Quienes dudaron de mis palabras cuando anticipé que las autoridades ladinas no meterían a la cárcel a los cobardes genocidas ex-presidente Luis Echeverría y generaletes que lo acompañan (primero muy matones ellos y ahora demostrando que son una pandilla de culones), ya pueden cerrar la boca después del jocoso y exculpador teatrito judicial montado por el gobierno fascista de Mariquita Fox, la Igle$ia, diputados y senadores, banqueros, y generaletes verdes ladinos. El pretexto para el encubrimiento a los genocidas es lo de menos, los explotadores en el Gobierno siempre encuentran excusas.
Es decir, fue un fallo judicial típico favoreciendo a judíos mexicanos criminales, en un día también típico en este país llamado México y ocupado militarmente durante los últimos cinco siglos por los ladinos explotadores bajo la falsa máscara de dizque "república." (Business as usual en México, cuyo principal producto de exportación a los USA es...sirvientes. Lavaplatos, pizcadores, limpiadoras de casas, y jardineros analfabetas y mojados. Carne de cárcel en Gringolandia, pues. Imagínese el desmadre que causaría en los USA un día sin servidumbre mexicana o un año sin presos totonacos. Imagínese también lo feo que se va a poner la democracia mexicana ladina con tanto desempleado, una vez que los americanos cierren de a deveras la frontera norte a los visitantes ilegales.)
Desde un punto de vista realista, a estas alturas ni los nietos de LEA creen que el vejete genocida sea inocente de los cargos que las familias de sus víctimas le imputan, pues la evidencia es apabullante. Lo malo es que, como dicen en China, a los jodidos les está vedado obtener justicia. Más si se trata de un país ocupado militarmente y gobernado por puro gachupín, como es México.
Como de costumbre, para amortiguar el golpe a la justicia se recurrió con anticipación al reparto de atole con el dedo a la indiada. O sea, se recurrió a la propaganda. Los obispos hicieron bien su labor de aletargar masas con su estúpido mantra de perdón y olvido (que los ensotanados predican pero no practican) para que nadie se alebrestara por el citado fraude judicial, no se diga la excelente labor de los medios de (des)información en mantener el asunto bastante calmadito. Ayudó también que Gobierno y generaletes hayan enlistado a uno que otro veterano columnista talentoso para que le metieran el hombro a Echeverría y pandilla de uniformados y procuradores co-acusados por la fiscalía del caso, evitando así que salieran demasiado raspados a los ojos del pueblo.
Lástima que el escritor ladino Carlos Fuentes, descarado apologista y lambiscón a sueldo de Echeverría y del PRI, haya emigrado a Europa a cantarles loas bien escritas (pagadas con premios literarios varios) a sus parientes gachupines y a su "maravillosa cultura" (juar, juar, juar). Me hubiera gustado leer sus argumentos para defender ahora al indefendible ex-presidente criminal. Pero no importa. Nos quedan suficientes escritores ladinos comprensivos, al fin que sobornos y corrupción no son delitos serios en este país, especialmente cuando es el Estado el que corrompe a columnistas fatigados por tanto fracaso profesional cuando remaban honestamente pero contracorriente contra la corrupción. Hasta una piedra cede ante la persistente gotita de agua del sobre repleto de dólares, cuantimás si aquí todos, sobornadores y sobornados, son ladinos.
Pedirle a un ladino, de la ocupación que sea, lealtad al México no-ladino, es como pedirle gordura a un flaco. O sangre a una piedra. Por eso la Igle$ia, Televi$a y los "politólogos" están hermosamente calladitos ante la injusticia e impunidad que imperaron en el caso de LEA y sus compinches genocidas.
¿Pero qué más se puede esperar en un país ocupado por generaletes criollos en uniforme militar mexicano? Aquí pasa lo mismo que en Irak, pero nosotros ya llevamos aguantando a los méndigos conquistadores medio milenio. Pa'que luego no digan que la indiada no aguantamos vara. Aún así, no importa el engaño judicial de que fuimos víctimas. De verdad, no importa. Ni siquiera tenemos que enojarnos, mucho menos aventarles a los desgraciados ni una piedra. ¿Por qué?
