Andábamos la última vez que platicamos en que la adivinación china levantó la máscara del Imperio del Mal y nos permitió atisbar en su bien resguardado interior. Así nos enteramos que el Estado del Diablo, o sea el Vaticano, está formado por dos facciones internas que son extremadamente tóxicas para los mexicanos no-ladinos: Los intrigantes jesuitas por un lado, y el Papa, cardenales y obispos por el otro.
En México, gracias a jesuitas y obispos, no hay posiciones de poder para indígenas ni para mestizos de madre mexicana. Nada para "los jodidos." Dijo Genocida Fox en la segunda semana de noviembre que dizque la comisionada para asuntos indígenas, Xóchitl Gálvez, "es mujer indígena muy comprometida con ellos." ¡Otra vil mentira presidencial! La señora Gálvez es judía ladina vestida de indígena puesta en esa oficina para ayudar a que la Rata Marta se robe el presupuesto anual aprobado por el Congreso para ayudar nativos. Ningún gobernante ladino, y menos si es mocho, está interesado en los indígenas mexicanos como no sea para exterminarlos o de menos reprimirlos.
Hablemos entonces de los jesuitas.
De inclinación militar desde su creación, la Compañía de Jesús es hoy día auténtica corporación empresarial controlada por vividores avariciosos y facinerosos disfrazados de religiosos. Su misión es someter a sangre y fuego a banqueros, empresarios y gobernantes.
¿Someterlos a quién? Someterlos religiosamente al Vaticano y culturalmente a Espanha, exactamente como hace el Opus Dei, también de origen gachupín. De ahí que en México los gobernantes pasados y presentes, políticos, generaletes, dueños de medios, empresarios, obispos y banqueros sean necesariamente espanholes o criollos judíos. La Conquista nos jinca diariamente la inútil cuanto cacareada "hispanidad," donde solamente la "cultura" espanhola tiene valor. (Ja, ja, el Quijote, las castañuelas que son chinas, la pandereta, las alpargatas que son chinas, las guitarritas, los bordados que son chinos, las corridas de toros y la paella que es el arroz frito chino, como ejemplos de dizque "civilización espanhola").
La tal "hispanidad" que nos endilgan los vaticanos incluye el feroz exterminio de la cultura mexicana no solamente en lo físico, sino también a nivel educacional. Hoy sabemos que la cultura mexicana de hace cinco siglos era muy superior a la de Espanha. No en balde la Presidencia de la Rata Marta y Déspota Fox, acicateada por jesuitas y en complicidad con el corrupto secretario de Educación Pública Reyes Támez, y con la de Elba Esther Gordillo como Pastora de maestros borregos, hizo hasta lo imposible para borrar oficialmente de los libros de texto escolares lo concerniente a las culturas mexicanas prehispánicas. Todo lo que sea indígena hace que les arda el culo a los cabrones. Información que fue reemplazada con historia espanhola, naturalmente.
Por su parte, los charros negros -curas jineteadores de nacos- buscan extinguir en los mexicanos el apego a nuestras tradiciones pre-hispánicas, incitándonos a destruir y despreciar todo lo que no sea espanhol y/o católico. A eso se le llama genocidio cultural, pero nadie nos echará una mano amiga -aparte de quemar nosotros mismos peticiones del meteorito rojo- porque los gobiernos de nuestros vecinos y demás países occidentales están infiltrados por jesuitas.
