La noche del Grito, Fox ondeaba la bandera envuelto en la especialmente diseñada para él oscuridad del balcón, algo inusual en un egomaníaco tan dado a cámaras y luces. Traía evidentemente pesado chaleco antibalas, y la habitualmente chiclosa o pegajosa segunda dama, quien nunca se le despega a su marido, mantenía cautelosa distancia a varios metros de él. Esta parejita presidencial que tanto gusta de los reflectores, ¿dando el grito cobijados por las sombras? Hhmmm...suena a que el miedo no anda en burro. ¿Será por eso que hubo tanta vigilancia militar en la explanada del Zócalo, donde militares disfrazados de civiles registraban cuidadosamente a quienes ingresaban al lugar -incluyendo mujeres y niños- y se movían vigilantes entre la chusma como peces en el agua? ¿Pos de qué amenazaron a Fox, y quién fue? ¿O es teatrito de la pandilla de güevones uniformados del estado mayor (¿qué querrá decir eso, que son más importantes que el propio Estado?) para justificar su propia existencia y obsceno despilfarro del dinero del pueblo? No nos lo dirá Fox, claro, pues este vividor se considera reyezuelo: Con poder absoluto y sin obligación de informar nada a los súbditos.
Caray, tan bien que íbamos en política nacional. Y de repente, ¡nos cayó el chauixtle!
Porque a ver: Sucede que los rituales chinos y las peticiones del meteorito rojo poco a poco han ido alterando la situación política nacional. Los cambios son en cámara lenta pero seguros, ya que lo importante es lograr a futuro -la fecha no importa- y sin revueltas una devolución paulatina y pacífica de lo que pertenece a los nativos mexicanos y tienen los gachupines en sus manos desde hace cinco siglos: Tierras fértiles, empleos suficientes, rangos altos en el ejército, el derecho a buena educación, puestos decentes en los tres niveles de gobierno (entrada de indígenas y mestizos capacitados al Congreso, Corte Suprema y Presidencia), control de los recursos naturales, religión nacional propia...
Esta vez, a diferencia del pasado, indígenas y mestizos no corrieron como tontos "al cerro," como les gusta y conviene a los ladinos en el poder para luego masacrarlos. El pleito es en un campo de batalla metafísico y abstracto, estrategia militar china que jamás se había aplicado en el mundo occidental, por eso está funcionando. Poco a poco, a través de la metafísica, los rituales y peticiones han ido pastoreando a los ladinos a terreno desconocido para ellos sin que puedan evitarlo, pues el método los tomó por sorpresa (se los avisamos con bastante anticipación, no lo creyeron). Al no tener ellos antecedentes del citado método militar-esotérico chino, pillamos a los criollos con los calzones en los tobillos y entumidos como conejos lampareados a mitad de carretera. Acostumbrados a diezmar a sangre y fuego a cuanto nativo temperamental se les ponga roñoso, los ladinos se apendejaron y entraron de cuerpo entero a la mortal trampa invisible.
Así íbamos los no-ladinos, decía, cantando y bailando por la pradera.
Pero de repente se inclina peligrosamente el tablero de ajedrez político y las piezas de ambos bandos -gobernantes y gobernados- podrían terminar desparramadas en el suelo por un rato. Todo porque está configurándose la entrada a escena del fantasma de la confrontación física entre autoridades y nativos.
Sí. Se avecina un agarrón entre no-ladinos desarmados y desordenados, y criollos en el poder armados hasta los dientes y con el salvaje Ejército (sí, el mismo ejército que fueron a aplaudir usted y sus niñitos el 16 de Septiembre) como su primera línea de defensa. A diario hay pequeñas confrontaciones entre ciudadanos y autoridades provocadas desde el Gobierno. Las demostraciones populares, protestas sindicales, marchas de campesinos, bloqueos carreteros, manifestaciones por pleitos políticos, y bombitas inofensivas (mas bien petardos) detonadas supuestamente por "guerrilleros" inexistentes (léase ejército) que sirvan de pretexto a los changos verdes para echarse a la calle a reprimir civiles, van incrementándose conforme pasan los días.
Todo mundo, incluidos curas, periodistas, taxistas, mercaderes, líderes sindicales, legisladores y políticos mexicanos, hablan repetidamente de inminente "ingobernabilidad" como si tal fuera el próximo estado de cosas en el país. Desafortunadamente, eso es precisamente lo terrible: Indica que ya existe el conflicto armado en la mente de las mayorías. Porque según los principios de estrategia china, cuando la gente le da nombre a una cosa es porque ya existe y tiene forma, aunque todavía no la percibamos físicamente. Así pues, el que la gente hable de violencia civil significa que ya la tenemos encima aunque todavía no la veamos.
¿Qué están planeando los ladinos? Pos sabe, tú.
