Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #155 ¿A qué Vamos al Mundial?

En algunos países avanzados, los gobernantes avivan el nacionalismo de sus habitantes con guerritas sin fin sobre debiluchos países tercermundistas. Las inevitables victorias militares, culturales y económicas resultantes los coloca en la cima mundial. Con éste método militarista ganan los fabricantes de material bélico, ganan los gobernantes, y crece la autoestima en el pueblo. Todos ellos (excepto sus víctimas, claro), terminan sintiéndose muy bien.

En México, los ladinos gachupines en el poder explotan igualmente el patrioterismo de la indiada, pero sin guerras propiamente dichas ni dándole beneficio alguno a la población. Siendo éste un país con mucho menor nivel de capacidad intelectual gubernamental a la de los países líderes, aquí se hace todo al revés. Con el único fin de hacerse ricos solamente ellos, los ladinos utilizan al fútbol para excitar en vano el nacionalismo de los aficionados con horribles juegos de la Selección nacional cuyas continuas derrotas nos bajan todavía más la paupérrima autoestima a los mexicanos no-ladinos. Pero de eso precisamente se trata, de mantener la moral de la mexicanada por los suelos para que no pensemos en "alzarnos."

El consorcio ladino del entretenimiento electrónico bendecido por el gobierno para manejar y explotar a las masas de aficionados al fútbol, no fabrica material de guerra, sino legiones de nacos. Se llama Televisa y es la más grande y eficiente fábrica de caca intelectual en México. Y mire que hay muchas fábricas de ésas por estos rumbos, incluyendo a la Iglesia y a la SEP.

La principal labor de Televisa es impedir que el pueblo piense demasiado en la realidad política y económica del país. Esto lo logran con una sucesión interminable de programas apelando al nivel más bajo posible de la banalidad y la vulgaridad. Para esto utilizan terribles cantantes ladinos (no se permite a no-ladinos el acceso a la pantalla chica), comedias idiotizantes, noticias manipuladas, y los horribles juegos de la Selección. Si una situación es ya simplona, los productores de Televisa buscan vulgarizarla todavía más hasta convertirla en total excremento intelectual televisado. Es el clásico caso de algo positivo, en este caso la televisión que podría ser utilizada apropiadamente para incrementar los niveles de inteligencia y educación de la población, y utilizarlo perversamente al revés para hundir en las tinieblas culturales a los mexicanos.

Por eso es tan fácil entender la política mexicana siguiendo las vicisitudes de la Selección de fútbol: Baste saber que televisos y gobernantes son del mismo grupo étnico, come-solos ladinos que al pueblo le dan circo sin pan. Los mangoneadores del entretenimiento son parásitos chupa-sangre que traemos pegados al cuello desde hace cinco siglos, herederos en línea directa de los primeros conquistadores ibéricos y con licencia sin fecha de caducidad otorgada en Espanha para matar y explotar indios.

Por eso los vicios del fútbol son idénticos a los vicios del gobierno.

A cambio de no escarbarle mucho a la realidad religiosa, económica y política del país, y mucho menos difundir imágenes de actos represivos del ejército y otras autoridades sobre el indefenso pueblo, el gobierno ladino de cada sexenio, incluido el actual, permite a los Azcarraga, dinastía gachupín-mexicana, la explotación del fútbol nacional desde hace dos generaciones (50 años), y sin pagar impuestos a Hacienda por ser dizque negocio "no rentable."

