Entre los casos metafísicos de la vida real, hay uno especialmente espeluznante y vigente: El "Caso Ahumada."
Mis lectores (increíble, pero tengo algunos) saben que he dicho que los rituales chinos son como las medicinas: Igualmente necesarios a buenos y malos, a ricos y pobres. Es prerrogativa de los dioses concederles o no sus deseos a los peticionarios, pero todos tenemos el derecho de utilizar la metafísica para pedir deseos, para buscar soluciones alternas a los problemas que nos aquejen.
No es coincidencia entonces que los avariciosos obispos católicos, que están en eterna cruzada pública contra las dizque "supersticiones," prometan subrepticiamente a narcos y gobernantes criminales interceder por ellos ante el Cielo a cambio de jugosas "donaciones." Evitan decir a sus clientes que no pueden hacer lo que prometen porque los dioses convencionales no ayudan a criminales. Si los obispos hacen rituales porque les den mucho dinero es a través de misas negras invocando al Maligno que tanto critican pero que tanto adoran. Por eso hay orgías de curas putos con niños en las sacristías, pues las energías negativas que atraen y no regresan al más allá se posesiona de ellos. Los ensotanados católicos andan ocupados en asuntos terrenales y realmente saben poco de su negocio religioso. Prueba de ellos es que la máxima autoridad eclesiástica vaticana en México, el cardenal Norberto Rivera, anda metido en problemas legales con los gringos por su encubrimiento a curas pederastas. Por eso los "protegidos" por los obispos acaban arruinados, encarcelados o ejecutados. Pero ésa es otra historia.
Lo importante es saber que para todo y para todos hay rituales chinos, aunque muchos de ellos -especialmente los rituales chinos militares - sean extremadamente secretos. Por eso hay violencia desmedida en la sociedad, porque gobernantes incapaces y los mismos criminales ignoran lo anterior. Por ejemplo. No es que el narcotráfico tenga que producir tantas muertes como en México, sucede que los delincuentes son improvisados que saben poco de su negocio. Al no saber cómo protegerse metafísicamente, se meten innecesariamente en espirales de violencia que pronto acaba con ellos mismos, pues se dejan guiar por gente inexperta que los involucra en cultos extraños como el de la Santa Muerte, atrayendo problemas metafísicos que causan innecesariamente masacres sin fin en el país. Si México está al borde de una guerra civil, no es solamente por la avaricia de gobernantes explotadores, sino también por su poca capacidad administrativa al ignorar los principios de metafísica relacionados con su negocio. Por su ignorancia, más que servidores públicos son un peligro para el país al no saber cómo protegerlo.
Si no insisto mucho en este espacio sobre esos y otros aspectos de la metafísica china, es porque luego no faltan quienes imaginan que ando de ofrecido. Hace años mencioné el caso de un billonario que murió de forma trágica en Mónaco, asfixiado mientras intentaba escapar de su propio guardaespaldas. Hacía yo hincapié en que también los ricos necesitan comprar buena suerte si piensan gozar de sus fortunas hasta el último día de sus vidas...y luego en el más allá (porque no es cierto que la gente muera sin poder llevarse su dinero). Comentaba también en esa ocasión que a menos que la viuda del ricachón supiera qué comprar con la herencia, correría los mismos riesgos del marido. No faltó entonces un baboso que inmediatamente me preguntó burlescamente por qué no le ofrecía mis servicios metafísicos a la viuda. Bendito sea dios.
Lamento pues que mis comentarios metafísicos sobre casos de la vida real den a algunos (envidiosos) la impresión que me estoy muriendo de hambre, pero permítanles asegurarles que afortunadamente no es el caso.