Pero nosotros tranquilos, porque igual hay que plantarle cara a lo que venga, cómo venga. Hay que adaptarse rápidamente a cualquier cambio, exactamente como se hace en la vida diaria cuando se sabe estrategia y/o ajedrez: Aplicando principios probados, pensando antes de actuar.
Por ejemplo, ¿es el enemigo tan débil y errático que nos hace considerar a nuestro caballo derecho (o izquierdo) lo suficientemente fuerte como para utilizar la estrategia china de los 8 trigramas lanzándolo violentamente al frente por el centro? ¿O es la situación tan enredada pero aparentemente calmada que requiere de la táctica taoísta intercambiando las imágenes, activando un avance sigiloso de peones por los costados? La cuestión no es trivial, puesto que estratégica y militarmente se ganan y pierden batallas tan fácilmente como juegos de ajedrez. Eso sí: El bando que se equivoque de inicio pudiera perderlo todo, incluyendo la cabeza del rey. Pero lo curioso es que ahorita los ladinos arriesgan precisamente, al alentar una guerrita civil en México, la cabeza de su reyecito criollo. Provocar un incendio interracial como el que están atizando, va a chamuscar mas feo a los ladinos ricos que a los jodidos sin nada que perder.
Aunque claro, no se puede esperar mucha inteligencia de Mariquita Fox, un agente de ventas disfrazado de presidente y en viaje permanente, incapaz de sentarse un minuto a gobernar, a estudiar la situación política del país. Este güey tiene ruedas por patas, es extremadamente irresponsable y de pilón avaricioso. La mayor parte del tiempo se la pasa turisteando por los estados con la boca abierta, acompañado invariablemente por nutrida corte de zánganos profesionales (al fin que nosotros pagamos todo) entre los que se cuenta su mañosa mujer, la primera vaca sagrada de Los Pinoles.
Lo peor es que su grupito de parásitos adoradores a sueldo le hacen creer a Fox que es un dios sobre la tierra, y el tarado se lo creé y rechaza por igual críticas y consejos. La incapacidad profesional del presidente lo llevó a crear estúpidamente carteras de gobierno superfluas, a delegar innecesariamente enormes poderes en taimados secretarios de Estado como Pinocho Creel, en su intrigante esposa, y en ministros varios que naturalmente le deben lealtad no a Fox, sino a quienes los pusieron ahí. El Primer Uñas-largas del país no actúa como administrador de gobierno, sino como monarca intolerante y extravagante.
¿Resultado? El sufrido pueblo desconfía ya del presidente en particular y del Gobierno en general. Pero cuando un presidente pierde la confianza del pueblo, su gobierno y el país están perdidos. La división pueblo-gobierno es muy fácil de lograr, ya lo demostró Fox, lo verdaderamente difícil es alcanzar de nuevo el acercamiento entre las dos partes. La inminente revuelta nacional pues, no es casual.
Sin embargo, no es la naturaleza de los rituales chinos el incitar a la violencia física. Por eso tenemos que concluir que el pueblo no está enfureciéndose solo, sino que lo están provocando a la violencia los criollos en el poder. ¿Por qué?
Una explicación sería que los ladinos están despertando a la realidad (sí que les circula despacio la sangre a los güeyes, porque ya pa'qué) de lo que se les viene encima con los rituales chinos. Su mejor plan de defensa sería acelerar un pleito armado nacional que sirva de excusa al Gobierno para suspender las garantías y derechos civiles y declarar el control totalitario del país para "garantizar la estabilidad social," su tradicional excusa represiva. ¡Fuera máscaras y al diablo con las inútiles pretensiones de "democracia griega"!, dirán los asustados criollos. No me extrañaría, siempre que hay problemas con indígenas y mestizos proceden a purgar militarmente a los descontentos y a sus familias. Igualito que hicieron los genocidas en Camboya.
Sí. Ante el espeluznante peligro que las peticiones del meteorito rojo representan para la continuación de la ocupación militar espanhola en México, estarían los ahora sí urgidos criollos buscando imponernos oficialmente una monarquía, o un gobierno abiertamente militar para asegurar las conquistas de la Conquista. El nombre del disfraz "democrático" que escogerían los criollos para su nuevo sistema de gobierno no importa, al fin que desde el siglo pasado su "democracia" (donde se supone que la mayoría decide), representa únicamente a la minoría de ladinos en el poder. Son ellos quienes deciden por cien millones de borregos.
Por si lo anterior no fuera suficiente, agréguele que entre democracia y represión física-mental no hay mas que un pasito, y que en México la opinión de un ladino tiene mas peso que la de un no-ladino. Porque si democracia nunca ha significado necesariamente igualdad, en México la palabreja es sinónimo de tiranía priísta-panista-perredista. Aquí no hay lugar para disentir sobre nada, dado que la mano dura del Gobierno marca la línea de conducta para los conquistados, para el Congreso, para la Corte Suprema, para los medios (des)informativos...