Pues porque aunque los genocidas piensen que ya se salieron con la suya, lo verdaderamente bueno para ellos está por venir, ya que las familias de las víctimas de las matanzas cíclicas que alegremente aplican gobernantes, militares y obispos, tienen la alternativa de solicitar castigo para los verdugos de sus parientes no en las cortes terrenales, pues aquí no encontrarán justicia jamás, o al menos no mientras los gachupines tengan el poder, sino en los tribunales celestiales.
Nomás hay que saber por dónde empezar. Es decir, por los rituales chinos.
Si los judíos ladinos espanholes-mexicanos nos han traumado por cinco siglos, imagínese por cuántos milenios los vamos a traumar nosotros a ellos, pues en el caso de los genocidios en México, para obtener justicia no hay mejor conducto que quemar peticiones como la del meteorito rojo #4. Este método metafísico-militar funciona a las mil maravillas porque no solamente el peticionario recibe la ayuda de los dioses, sino también la de los espíritus de los muertos a manos de los asesinos a quienes se busca castigar. En esta "pinza" de desquite no hay escape para los genocidas. (¿Se acuerda de Pérez Jácome, aquél ladino senador priísta-zedillista que cuando el robo del Fobaproa autorizado por legisladores criminales, burlescamente nos aconsejó que si los ciudadanos no encontrábamos justicia en el Poder Judicial entonces rezáramos? Pues su deseo se le cumplió ya al baboso, solamente que con rezos escritos en peticiones de castigo a través de rituales chinos. Juar, juar, juar.)
Bendito meteorito rojo. ¡Cuantos problemas nos vas a resolver!
El Imperio del Mal, extendido por todo el mundo occidental, seguirá donde está por algún tiempo más, naturalmente. Pero se irán pudriendo y resquebrajando sus cimientos poco a poco a golpe de rituales hasta que se derrumbe con el último empujón. Con rituales les vamos a manejar su futuro por incontables generaciones.
Desde luego, una sola persona quemando peticiones del meteorito rojo no tendría mucha influencia en casos como el genocidio en México, ya que los charros negros (curas jineteadores de nacos) son avariciosos cómplices de los gachupines en la explotación a la indiada y los protegen secretamente con rituales de magia negra en los que tan expertos son. (Los obispos son lobos religiosos en piel de oveja, y solamente retrasados mentales les creen sus mentiras religiosas tan descaradas.)
Tampoco cambiará mucho la situación metafísica si los hacedores de rituales son únicamente dos. Pero si son tres o más, los rituales empezarán a afectar radicalmente la situación, pues este número mágico tiene gran poder en el más allá. De allí en adelante los dioses empiezan a escuchar no solamente a los oficiantes, sino también a los espíritus que en vida fueron sus familiares o conocidos. Todos juntos empiezan entonces a mover la pesada rueda de la justicia celestial en su favor, y ya no podrán ni ladinos ni vaticanos neutralizar los rituales chinos ni aunque recen en todos los conventos y monasterios católicos del mundo para tal efecto. Si los obispos y rabinos judíos no pudieron hacerme nada a mi solito, imagínese el problema que tienen en sus manos con la gente quemando peticiones del meteorito rojo para resolver todos los problemas que azotan a la sociedad no-ladina.
Y mientras más se opongan los curas a las peticiones hechas por la gente para acabar con los genocidas que andan libres por obra y gracia de la impunidad que gozan los ladinos en México, más harán enojar a los dioses y más pronto les impondrán a los pillos el castigo que justicieramente piden sus víctimas.
Sí señor. Conmigo la Igle$ia se ha topado.