(Si los imbéciles vaticanos no fueran tan egocéntricos [por algo forman el Estado del Diablo], no hubieran quemado los códices mayas [con excepción de cuatro] que contenían información valiosa de todo tipo, incluyendo información astronómica que nos atañe directamente. Información vital para la supervivencia del hombre porque a través de los códices que escaparon a la quema de los vaticanos sabemos que los astrónomos mayas calcularon que al final de cierto ciclo astronómico que sería el Solsticio de Invierno, 21 de diciembre del 2012, el Sol quedará exactamente alineado con el centro de la galaxia Vía Láctea, lo cual ocurre cada 26,000 años. En las culturas china y maya, el centro de la galaxia es conocido como las Puertas del Infierno. Esa negativa dirección astronómica nos traería un final horrifico, pues al parecer -nos faltan muchos códices para afirmar esto con certeza- los mayas pronosticaron que tal día se acabaría el mundo para el hombre. Pero hay información moderna y científica que avala a los astrónomos mayas. Al parecer, los mayas sabían hace dos mil años algo que nosotros apenas descubrimos: Que la Tierra tiene un proceso ondulante progresivo con respecto a su eje, lo cual nos va alineando lentamente con la Vía Láctea en un ciclo que se cierra...cada 26,000 años. Es decir, el final de este ciclo y el alineamiento del Sol con el centro de la galaxia ocurrirán exactamente en diciembre del 2012. Misma fecha en que el calendario maya termina, pues supuestamente ya no habría humanos en la Tierra, posiblemente debido a severas inundaciones y a la total "desaparición" del Sol. ¿Cómo supieron los mayas de tal fenómeno astronómico con dos milenios de anticipación, y será cierto todo lo anterior? Pues pregúntele a los babosos vaticanos que incineraron los códices dejándonos a oscuras, porque de seguro los mañosos tienen escondido por ahí uno que otro códice maya. Pero aparte de la coincidencia astral que astrónomos chinos y mayas dan a la fatídica dirección llamada las Puertas del Infierno, los chinos aseguran que antiguamente las estrellas no estaban en el lugar que ocupan actualmente. Eso quiere decir que hablan del anterior periodo de 26,000 años, donde obviamente ya habia humanos inteligentes, y que el eje la Tierra en su posición actual no tiene la misma inclinación de entonces. Quizás eso explique el Diluvio, las pirámides, la destrucción por agua de fabulosas construcciones hundidas en el mar y civilizaciones antiguas, etcétera.)
Para los gachupines -explotadores de nacos- en México, la historia mexicana solamente cuenta desde la llegada de los perros vestidos espanholes, a la fecha. Aquí todo es espanhol, dándose casos político-religiosos difíciles de explicar si no se tiene información adecuada como la de esta columna. Quién no recuerda la ruda afrenta a la República que la Rata Marta y Genocida Fox dieron a ojos del mundo con desvergonzado y humillante espectáculo hincándose en público a "besarle el anillo" al hoy patas de hilo Juan Pablo Dos, durante su última visita a México. Sí, mis chiquilines, está como para vomitar todo esto, ¿verdad? Y los pendejos creen que nadie los ve, cuando sabemos ya que gobernantes, políticos y empresarios son gachupines y criollos (el hombre de confianza en la Presidencia del criollo Calderón, un tal Mouriño, es espanhol). ¿Cuál Independencia, pues?
Fueron precisamente los jesuitas quienes obligaron a la actual yunta presidencial -como antes habían obligado a JoLoPo, al Ratón Atómico, a Zedillo, a todos los presidentes de México incluyendo a don Bomberito Juárez- a servir incondicionalmente al Popis y a Espanha a cambio del encubrimiento a sus crímenes, del lavado de coco a las masas sin bañar, y de protección metafísica con rituales católicos de magia negra.
El maloliente barrigón y cardenal Norberto Rivera, por ejemplo, jamás ha criticado el salvaje envenenamiento intelectual de mexicanos con la retrógrada programación pro-espanhola de Televi$a y Tv-Azteca. Al contrario, Rivera es alegre y voluntario compañero de cama en los trastupijes del ladino gachupín y Televiso Mayor Emilio Azcarraga 3, mejor conocido como el tenebroso Multiplicador de Mierda televisada. A su vez, Televi$a encubre a Rivera en su presente situación legal (acusado en la Corte Superior de Los Angeles de encubrimiento a curas pedófilos), mencionando su caso lo menos posible, o señalando a violadores sexuales laicos para desviar la atención del pueblo y no descobijar la maligna naturaleza del cardenal ante la indiada mexicana.