(¿Cómo se atreven entonces los criollos y sus jilgueros-periodistas en los medios de [des]información, a decir que con los panistas hay libertad de expresión cuando no hay ni siquiera libertad de pensamiento? Vea los editoriales escritos o televisados y notará que solamente la interesada opinión de los ladinos vale, como corresponde a un país ocupado militarmente. La cacareada libertad de prensa solamente significa que los periódicos, radio y televisión le cuenten chismes hábilmente auto-censurados, y que simultáneamente eviten darle motivos o principios al publico para que piense por sí mismo. Se trata de que usted digiera lo que le cuenten los ladinos, no que lo analice. Y el pueblo acepta todo dócilmente por carecer de autonomía intelectual que le permita detectar cuando los medios le están dando atole con el dedo [que es casi siempre]. Por eso pareciera que México está habitado solamente por mujeres [y que si hay hombres andarán vestidos de mujer como hacen los putos televisos Derbez, Inclán, Buono, Palomo] incapaces de resistencia civil. La paradoja es que un país así no puede mantener el equilibrio político por mucho tiempo, pues tal sistema represivo daña no solamente a la borregada, sino eventualmente también a los gobernantes.)
Una explicación alterna para la reacción ladina sería que los dioses decidieron que lo mejor para el pueblo es empezar de una vez las hostilidades en las calles, descubriendo el engaño que practican los criollos con el ejército, cuya única función es despanzurrar indígenas y campesinos. Dado que hay un número indeterminado y creciente de gente quemando peticiones del meteorito rojo, ese podría ser el remedio para que se nos caiga la venda de los ojos sobre la ocupación militar gachupina, y a lo peor vale la pena. Si una masacre entre nativos civiles contra nativos en uniforme militar previene mas genocidios ladinos en el futuro, entonces el pleito sería no solamente inevitable, sino hasta justificable. Pero yo dudo que éste sea el caso, pues todo apunta a que los ladinos azuzan el pleito pueblo-ejército para así controlar el país bajo un centro único y totalitario de poder.
Lo malo para los criollos es que nadie, ni ellos ni nosotros, puede calcular ni adelantar los planes de las Deidades. Y se pudiera dar la verdadera independencia prematura y accidentalmente por conducto de un conflicto armado de corta duración, poniendo punto final a la explotación gachupina. No olvidemos que a través de la adivinación china los dioses ya avisaron que los rituales chinos acabarían definitivamente con el Imperio del Mal. Advirtió también el oráculo taoísta que la situación bélica mundial escalará niveles de terror nunca antes vistos en este incipiente siglo XXI. Los pueblos que no sepan controlar con rituales y estrategia a sus propios políticos malignos, a transnacionales chupa-sangre, y a crueles líderes militaristas nacionales y extranjeros, van a ser violenta y literalmente esclavizados si les va bien, o exterminados de la faz del planeta si les va mal.
Y mire lo que son las cosas: Al azuzar la violencia en México, los ladinos podrían estar entre los primeros grupos víctimas de la globalización de la guerra en general, y del pleito que ellos mismos están instigando dentro del país. Nadie sabe para quién trabaja.
Por supuesto que los criollos calculan ahorita que únicamente ellos saldrán beneficiados al pelearse con los nativos mexicanos, pues la violencia militar es el terreno que más dominan y les conviene. De hecho, en el ejército están ya con el cuchillo entre dientes esperando cualquier "alzamiento" contra gobernantes para masacrar civiles. La historia indica, después de todo, que cualquier conflicto civil en México termina siempre en matanzas de nativos, pues los ladinos llevan todas las ventajas: Primero, mantienen en secreto la diferencia racial entre conquistadores y conquistados, lo que hace fácil la infiltración de espías entre la indiada. Luego, la educación pública es del mas bajo nivel posible, permitiéndole a la Igle$ia lavar el cerebro a la indiada, principalmente a mujeres y niños, para que durante la confesión despepiten cualquier descontento de nativos.
Y lo mejor: Los militares mexicanos prohíben a los civiles la posesión de armas de fuego (¡dizque porque las armas son de uso exclusivo del ejército, hágame el cabrón favor!), garantizando así la continua represión de malcontentos con el menor riesgo posible. Además, las tradicionalmente genocidas fuerzas armadas tienen espías en todas las organizaciones civiles para detectar a los inconformes que a futuro pudieran causarle dolores de cabeza al Gobierno. También tienen los changos verdes el control total (e inconstitucional) del flujo de la población a través de retenes en carreteras, terminales de autobuses, puertos y aeropuertos. En vista de que los militares tienen poder de vida y muerte sobre la mexicanada, ¿cómo podría pensarse que la indiada ganara siquiera un enfrentamiento contra el Gobierno, si aquí no hay armas disponibles más que para militares? Imposible.