No que la Igle$ia sea un enemigo de muchas polendas. El truquito religioso de los vaticanos para atarantar nangos, después de todo, es bastante infantil. Tan infantil, que yo se lo voy a explicar en unas cuantas líneas. Lo sorprendente es que por mil años les haya dado resultado a los obispos, aunque ya sabemos que su estrategia la han reforzado-aderezado con Cruzadas, Inquisición, golpes de Estado y genocidios religiosos varios, especialmente en Ladinoamérica.
A ver: Los misioneros católicos importaron de China a Europa un principio religioso-filosófico muy exacto llamado La Voluntad del Cielo. Según tal principio, el hombre es únicamente lo que el Cielo le permite ser. Sin excepciones, pues emperadores, generales y sacerdotes son marionetas de la voluntad divina, la cual no tiene representantes humanos en la Tierra. Ante los ojos del Cielo, todos los hombres somos iguales. Dicho en otras palabras, en metafísica los chinos no aceptan intermediarios humanos entre dioses y hombres. Cada persona pide al Cielo directamente lo que desea y los templos existen para que los creyentes mediten, no para explotar masas con sermones amañados. Pero los obispos católicos, hábiles explotadores religiosos, vieron un filón de oro en tan profundo concepto, mismo que impusieron en Europa ya convertido en dogma católico llamado La Voluntad de Dios. Y claro, ¿quiénes son, según la Igle$ia, los representantes de Dios y guías de retrasados mentales en este planeta? ¡Pos los curas! Es decir, a hincar y explotar nacos católicos se ha dicho, puesto que a nadie se le ocurrió poner en duda la mentirosa e irracional palabra de los obispos erigidos por sí mismos en "voceros de Dios." Y a quienes se les ocurría los tachaban de herejes y los quemaban vivos en la hoguera por cuestionar la verdad tal y como la impone el Vaticano. Hoy día los curas solamente imponen la excomunión, pero si nos apendejamos no tardan en volver a erigir hogueras en plazas mexicanas.
El Imperio del Mal en todo su apogeo.
Ahorita mismo, el Imperio del Mal esta imponiendo en todos los gobiernos occidentales el mismo principio de La Voluntad de Dios, disfrazado bajo el concepto de Seguridad Nacional. Esto es, al igual que los curas interpretando falsamente la voluntad de dios para meterse hasta en los genitales de los catolicos con solo invocar tal principio, así en México la seguridad nacional sería pretexto legal suficiente para hacer lo mismo con los ciudadanos que hagan rituales chinos (la nueva Inquisición legalizada desde el Congreso). Los senadores y diputados ladinos y criminales que tenemos ya dijeron que aprobarán la nueva y pretoriana ley (mereciéndose la próxima dedicatoria de una petición del meteorito rojo para ellos solitos).
Lo que sucedería con la nueva ley es que si usted, por ejemplo, critica al Gobierno por ladrón, bastará entonces que los fiscales aleguen que criticar funcionarios pillos atenta contra la seguridad nacional, y va pa'dentro (no que ahorita México tenga fama de respetar las garantías individuales). También podrían encarcelarlo si hace rituales chinos y lo pregona. Mientras la gente no queme peticiones para detener a legisladores, gobernantes y magistrados criminales, dejándose apabullar por tales opresores desde los Tres Poderes, la táctica represora funcionará a las mil maravillas y nos aplicarán los dos principios represivos simultáneamente, el católico y el de seguridad, para mantenernos agachados.
Según los cálculos ladinos, no tendríamos escapatoria de sus garras (juar, juar, juar). Pero los rituales chinos, ya sabemos, pueden cambiar todo.
Porque lo malo para los charros negros (y gobernantes) es que una vez que una persona empieza a hacer rituales chinos en la intimidad del altar casero, su dependencia religiosa y su sumisión sicológica a los obispos y gobernantes explotadores chupa-sangre se termina abruptamente. El oficiante puede influenciar personalmente con sus rituales la voluntad de los dioses, sin necesidad de intermediarios ensotanados interesados en su beneficio únicamente. Es como si el hacedor de rituales experimentara un incremento en inteligencia, ya que si puede resolver sus dificultades con peticiones y rituales chinos, ¿qué otra cosa podría alterar su paz mental? Puede entonces dedicarse a diseñar sus propias peticiones de acuerdo a las situaciones según vaya obteniendo experiencia en rituales. El principio funciona igual contra religiones abusivas que contra gobiernos sádicos.
