier Usabiaga. En conclusión, Fox es un demagogo en busca del aplauso fácil y falso. Por eso lo mangonea la Amigocha, por eso Santiago Creel es quien lleva día a día las riendas del país mientras Fox taimadamente busca engañar con desplantes a los ciudadanos, haciéndolos creer que dizque es "mandatario" de respeto.
Lo bueno para Fox es que desde hace cinco siglos un pequeño grupo de ladinos gachupines pillos es el que verdaderamente gobierna y explota a este país de cien millones de habitantes adormilados. El presidente es solamente la marioneta visible del grupito y consecuentemente está bien protegido por sus titiriteros. Este abusivo sistema de gobierno, implantado por los espanholes desde Iberia hasta la Patagonia, es viable debido a que intelectuales y curas ladinos, los autodenominados "líderes sociales y de opinión," protegen con propaganda, desinformación o silencio, según sea el caso, a los gobernantes.
Los dueños de medios, ladinos también, encubren los crímenes de Estado desinformando y entreteniendo al populacho con material totalmente banal. Iglesia, medios y gobernantes saben demasiado bien que mientras el pueblo no sea enseñado a ejercitar su cerebro y a reconocer la identidad y poder de los conquistadores ladinos, aguantará robos y masacres indefenso y sin protestar, cual niño de cuna.
Pero sucede que esos medios de comunicación son otro "tigre" tan poderoso como el mismo gobierno, aunque sus capitostes lo niegan astutamente para que el pueblo no sepa del enorme poder que detentan. Poder que es capaz no solamente de derrocar, sino hasta de legitimizar (como sucede en México) a cualquier gobierno. Por eso el ex-dueño de la cadena internacional de noticias CNN decía hace años que "un solo medio importante puede quitar y poner presidentes."
A lo peor tenía razón.
Porque Nixon, el Sha de Irán, Marcos de Filipinas, Fujimori, por mencionar algunos casos representativos, sufrieron cada uno en su momento la derrota total nacida de sus propios actos deshonestos, es verdad, pero inicialmente dados a conocer a los cuatro vientos por los medios. Yo mismo he visto que una sola estación de radio ha sido capaz de cambiar el rumbo político en elecciones para gobernador en algún estado mexicano.
En realidad, la influencia sobre las masas ejercida secreta o abiertamente por los medios es demasiada poderosa para cuantificarla correctamente. Baste decir que su remoquete de Cuarto Poder está ampliamente justificado. Pero esta influencia la niegan en México los dueños de medios para que el pueblo no les cuestione su servil lealtad al Poder, ya que igual que los gobernantes dependen de la ignorancia de las masas para operar y medrar tranquilamente en el país.
Porque sépanlo todos: Cuando los medios trabajan en cooperación con el gobierno, todo funciona bien para los ladinos mexicanos. Pero cuando se pelean entre ellos, el desastre para todo su grupo étnico no está muy lejos. De ahí que el sudoroso arzobispo Rivera ande apurado hoy día queriendo poner paz en el pleito entre Presidencia y Prensa, pues los charros negros saben que el desenlace será fatal para ambos y hasta para la Iglesia, gane el que gane. Lo ideal para los ladinos gachupines en este país ha sido siempre el joder indios, no darse de palos entre ellos mismos. Eso lo tiene muy claro el charro negro.
Por lo demás, Fox no asustó a ningún periodiquero cuando insinuó que sus compinches en el gabinete le aconsejan "poner orden," o sea reprimir con violencia física a los criticones. Esa velada amenaza únicamente exhibió que en México los tres Poderes (Judicial, Legislativo y Ejecutivo), están totalmente en manos del presidente. Prueba de ello es que nadie en la dizque República protestó tamaña barbaridad legal y ética.
Los dueños ladinos de los medios (televisoras, periódicos, radio) son tradicionalmente cortejados por los gobernantes porque son los primeros en calibrar exactamente la dimensión de la explotación y represión sobre la mexicanada. El gobierno les paga para que guarden silencio. Por eso, aparte de los lazos étnicos que los une con los gobernantes, los ladinos en los medios son destinatarios de privilegios tales como grandes partidas de dinero, exenciones, terrenos, teletones, encubrimiento de crímenes comunes y otros favores de las autoridades, y prórrogas o cancelaciones de pagos de impuestos.