De manera que el notable incremento de niños indígenas y mestizos plagiados con violencia para luego sacrificarlos en ritos satánicos, y la continuidad de asesinatos de mujeres jóvenes no-ladinas en todo el país por la misma razón y con el encubrimiento de Presidencia, delata dos cosas. Uno, que sí habrá pleito civil-militar. Dos, que asesorados por los obispos, los criollos en el poder quieren reforzar y asegurar el resultado a su favor con trabajitos pesados de magia negra.
Pero cuando el hombre propone, falta ver lo que los dioses disponen.
Debido a los efectos de los rituales chinos, posiblemente los no-ladinos sean quienes salgan ganando el pleito. Cierto, inicialmente las pérdidas pudieran ser más del lado de los conquistados que de los matones uniformados, pero la gente está empezando, de a poquito, a prestar mayor atención al grupo étnico en el poder. Mientras tanto, los intolerantes gachupines insisten en confundir las quejas legítimas de los ciudadanos con amenazas criminales de rebelión, error estratégico fatal propio de países ocupados militarmente.
Sucede que en comparación a siglos pasados, hoy día los no-ladinos mexicanos están mejor armados que nunca, aunque no tengan fusiles en sus manos. Tienen la mejor arma del mundo, más poderosa que artefactos nucleares: La estrategia militar-esoterica china, factor desequilibrante sin par. La estrategia esotérica es arma prodigiosa porque es invisible y gira y madura día y noche sin cesar en la mente de las personas. Ni falta hace agregar que, contrario a la estrategia militar convencional, la estrategia china no siempre necesita de violencia para alcanzar sus objetivos.
Afortunadamente, la extraordinaria combinación de estrategia y ocultismo chino nos llegó a los mexicanos cuando más lo necesitábamos. Se acercan inexorablemente tiempos en que México experimentará cambios radicales en la configuración de su territorio, pero a cambio gozaremos la expulsión final de los ladinos en el poder, el renacimiento de religión propia nacional a pesar de la explotadora Igle$ia, y el regreso triunfal de indígenas y mestizos al poder.
Decíamos que países militaristas serán los amos de la Tierra en las próximas décadas, pero afortunadamente nosotros tenemos el conocimiento esotérico adecuado -rituales, conjuros y peticiones- para protegernos y contraatacar calamidades militares, evitando sufrimientos innecesarios. Tenemos los principios fundamentales de la metafísica china descritos en el libro Ocultismo Chino, aunque solamente el tiempo dirá si supimos aprovechar ese conocimiento o no. Pero de entrada y en el papel, la ventaja es nuestra. A menos que nos pase lo que a los aztecas, a quienes la adivinación avisó con tiempo del peligro de la invasión espanhola, y no hicieron caso: Todavía estamos pagando los mexicanos el alto precio de la fatal desidia del omni-conciliador emperador Moctezuma.
Ahora bien. Para aplicar correctamente la estrategia esotérica-militar china, el primer (y paradójico) requisito es evitar pensar como militar. Taoísmo puro. Por eso en las academias militares y en las universidades mexicanas, donde supuestamente enseñan estrategia china y ciencia(s) política(s) respectivamente, fracasan estrepitosamente en formar estrategas militares excepcionales. (Recordemos que Jorge G. Castañeda, la gallina que se creyó pavo real, ¡es maestro de ciencia[s] política[s]!)
Estrategia, en el sentido chino del concepto, no siempre significa el uso de ejércitos ni el derramamiento de sangre, aunque los ladinos mexicanos en el poder estarían perdidos si no utilizaran a las fuerzas armadas para mantener la represion sobre los conquistados. (Para ellos, estrategia militar es sinónimo de campos de batalla, por eso adoran los ruidosos desfiles militares y las películas de guerra.) Estrategia es diseñar un plan maestro para precipitar a un país en el caos militar sin siquiera disparar un tiro, o para calmar la ya existente turbulencia militar sin el uso de más violencia armada. Pero no veo en el bando criollo a ningún estratega excepcional. Si su referencia de "genio" es Jorge G. Castañeda, ex-secretario de Exteriores que en dos años destrozó la institución, imagínese la miseria intelectual del gremio. Por eso creo que el conflicto armado que instiga el Gobierno no resultará en el Estado absoluto y protector de gachupines que ellos esperan, sino en el desgajamiento territorial del México que conocemos ahorita.
En otras palabras, veo un México invadido militarmente por una alianza de países de primer mundo, tal como sucedió en Irak, pero sin ninguna resistencia civil armada por parte de indígenas y mestizos, al revés de como sucede en Oriente Medio donde los ciudadanos están firmes en línea de combate. No sabría la mexicanada cómo oponerse militarmente a otra invasión pues ya viven en una, hincados y poniendo diariamente la otra mejilla para ser cacheteados por los ladinos, golpeándose delicadamente el pecho con el puño ante la represión (si fueran sinceros en su masoquismo deberían pegarse con una piedra) y murmurando repetida y patéticamente, "por mi culpa..."
Porque un país tan mal gobernado como lo es México, es militarmente hablando una perita en dulce, destinado a ser devorado más temprano que tarde por enemigos externos.
