La ensoberbecida señora Marta pudo haber sido presidenta...pero no lo será, y hoy está de rodillas. Escribamos entonces, exclusivamente, del aspecto metafísico de la hecatombe política actual en Los Pinos.
El maligno plan de la franquicia mexicana del Imperio del Mal (Igle$ia, banqueros, políticos, Televi$a-TvAzteca, Congreso y gobernantes, ladinos todos) para colocar a una marioneta del Vaticano-PAN en el trono mexicano, se desplomó pulverizado por los rituales chinos.
El gigante ladino mexicano, ay, está herido de muerte. Y ahora, ¿quién podrá defenderlo?
Las ilegítimas aspiraciones presidenciales de Marta, decía, han expirado y nadie se vistió de luto por eso ni derramó lágrimas. De poco sirvieron los ritualitos de magia negra que los charros negros (curas jineteadores de nacos) hacían dizque para "blindar metafísicamente" a Marta; de poco sirvieron las brujildas que ella y la Pastora Elba Esther contrataron en México y en el extranjero últimamente para protegerla de los rituales chinos.
¡Levántense victoriosas entonces en el campo de batalla esotérico las banderas rojas, amarillas y negras del ocultismo chino!
Porque Martha, Martucha, Martita, la Marta-del-Fox...la mujer que pudo haber sido la primera presidenta de México, ya no lo será. Se le acabó la cuerda de la propaganda de Estado a su favor, y cayó dramáticamente a solamente unos metros de la dorada meta. Lástima de los cientos de millones de dólares del pueblo (que muere de hambre) gastados criminal e inútilmente en crearle ficticiamente a Marta una imagen de mujer generosa y feminista. Imagen que se desinfló pesadamente bajo los efectos de los rituales hechos por el pueblo no-ladino.
Tal y como se lo había venido yo pronosticando en esta columna a La maligna bruja de Los Pinos, sus planes para acceder a la Presidencia se iban a dar un encontronazo con los rituales chinos, y así fue. (Igual le pronostiqué a su ladrón marido, Embustero Fox, que se irá de la Presidencia con mucho menos de lo que trajo, y mírelo usted: Ya no tiene los amigos que lo elevaron al poder, está distanciado de su propia familia, su anterior prestigio político dentro y fuera del país esta hecho añicos, su dignidad como persona es cosa del pasado pues hoy es el hazmerreír del pueblo entero, su nombre es despreciado y escupido, y por si lo anterior fuera poco hasta los miles de millones de dólares del pueblo que Fox piensa esconder en Suiza, El Vaticano, Israel, México y Espanha están ya irremediable y esotéricamente tocados [junto con los bancos que los albergan] por las peticiones del meteorito rojo. En pocos años él también tendrá que meterle mano a sus "ahorritos," como les aconseja burlescamente a los mexicanos damnificados.)
¿No qué no sé lo que digo, señoras ladinas? ¿Cómo les quedó el ojo, curas montoneros e incapaces? ¿Quién ríe mejor ahora?
En realidad, honestamente hablando, el plan de los integrantes del Imperio del Mal para apoderarse primero de la Presidencia (con la secreta complicidad del Congreso, Corte Suprema, Ejército y PRI-PAN-PRD), y luego de la educación pública en México, no estaba del todo mal, tenía posibilidades. Sobre todo porque México ha sido gobernado durante los últimos cinco siglos únicamente por judíos gachupines, sin importar el partido político al que pertenezcan (esos gobernantes toleramos, esos gobernantes merecemos). Así que no se veía por dónde hiciera agua la conspiración ladina.
El plan original, desde luego, no fue hecho en México, sino en el eje maligno Espanha-El Vaticano-Israel, eje sobre el cual giran los países satélites del Imperio del Mal en América Ladina, aunque siempre bajo supervisión final de los paises primermundistas. El plan tenía fallas fundamentales, mismas que no fueron consideradas de importancia porque nunca les había salido nada mal a los gachupines en quinientos años de planeaciones similares. No era descabellada del todo la idea de colocar a Marta en el trono, y que ya siendo presidenta hiciera lo que el Vaticano le ordenara. Primero nos impusieron los vaticanos a Fox, y la mera verdad el pueblo se está medio acostumbrando al látigo católico después de tres cuartos de siglo de liberalismo.
Durante las últimas décadas, el Imperio del Mal ha ido poco a poco reinstalando el oscurantismo religioso y educacional para no-ladinos en todo el mundo occidental. En Inglaterra, por ejemplo, las autoridades acaban de darle un hachazo a la educación pública, dejando fuera los programas que explican las culturas romana y griega. En México, planean eliminar los programas escolares de historia precolombina e imponer el estudio del catecismo católico. De manera que la orden para que México fuera gobernado otra vez por la Igle$ia es parte de un plan de dominación mundial. Fácil sería entonces para los curas lograr que Marta heredara la Presidencia de manos de su marido Fox, y luego se dedicara descaradamente a imponernos la voluntad del catolicismo más retrógrada.