De paso, los jesuitas han acumulado para su Sociedad enormes riquezas. Riquezas que a través de consorcios de bancos internacionales les permiten manipular economías enteras de países conquistados y vulnerables. Como México. Dicen en China que dinero genera más dinero, y mucho dinero produce riqueza obscena, pues los jesuitas no tienen llenadero. Viven planeando llevarse el oro y el moro, buscando darnos cacahuates por lingotes de oro. Sueñan con la mítica dominación religiosa y económica del mundo entero. Objetivo que si mal no recordamos, el ex-presidente George Bush llamó, después de expulsar militarmente a Saddam de Kuwait, el Nuevo Orden Mundial (¿qué nos dice eso?).
Pero ya les vimos las orejas a los canijos jesuitas. Y de aquí pal'real.
La estrategia militar china nos advierte que Las personas y las cosas tienen dos caras diferentes, una exterior y una interior. Al exterior, los jesuitas demuestran que están altamente entrenados en manipulación de masas (dicen que los agentes de la CIA tienen idéntico tipo de entrenamiento sicológico, por algo será), y pretenden exitosamente ser humildes sacerdotes cristianos. Magníficos actores, utilizan gestos suaves y palabras dulces capaces de convencer a ingenuos para que los acepten como "almas caritativas," cuando en realidad son agentes secretos venenosos para los países que les permitan entrar a supuestamente "hacer el bien común."
¿El bien común, dije? Ja, ja.
No por nada el motto oficial jesuita es El fin justifica los medios. Porque al interior, los jesuitas actúan de diferente manera. Aunque no tienen un uniforme religioso definido, (se los encuentra uno hasta en la sopa disfrazados de empresarios, escritores, médicos, narradores de fútbol en Univision, "ex-jesuitas," etcétera), son los originales "hombres de negro." Y al igual que ocurre en la CIA, los jesuitas que "renuncian a la Orden" siguen atrapados en ella por medio de juramentos y amenazas veladas de sus superiores para nunca revelar lo que saben sobre la institución. Si usted se encuentra con un "ex-jesuita," póngase listo y a la defensiva: En la vida real no existe tal animal, lo más seguro es que sea coartada para infiltrar más fácilmente grupos enemigos a la Compañía, o a la Igle$ia en general. Ésa es táctica antiquísima de espionaje militar chino.
(Un estratega militar en China le puede detectar en tres patadas, o enseñar a otros a detectar, "espías dobles" o agentes "plantados" por el enemigo. Los jesuitas y yo sabemos las mismas estratagemas de espionaje, la diferencia es que ellos no tienen [aunque creen tenerla] alquimia china.)
Aparte de ser ejército acaparador de riquezas y poder, los jesuitas son sádicos destructores de libertades civiles y religiosas de los pueblos. Ellos son titiriteros intelectuales de grupos de asesinos lavados de cerebro como los temidos "escuadrones de la muerte" al servicio de gobiernos y empresarios mochos en Ladinoamérica. Son capaces de poner y quitar mandatarios cuando así convenga a los intereses vaticanos. Por ejemplo. Cuando Genocida Fox tomó posesión de su cargo (presidente de un país laico), levantó a dos manos enorme crucifijo en el mismísimo Congreso, demostrando a quienes entienden de esto que obispos y jesuitas lo llevaron a ser mandatario. Ya había Fox dado indicios al respecto, pues cuando andaba en campaña se le hincaba y le besaba el anillo a cuanto obispo se le atravesara. Ya presidente y a insistente petición expresa de su gachupina madre, Fox personalmente borró las muy creíbles acusaciones federales que pesaban sobre el odioso obispo de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, como presunto y casi seguro lavador de dinero del narco. No es de extrañar entonces que con tales palancas el poder político y la riqueza de los jesuitas se incremente enormemente año con año.