Gobernar es un arte, dicen en China, concepto ajeno a los conquistadores gachupines. Dijo acertadamente Confucio, "Para gobernar, primero hay que rectificar los nombres (de las cosas)," concepto espejo del antiquísimo (más de cinco mil años) emblema del Emperador Amarillo (cuyo símbolo fue la escuadra y el compás, elementos para medir insustituibles cuando se desea gobernar con rectitud, símbolo chino que los masones judíos europeos importaron de China hace tres siglos para su secta).
Si los nombres significaran algo en México, como aconsejaba Confucio, el presidente mexicano sería auténtico presidente (dijo el criollo JoLoPo que "cada presidente aprende en el cargo," imagínese el grado de incapacidad de los criollos en el poder...por eso estamos como estamos). No lo es. Con una infraestructura en la que todos los puestos de gobierno son pre-vendidos al mejor postor, nadie en el Gobierno es capaz. La burocracia y el boato presidencial son extremadamente excesivos y sin control, por eso demandan más impuestos de gente hundida en la miseria y sin empleos. Son criminales con corbata, no funcionarios.
Por eso decir policía en México significa extorsionador; decir legislador significa ser aprovechado de la ocasión; decir banquero significa chupa-sangre; magistrado quiere decir corrupto sinverguenza, secretario de Estado significa genocida. Y decir presidente significa extorsionador, aprovechado, chupa-sangre, corrupto y genocida sinvergüenza.
(Ya van Mariquita Fox y pandilla sobre las reservas en dólares del país [más de cincuenta mil millones de dólares], y semana a semana el Parásito de Hacienda Francisco Gil Díaz está ordeñando sigilosamente cientos de millones de dólares a la cuenta para que no se note mucho el robo. Con la complicidad (¿necesitaba decirlo?) total de los congresistas, magistrados y medios informativos corruptos. ¡No tienen llenadero los cabrones! Al fin que nadie protesta.)
Ignorante en el arte de gobernar, Mariquita Fox deja todo al azar, sus palabras y sus acciones no concuerdan, vive trepado en los aviones y quien ha guiado al país es su avariciosa esposa, la maligna bruja de Los Pinoles. Ella se hundió y nos hundió en la corrupción y el desorden. Desastre puro. Pero Fox no sabría por dónde, menos cómo, empezar a gobernar. Usurpa el nombre de presidente.
Así las cosas, el país está debilitado en extremo. Los árboles en el cerro crecen solos, pero un país dejado a la buena de dios por gobernantes incapaces se va derecho al barranco. Lastimosamente, uno ve a los hombres del gabinete presidencial y no puede menos que aceptar que ninguno sabe el significado de gobernar. Por eso el México criollo cavó su propia tumba. Si ningún ladino en el poder entiende el significado de los nombres de las cosas, ¿qué otra cosa sino la destrucción militar venida de fuera les espera? Y ningún nativo levantará un dedo en su defensa si el país es invadido, aunque toquen mil veces el himno nacional.
El mexicano común en el extranjero no tiene realmente país propio y es expulsado de su lugar de nacimiento por los avariciosos ladinos. México es de los criollos, no de los mexicanos. Patria significa tener un lugar donde tengamos nuestra casa y vivamos entre los nuestros. Pero los criollos nos echan del país, expropian nuestras tierras y recursos naturales, se roban todo y hacen lo que quieren con la vida y libertad de los conquistados. Por eso andamos de astronautas millones de mexicanos, porque para fines prácticos México es de los espanholes. México es solamente un lugar a donde legalmente nos pueden deportar de otros países a los no-ladinos.
En mis suposiciones, entonces, la guerrita civil que hemos estado mencionando significaría, automáticamente, el fin del poder ladino en México porque provocaría una invasión militar extranjera "para proteger la frontera norte." Sería una incursión rápida, exitosa y prácticamente sin derramamiento de sangre.
Dicen los chinos que No se necesita más que una distracción momentánea para que nos roben...o para que un país sea invadido y cambie de nombre y de dueño. Y aunque usted no lo crea, una invasión militar significaría para los mexicanos no-ladinos el soñado fin del Imperio del Mal, pues ganaríamos algo de autonomía, que es mucho más de lo que ahorita tenemos.
Pero antes de que algún histérico patriotero me grite "traición a la patria" y se ponga de pie a cantar sin sombrero el himno nacional antes de terminar de leer este artículo, analicemos desapasionadamente la verdadera situación militar actual de México. Imagínese entonces que es usted un estratega, pero no mexicano, ni gringo, ni oriental, ni europeo, sino de nacionalidad indeterminada. Frente a usted tiene un mapa de América (las tres Américas pues, incluida la del centro donde según Espanha está México) en relieve, y su intención es pronosticar el futuro militar de la región. Es decir, usted no tiene otra vela en el entierro -ni religiosa ni política- que su curiosidad.