El crimen de la complicidad informadores-gobierno, por si no lo sabía, paga bien. ¿O a poco creía usted que hombres de enormes fortunas y conectados a los medios (como Azcarraga-3 y su primo Burrillo, Salinas Pliego de TVAzteca, los Zabludowsky, el gachupín ex-director de Excelsior, etcétera), se hicieron ricos con el sudor de la frente solamente, o ayudando a sembrar tierras de indios pobres y discriminados en alejadas comunidades?
Precisamente por la cantidad de dinero que se mueve en los medios es que ningún periódico (u otro medio de información) importante en México está en manos de no-ladinos, ya que su deber es proteger a los gobernantes en turno sean del partido que sea. Solamente así se auto-garantiza la total impunidad de autoridades civiles, eclesiásticas y militares criminales. Solamente así es posible que haya robos increíbles a la indiada como el del Fobaproa, y matanzas militares como la del 2 de Octubre-68 y la de Aguas Blancas, sin que nadie diga nada, sin que sean encarcelados los ladinos por tales crímenes.
Los medios hacen todo lo posible para adormilar al pueblo y evitar que la gente piense en defenderse de crímenes gubernamentales. Y del tamaño de su silencio es el tamaño del premio que tradicionalmente reciben. Porque una persona, o un grupo de inversionistas, no invierten millones de dólares en fundar un periódico, por ejemplo, a sabiendas que van a perder su inversión. Lo que buscan es riqueza, o inmunidad (muchos inversionistas en medios son ex-gobernantes o ex-policías grandallas de negro pasado), o influencia política, a cambio de ser paleros de los gobernantes. Por eso importan fácilmente enormes maquinarias de impresión y equipos de transmisión para radio y televisión sin problemas, por eso pueden darse lujos como el operar con pérdidas siglo tras siglo, ya que la ganancia está en la publicidad del gobierno (planas enteras) y en favores recibidos bajo la mesa. De otra manera nadie estaría dispuesto a tirar al cesto de la basura cantidades millonarias sólo para "informar" al público. Venden más propaganda y silencio al Gobierno, que información a lectores, televidentes y radioescuchas.
La única diferencia entre un periódico y otro es el tamaño de la avaricia de sus operadores. Por eso asombra a propios y extraños que inusitadamente cada uno de los dos tigres, Presidencia y Prensa, se lance violentamente sobre el cogote del otro. ¿Por qué?
La respuesta la encontramos en la personalidad del "contra" Fox, ya que si el "tigre" ladino de los medios ataca al "tigre" ladino del Poder eso es síntoma inequívoco de que siente que le cortaron su energía vital, el habitual suministro de dinero proveniente del gobierno. Y es que bajo el acoso económico de los gobernantes panistas, ya quedan ahorita menos de la mitad de publicaciones que existían hace un año, cuando el ensoberbecido vendedor de aguas negras embotelladas llegó al trono nacional. Un año más así, y regresaremos a los gritones de plaza de pueblo para saber lo que pasa en el mundo.
Y lo más hilarante del pleito es que avisé con tiempo que el principal peligro en la derrota del PRI era que los panistas venían mucho más hambreados. Por cuidar los centavos, a estos cuates les gusta arriesgar los pesos. Advertí, desde el momento mismo en que Fox fue electo, que el encomendero utilizaría el represivo Método Ruffo (cero publicidad de gobierno a periódicos) para estrangularlos económicamente sin necesidad de utilizar la censura.
Y así fue.
Fox está logrando poco a poco su objetivo de dejar solamente en circulación uno o dos periódicos nacionales importantes, siempre y cuando éstos demuestren ser dóciles a la voz del amo y se plieguen voluntariamente, so pena de perecer. Así matan los panistas dos pajarracos con una sola piedra: Se ahorran una fortuna en "gratificaciones" que finalmente acabarán en sus propias cuentas de banco, y simultáneamente someten de gratis a la prensa sobreviviente, obligándola a vivir de rodillas y alabando al gobierno panista a cambio de migajas. Si bien les va.
Este método de subyugación es efectivo y ya les funcionó a las mil maravillas en Baja California durante la primera gubernatura panista, la del contador Ruffo, hoy Comisionado para asuntos migratorios de la frontera norte.
Ciertamente era escandalosa, por multimillonaria, la cantidad que anualmente pagaba por "publicidad" el gobierno federal con el pretexto de "difusión de servicios públicos" cuyo verdadero objetivo fue siempre remunerar el encubrimiento de los medios. Pero también advertí que a nivel nacional el Método Ruffo fracasaría, pues hasta un niño puede ver que los ladinos capitalinos dueños de medios no son tan fáciles de doblegar como los de provincia. Y así está sucediendo. No es que yo sea profeta, es que causa y efecto son previsibles.