Pero veamos algo del principio del asunto.
La Sociedad Jesuita fue fundada en París en 1534, en pleno Renacimiento tardío. ¿Dónde exactamente? En la Iglesia de Santa María, en Montmartre (¿así se dirá, oiga?). Allí fue donde un tal Íñigo López de Loyola, militar vasco y ladino ("marrano" o judío converso) y amigochos ladinos varios (cuatro espanholes, un francés y un portugués) dieron vida a la secta de los Jesuitas. A la sazón, o sea en el primer tercio del siglo XVI, la Igle$ia era acosada por enemigos externos varios: Protestantes, liberales, musulmanes, monarcas reacios al yugo vaticano y prestos a empezar guerras religiosas...
Nacido en 1491, Loyola fue ladino del montón. Pero su abuelo materno era "consejero legal y auditor" en la corte. Gracias a él, Loyola entró muy joven al servicio de la corte de los Reyes Católicos (Isabel y Fernando gobernando al alimón, método imitado por la actual yunta presidencial de la Rata Marta y Genocida Fox). Fernando el Católico es recordado por su impulso a las bárbaras torturas y confiscaciones de la Inquisición espanhola, y por el financiamiento de los viajes al Nuevo Mundo del igualmente bárbaro judío converso, Cristóbal Colón.
La vida cortesana de Loyola transcurrió como debía: Entre estudios militares, borracheras y aventuras amorosas en una atmósfera imperial de júbilo y lujos gracias a las riquezas de todo tipo que llegaban a Espanha. Claro, a costa de la vida de millones de indígenas ("aborígenes," dicen los gachupines) exterminados en el Nuevo Mundo por el glorioso y genocida Ejército espanhol. En ésas andaba Loyola, cuando la mala suerte lo alcanzó. Quedó cojo debido a fracturas en una pierna y al pavorosamente primitivo conocimiento médico espanhol de la época (mismo que nos trajeron a América los gachupines dizque como prueba de "civilización," destruyendo de raíz la medicina tradicional mexicana.) En su convenenciera autobiografía dictada -ja, ja-, Loyola alega que una bala de cañón le reventó las piernas durante cierto combate contra los franceses. Pero los ladinos, especialmente los religiosos, son altamente mentirosos. Yo creo que las fracturas de Loyola tuvieron origen en la caída de un burro que luego lo arrastró, o quizás en alguna de sus frecuentes borracheras su rival le dio un sillazo en las piernas. Sucede que las balas de cañón no rompen huesos, mis pequeñuelos, los hacen astillas y polvo.
But I digress...
Demasiado joven y ya inutilizado físicamente para el resto de su vida, la familia Loyola compró una franquicia al Vaticano para formar una nueva Orden monástica. Ésa sería la ocupación perfecta de por vida para Iñigo, acordaron los Loyola, incluido el susodicho. Ese tipo de franquicias ni eran ni son muy frecuentes ni particularmente exitosas. En tiempos recientes yo solamente recuerdo dos sectas católicas notoriamente acaudaladas, ultra-conservadoras y fascistas (o sea, abiertamente hostiles a los princiopios liberales de la Revolución francesa conocidos como Igualdad, Libertad y Fraternidad que ni los mismos revolucionarios observaron, pero que tan bien funcionaron en la Independencia y Constitución gringas): El Opus Dei del risiblemente vanidoso gachupín José María Mariano Escriba (apellido que se cambió a Escrivá) Albas, en Espanha, y la Legión de Cristo del asqueroso pedófilo criollo mexicano Marcial Maciel, pariente cercano del también criollo y maricón obispo Rafael Guízar y Valencia, recientemente canonizado por Benedicto 16.