Dicho lo anterior, veamos otro caso extraño donde la metafísica china hubiera hecho la diferencia...si la víctima de las desgracias que voy a relatar hubiera sabido qué comprar con su abundante dinero. Es decir, para hacer mucho dinero hay que ser inteligente y carecer de escrúpulos, pero para conservarlo hay que ser un genio...o perderlo todo. Tal fue el caso del empresario argentino Carlos Ahumada, hoy preso en una cárcel capitalina por órdenes expresas de su acérrimo enemigo AMLO (quien presume tener solamente "adversarios"). Cuando tuvo dinero en grande compró políticos, voluntades, autoridades, mujeres, equipos de fútbol, influencias, etcétera. Pero no supo comprar lo principal: Buena suerte para él y su familia, suerte apropiada para escapar de cárceles y enfermedades, de traiciones y contratiempos. Por eso Ahumada acabó en la cárcel, solitario y arruinado, llorando -es estrujante su excesiva debilidad mental actual- porque no dejan sus enemigos políticos perredistas que lo entrevisten periodistas en la cárcel. Todo lo que hace o dice este hombre se le revierte en su contra. Lamentablemente, su ignorancia también desgració a su esposa e hijos, a cientos de personas que dependían económicamente de él.
Yo no tengo la biografía de Ahumada, ni me interesa buscarla, pero estoy enterado que su especialidad era "donar" dinero para las campañas de políticos y luego ya en el poder pedirles contratos leoninos de construcción. Construcciones que le dejaban millonadas de dólares, pues o no hacía las obras, dejándolas apenas empezadas, o simplemente las hacía con materiales de calidad ínfima y por lo tanto baratas. Su modus operandi era conocido y solapado por funcionarios que recibían sus "maletazos" de dólares. Esta táctica la repetía en todo el país, pero tuvo éxito particular en el gobierno perredista del D.F. Ahí tuvo una relación íntima con quien fuera alcaldesa de la capital, Rosario Robles. Con esas conexiones políticas, todo era Jauja para Ahumada. Los millones de dólares rodaban solitos a las cuentas bancarias del argentino. Pero un desencuentro personal con AMLO, quien a la sazón era el alcalde del D.F., dio al traste con la prosperidad del "empresario."
La historia de los infames vídeos mostrando a políticos y funcionarios capitalinos recibiendo dinero de Ahumada, su huida a Cuba, su deportación a México y su arresto en julio 2004 es bastante conocida. De hecho, todo mundo concurre en la opinión de que Ahumada es un preso político de AMLO. ¿Cuál fue el motivo medular de las desgracias de Ahumada? A lo que se ve, motivos hubo de sobra, pero su entrada a la cárcel y su dificultad para escapar legalmente de la trampa se debe principalmente a que Ahumada compró todo lo que podía comprar con dinero, menos lo que debía: Protección metafísica. Si lo hubiera hecho, seguramente quien estuviera en la cárcel hoy sería AMLO. Pero los "hubiera" son demasiado patéticos para invocarlos en cualquier discusión.
Debido a su falta de verdadera visión empresarial, de ésas que se construyen para durar generaciones, Ahumada no solamente está siendo liquidado sicológicamente por las autoridades perredistas, sino que han terminado con su imperio financiero. Nadie le dijo al argentino que las personas con dinero son las más asediadas no solamente por pillos, sino también por demonios celosos del éxito de ciertos individuos. O quizás no creía "en cosas supersticiosas." La ignorancia, en cualquier situación, nunca paga. Y si paga, es con moneda falsa.
FOX Y SU GRITO DEL MIEDO: Inesperadamente, en relación a las ceremonias del "mes patrio," este año hubo tres gritos "oficiales": Dos gritos en Guanajuato dados por Déspota Fox (uno adelantado, el 25 de agosto, y el "tradicional" del 15 de septiembre), y el dado en el D.F. por el alcalde capitalino, Encinas.
Dicho de otro modo, el 15 de septiembre AMLO hizo correr de miedo a la Rata Marta-y-Fox, quienes acabaron dando un gritito en Dolores, Hidalgo, asustados y resguardados por miles de militares. Y de pilón, empapados por la lluvia que presagiaba el frío y patetico final del sexenio foxista.