(Mientras tanto, presidente-senadores-diputados "arreglarán" la recesión económica aumentándonos los impuestos a los ciudadanos. Nosotros pagaremos a güevo la falta de entradas de dinero al despilfarrador Gobierno. Pero Televisa y otros peces gordos ladinos no pagan impuestos, pues ellos son los conquistadores y nosotros los conquistados. Viva México. En cambio, no vea la saña del Parásito de Hacienda Gil Díaz para cobrar impuestos a los changarritos y a vendedores ambulantes no-ladinos. Aparte, el muy pillo busca gravar medicinas y alimentos sin que recibamos ningún beneficio de los millones de barriles de petróleo nuestro que a diario salen en venta al extranjero. Porque insisto: Deberían ser auditados esos barriles por una firma de contadores independiente, pues los barriles de petróleo que el gobierno dice vender y el rápido agotamiento de las reservas no coteja. Y ya sabemos que los gobernantes ladinos tienen las uñas muy largas. Por eso me parece que los gobernantes nos están haciendo con los barriles de petróleo las cuentas del Gran Capitán: "Mil barriles para mi, uno para ti...mil barriles para mi, uno para ti...")

Actualmente Azcarraga III (el glorioso Multiplicador de Caca), y su cómplice y primo además, Burrillo, se reparten solitos el enorme botín económico que produce la explotación del himno, bandera y uniforme tricolor alrededor de un balón de fútbol. (A regañadientes aceptaron Azcarraga y Burrillo darle una tajadita del pastelote a TVAzteca, pero porque su dueño, Salinas Pliego, es ladino también y su televisora igual participa activamente en el encubrimiento de crímenes de Estado y en la idiotización de las masas ajenas al agua y el jabón.)

A ver hasta cuándo entenderemos los aficionados que la Selección de fútbol no es el ejército peleando en tierras extranjeras para salvaguardar nuestra seguridad y honor, y que sus derrotas están astutamente planeadas porque Televisa, la verdadera dueña de la Selección, así lo requiere.

La Selección no representa nada de México, excepto a Azcarraga y a Burrillo. Imagínese entonces el tamaño de la cómplice mochada de ganancias que se llevan el presidente Fox, el Parásito de Hacienda Gil Díaz y el secretario de Gobernación Creel. Por algo le organizó Televisa de gratis a Marta-de-Fox la colecta a güevo de varios millones de dólares limpios de polvo y paja en perjuicio de empresarios panistas, en aquél escandalito-concierto en el Castillo de Chapultepec. Pájaros de la misma pluma (en este caso pajarraca) vuelan siempre juntos.

La descarada explotación de la Selección por Televisa, decíamos, resulta en patéticos partiditos contra El Salvador y Guatemala en los USA para recoger carretadas de dólares. Los jugadores mexicanos siempre terminan cosidos a patadas por los bárbaros de Centroamérica, pero si jugaran contra selecciones de renombre le costaría dinero a Televisa. En cambio los centroamericanos hasta pagan por jugar contra México para ganar experiencia.

Y el aficionado mexicano que se hinche.

Ni para que repetir que a los seleccionados los federativos los obligan a jugar de gratis porque dizque "ya es suficiente honor vestir la camiseta nacional." Y bajo amenaza de no permitirles jugar en sus equipos si se niegan a ser exprimidos por Televisa. Luego tienen el oscuro negocito de vestir a los seleccionados con el horrible uniforme deportivo oficial que vende la FMF y así obtienen publicidad gratis a las horribles prendas que venden a precio de oro en tiendas deportivas, pues a los jugadores los gachupines explotadores de la FMF (léase Burrillo, Lebrija, el paraguayo Kiese, De la Torre, Ricardo Peláez, et al) no les dan porcentaje alguno.

¡Hágame el cabrón favor!

Nomás falta que como hacen en Hollywood con los actores en las películas gringas --tienen que pagar enormes sumas para lograr puestos estelares en las superproducciones-- les cobren los ladinos a los muchachos mexicanos por jugar en la Selección. Así de salvaje está la explotación de la Selección y de los símbolos patrios por Televisa. Y si los jugadores se niegan a ser explotados y rehúsan el llamado a la Selección, como hizo Cuauhtémoc Blanco recientemente, pueden ser ilegal e impunemente calumniados, chantajeados y hasta impedidos de practicar su profesión.

#2. Para explotar tranquilamente la Selección, Azcarraga y Burrillo requieren técnicos corruptos y obedientes a la voz del amo, no capaces en su profesión. Por eso pierden hasta contra Guatemala. Se trata de ganar dinero aunque pierda la Selección.