Me imagino que el siniestro plan del Imperio del Mal debió tener lugar hace setenta o setenta y cinco años, de otra manera los dioses no hubieran tenido tiempo para diseñar el antídoto a tan diabólico ataque. Pero si los planes divinos son secretos para nosotros, los planes humanos no lo son para las entidades que habitan el más allá. Lo planes de los hombres los saben los espíritus, los saben los demonios, y los saben los dioses. Y los dioses castigan a quienes van contra designios del Cielo tales como que los hombres no tengan derecho a matar a otros. (Por ejemplo, así a botepronto y conociendo el principio taoísta de causa y efecto, no me extrañaría que el holocausto judío durante la Segunda Guerra haya sido retribución celestial por los cientos de millones de nativos que ellos, los del Imperio del Mal, exterminaron y exterminan todavía en América Ladina. A eso se le llama, en metafísica, retribución.)
No es de extrañar pues que un plan tan ventajoso como el de los vaticanos para apoderarse del gobierno mexicano tres cuartos de siglo después del comienzo de la era priísta y dañar aún más a los mexicanos no-ladinos, fuera conocido inmediatamente por los dioses. Ya tenían tiempo los priístas-panistas-perredistas ladinos haciéndole el juego político a la Igle$ia, y finalmente le tocó a Zedillo culminar la transición del poder liberal al catolicismo político (el mentado cambio de Fox). Pero todos ellos son los mismos, por eso nunca encarcelarán las autoridades panistas a ningún ladino civil o militar involucrado en la guerra sucia, ni tampoco encarcelará el Gobierno a un judío mexicano como AMLO, aunque públicamente amenacen con hacerlo.
Hasta la llegada de Fox al poder, el maligno plan marchaba a la perfección y la indiada nos creímos lo del fraudulento "cambio." El problema fue que si los dioses permiten calamidades, también permiten que los hombres conozcan la manera de neutralizarlas. Si no fuera así, el hombre hubiera desaparecido ya de la faz de la Tierra. Por lo tanto, el antídoto celestial a los planes urdidos por los cuates del Imperio del Mal fue permitir que el libro Ocultismo Chino cayera en manos de mexicanos no-ladinos para mecerles la lanchita a los ladinos.
Bien, dirá usted, pero ¿cómo fue el proceso?
Pues bastante sencillo. Resulta que en la Tierra hay un país, uno, designado por los dioses para guardar los secretos del Cielo. Ya sabemos todos que ni demonios ni dioses pueden materializarse en este mundo, por eso cuando los dioses planean bloquear alguna acción humana maligna recurren a otros hombres para neutralizarla. En esta ocasión, primero fue designado el espíritu apropiado para reencarnar y contrarrestar el plan del Imperio del Mal. Luego fueron designados familia y lugar dónde encarnaría. Cuando creció, la persona fue puesta convenientemente por los dioses en la ruta al país del conocimiento donde la adivinación ya había anunciado previamente su llegada. Después del aprendizaje de metafísica, el regreso a México, y posteriormente la publicación del libro Ocultismo Chino.
Para cuando Marta apareció junto a Fox en la gubernatura de Guanajuato, ya tenían ambos títeres del Vaticano la orden de los charros negros de ir después por la Presidencia. Sobra decir que para esa fecha los dioses ya tenían lista su futura caída política para impedir que el plan del Imperio del Mal prosperara. Aún así, el Cielo no golpea a nadie por la espalda; primero avisa. Cuando empezó en serio la campaña presidencial de Fox, los dioses permitieron a los vaticanos y a Marta saber de esta columna y enterarse de la existencia de los rituales chinos. Rituales que serían un obstáculo para los planes del Vaticano primero, y luego el vehículo que propiciaría la expulsión de los ladinos del poder y de México.
Pero no hay peor ciego que quien rehúsa ver.
Envalentonados los ladinos por el éxito producido durante cinco siglos de ocupación militar y religiosa, ni Marta ni Fox temieron al poder de los rituales chinos. Aunque los dioses les dieron la oportunidad y el tiempo de recapacitar, Marta apostó por el conocimiento esotérico de sus protectores religiosos y dejó lo concerniente a rituales en sus manos. Ciertamente la historia avalaba su decisión, pues hasta ese momento nadie en México había podido enfrentar metafísicamente y con éxito a la Igle$ia. No en balde los ladinos creen firmemente (pero equivocadamente) que lo que no se sepa en el Imperio del Mal, no vale la pena saberlo.