La soberbia de la Amigocha, la de Fox y la de sus secretarios de Estado los ciega y no les permite percibir que un antiguo y probado método de subsidios (darle maíz al pollo jodón) para controlar a los medios, no puede ser alterado de la noche a la mañana sin pagar un alto precio por el atrevimiento.
Es cierto que la táctica de ablandamiento a la prensa es una efectiva estrategia china para dominar al oponente recomendada por Sun Tzu ("hay que cortar primero la línea de suministros al enemigo"), ¡pero no contra gente del mismo grupo étnico ladino, por dios! No hay que ser tan babosos.
Van los panistas contra la corriente, y ese capricho a la larga les costará mucho más caro. Piensan inventar el hilo negro al exigir propaganda y silencio de gratis. O a lo más, a cambio de invitar a periodistas a pinchurrientas taquizas en Los Pinos con tour guiado por Marta-y-Fox. Exigen oro pero quieren pagarlo con cobre, pues han sido explotadores de indios toda su vida. Así no se puede.
Por eso le tronó ya el cuete en la mano a Fox. Y a ver si Ruffo le arregla el pleito. Y para empeorar la situación, cuando las críticas de los medios arreciaron contra el presidente, el volvió a darles estúpidamente la contra denunciando lo que todo mundo sabíamos: Que los ataques de la prensa a Presidencia se suscitaron porque les suspendió los sobres retacados de billetes.
Porque si ya sabe Fox que los medios lo traen ondeándolo de la cola por no maicearlos, ¿para qué buscarse más problemas, si al fin y al cabo el dinero de los sobornos no sale de su propio bolsillo? La tacañería tiene un límite y hay que saber para qué sirve el dinero. Eso de invitar a Los Pinos a los periodiqueros ladinos, de uno en uno, para conminarlos a que traten bien a Fox de gratis es un insulto a los (des)informadores.
Los tontos lamentos posteriores de Fox me recuerdan un incidente real ocurrido en China hace más o menos un milenio. Sucede que un joven pobre, pero talentoso y académicamente ilustrado, entró al servicio de cierta familia poderosa. Pero ahí tuvo que sufrir la injusta y perversa animosidad del júnior de la casa, quien al menor pretexto lo acusaba falsamente y ordenaba a los sirvientes que lo azotaran. Pero (en lenguaje foxista) el chaval "aguantó vara," y muchos años después llegó a ser administrador de la provincia. Su antiguo torturador fue entonces a visitarlo para limar asperezas, y le preguntó si recordaba los tiempos en que trabajó para su familia. El gobernador respondió fríamente: "No lo olvido ni de noche ni de día," y al visitante inmediatamente se le ensombreció el semblante pues entendió que no escaparía a las represalias de su antigua víctima.
Dicho y hecho.
A los pocos días lo despertó una gran conmoción dentro de su mansión. Se asomó a ver qué pasaba y vio que soldados fuertemente armados habían penetrado hasta las habitaciones interiores y lo buscaban para arrestarlo. No se asustó, pues pensó que lo encerrarían algunos días bajo algún cargo falso, y hasta imaginó que le darían una paliza para satisfacción del gobernador, pero luego lo dejarían libre. No fue sino hasta que lo encadenaron y lo metieron a una jaula en ruedas para sentenciados a muerte que comprendió la gravedad de la situación, pues obviamente sería llevado directamente a la plaza principal para ser ejecutado en público. Esto lo confirmó al suplicar información al jefe de la guardia militar que lo arrestó.
Tratando desesperadamente de encontrar alguna vía de escape de ultimo momento, el reo le dijo al militar, "La única razón para ejecutarme es que el gobernador resiente mi estilo de vida y siempre ha buscado quedarse con mi riqueza." Pero el militar lo miró con desprecio y le contestó, "Y si ya sabías que tu fortuna te llevaría al cadalso, ¿por qué no te deshiciste antes de ella?" Horas después el infeliz se encontraba con su destino fatal.
Por lo relatado podemos ver que el grado de inteligencia de Fox es mucho menor que el de un militar chino de bajo rango de hace mil años. Porque si ya sabe el presidente que el recorte de los dinares lo metió en problemas con los medios, ¿para qué seguir aferrado en no abrir el monedero? Asegura saber que los periodiqueros lo quieren "tumbar de la silla," pero más se empecina en agarrarse de ella. Si los tumbadores ya traen esa idea metida en su corazón y no descansarán ni de noche ni de día hasta verlo en el suelo, ¿para qué provocarlos más?