(Desde hace seis o siete siglos y hasta que aparecieron los meteoritos rojos y esta columna, el mejor negocio de las familias espanholas allá y acá fue costear a sus hijos una carrera militar o religiosa. O sea, asesinos o putos, pero ricos.)
A principios del siglo XVI, el Vaticano planeaba crear una secta religiosa pero primordialmente militar. El Papa requería con urgencia una orden de ese tipo sujeta totalmente al Vaticano. La amarga experiencia vaticana con los señores feudales conocidos como Templarios (habilitados temporalmente como religiosos para saquear y destruir Jerusalén cuando estuvo en manos musulmanas), había dejado mal sabor de boca en obispos y cardenales. Además, la inusitada prosperidad que al Vaticano trajo su mochada en la terrible Inquisición (asar a herejes vivos confiscándoles sus bienes fue su mejor negocio), y en los beneficios del botín del Descubrimiento, con la fuerte amenaza del protestantismo ganando más adeptos de lo conveniente en Asia, Europa y el Nuevo Mundo, requería de nuevas Órdenes para las misiones. Agréguele el eterno conflicto religioso y militar entre el Vaticano y el Islam, recrudecido por las sangrientas Cruzadas.
La posibilidad de crear y administrar una nueva secta monástica de ese corte cayó de perlas a Loyola, pues tenía el suficiente entrenamiento castrense adquirido en la corte de Isabel y Fernando.
La corporación jesuita estaría dedicada a evitar primero el desplome del catolicismo en Europa, y luego a extenderlo por el mundo por el convencimiento o por el terror. Para eso emplearían medios naturales a los militares: El engaño, el espionaje, la recolección de información en territorios enemigos, el soborno, el asesinato, la inteligencia alternada con la fuerza bruta, la magia negra, la sumisión total de los creyentes hacia el Popis en turno. El único obstáculo para Loyola fue que, como la mayoría de fundadores de órdenes monásticas católicas, tenía mucho dinero pero nula experiencia religiosa a ningún nivel. Pero eso no fue problema tan difícil de resolver, ya que los ladinos tienen conexiones étnicas en todos los países. Por lo tanto, Loyola marchó a Francia para aprender teología a marchas forzadas y así poder dar el gatazo como religioso.
En París, Loyola conoció al también vasco y ricachón Francisco Xavier, quien luego sería uno de los socios fundadores de la Compañía de Jesús. Cuando el Popis Pablo III confirmó a la Orden con la Bula Regimini militantis en septiembre 1540, Francisco Xavier marchó a evangelizar el Oriente, donde murió a causa de una fiebre a la edad de 46 años. Hoy es conocido como San Francisco Javier. (En 1622, ambos vascos fueron canonizados por el Popis Gregorio XV.) A Loyola, por su entrenamiento militar y plena disposición a cosechar riquezas para la Igle$ia, le fue asignada la protección armada (subrepticia, of course) a obispos y cardenales, mas la administración de nuevas riquezas obtenidas de cualquier parte.
La Compañía de Jesús se formó con Loyola como primer Jefe Supremo o Superior General de la Orden (o Padre General), con poderes monárquicos o absolutos. (Exactamente como organizaron los jesuitas al gobierno panista-foxista en México. De hecho, el Gobierno de la Rata Marta y Déspota Fox está diseñado según el modelo estructural de la Compañía. Igual estará el sexenio 2006-12 del mocho ladino Manos Sucias Calderón.)
La contra-Reforma aplicada por los jesuitas de Loyola, por órdenes del Papa para contener a los protestantes, tuvo notable éxito. Fue el principio de una institución exitosa, y hoy los jesuitas son prácticamente indestructibles por medios convencionales como deportaciones y cárcel. Yerba mala nunca muere, y malos sacerdotes como los jesuitas existen por la simple razón que la gente pobre sufre y necesita creencias espirituales y hasta de milagros, lo cual aprovechan los pillos ensotanados para engañar y explotar incautos.