Así fue como todo quedó listo para el agarrón metafísico entre vaticanos-rabinos y hacedores mexicanos de rituales chinos. El resultado final del zafarrancho se dio a las diez de la mañana del 12 de julio del 2004, con la estrepitosa caída política de Marta y el fracaso de los planes monárquicos en México del Imperio del Mal. Desde ese mismo momento, la señora se quedó oficialmente sin poder político y sin el apoyo de seguidores interesados principalmente en ser parte de su futura corte presidencial.
Día a día, cada vez menos gente importante le devolverá las llamadas telefónicas a Marta y el pánico se apoderará de ella, pues la realidad no se puede cambiar con frasecitas de superación personal. Buscará quizás la alcaldía del Distrito Federal (pero ya no la podrá obtener por dedazo de su marido, pues aunque AMLO fuera desaforado, ahora tendría que irse a elecciones), o una senaduría federal igualmente otorgada por dedazo presidencial que le ofrezca impunidad. Desgraciadamente, los efectos de los rituales chinos le bloquearán el éxito a donde vaya. No sería sorprendente que un día termine Marta en la cárcel debido a sus avariciosas e ilegales tarascadas al dinero de la fundación Vamos México, la Lotería, la Cruz Roja, la morralla robada en los supermercados K-Mart... O que termine, vestida con modelitos Chanel y collares de perlas, maiceando gallinas en el latifundio foxista apodado "el rancho."
Porque no hay poder metafísico que pueda ayudar a Marta, rodeada como quedó de enemigos políticos a granel. Los rituales católicos de brujería no sirven más que para atarantar indios.
De hecho, para proteger a Marta cuando su debacle era inminente, los cada vez más histéricos y desesperados charros negros me aventaron de todo con magia negra...y ni cosquillas me hicieron. En fecha tan reciente como una semana antes de la renuncia de la señora, mi sistema de adivinación china mostraba a los curas haciendo patéticos ritualitos de muerte en catacumbas de cementerios, utilizando velas blancas recogidas de las ofrendas dejadas por visitantes en tumbas varias. Y ni así pudieron hacerme metafísicamente nada, para horror y rabia de Marta y del Vaticano. (Pero no dejen que mis palabras los desanimen, señores obispos, síganle con sus embrujos a ver hasta donde llegamos. Juar, juar, juar.)
Peor aún, Marta-y-Fox perdieron tiempo precioso dejando todo en manos de los charros negros, dando pie a que los rituales chinos de desquite hechos por miles de personas echaran raíces profundas en sus vidas. Por eso la parejita presidencial es literalmente historia.
Les llegó pues la hora de perder a los ladinos gachupines en el poder, y a los mexicanos la hora de ganar. No tienen de otra los explotadores más que perecer por suicidio. Ni necesidad hay de darles siquiera un bofetón, pues entre ellos se hacen pedazos mientras nosotros sentados vemos pasar sus cadáveres frente a la puerta de nuestras casas.
Lo advertí repetidamente para que no quedara duda: Los terribles efectos negativos de los rituales persiguen a las personas hasta el último día de sus vidas, y siguen su árbol genealógico en línea vertical ascendiente y descendiente y también en línea horizontal expansiva. Basta un mínimo de tres oficiantes para derribar hasta un país entero, cuantimás a un grupo internacional de conspiradores como el Imperio del Mal. Pero ni siquiera se molestaron Marta-y-Fox en enterarse de la terrible naturaleza de los rituales chinos (aparte de los despectivos gestitos faciales de Marta expresando un retador uuyyy, qué miedo, antes que le cayera la gota fría del susto y en el mismo día de su renuncia hasta primera dama dijera que siempre sí es). Su castigo esotérico será experimentarlo entonces en carne propia, pues evidentemente ese futuro les tienen preparado los dioses. Lo que toquen hasta el último día de sus vidas, sea gente o dinero, lo salarán irreparablemente.
Y para acabarla de amolar, todo el gabinete presidencial de funcionarios ladrones está en el mismo barco que sus patrones, pues los rituales y las peticiones del meteorito rojo los persiguen y son inescapables. No hay persona que pueda desarrollar un antídoto contra el fabuloso método diseñado por un grandmaster (maestro de maestros) en metafísica china ya fallecido (los obispos y rabinos en bola no pudieron ni contrarrestarlo).
Bien. Pero con Marta-y-Fox prácticamente fuera de la película, ¿quién sigue en la lista negra de personajes ladinos por caer en la trampa de la mala suerte eterna a través de peticiones y rituales chinos?
Pues...sigue el sucesor de Fox en el 2006. Y el que siga en el 2012...y el que siga...
Juar, juar, juar.
* Master, Estrategia Militar China
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