Lo primero que notará es que desde Canadá hasta la Patagonia, todos los países tienen gobernantes descendientes de los conquistadores europeos, o no-nativos. En Canadá y los USA gobiernan descendientes de anglosajones, y de México para abajo, descendientes de los conquistadores gachupines. Si los gobernantes canadienses y norteamericanos son racialmente hermanos, los gobernantes criollos mexicanos son literalmente primos de tales gobernantes angloparlantes. No es cierto pues que "cualquiera puede ser presidente." Lo que pasa es que tal cosa no nos la enseñan en la escuela.
Hasta ahí, todo más o menos bien.
En la parte alta del mapa, abajito de Canadá, están los USA. Tecnológica, militar y económicamente son el país más poderoso del mundo. Su way of life es ordenado y confortable, por eso quienes tienen dificultades económicas o inquietudes intelectuales en sus países de origen, desean emigrar a Gringolandia. Pero precisamente debido a su superioridad material, los USA atraen y acaparan lo mejor en todo de los demás países, desde talento humano hasta mercados, petróleo y otros recursos naturales, amén de influenciar políticamente a muchos países. Esta situación inevitablemente provoca hostilidad política y/o militar internacional hacia los norteamericanos, pero hasta hace poco a ellos les valía. La tragedia del llamado 9-11 cambió radicalmente todo y la seguridad nacional en los Estados Unidos se incrementa, lógicamente, día a día. Más vale prevenir que lamentar, dicen, y es cierto.
Hasta antes del 9-11, Ladinoamérica no era problema militar para los USA porque sus mandatarios criollos (incluida Cuba), tienen bien controlados a sus negros, indígenas y mestizos. O sea, el internacional Imperio del Mal había dejado la franquicia hispanoparlante totalmente en manos de los espanholes para la explotación y control de América Ladina. Ni siquiera con México tenían los gringos mayor problema, porque aún cuando invadieron México y tomaron la mitad del territorio norte que los conquistadores gachupines habían amasado diezmando y desplazando a indios yaquis, apaches y demás, les permitieron generosamente a los criollos conservar la otra mitad del país. Esto es, de Baja California pa'bajo. Después de todo, sus primos los gachupines habian llegado primero a robarse estas tierras. Y para echarles la mano y paliar un poco la estupidez innata de los ladinos en la explotación de sus ciudadanos, los americanos aceptaron la creciente inmigración legal e ilegal de mexicanos pobres y desempleados expulsados por la ocupación militar gachupina. Así, los gachupines han podido dedicarse en cuerpo y alma a robar y matar indios mexicanos, aunque simultáneamente han estado hipotecando al país sin darse cuenta. Y todos contentos.
Hasta que aparecieron los terroristas islámicos el fatídico 9-11.
Porque lo primero que notará usted si baja un poco la mirada sobre el mapa y se detiene en México, es que este país es productor excepcional de dos cosas: Uno, gobernantes criollos mentirosos, genocidas (por eso apestan), ladrones y explotadores; y dos, millones de indígenas y mestizos explotados, maleducados, desempleados y pobres que anualmente son pateados por los ladinos para que emigren legal e ilegalmente a los USA.
En México sólo hay desempleo, inseguridad, represión militar, robos de infantes y sacrificio satánico de mujeres jóvenes llevados a cabo por ladinos y curas para mantener sus fortunas, corrupción y explotación. No es sorpresa pues que un reciente estudio migratorio revele que en el lapso de un año ¡tres millones de personas! cruzarán ilegalmente la frontera México-USA. Esto significa, bajo cualquier cristal que se le mire, que los criollos literalmente le están declarando la guerra a los USA al echarles encima sus propios problemas internos de población y desempleo (al fin que los ilegales mandan más de diez mil millones de dólares al año en remesas a sus familiares, dirá estúpidamente Babas Fox). Como siempre, los ladinos ignoran las peligrosas consecuencias militares que su incapacidad está provocando con el país vecino. Por su parte los gringos, quienes no tienen un pelo de tontos, están dejando a los tarados enredarse la soga al cuello.
Entonces usted como estratega, por muy optimista que sea, llegará como yo a la inevitable conclusión de que los USA tienen en México su mayor peligro en cuestiones de seguridad interna -excesiva demanda de servicios sociales, flujo de inmigrantes ilegales analfabetas y sin respeto a la ley (hecho demostrado desde el momento que se brincan la línea subrepticiamente), narcotráfico, peligro de infiltración de terroristas con artefactos nucleares, gobernantes criollos chupa-sangre que no sienten obligación de velar por el bienestar de sus ciudadanos mexicanos ateniéndose a los USA, más los etcéteras que usted guste agregar. El problema, está claro, no es el pueblo mexicano en general, sino sus gobernantes corruptos que alegremente están volviendo insostenible la situación política y militar entre ambos países...y no tienen inteligencia para darse cuenta del polvorín en que convirtieron a México.