Pero Fox es come-solo incorregible. Tozudamente insiste en no mocharse con sus hermanos ladinos. El Babas ya se creyó su propia propaganda de que llegó a Presidencia "por méritos propios," y demanda lealtad a cambio de palmaditas a los súbditos.
Mientras tanto, un efecto secundario de la poda de publicaciones llevada a cabo tan eficazmente por los panistas es que ya sobresale claramente la identidad de los columnistas, articulistas, conductores de noticieros, escritores e "intelectuales" sobrevivientes de la monarquía anterior, y serviles al nuevo régimen. En su tiempo todos ellos fueron alegres y bien pagados trovadores de falsas virtudes priístas. Pero también fueron ratas listas que saltaron a tiempo del Tritanic que se hundía, mentándole la madre a la mano que les dio de comer por décadas. Arrepentidos de su vergonzoso lambisconeo anterior a la entonces poderosa dictadura tricolor, ahora los muy chaqueteros echan pestes contra sus antiguos (y muy generosos) patrones.
Por eso el gobierno de Marta-yFox les reconoce su traición al tricolor y haciendo una excepción en su política de austeridad económica hacia el periodismo, sigue recompensando a los Dehesa, "Pepe" Cárdenas, Zabludowsky padre e hijo, Ruiz Healy, López Dóriga, Krauze, Gustavo Rentería, Coccioli, Memin Ortega, Ferríz de Con, et al. En verdad os digo que hay más de verdad en las novelas y demás libros de ficción, que en los noticieros y columnas de estos convenencieros "(in)comunicadores" que ostensiblemente cuentan ya con la codiciada y bien remunerada "bendición" panista.
Desafortunadamente para Fox, los desmedidos y babeantes elogios falsos de los nuevos lacayos del Sistema no son suficientes para contrarrestar la realidad nacional. Realidad que está siendo desnudada poco a poco por los periodistas ladinos descontentos que quedaron fuera del minúsculo círculo de elegidos, pero que finalmente, por su número, son más influyentes que los sobornados.
Por eso Fox sintió pavor, por primera vez en su sexenio, de asistir al partido de fútbol México-Honduras. Faltó a su palabra (una vez más) de ver el juego en persona, porque sabía que en vez del baño de popularidad que habitualmente busca y recibe, la multitud en el Azteca lo esperaba esta vez pero para mentarle la madre y bañarlo con fétido líquido. Igualito a como hicieron los espectadores del clásico Chivas-Pollos Amarillos semanas antes, en el Estadio Jalisco, con el repugnante generalote verde Macedo de la Concha.
A ver, Marta: Para que luego digas que los medios no pueden asustar presidentes.
Es cierto que en México, hasta la llegada de Fox al poder, no había exagerada libertad de prensa, pero es que tampoco les hacía mucha falta a los ladinos: Los editores de periódicos y los productores de noticieros de radio y televisión han sabido siempre lo que disgusta y daña al gobierno, así que se autocensuran voluntariamente. Platique usted con cualquier periodista o reportero y le dirá que ellos mandan a redacción reportajes incisivos, pero allí se los recortan y publican achatados a cambio de publicidad oficial y demás "incentivos" económicos.
Y si aquí y allá asesinan periodistas, es porque quién se brinca las trancas se arriesga a pitar. Justificadamente se quejó el matón y presidente JoLoPo en su día: "Yo (léase gobierno) no pago para que me peguen." Pero el tontuelo Fox erróneamente entendió que JoLoPo dijo: "Para que no me peguen, no pago."
La verdadera libertad de prensa se necesitará de hoy en adelante, pues la publicación ladina que se sienta injuriada por falta de aditivos monetarios y le atice al gobierno, se expondrá realmente a la violenta represión oficial. La partida presupuestaria para amansar periodistas bravos se canceló, según Fox, definitivamente. (Aunque yo creo que nomás será hasta nuevo aviso, porque el principio chino de estrategia militar advierte sesudamente: "Podrás tener el corazón para devorar a otros, pero otros también pueden devorarte a ti.")
Claro, ahorita parece que fuera más fácil sacar agua de una piedra a martillazos que lograr que los panistas les regresen los pagos a los periodiqueros. Pero creedme: Al final todo dependerá exclusivamente del tamaño de erosión de imagen que los diarios puedan causarle a Fox.