La cereza en el desorden político septembrino fue que Televi$a y TvAzteca, propiedad de judíos espanholes, mostraron toda su vileza informativa y total sumisión a Vicente Fox. Arteramente evitaron que el mundo viera imágenes televisadas de la ceremonia que simultáneamente se llevaba a cabo en la capital. Me imagino que tan brillante manera de exhibir su corrupción y sumisión al Estado fue idea de la Rata Marta.
Sucede que las huestes de manifestantes rijosos que siguen a AMLO amenazaron con armarle a Mariquita Fox un panchito en la Plaza de la Constitución la noche del grito -digamos con mentadas, chiflidos, pancartas alusivas a lo que el pueblo piensa del ranchero de petate, etcétera-, y el procónsul guanajuatense, que no es exactamente ejemplo de sangre fría, se espantó. No sin razón, pues el Ejército y otros servicios de espionaje del Gobierno le informaron oportunamente al gallinazo Fox que "no había condiciones de seguridad" para que encabezara la ceremonia del 15 de septiembre en Palacio Nacional. Los informes de "inteligencia" revelaban que aún con los miles de guardias militares que día y noche rodean a Fox, no escaparía al humillante escarnio que la chusma reunida en la Plaza de la Constitución le tenía preparado para la ocasión..
Y Fox (tan grandote y tan culón), ni tardo ni perezoso corrió hacia Dolores, Hidalgo. Ahí dio su gritito ante solamente cinco mil personas, un tercio de ellas soldados disfrazados de civil (el día que la chusma mate a un soldado de esos, que no nos salgan los babosos generaletes conque "mataron a un militar," pues legalmente militares en funciones son los uniformados, aunque los genocidas generaletes verdes mexicanos, como los obispos, poco saben de su negocio). Así fue como los ciudadanos nos ahorramos el penoso espectáculo anual de ver en el balcón del Palacio a la Rata Marta. A mí ya me tenía hasta la madre ver a la repelente señora, con su habitual risita babosa, limpiarle los mocos al nieto con la Bandera que su bueyón e histérico marido acostumbraba ondear mientras gritaba estupideces "independentistas" que solamente la Rata y populacho le celebraban.
Como acostumbran hacer los gobernantes ladinos, Mariquita Fox nos mintió sobre las verdaderas razones que tuvo para irse con su recua de familiares a gritar frente a ciudadanos agachones en Dolores. El vocero de Presidencia, el desvergonzado Rubén Aguilar, es el conducto de las patrañas de la yunta presidencial católica en el poder. Aguilar no solamente ocultaba las razones de la huida de Fox a Guanajuato la noche de septiembre-15, sino que encima trató de echar a perder la ceremonia del grito en la capital. Intentó infundir miedo a la gente reunida en el Zócalo declarando, a sabiendas que no era verdad, que dizque Fox se iba a Dolores porque el Gobierno había detectado "grupos radicales que podrían causar violencia y muertos" al agredir a los asistentes a la ceremonia.
Ni Aguilar, ni la Rata Marta ni Fox tienen madre y solamente su naturaleza maligna los hizo tratar de echar a perder la ceremonia en la capital. Porque la Rata Marta-y-Fox habían negociado previamente y en lo oscurito, a través de Carlos Abascal y representantes de AMLO, ceder el grito en el D.F. a Alejandro Encinas a cambio de que los perredistas levantaran sus "campamentos" para que los militaretes genocidas hicieran su pinche desfile militar que ya a nadie interesa. AMLO, ladino que es, tampoco consideró necesario informar a sus seguidores el convenio mencionado. Después de todo, dicen en China, Política es el arte de engañar. Y AMLO es tan hábil en eso de engañar indios como lo es Fox. Pero fue tanta la maldad de la Rata Marta-y-Fox, que hasta prohibieron que el grito el D.F. se celebrara con juegos pirotécnicos como es tradicional, aduciendo estúpidos "riesgos para la ciudadanía." Todos esos ladinos son excremento con patas. Porque en Dolores, donde Fox presidió la farsa independentista, sí hubo exhibición de luces artificiales. Uno de los pocos espectáculos verdaderamente gratis para el pueblo, los juegos pirotécnicos, se los canceló Fox a cientos de miles de personas nomás por contrariar a AMLO. Son chingaderas. ¿O cómo le llamaría usted a eso? Pero de ese tamaño es la pequeñez humana de Fox y familia.