#3. Dicen en China: "Al finalizar la temporada de caza, los perros cazadores son cocinados." Una vez cumplida su función, las personas son relegadas al olvido.

Por eso, una vez que Cuauhtémoc Blanco metió los goles obligatorios en la Selección para calificar a México y garantizar de cien millones de dólares para arriba a Televisa en publicidad, Burrillo dice que mientras el sea el dueño del Trí, "Cuauhtémoc Blanco no será llamado más a la Selección. No es indispensable." Todo porque está inconforme con la manera en que lo tratan en la FMF. Y eso que no le pagan ni un peso partido por la mitad al jugador, quien por cierto termina siempre los juegos cojeando por las patadas que recibe de gratis.

Pero resulta que cualitativamente Cuauhtémoc si es jugador indispensable para la Selección.

Eso de decir que una persona "no es indispensable" es una marranada habitual de los ladinos explotadores. No es que sea irreparable la ausencia del jugador, pero su presencia en el equipo nacional si es indispensable. Dicen los federativos que jugadores hay muchos y es cierto. Pero esos mismos jugadores, haciendo lo mismo que siempre hacen, no logran lo mismo en renglón victorias que cuando Temo está en la cancha.

Indispensable si es Cuauhtémoc. Los demás jugadores no lo son, pues gente como el Conejo Sánchez, Melvin Brown, si hay muchos. Si acaso, Rafa Márquez también entra en el renglón de los muy necesarios, pero ahí párele de contar. Hasta Javier Aguirre sobra.

Y en poco tiempo el explotador Burrillo, quien salvó su inversión millonaria en la Selección gracias a los goles de Temo, se tragará sus bravatas públicas y convencerá secretamente al jugador para que regrese. De hecho ya están manipulando vergonzosamente a la madre y hermanos del jugador para que regrese, "por México." Promete además Burrillo que no castigarán a Cuauhtémoc por su rebeldía, pero lo dice solamente porque juega en Espanha y se vería feo allá que quisieran desafiliar aquí al jugador por negarse a seguir regando su sangre en las canchas de a gratis para beneficio de Televisa. Si jugara aquí, júrelo que ya lo hubieran freído. Es la clásico caso del hombre (Temo) devorado por el hombre (los siniestros y explotadores primos Azcarraga y Burrillo).

Alega el gachupín-mexicano Burrillo que el desea jugadores en la Selección "con orgullosa vocación de servicio a su país (léase dispuestos a ser exprimidos sin pago alguno de su talento y sin chillar) por lo tanto (Temo) no está preparado mentalmente. Pobre muchacho, así no es útil ni necesario para nosotros. Hay 40 jugadores que se cortarían un dedo por ocupar su lugar."

Ah, vaya. Bien dicen que un buey reacio a ser uncido al yugo no es apreciado por hacendados y encomenderos.

Pues que bien. Sin embargo, el parásito Burrillo acepta que el jugador si tiene razones para estar descontento, aunque alega que "eso no es motivo para llorar por la televisión y renunciar a la Selección."

Mmmhh.... Entonces, ¿qué hay que hacer para que los madrotas de la Selección atiendan las necesidades básicas de sus víctimas?

Y otra cosa: Aparte de ser signo pasajero de debilidad mental, ¿qué de malo tiene llorar? Llevan cinco siglos los gachupines haciendo llorar a los mexicanos y hasta ahora eso nunca les había molestado. Yo mismo lloro todas las mañanas cuando la domadora me cachetea antes de irme a trabajar, dizque "para que me porte bien en la calle."

Y si la veleidosa suerte no le ha dado (todavía) motivos a Burrillo para llorar a moco tendido y como niño de pecho, no quiere decir que algún seleccionado no tenga derecho a derramar cuantas lágrimas deseé. Allá el gusto de cada quien, pues las lágrimas son como los pedos, digo, las flatulencias: Que se aguante de soltarlas el que guste y que se explaye el que quiera, pues son necesidades propias del cuerpo. Y el cuerpo, dicen los antiguos, simplemente hace su deber.