Urge pues una parrafada en serio entre los dos contrincantes para llegar a un arreglo pacificador. Arreglo donde por cierto el tacaño presidente tendrá que ceder......y reinstalar las gratificaciones. Aunque se enoje y pataleé la Amigocha Marta, pues no existen las críticas constructivas ni tampoco las lecciones de gratis. Y quien destapó primero la apestosa letrina de la corrupción periodística fue Fox, así que el mismo tendrá que volverla a tapar con su propia mano pues ya perdió el "nuevo equilibrio" que exigía a los periodiqueros.
Todo porque Fox, fiel a su tramposa costumbre de tapar un problema chico con otro más grande para desviar la atención del público, se sentía acorralado por el problema del asesinato a manos de changos verdes de la mexicana no-ladina Digna Ochoa y no se le ocurrió otra cosa que golpear a la prensa. (Por cierto, el animal que gobierna para "todos los mexicanos y mexicanas" no tuvo la mínima decencia para cuando menos dar personalmente el pésame a la familia de Digna. En cambio, ¡dio inmediatas condolencias públicas al alcalde de Nueva York por un accidente aéreo que cegó la vida de más de cien dominicanos! Al fin que Digna no era gachupina. Méndigo candil de la calle......)
El presidente de todos los ladinos (presidente mío no es) provocó pues una distracción mal planeada al atacar a la prensa solamente para defender el "honor" de los matones militares involucrados hasta las cejas en el asesinato de la defensora de derechos humanos. Buscando un escandalito reveló lo que ya sabíamos: Que quitó privilegios (beneficios inmerecidos) a los dueños de publicaciones. Pero el tiro le salió literalmente por la culata, ya que la prensa le contestó inmediatamente con bravatas similares.
Así que el Mentirosillo tenía que desviar atención al avispero mediatico, y no se le ocurrió más que dejar ilegalmente libres (sin que ningún bribón magistrado o legislador ladino lo demandara por tal estupidez jurídica) a dos campesinos ecologistas encarcelados injustamente. Y se volvió a meter solito bajo las patas de los caballos cuando nomás se requería calmar las andanadas de los quisquillosos periodiqueros.
Pero ¡oh sorpresa! Tampoco la discutida liberación de indígenas fue suficiente para calmar a la irritada prensa y Fox nomás saltó de la sartén al fuego. (Por cierto: Los dos campesinos, víctimas de malignas y tramposas acusaciones de militares changos verdes, además de las torturas físicas y mentales a que los sometieron los sardos, resultaron inesperadamente beneficiados por el pleito entre los dos patéticos tigres. Paradójicamente, lo que Digna Ochoa no pudo lograr en vida, liberarlos, lo logró después de muerta.)
Total: No tarda Fox en caer en razón y volver a rellenar sobres con dinero para periodistas. Y a mi me parece bien.
Porque si el pleito entre los dos tristes tigres llegara a enconarse sería negativo para nosotros, la indiada. Provocaría la caída del presidente, si, pero únicamente habría un cambio posicional en el tablero, de pieza por pieza, de ladino por ladino. Y lo ideal y benéfico para el pueblo sería un cambio esquemático, o sea de mandatario ladino por un presidente auténticamente mexicano. Nada más que ahorita no estamos listos para eso, pues todavía no hay conciencia total en el pueblo sobre la diferencia racial entre ladinos y no-ladinos, y sus letales consecuencias para el país. Precisamente por eso han habido "independencias," revueltas, alzamientos y revoluciones sin cambio ventajoso para el pueblo, ya que siempre son ladinos gachupines los que recogen las ganancias mientras la indiada únicamente aportamos las bajas en guerra.
Necesitamos primero ponerle nombre y apellido al enemigo infiltrado en el país desde hace cinco siglos.
Así que por favor, Fox y periodiqueros, los mexicanos no-ladinos les suplicamos que lleguen a un arreglo y se calmen, ipso facto. Necesitamos unos añitos más para echar raíces fuertes en el espíritu nacional y entender quiénes son ustedes verdaderamente. Mientras tanto, sigan apagando llamaraditas de descontento civil dónde broten, y continúen desinformándonos tranquilamente.
Sosiéguense pues. Júntense a comer chilaquiles, repártanse del Tesoro el dinero que puedan mientras pueden, y no nos distraigan más con sus panchitos.
Atentamente: Yo.
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
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