Una institución militar vive de la guerra, eso que ni qué. Y la Compañía de Jesús es antes que nada secta militar que mata en "nombre de Dios." Las guerras, desde luego, son de lo más horrible que la humanidad puede experimentar, pues se hacen para enriquecer a unos pocos a costa del sufrimiento de muchos. Los desastres naturales son inevitables, las guerras son causadas por la avaricia de unos cuantos. De manera que la jesuita es una institución maligna, aunque sus miembros pretendan ser religiosos.
Podríamos hablar todo el día de las guerras que los jesuitas han instigado, incluyendo la Revolución francesa, la Revolución gringa, la Revolución rusa (Stalin fue educado y ayudado por jesuitas), las dos Guerras Mundiales, la Revolución húngara, la Revolución cubana (Fidel Castro fue educado por jesuitas), etcétera. La Revolución mexicana y la Cristeada (que enfrentó a los liberales masones en el Gobierno contra conservadores católicos), muestran cómo los jesuitas se inmiscuyen en gobiernos ladinos de países débiles hasta someterlos a su control. Porque hoy día México está de hinojos ante el Vaticano en general, y ante los jesuitas en particular.
Los jesuitas son camaleones redomados en cuestiones militares. Usted puede conocer a un jesuita, pero nunca saber que lo es ya que pueden pasarse la vida vestidos de civil, al mejor estilo del espionaje militar chino para infiltrar mejor al enemigo. Cuando es necesario, aparentan ser parte de grupos y movimientos contrarios a la Igle$ia para conseguir información que les permita sabotearlos desde dentro. Por ejemplo. Cuando recientemente empezaron a proliferar las quejas y denuncias de jóvenes mexicanos víctimas de curas pederastas, apareció entre los quejosos un "ex-jesuita mexicano" diciéndose ser también víctima sexual de curas. Los ingenuos demandantes y sus abogados se dejaron engañar, y lo más probable es que fracasen en su objetivo legal, pues el Vaticano está bien informado de todos sus planes al tener un "topo" en el grupo.
El que alguien diga que es esto o aquello no tiene necesariamente que ser verdad, mis chiquilines.
Históricamente, los jesuitas se opusieron en México a la guerra de Independencia que los curas criollos iniciaron contra sus parientes espanholes en 1810. Luego, los jesuitas ensalzaron al "emperador" (1822-24) Agustín de Iturbide (militar primo hermano del cura Miguel Hidalgo y Costilla, pero más listo). Medio siglo después, los jesuitas apoyaron la Intervención francesa y el entonamiento del "segundo emperador de México," Maximiliano von Hasburgo, judío austríaco y masón aliado del Vaticano. Lo hicieron con el apoyo financiero de los ricachnes criollos. Mismos mochos banqueros y empresarios ladinos que luego crearían el PAN gachupín y fascista fundado por Gómez Morín con la ayuda económica y por órdenes del dictador espanhol Francisco Franco para imponernos el absoluto dominio racial, militar, económico y religioso espanhol en México (dijo Mariquita Fox que gobernaría solamente para ellos). Los mochos fueron y son títeres de los jesuitas. Por eso financiaron el escándalo político que nos trajo a Maximiliano y Carlota para formar una monarquía católica.
Resulta que luego de que México declarara una moratoria de deuda externa en 1861, Francia nos impuso a Maximiliano, quien en realidad era hábil político chinga-quedito. Pero don Bomberito Juárez, de tendencias liberales masónicas protegido (y marioneta como todos los presidentes mexicanos) de los gringos, fusiló al desdichado "emperador" austríaco en 1867, quien rezongó que de propia voluntad pura madre hubiera venido a México.