Recordemos que hasta antes de irse a Espanha, Cuauhtémoc no lloraba, sino que hacía llorar a otros. Era el bravucón del barrio con motivos de sobra para llamarles maricas a sus víctimas cuando derramaban lágrimas de impotencia ante sus salvajadas. Pero la vida tiene la desagradable faceta de no dejar al hombre caminar mucho sin recibir respuesta por sus acciones, buenas y malas. (Cómo olvidar, por ejemplo, al jugador espanhol Guardiola, aquel que insultaba a un jugador colombiano de raza negra llamándole en su cara "negro feo hijo de puta." Y ahora que Guardiola está en Italia, dio positivo dos veces al estimulante prohibido Nandrolona, y ahora el extranjero feo e hijo de puta en Italia es el.) Aunque tampoco es para denostar a Cuauhtémoc por unas lagrimillas y exhibirlo públicamente como un debilucho "con problemas mentales." Temo, no nos equivoquemos, es un hombre de carácter y nada dado a anunciar falsamente la presencia del lobo. Merece más respeto de parte de sus explotadores.

Pero lo nocivo para la sociedad mexicana, toda, es el descarado, ilegal y férreo control de explotación que tienen los ladinos en el poder sobre la vida de los mexicanos. Y el fútbol no es la excepción.

Porque fue escalofriante la manera en que (entre muchos otros) los títeres parlantes de Televisa Raúl Orvañanos-Arturo Brizio, y de TVAzteca José Ramón Fernández, se le fueron encima a Cuauhtémoc palo en mano en cuanto este renunció a la Selección. No reconocen que el jugador les aseguró a las televisoras y a sus narradores y comentaristas de fútbol ganancias jugosas al clasificar el solito a la Selección y esos cuates evidencian que obedecen la línea que les tiran "de arriba" los dueños de la Selección con el fin de amedrentar y humillar al jugador.

Porque eso de llamar "berrinchito" a la rebelión de Cuauhtémoc porque se niega a seguir siendo explotado es un insulto generalizado a quienes le dan valor a la dignidad humana, y que además tienen el valor de enfrentar a sus muchos y montoneros explotadores sin más armas que su sentido de la vergüenza. Rebelarse es precisamente lo que hace hombre al hombre, lo que los cobardes llaman medrosamente "pelearse por unas pajas." Que los televisos no aprecien el valeroso gesto de Temo no quiere decir que merezca ser llamado "caprichoso" o "infantil" por defender su orgullo herido. Por menos de lo que le hicieron a Temo hay hombres que apuestan la vida, como debe ser cuando la dignidad personal está en juego. Ser hombre implica "hacer, construir, producir, completar lo planeado," aunque muchos no lo sepan o teman ejercer su derecho natural. .

Yo critiqué a Cuauhtémoc cuando anduvo de bravucón generando pleitos estériles en las canchas de juego, pero esta vez el jugador pelea solito la batalla de su vida dentro y fuera de la cancha, en Espanha y en México, y hay que admirar su entereza. Sus lágrimas frente a las cámaras no significan otra cosa que su desdén hacia el ridículo. Sabe que tiene la razón, sabe que le obstruyen el camino injustamente, algo que Burrillo y los televisos toman erróneamente como flaqueza mental. Y como aficionado, a mi no me ofende que el jugador defienda sus derechos, aunque no lo veamos en el mundial.

Eso si: Sigo pensando que Cuauhtémoc está en Espanha sin necesidad, puesto que como jugador no tiene que probarle ya nada a nadie. En ese país de envidiosos no dejan triunfar a nadie, mucho menos a los mexicanos, ya que eso los hace sentirse superiores a nosotros. Y vaya que necesitan los espanholes autoestima, pues los europeos los ven peor que mierda. Por algo será.