Por lo antes dicho, una guerrita civil en México causaría inevitablemente nerviosismo en la frontera norte al poner en riesgo la seguridad de los USA. Hasta un niño anticiparía entonces que los gringos primero cerrarían la frontera con México, y después vendría una mini-invasión a México para arrancar el problema de raíz. No lleva a otro conclusión la situación, no importa si usted es mexicano o gringo: Pretextos quiere la muerte.
Lo curioso es que ese panorama, escandaloso a primera vista, sería no solamente inevitable, sino hasta deseable para nosotros, viéndolo desde ciertos ángulos. Porque el Gobierno de locos en México solamente explota y abusa a la gente, tiene a la población hundida hasta el cuello en deudas y es inoperante en servicios sociales, sin inversión interna y falta pavorosa de empleos. No es posible entonces, militar y socialmente hablando, imaginar que los gringos aguantarían con los brazos cruzados un pleito civil en México. Ni aunque los gobernantes sean criollos, pues ahora el beneficio es mucho menor al perjuicio que sufrirían los gringos.
¿Resultado? Si los rituales ponen a los dioses de nuestro lado, es probable que resulte un nuevo país de lo que hoy es el norte de México, mucho mejor controlado militarmente desde fuera y con más mestizos y nativos formando parte del nuevo poder gubernamental, lo cual daría fin en gran parte a la corrupción actual. O, si continuara el país intacto territorialmente, al menos tendrían más poder y participación en el Gobierno los nativos, aunque militar y económicamente todo estuviera supervisado por alguna federación de países o por la misma ONU.
Tómese a chunga este artículo si lo desea, pero cosas más increíbles todavía se ven y pasan en alta mar, cuantimás en México. El futuro no es muy color de rosa para nadie. Pobres de quienes dejen todo al cuarto para las doce para hacer rituales y quemar peticiones del meteorito rojo, porque les crujirán los huesos, se morderán la lengua y llorarán lágrimas de sangre. Sin que eso les sirva de nada.
No importa que sean criollos o mestizos.
KARMA Y MUERTE: Si pudiéramos transportar del siglo XII -o de cualquier época pasada- al presente una persona de cada continente, se asombrarían los viajeros de los avances tecnológicos que cualquier país desarrollado presume: Viajes del hombre al espacio, comunicación satelital, cruceros de lujo, viajes aéreos trasatlánticos, fantásticas operaciones de rutina en cualquier hospital, vehículos de todo tipo, telefonía celular al alcance de cualquiera, televisión de alta definición, computadoras eficientes en cada hogar y negocio, armamento militar capaz de carbonizar gente al por mayor con sólo apretar un botón...
Pero también comprobarían los viajeros del tiempo la sabiduría de los sabios taoístas que diseñaron los rituales chinos, pues todo cambia menos el poder de la metafísica china, sus rituales y las peticiones. Por eso la estrategia militar-esotérica es tan poderosa como hace siete mil años, porque el más allá no cambia su estructura. El hombre nace, muere y reencarna igual que hace milenios por eso dioses, demonios y espíritus ayudan o perjudican a los seres vivos.
Esto es, la ley del karma es inmutable. De ahí que tarde o temprano les vaya mal a los malignos. Las malas acciones de la gente los acerca peligrosa y prematuramente al Dios de la Muerte, por eso es irrelevante que la persona crea o no en el karma, o si creé tontamente que la confesión limpia de pecado a los criminales, pues el principio de la retribución es implacable y no da inmunidad a nadie. Cada persona debe pagar individualmente por sus crímenes, en este o en el otro mundo, y ni pontífices ni cardenales barrigones escapan a la justicia celestial y sus principios. Aunque los codiciosos obispos digan lo contrario a cambio de dinero (como hacen los ensotanados con políticos y narcotraficantes), y a punta de negar los principios de reencarnación para no espantar con la verdad a sus víctimas, el karma existe.
¿Ejemplos?
Aconteció hace días algo terrible a un judío mexicano, ex-funcionario priísta, que más bien parece lección de los dioses para advertirnos sobre la importancia de portarse bien o atenerse a pagar las consecuencias. El nombre del sujeto en cuestión es Carlos Salomón, su alias lo desconozco, pero chupa-sangre no le quedaría mal. Probablemente toda su vida a estado mamando de la ubre gubernamental, pero entró al radar de la opinión pública al frente de la Lotería Nacional durante el reinado de otro corrupto judío mexicano, el ex-presidente Ernesto Zedillo, quien nos jincó la escalofriante deuda del Fobaproa para que nuestros hijos y nietos lo maldigan a él y a su parentela por los siglos de los siglos.
Causa y efecto, crimen y castigo.