Lo malo fue que aunque pateó el culo a la monarquía de mochos criollos, como presidente don Bomberito Juárez nos resultó peor que Max. Sí, Juárez actuó igualito que Vicente Genocida Fox con su falso "cambio." O sea, las cosas empeoraron para la indiada. Desde Juárez, la educación pública en México ha sido un desastre que solamente beneficia a los vecinos del norte, pues no se necesita educación para ser jardinero, pizcador o mesero allende la frontera. Y es que todos los gobernantes en México han sido y son los mismos pillos ladinos que luego resultan informantes secretos de los güeros, no importa que sean criollos, católicos o masones, izquierdistas o mochos.
Fueron precisamente ladinos y jesuitas quienes crearon el PAN fascista de raíces nazis, especialmente en Guanajuato donde aterrizaron muchos judíos alemanes nazis antes y después de la Segunda Guerra (los primeros panistas fueron aliados incondicionales de Hitler y del dictador Francisco Franco). Panista es el grupo gobernante que nos impuso el Fobaproa, y llevó al poder presidencial a la Rata Marta y Mariquita Fox. El PAN también será, junto con los jesuitas, el poder tras el trono en el sexenio de Manos Sucias Calderón. Fue el partido político que negoció las visitas del Popis Juan Pablo 2 para que Mariquita Fox lo adorara y se le hincara.
La Igle$ia continúa en México la doctrina de la superioridad y dominio espanhol a través de sus escuelas privadas que van desde primarias hasta universidades (la Iberoamericana, por ejemplo), escuelas donde solamente descendientes directos de espanholes son aceptados y así continuar la educación española y mantener la "pureza de sangre" ladina. De seguro los jesuitas también traerán al Popis Benedicto 16 para que el nuevo presidente, Feli-Pillo Calderón, se hinque en público a besarle el anillo pontificio, y en privado darle literalmente el trágico "beso del Diablo" en el culo. Así queman esos cuates mochos.
Pero aún hay más. Los jesuitas planearon la Revolución mexicana y luego, desde finales del siglo XIX (1891) planearon la notoria Rebelión Cristera (1926-29), contra la Reforma de Juárez y contra cualquier cosa parecida a una república (tradición retrógrada jesuita y panista continuada por Vicente Fox). Ese pleito interno entre vaticanos y gobernantes ladinos nos dejó millón y pico de muertos, la mayoría indígenas y mestizos que solamente sirvieron de carne de cañón, además de dejar al país en ruina total. Aún después de terminado ese conflicto en 1929, los jesuitas violaron los acuerdos del Gobierno mexicano con el Vaticano, y siguieron organizando partidos políticos rijosos, como la militarizada Liga de la O (Organización, Cooperación, Acción) que continuó asesinando a enemigos de la Igle$ia.
Y obispos y jesuitas se pasean hoy por las calles de México como si nada.
Fue un jesuita francés quien en 1913 creó y escribió los estatutos de la ACJM (Asociación Católica de Jóvenes Mexicanos), para lavarles el coco a jóvenes ladinos mexicanos y a cuanto naco mestizo se les agregara. Asociación hecha con el molde de la Asociación Católica de Jóvenes Franceses. Su objetivo fue y es combatir el estado laico en México e implantar una teocracia católica y reaccionaria (alegan esos cuates que "el catolicismo es incompatible con las leyes mexicanas"), mismo objetivo del actual mocho secretario de Gobernación, Carlos Abascal. De hecho, los líderes armados de los cristeros fueron todos "acejotaemeros."
Es habitual que los jesuitas inciten espantosas guerras fratricidas que usualmente dejan a su paso gran mortandad (sin que les importe la pérdida de una sola vida, no se diga muchas), como han hecho por siglos en México. Repito: Durante las primeras décadas del siglo XX azuzaron al pueblo para rebelarse contra el Gobierno en la mentada Cristeada (1926-29). La indiada fue vergonzosamente manipulada por titiriteros jesuitas hasta llevarlos a morir inútilmente por el hueco y patético grito de Viva Cristo Rey. Y no hablo de oídas, un tío mío fue uno de los ingenuos religiosos que en la flor de la vida murió a lo pendejo en el campo de batalla católico. Todo para engordar las arcas del Vaticano y de los jesuitas, víctima manipulada que por cierto ni un padre nuestro les mereció en su mortaja.