En Espanha, repito, no le van a dar a Temo la gloria deportiva y el dinero que aquí se ha ganado por derecho propio. Allá es de los últimos porque así está diseñado el ruin andamiaje deportivo gachupín y ni Maradona pudo con ese sistema, pero aquí entre nosotros Cuauhtémoc es el primero simplemente por eso, porque lo es. No es que el jugador no tenga talento para jugar en el extranjero, es que hay edad para conquistar países y la de Temo ya pasó. Mal aconsejado por promotores sinvergüenzas, no sabe que para un jugador perder un año de actividad es similar a que una persona normal y corriente desperdicie diez años de su vida. Y eso precisamente perdió Cuauhtémoc, un año, gracias a la lesión que le produjo aquél bárbaro "jugador" caribeño que debió ser consignado a las autoridades por su maligna agresión, conducta inexplicable en un deportista aunque más entendible en una bestia vestida de futbolista.

Sin embargo, Cuauhtémoc se aferró a terminar su proyecto en Espanha, a construir su sueño a base de carácter......y ahí si me gustó su actitud. Este hombre es entonces de los que buscan terminar lo que comienzan, así sea contra todo y contra todos, lo cual es merecedor de respeto. Aunque a los grandes solamente los grandes los entienden, por eso Hugo Sánchez dijo entender perfectamente la posición de Cuauhtémoc.

A la vez, no me sorprende la miserable actitud de Javier Aguirre. Porque sabiendo que Temo no jugaría el partido contra España, pues ya se lo había avisado el jugador desde antes del juego contra Honduras, Aguirre lo exhibió y le echó a la afición encima diciendo el embustero que no sabía la razón por la que el jugador "no respondió a la convocatoria." A tipos sinvergüenzas de la calaña del técnico nacional hay que escupirles la cara en respuesta a sus actos.

Y aún si Cuauhtémoc hubiera asistido al llamado, hubiera sido un crimen alinearlo contra Espanha dada la golpiza que recibió en el juego contra los hondureños. El egoísta Aguirre lo sabe, porque dijo que el jugador no está bien de su rodilla derecha, pero aún así, como ladino explotador de raza que es, pensaba alinearlo aunque le reventaran la otra pierna. Este gachupín de caca se creé general, y es mucho menos que Lapuente, quien no pasa de sargento.

Evidentemente, según lo visto en el juego Espanha-México, sin Cuauhtémoc la Selección de Aguirre no vale un cacahuate, digan lo que digan jugadores como el Conejo, o como el paraguayo Kiese (éste cabrón tiene enfermiza obsesión por martirizar a los jugadores con sus méndigos boletos de avión llenos de escalas) o Ricardo Peláez, y hasta Burrillo. (Y que además un extranjero como Kiese le haya llamado mentiroso a Cuauhtémoc en México para ocultar sus propias miserias y enfermedades mentales, es un insulto que no se puede tolerar y aunque sea hay que mentarle la madre.)

Quien verdaderamente miente es Kiese, ya que aseguró que no le pudieron conseguir un vuelo directo Espanha-México a Cuauhtémoc, pero el jugador compró después uno con su propio dinero, demostrando que Ricardo Peláez y Kiese son mentirosos y deshonestos de bandera. Y si el jugador exige lujos como vuelos directos, los merece, pues no le pagan por jugar. Pero los ladinos, sean extranjeros o mexicanos, nomás traen la de joder gente.

El problema para la FMF es que sin Cuauhtémoc no hay mucho qué esperar de la Selección en el mundial.

Porque mire usted: Si La Volpe, por decir alguien, fuera el estratega de la Selección, la presencia o la ausencia de Cuauhtémoc no tendría la mayor importancia puesto que el sabría exactamente de donde sacar un jugador igualmente útil, aunque fuera de la Segunda. Pero Aguirre carece de talento y está ahí únicamente porque es títere de Burrillo, igual que Peláez. Aguirre está técnicamente igual de perdido que los demás "estrategas" mexicanos y está supeditado a tener grandes jugadores que le ganen los juegos, como les pasa a Meza, a Lapuente, a Mejía Barón, a Trejo.

