A menos que usted sea experto en metafísica china y sepa cómo defenderse apropiadamente sin atenerse a otros, ni se le ocurra provocar que sus enemigos lo ataquen con rituales chinos. ¿Quién podría volverlo a la vida feliz de antes? Pues nadie. Primero, porque poca gente sabe cómo evitar los rituales chinos. Luego, aunque alguien supiera como hacerlo no perdería su propia vida por salvar la de usted, aunque fuera el hombre más rico del mundo.
No quiero asustar a nadie, pero no hay desgracia más extrema que ser blanco de invocaciones de desquite. Da lo mismo si usted es escéptico o creyente. Una vez que los dioses se le echan encima, podrá recorrer el mundo tocando la puerta de chamanes aquí y allá, pero sin remedio. Al igual que con pacientes sufriendo enfermedades irreversibles, una vez dañada la persona será imposible ayudarle por sobre el diez por ciento. Es como la cirugía, o los automóviles que han sufrido accidentes mayores: Nunca quedan igual aunque los reparen cuidadosamente.
Menciono lo anterior porque un lector pregunta si no es exagerado de mi parte afirmar que los descendientes de una persona tocada por los rituales de la petición del meteorito rojo sufrirán efectos negativos hasta la décima generación. Parece largo el ciclo, ciertamente, pero mantengo lo dicho. Es más, menciono diez generaciones de descendientes porque no quiero causar terror en los tocados por los rituales chinos. La verdad es que no hay descendientes de persona atacada con peticiones quemadas que lleguen a diez generaciones, pues al cortarse con rituales la línea masculina, el nombre familiar desaparece totalmente de la faz de la Tierra mucho antes. No hay tronco familiar, por más fuerte que sea, que aguante los embates de la mala suerte por más de tres o cuatro generaciones.
No es raro entonces que en China no haya cosa más temida que ser víctima de rituales taoístas como los mencionados. Lo venenoso de los rituales chinos es que no solamente dañan personas, sino también instituciones, negocios, corporaciones, grupos étnicos, ejércitos, gobiernos, y hasta países enteros. Precisamente así ha sido como los obispos católicos han dañado México por cinco siglos, con rituales chinos de magia negra antiguos (que aprendieron en China durante la dinastía de los mongoles) para beneficiar la Conquista y evitar levantamientos exitosos que terminen con la minita de oro que tienen en México obispos y espanholes ladinos. No quiero contar las generaciones de familias enteras que en México han desaparecido junto con sus apellidos por efecto de los rituales de los charros negros (curas jineteadores de tarugos). Es hasta ahora, en los últimos años, que los dioses se apiadaron de nosotros tal y como lo presagiaron los sacerdotes mexicanos durante los primeros años del genocidio espanhol. El fuego combate fuego, y a través de la misma metafísica china Las Divinidades nos han permitido echarles a los conquistadores el lazo de la horca al cuello, lazo letal que ellos mismos se han ido apretando voluntariamente.
Ahora, si los judíos mexicanos en el poder permitieron imprudentemente que los meteoritos rojos los tocaran individualmente y como grupo étnico en general, pues eso ya no es culpa de nosotros los mexicanos no-ladinos, ni quiere decir que los efectos metafísicos no existan. Eso solamente prueba que los ladinos no son tan inteligentes como se imaginan. Y para comprobar que mis palabras son verdad, si usted es una de las personas nombradas en las peticiones del meteorito rojo haga el siguiente experimento y se asombrará de los resultados (aunque para efectos prácticos de nada le servirá comprobarlo, pues ya está frito y sin posibilidades de desandar lo caminado).
Digamos que usted es legislador mexicano, judío e "invulnerable." En consecuencia, los rituales chinos solamente le causarán risa, pues la indiada estamos muy por abajo de los hombres en el poder...según ellos. Digamos también, hipotéticamente, que la petición del meteorito rojo contra los legisladores corruptos fue publicada ayer, o el día de hoy. Marque la fecha en el calendario, o haga su propia estadística. Lo primero que notará, sin importar si usted creé en la metafísica o no, es que desde ese momento la curva de progreso en la vida de los tocados será descendente, y no habrá nada que la haga cambiar de dirección -ni aunque fueran a bailar a Chalma- porque la de quema de peticiones será siempre ascendente. ¿Cuántas generaciones de los descendientes de la persona creé usted que aguanten una caída de ese tipo? Pues no muchas, ¿verdad? Brinquen o salten, le garantizo que jamás llegarán a diez.