Y aunque el 16 de septiembre por la mañana -ya con Palacio Nacional tomado por la soldadesca según el acuerdo en lo oscurito con AMLO-, Fox presidió el repugnante desfile militar del genocida y traidor al pueblo Ejército nacional, no escapó de los continuos gritos y demostraciones escritas de repudio de parte de los perredistas. Eso obligó a los changos verdes a hacer de nuevo cosas para las que no les pagamos los ciudadanos: Las bandas de guerra trataron de ahogar con el ruido de tambores y cornetas los gritos dirigidos a Déspota Fox por los manifestantes perredistas. A eso hemos llegado en este país, a que nadie en el poder sepa lo que tienen que hacer, especialmente los militares mexicanos pues en lugar de cerebro rienen un méndigo tambor.
Vergonzoso todo, pues en la tercera semana de agosto Mariquita Fox estuvo en Dolores precisamente para declinar la invitación del alcalde local para que el procónsul de las botas diera el grito allá. Fox no lo sabía, pero la invitación fue porque los encargados de la seguridad presidencial sabían ya que la cosa política se había puesto demasiado caliente en la capital con la gente de AMLO. Pero las cada vez más escasas neuronas del procónsul guanajuatense le impidieron ver lo que su gabinete planeaba para él por su propio bien.
De manera que ya en presencia de las autoridades y del público en Dolores el 25 de agosto, dijo el muy baboso que su "obligación" era dar el grito en Palacio Nacional porque según él ahí es -hágame el cabrón favor-, "el corazón de la patria," y no en la "cuna de la patria" que sería Dolores. Rodeado como siempre por altísimo número de guardaespaldas militares y sintiéndose chingón, Fox alegó que la ceremonia septembrina es "patrimonio histórico y tradicional de todo el pueblo," no del gobierno, por lo tanto se llevaría a cabo en Palacio nacional (o al menos eso pensaba en su momento el ingenuo procónsul). A cambio, Déspota Fox les dio un grito adelantado, y olvidando la razón que del mismo acababa de hacer, se dedicó el muy idiota a gritar consignas de su Gobierno (¡Viva el Seguro Popular!, ¡Viva el derecho a al salud!, ¡Viva Guanajuato!,...y más sandeces similares).
Pero no pasaron muchos días para que el vaquero de papel despertara a la realidad. Esa realidad política que le gritaba que el Zócalo estaba tomado por la gente de AMLO, que ahí nomás los chicharrones del tabasqueño iban a tronar el 15 de septiembre. (Qué ironía! Fox llegó al poder en el 2000 rodeado de una multitud que lo adoraba como hoy idolatran a AMLO, pero que le advirtió que no le fallara al pueblo. Fox falló porque ésa es la función de todos los "presidentes" judíos espanholes, pues ellos llegan al poder para robar a un pueblo conquistado. Ellos actúan como lo que son, conquistadores, lo demás es propaganda de Estado que solamente los ingenuos compran.)
Así que para septiembre 2006, Fox por fin se dio cuenta que ni las vallas metálicas y humanas militares son suficientes para protegerlo de la ira popular. Hasta los militares que protegen a Fox dizque porque le deben lealtad a "las instituciones," o sea a los judíos en el poder, sintieron el frío de la multitud enardecida y le recomendaron al maricón Fox que mejor se fuera con su grito a otra parte. O sea, vuelta a Dolores para dar ahí un segundo grito. Juar, juar. Y es que AMLO le ganó dos vencidas políticas el mismo mes: Los diputados y senadores perredistas en San Lázaro le impidieron a Fox dar su último informe de gobierno el primero de septiembre. Quince días después, lo obligaron a huir con la cola entre las patas a Guanajuato.