Como pájaros de la misma pluma vuelan juntos, el ladrón Zedillo le dio carta blanca a su hermano étnico Salomón para que saqueara la Lotería en perjuicio de los mexicanos y como mejor le pareciera. Y lo hizo. Con decirle que los principales premios en los boletos de "rascar" se los robaban porque sabían de boca del impresor cuáles números estaban premiados. No se diga los "premios gordos" y pedacera robados a los verdaderos ganadores en la Lotería y repartidos entre compinches. Todo eso fue hecho con ventaja y alevosía, en perjuicio de los pobres de México que tanta esperanza le ponen a sacarse un premiecillo que los saque de algún apuro...pero acaban explotados por pillos como Salomón.
Y como los ladinos en el Gobierno son todos los mismos aunque militen en partidos políticos diferentes -por eso CSG nunca dañó físicamente a Cuauhtémoc Cárdenas, ni Mariquita Fox dañará a AMLO- cuando el PAN se adueñó del trono mexicano Carlos Salomón pasó a asesorar por un tiempo a la nueva uñas-largas en control de la Lotería, Marta-del-Fox, sobre las mejores mañas para robar más y mejor a los compradores de boletos de Lotería.
Intocables como son los hombres en el poder, Salomón imaginó (acertadamente) que sus sucios actos quedarían encubiertos por Mariquita Fox y sin castigo legal (Salomón es íntimo de Roberto Madrazo, con eso le digo todo). Durante su criminal y nefasta administración repartió dinero y favores en abundancia a periodistas y columnistas, de manera que también por ese lado Salomón se cubrió la espalda al asegurarse que nadie en los medios lo denunciaría. Así sucedió en cuanto a la justicia terrenal toca, pero para la mala fortuna de Salomón, el Cielo tiene ojos y oídos.
El intocable Salomón viajaba entonces el otro día por carretera rumbo al mejor Acapulco, en compañía de su esposa, hija e hijo. Iban locos de contento con su cargamento de dólares a divertirse y gozar de todas las delicias del puerto que el dinero en abundancia proporciona, forrados como están con dinero escamoteado a los pobres de México. Hasta que a unos kilómetros antes de alcanzar la gloria terrenal, digo, Acapulco, los dioses empujaron su vehículo a un barranco. Murió su hija, quedó herido su hijo, y lo que ninguna autoridad pudo hacer lo hizo el Cielo: Cayó Salomón de rodillas, sufriendo por los hijos igual que lo hicieron antes miles de sus víctimas gracias a él. Al menos podrá decir (por el momento) que con mucho pan las penas son menos, algo que sus víctimas nunca pudieron decir.
Naturalmente, los judíos mexicanos cerraron filas en el momento amargo de uno de los suyos de ellos. Fue sorprendentemente alto el número de periodistas cómplices de los crímenes del buen Salomón durante su saqueo a la Lotería -bien pagados por su silencio-, diciéndose consternados por la tragedia y según eso solidarizándose con su dolor.
El multiplicador de mierda televisada, Azcarraga the Third, por su parte, ordenó poca cobertura televisada y cuidando bien de no enseñar la cara de Salomón (solamente su espalda), no fuera a ser que algún nativo enojado por sus robos lo reconociera e intentara arruinarle todavía más el funeral de su preciosa hija.
(Contraste la respetuosa conducta de Azcarraga 3 hacia su hermano étnico Salomón, con la de mandar equipos de televisión y reporteros a hostigar a la madre de un narco no-ladino muerto a tiros, preguntándole a la señora ofensivamente y a todo momento que qué sentía por la muerte de su hijo. Bonita conducta del carroñero Azcarraga, ¿eh? Además los televisos dieron detalles íntimos de los arreglos funerarios y de la (ilegal) presencia de la policía merodeando y hostigando a los asistentes al funeral del narco como si de la película El Padrino se tratara. Valíales madre el dolor de la paciente y sorprendentemente entera mujer, persiguiéndola hasta el cementerio, metiéndole a cado paso el micrófono por la nariz. La explotación de no-ladinos es primero, según la política en Televi$a. Pero ya les vendrá su hora de pagar al desgraciado Azcarraga y sus achichincles, y ni el Popis les evitará la retribución. Eso es lo maravilloso del karma.)
A mí ni me entristece ni me alegra la tragedia personal de Salomón, pero me da gusto que no haya humano capaz de engañar a los dioses. Duermo tranquilo sabiendo que el principio de la retribución trabaja día y noche, pues quien la hace la paga. Eso es todo.
Por lo pronto y por las dudas, revise usted su conciencia. A lo peor debe algo bastante pesado y el momento de pago se acerca. Al menos cuide que su propio karma no lo agarre desprevenido.
LOS OBISPOS Y LA PRENSA: Pasó otra semana y los medios dizque informativos (que ostensiblemente siguen las instrucciones al respecto de la parejita presidencial) continúan entrevistando al alegre panzón y arzobispo "Ojón" Rivera sobre política, lo que no le debe importar al charro negro. Todavía no han entrevistado los medios a ningún legislador o funcionario para que hable sobre temas religiosos (siguiendo con el sagrado principio de que en México todo es al revés).
Hay discriminación contra los creyentes, ¿o qué?
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