Otro experimento, para ponerle las cosas en perspectiva más clara: Usted recordará que avisé hace cinco años que Mariquita Fox llegó a Presidencia a trasquilar borregos...y se irá trasquilado. (Súmele los pillos de su gabinete, los generaletes verdes, los obispos avariciosos, los banqueros, y empresarios como los televisos, todos ellos en situación similar.) Pero espérese, no se ría todavía aunque recuerde que nos ha robado más dinero del que se podrían gastar diez generaciones de sus descendientes viviendo a todo lujo, incluyendo el robo de las reservas de divisas del país. Bueno, pues marque usted en un papelito el día en que salgan las peticiones del meteorito rojo contra esos sinvergüenzas. Con todo y sus cuantiosas fortunas, comprobará que desde ese día sus fortunas empezarán a disiparse, primero lentamente y luego con rapidez. Sus hijos empezarán a sufrir reveses económicos, la muerte hará caminito a su casa, y la buena suerte y la alegría se ausentarán de sus vidas. Cuando las dificultades, las enfermedades, las desgracias y la mala suerte los empiecen a jalar, se arrepentirán los pillos y lamentarán día y noche haber puesto un pie en Los Pinos.
Por eso digo: Aunque las peticiones quemadas buscan destruir diez generaciones de los descendientes de los enemigos, los nombrados desaparecerán completamente antes de la mitad del tiempo anunciado. Mientras más dinero tengan, más prolongarán la agonía, pero el final es inevitable.
Y como otro lector pregunta si es justo acabar con las generaciones "inocentes" de los ladinos, déjeme recordarle que durante quinientos años ellos han acabado con las generaciones nuestras y yo nunca les he visto la menor señal de remordimiento. En la metafísica china, lo que el enemigo nos haga está expuesto a que le hagamos. "Justicia es cortarle la pierna a quien te cortó la tuya," dijo Confucio acertadamente. Así como ellos dañan a nuestros chiquilines con sus robos, nosotros dañamos los de ellos con rituales. Amor con amor se paga. Siempre habrá gente confundida que se apiade de los criminales y no de las víctimas, pero para rectificar el camino y poner orden están los principios de estrategia china.
En cuanto a los políticos, dijo un filósofo taoísta: "Cuida de no hacer enojar al pueblo." No está entonces de más repetirlo: Cuídense que no les peguen con un meteorito rojo. (A ver si no le concede el Cielo sus plegarias a Feli-Pillo Calderón y le da la Presidencia, ja, ja, ja.) Porque si ya les sucedió, siéntense a llorar o a reír, pues El Sol ya no brillará más para ustedes. Y no me pregunten cómo salir del atolladero, porque no lo sé.
Bueno pues, sí lo sé. Pero no es negocio mío andar salvando ahogados ladinos.
PARA MORIRSE DE RISA: ¿Qué es religión? Según los principios orientales del tema, religión es la fe en asuntos del más allá. Más fácil: La religión, cualquier religión, está asentada en un campo fuera del conocimiento humano, de manera qué no podemos hacer más que tener fe en conjeturas espirituales, con la esperanza de no estar equivocados y de no hacer demasiado el ridículo. Esto es el lado bueno, digamos, de la religión.
El lado malo de la religión es que cuando la gente se vuelve muy religiosa, es en beneficio principal de líderes religiosos y de gobiernos para quienes tales líderes trabajan. Es tan fácil que pillos vestidos de religiosos se aprovechen de la ingenuidad humana para hacerse ricos, como no tiene usted ni idea. Eso es exactamente lo que hace la Igle$ia católica al atarantar gente con rezos excesivos para que pierdan la habilidad de discernir entre lo que está bien y lo que está mal.
Porque si la religión concierne al más allá, entonces los vaticanos cometen un crimen religioso al meterse en los asuntos del más acá, y los creyentes pecan de tontos al no darse cuenta que eso está muy mal hecho. Dicen en China (cuna de los rituales católicos): "Una vez que cualquier cosa es clasificada como parte del conocimiento humano, ya puede ser discutida con principios en manos del hombre." Es decir, deja de ser divina.
O, para decirlo de manera más fácil de entender, ya no es negocio de la Igle$ia.
Así que cuando los obispos católicos se meten en la política, o en la vida íntima de los feligreses prohibiendo el sexo, los anticonceptivos, los matrimonios entre homosexuales, el aborto, la eutanasia y hasta la masturbación, están simple y descaradamente fuera de orden. De hecho están violando las leyes mexicanas, y los curas que siquiera se atrevan a mencionar tales prohibiciones debieran estar tras las rejas. Pero como decía antes, este tipo de represión conviene a las autoridades espanholas de ocupación en México y por eso les dejan hacer y decir lo que quieran, ya que los obispos son cómplices en la explotación de México lavándole el cerebro a la indiada para que vivamos hincados y dándonos golpes de pecho. Pero eso no es religión, es explotación religiosa.
Las mentadas "enseñanzas de Cristo" que cacarean los obispos son mentiras, pues yo nunca he leído que Jesús se ocupara de la política ni de la masturbación, por ejemplo.
Si yo fuera presidente, mandaría castrar a todos los curas que hablaran de "castidad" para que después lo hicieran con conocimiento de causa. Solamente así entenderían los sinvergüenzas que el sexo es instinto humano y no tiene nada que ver con la religión de ninguna parte, pues no es tema del más allá.
He dicho.
Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.
Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.
Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.
Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
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