Y ya no hay manera de detener el creciente número de rituales que hacen oficiantes no-ladinos en México y otros países, ni aunque vinieran el Popis, su corte de cardenales y los rabinos de Israel a bailar juntos a Chalma. Cayeron los ladinos de rodillas por su propio gusto, pues avisados estaban, aunque algo trataron y tratan de hacer en su defensa. Lástima de tanto trabajo maligno desperdiciado. (Los ritualitos que se traen ahora curas y rabinos son para dar risa. Tampoco tienen gran valor los ritualitos chinos mezclados con invocaciones del Antiguo Testamento y listoncito rojo en la muñeca que se traen Madonna y su séquito de viejas revoltosas, lideradas desde atrás de la cortina por un rabino listillo. (¿Recuerdas, oh Hollywood, el manuscrito con rituales y estrategia, White Tiger-Blue Dragon: The Gentlemen Boxers, que tan sabrosamente me plagiaron ustedes en 1980 para hacer montonal de películas como por ejemplo The Karate Kid, cambiando los principios chinos de kung fu a dizque karate? Bueno, pues la parte esotérica-militar del libro no se compara con la que contiene el libro Ocultismo Chino. Por eso ni cien Madonnas y sus seguidoras podrían bloquear una sola petición del meteorito rojo. A confesarse llaman.)
Además, el secreto del exito para nosotros los mexicanos no-ladinos haciendo rituales es que estamos acostumbrados a ser extremadamente pacientes frente a la adversidad. No buscamos una solución rápida a nuestros problemas y por eso eventualmente recuperaremos nuestra identidad totalmente así nos tome una década, un siglo o más. Contrario a los gobernantes explotadores, nosotros no requerimos soluciones a corto plazo. Si ya aguantamos a los hijos de puta medio milenio, ¿qué importan unos años más? Pero de que con puros rituales chinos se van a ir con la cola entre las patas por donde llegaron, se van a ir. Ya saben que rara vez me equivoco en mis cálculos. Y mientras menos se espanten con mis predicciones, como le sucedió a la maligna bruja de Los Pinos, mejor. Es tiempo sobre tiempo.
De manera que si yo fuera ladino explotador mexicano, en cualquier parte del mundo donde se encuentre disfrutando su malhabida fortuna, no dormiría a pierna suelta sabiendo que los rituales están poniendo en movimiento contra él y sus descendientes a los dioses y a los espíritus de sus víctimas. Desde luego, si eso los hace sentirse mejor, señores ladinos, díganme: ¡Uyyy qué miedo!
Pero ya me los chingué.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS: A mis impacientes pero valientes hacedores de rituales que piden peticiones del meteorito rojo para bajar del macho a los hambreados candidatos ladinos que aspiran a explotarnos todavía más desde la Presidencia del 2006, permítanme decirles que no debemos hacer crecer las plantas a base de jalones. Así que despacio, muchachos, que ya los tenemos atenazados de las pelotas, y ahí se quedaran quietecitos hasta que nosotros queramos. Actualmente tenemos en puerta asuntos más urgentes, como el del genocidio echeverrista, el Fobaproa, los abusivos impuestos a medicinas y alimentos, etcétera.