De manera que sin Cuauhtémoc, la Selección de Aguirre, Peláez y Burrillo está en la calle. Y así les va a ir si Temo no regresa, por eso andan buscando bajo el agua que el jugador "recapacite." Y fiel a su costumbre de buscar extranjeros que le ganen juegos, Aguirre podría hasta convocar a extranjeros naturalizados mexicanos. A esos niveles hemos llegado.

Para lograr algo medianamente decente en el próximo mundial, y por el propio bien de Televisa, es tiempo entonces de utilizar la miel y dejar la hiel para otra ocasión. En este pleito los que deben estar "preparados mentalmente" son los directivos de fútbol, no Cuauhtémoc. Este jugador, aunque les duela a los ladinos, no es "uno más" en la cancha. Por si ya se les olvidó, en cuatro partidos Cuauhtémoc marcó cinco de los 9 goles logrados.

Los que de verdad sobran son Kiese, Burrillo, Lebrija, De la Torre, Peláez, Aguirre, y todos los femefutos.

#4. Dicen que el técnico Aguirre no es supersticioso. Pues asustado como juega, ni lo necesita. Pero así no se ganan grandes cosas. Menos mal que el tercer boleto que reparte la triste CONCACA-F permite a México asistir de panzazo. Aunque Mejía Barón negaba indignado que el tercer boleto del área salvaría a México de no asistir al mundial, así fue.

#5. Aguirre asegura que la Selección "no va a jugar bonito." Y entonces, ¿a qué viene? La Volpe ha demostrado hasta la saciedad que se puede dar espectáculo y ganar, algo que no tiene cabida en la petatera mentalidad de los técnicos ladinos mexicanos. Acuérdese cuando Bracamontes tiró el arpa dejando empantanado al Guadalajara alegando que no podía lograr que los jugadores hicieran más. Pero llegó el argentino Ruggeri y mire hasta donde ha llegado con menos jugadores. Ésa es la diferencia entre técnicos nacionales y extranjeros: La capacidad en su profesión.

La costumbre de Aguirre de incentivar a sus jugadores con gritos y cero talento no va a dar buenos resultados en el mundial, como se comprobó en el juego Espanha-México. A ver si otra vez los dolaritos y las promesas del celestino-alcahuete Burrillo de conseguirles estrellitas-pirujitas de Televisa a los jugadores cuando ganen, sirven de algo.

#6. Yo quisiera que alguien me explicara por qué los jugadores mexicanos juegan siempre con la boca abierta.

#7. En este país bárbaro hasta las universidades están manejadas por ladinos cavernarios. Olvídese de la recua de directivos patanes con cola de chango que controlan la Universidad de Guadalajara, pues lo que han hecho los "universitarios" de la dizque más antigua universidad en Latinoamérica de plano no tiene perdón. Resulta que la víspera del juego México-Honduras, la Universidad Autónoma de México mandó a una porra de barbajanes al aeropuerto a "recibir" a los hondureños con rechiflas e insultos verbales provocando que el técnico de los hondureños, que no es tampoco un iluminado, agrediera físicamente a uno de los porristas.

"Universidades," les llaman aquí a esos centros de barbarie.

#8. Los ladinos panistas que manejan al Atlas, igualitos de incapaces a los ladinos panistas que manejan al país, han dado otra muestra de su "inteligencia" contratando al "Ojitos" Meza como técnico de los rojinegros. Ni para darle en la madre al club tienen gracia esos burros con corbata, empezando por Alberto de la Torre.

Al término del torneo anterior la directiva atlista despidió al técnico argentino La Volpe, quien mientras estuvo al frente del remedo de equipo lo hizo jugar muy bien metiéndolo a la Libertadores y a todas las liguillas, que dizque porque "no ganaba el campeonato." La realidad fue que les exigía jugadores de calidad para reforzar al Kínder, digo al equipo, pero en el club son más tratantes de blancas que administradores con verdaderas aspiraciones al título y resentían los reclamos del técnico.