Lo que hace el miedo al pueblo, ¿eh? A escondidas, como ratas que son, la yunta presidencial y su nube de perros bravos vestidos con el uniforme del ejército, se largaron a Guanajuato a dar el grito sin avisar oficialmente al pueblo. Un asustado Fox nos salió con la babosada de que "Estaré a la altura de los tiempos y no seré motivo de discordia y división," dicho lo cual abandonó sus "obligaciones" y la plaza en favor de AMLO. Qué bonito.
Porque no solamente fue obligado Fox a largarse a Dolores, sino que los mismos militares y gabinete que le advirtieron que el horno no está para bollos le pidieron que dejara de gritar pendejadas y se circunscribiera a lo tradicional durante el grito. Así que la noche del 15, Fox finalmente dejó de cagarse en la cabeza del pueblo. A güevo si usted quiere, pero Fox solamente gritó sin su histeria habitual: "Vivan nuestros héroes, Viva México." Así fue la nada graciosa huida del presidente de todos los judíos.
Dañado por los meteoritos rojos, Fox anda como bestia herida. La jauría política ya olió sangre y no tardará mucho en echárseles encima a él y a la Rata Marta. Y lo mejor: Cuando gente en otros países vea los efectos metafísicos de los rituales chinos en México, podrán repetir la situación en cualquier lugar con las mismas peticiones. No estaba bromeando cuando dije hace tiempo que los rituales chinos son más poderosos que artefactos nucleares y ejércitos. Los explotadores gobernantes mexicanos lo están experimentando en cabeza propia.
(Vea las imágenes televisadas de los damnificados por las lluvias en México, arruinados y hambreados sin que nadie les eche una mano, mientras los miles de millones de dólares por venta del petróleo "nuestro" desaparecen velozmente en las cuentas de banco de los gobernantes y de sus cómplices los banqueros. Dinero que también sirve para pagar columnistas que escriban que "no se ve que Fox haya robado" (como tampoco se vio que los antecesores del procónsul actual lo hayan hecho, digo yo). Dígame usted si esos cabrones se merecen o no que les acabemos su vida chicha con rituales de desquite.)
Todo lo anterior es extremadamente satisfactorio para nosotros la indiada. El mito militar más arraigado que nos faltaba derrumbar -ya habíamos encuerado al gobierno gachupín y a la Igle$ia-, cayó solito al exhibirse el ejército como "institución" intransigente y dispuesto a masacrar gente con tal de salirse con su caprichito de desfilar a güevo. Todo porque México es país ocupado militarmente por los espamholes de aquí y de allá. Por eso la gente, por primera vez en público, les dio la espalda a los sardos durante su deslucido desfile, donde ya no asistió en número masivo. Sin respeto ni miedo hacia el uniforme militar, los changos verdes encontrarán un pueblo ya no tan dócil como antes para tolerar sus abusos y genocidios.
Eso querían, eso sacaron. POR ESO CORRIÓ DÉSPOTA FOX A GRITAR DE MIEDO EN DOLORES.
Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.
Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.
Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.
Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
Copyright © 2006, Francisco J. Vargas
PERMANENTE UNO: Para que las peticiones del meteorito rojo funcionen a la perfección, necesitamos mensualmente desde un mínimo de tres peticiones quemadas (el número taoísta mágico), hasta el mayor número de participantes que quieran unirse, pues no hay límite.
PERMANENTE DOS: Hasta 2008 no habra más cajas negras.
PERMANENTE TRES: Debido a la inquietud de algunos lectores de diversas nacionalidades por obtener el libro Ocultismo Chino pero que por diversas causas no pueden comprarlo por Internet, Vision Press Films pone este libro a disposición de librerías de cualquier país interesadas en venderlo directamente a sus clientes.
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