En México (como en muchos otros países), el presidente es únicamente el pelele de la verdadera fuerza política que controla al país, fuerza que quita y pone presidentes a su antojo. Esta fuerza es usualmente una rama local del internacional Imperio del Mal. Dejemos entonces que los políticos ladinos ventajistas primero se rasguñen y hagan pedazos entre ellos solitos, que se apliquen la ley del más fuerte. Ya para finales del año sabremos quiénes sobrevivieron en cada partido. Finalmente nosotros ganaremos pierda quién pierda, de cualquier partido. Luego dejaremos que esos finalistas se hagan garras entre ellos. Así no gastaremos pólvora en diablitos; que se suiciden por voluntad propia y nos eviten la pena de entramparlos. Nosotros calmaditos, sentaditos a la puerta de nuestras casas tomando el fresco. Ya cuando sepamos el nombre del posible reyecito generación 2006-12, tendremos automáticamente la identidad de la fuerza política más fuerte de México y entonces les prestaremos toda nuestra atención. El criollo ganador de la contienda, y su partido, habrán garantizado de tal manera su propia perdición metafísica.
Fácil, ¿verdad? Tanto, que les estoy "descubriendo" nuestra estrategia a los gachupines para que intenten desde ahorita sacarse la soga del cuello. Pero les anticipo que nomás van a sufrir y no lo van a lograr, porque aquí no hay más chingón que yo. Y háganle como quieran. Demuéstrenme que no sé lo que digo.
#2. Me preguntan: ¿Por qué critico a los judíos mexicanos, pero no a los de otros países?
Respondo: Pues porque yo no tengo ningún problema con los judíos porque son judíos. Mi problema es con los explotadores y genocidas ladinos en México, y resulta que son judíos. Si fueran indios piel roja así lo señalaría.
#3. Me preguntan: ¿Los mestizos mexicanos, contrario a los indígenas, no tenemos lazos sanguíneos con los espanholes?
Respondo: Primero véanse la cara en un espejo y luego lean la columna #112.
#4. Me preguntan: ¿Por qué vivo en los USA y no en México?
Respondo: Pregúntenle lo mismo a más de veinte millones de indígenas y mestizos discriminados y marginados en nuestro propio país que vivimos fuera de México, y luego lean la columna #63.
Siganme escribiendo, yo sí contesto el mismo año.
PETICIÓN DEL METEORITO ROJO #4: Si las leyes mexicanas ya garantizaron la impunidad a los ladinos genocidas exterminadores de estudiantes, indígenas y campesinos masacrados alegremente por el Ejército mexicano al que nosotros pagamos sus gastos de nuestros bolsillos, falta lo que digan los dioses. Basta con bajar e imprimir la petición #4, y quemarla junto con un billete durante el ritual básico. Si se quiere agregar más fuerza a la petición entonces se imprime, se le escribe encima nombre y fecha de nacimiento de la persona en cualquier parte de la hoja o bajo el primer párrafo, se dedica la misma al dios que castiga los genocidios y se le agrega el conjuro de los pies atados que encontrará en la página 113 del libro Ocultismo Chino. Las indicaciones sobre qué escribir sobre el billete que se quema en ofrenda a los dioses, están detalladas en la sección Abriendo las Puertas del Cielo en la página 12 del mismo libro.
Recuerde que cada petición es ilimitada. Por ejemplo, en la petición contra la discriminación, usted puede escribir lo que pase en su trabajo, en su situación migratoria legal, o lo que dañe a sus niños en la escuela debido a la discriminación. Puede utilizarse también para influenciar metafísicamente a abogados en casos de acoso por discriminación, o para sujetar a representantes cabrones de instituciones migratorias o judiciales que obstruyan abusivamente el progreso de la persona.
Es decir, las posibilidades en la utilización de cada petición del meteorito rojo son infinitas.
PERMANENTE 2: Debido a la inquietud de algunos lectores de diversas nacionalidades por obtener el libro Ocultismo Chino pero que por diversas causas no pueden comprarlo por Internet, Vision Press Films pone este libro a disposición de librerías de cualquier país interesadas en venderlo directamente a sus clientes.
Para órdenes y/o informes, comunicarse con nosotros por correo electrónico a visionpf@direct.ca
* Master, Estrategia Militar China
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