Así que "para aspirar a algo verdaderamente grande," anunció falsamente el presidente del equipo, De la Torre, despidieron a La Volpe y trajeron al mediocre técnico Solari. Este cuate, poco exigente en cuestión de jugadores, hundió al equipo para desazón de los estúpidos directivos y rabia de los aficionados. Luego le dieron el equipo al inepto Efraín Flores, quien se decía ofendido porque La Volpe rechazaba los jugadores que Efraín formaba, por no ser material de primer equipo. Efraín, ya en papel de técnico, metió a sus pupilos para desmentir a La Volpe y ninguno dio el ancho. Naturalmente.

Entre Solari y Flores procedieron eficazmente a vaciar los estadios donde juega el Atlas. Les tomó a estos dos genios, y a los directivos, solamente unas semanas para destruir lo que La Volpe construyó en años. Y mientras todos los directivos oportunistas se querían apropiar de la gloria de La Volpe cuando el Atlas estaba en los cuernos de la luna, hoy están con la boca cerrada ante los sonados fracasos.

Y tuvo De la Torre la oportunidad de reivindicarse contratando a Romano, pero el babas hizo otra más de sus decisiones equivocadas y contrató......al "Ojitos" Meza. Hágame el favor.

Meza es un técnico medroso que necesita de jugadores colmillones para que solitos le ganen los juegos, pero en el Atlas hay puro párvulo. ¿Qué va a hacer con ellos Meza? La única solución es que contraten jugadores extranjeros de los que nunca le quisieron traer a La Volpe. Y ni así está garantizado nada porque Meza es un técnico pichicato de espíritu en la cancha, aunque también es dócil ante los directivos.

Precisamente no contrataron a Romano porque acababa de ser despedido de la Universidad de Guadalajara al no aceptar la imposición de alinear al hijo del presidente del club universitario. Y esa clase de hombres de fuerte carácter espantan a los directivos ladinos-mochos-mexicanos, quienes prefieren técnicos "flexibles." Como Meza.

Mientras tanto, La Volpe ya está otra vez en las finales de otra liguilla...pero con el Toluca. Nunca esperé que me gustara como juega el Toluca.

¡A lo que nos han obligado los descerebrados directivos atlistas!

EL "TERCER OJO" MILITAR: Este país sufre tener a los legisladores más imbéciles del planeta. Permiten que el Ejército mexicano arbitrariamente se autoconsidere institución autónoma y fuera de toda jurisdicción legal. Llegan al colmo algunos generales babosos que hablan de "los soldados que los guerrilleros nos mataron," como si los soldados les pertenecieran a los generales y no al país. Y como si su muerte violenta, destino natural de los sardos, fuera excusa para secuestrar, torturar y asesinar a civiles disidentes políticos.

El sucio Ejército mexicano está involucrado en el asesinato de incontables ciudadanos sospechosos de ser "guerrilleros," y encima los militares se autollaman "honorables." La historia del Ejército en México es una historia de horror por las masacres de ciudadanos que continuamente realiza. Veo a militares como el Procurador General y el secretario de la Defensa, y percibo la sangre humana de sus víctimas chorreándoles de las manos.

Ya es hora que alguien les haga ver a los inútiles senadores y diputados federales que el Ejército debe estar sujeto a las leyes de la Nación, y que los generalotes verdes no debieran tener poder discrecional de vida y muerte sobre ciudadanos. Lástima que los legisladores se zurren de miedo en los pantalones cuando tienen enfrente a los militares, acostumbrados como están los pobrecitos a insultar simples cuicos cuando andan borrachos.

Por eso México es un país de tercera o cuarta clase, porque nadie en el Gobierno sabe sus obligaciones ni mucho menos tiene capacidad profesional y valor para hacer bien su trabajo.

Esto no tiene vuelta de hoja: Mientras no saquemos a los ladinos de Los Pinos y mientras falten mexicanos no-ladinos en el poder, mal nos irá. Seguiremos agachados bajo el yugo conquistador y de pilón despreciados por todo mundo.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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