Jesuitas fueron quienes manipularon el asesinato, en junio de 1928, del general Álvaro Obregón (presidente de México en 1920-24 y presidente electo para reemplazar a Plutarco E. Calles en Noviembre 1928, creador de la inútil SEP y excelente genocida de indios yaquis).
Resulta que Obregón impulsó la creación de "ejidos" para que los campesinos se hicieran de tierras comunales, pero la Igle$ia se encabronó porque les quitarían tierras a los hacendados. (El encomendero de indios Vicente Fox ha intentado regresarle ilegalmente a los curas diversos edificios propiedad del Estado). Ése es el verdadero rostro de una Igle$ia todavía medieval, aliada de banqueros nacionales y extranjeros que chupan la sangre de los jodidos. Igle$ia cómplice y socia de intereses petroleros extranjeros, que dizque "defiende a los pobres" y busca falsamente el "bien común." Qué tal, ¿eh?
El presidente Obregón se oponía desde su administración a que la educación pública en México cayera totalmente en manos del Vaticano, pero obispos y jesuitas se relamían los bigotes nomás de imaginar tan suculento pastel presupuestal (actualmente de más de cincuenta mil millones de dólares, mismos que la Rata Marta rasuró bien y bonito durante sus cinco años en el poder). Sí, ese pleito por la educación pública entre Gobierno e Igle$ia continúa. Los jesuitas están trabajando para ello desde hace un siglo, y ahora con el PAN en el poder y con líderes magisteriales corruptos y traidores a México como Elba Esther Gordillo, Rueda, Sosa, et al, se les hace que ya cayó en sus manos el presupuesto de marras.
Esa pelea por la educación pública traerá inevitablemente más guerras civiles, porque el dogma más insidioso del Vaticano es que el poder celestial está sobre el poder civil. Esto ha causado enormes problemas en todos los países con grandes números de creyentes católicos. Desde antes de que llegaran al poder Fox y Calderón, cuando supuestamente había separación entre Estado e Igle$ia, los obispos han causado terrible daño a la nación. ¿Por qué? Porque la gente lavada de cerebro por los curas tiende inconscientemente a perderle respeto a la ley, a la desobediencia en todos los órdenes en la sociedad. Eso de que "Cristo es rey de reyes" y demás mafufadas políticas católicas, derivan inevitablemente en corrupción civil absoluta por un lado, y en sumisión total a la Iglesia por el otro. Hoy día el cardenal Rivera, máximo jerarca romano en México, amenaza con suspender el culto si más manifestantes le arruinan su lavado de cerebro dominical a las masas en Catedral. Y el Gobierno, en lugar de expulsarlo del país por su osadía, le suplica que no se enoje. Cabrones...
Eso demuestra que cuando hay una autoridad religiosa sobre el Gobierno, valió caca el orden gubernamental. Quienes crean que Cristo está sobre el presidente de México no temerán a las autoridades. Exactamente como ha pasado en México con su guerra de Independencia hecha por curas, revueltas cristeras, el narco desatado asesinando impunemente a policías y civiles por igual, y Oaxaca, donde otra vez vemos acercarse a los jesuitas desde Los Pinos para inmiscuirse en asuntos de educación pública...si los dejamos llegar.
Porque no hay duda que la permanencia de Ulises Ruiz en la gubernatura del estado de Oaxaca está planeada por los jesuitas en Presidencia. Se hacen pendejos en el Gobierno panista, pues en complicidad con Ulises Ruiz, los líderes de maestros y Elba Esther Gordillo, buscan provocar un baño de sangre de populacho e implementar la consiguiente represión militar. Todo con la anuencia de los partidos políticos, claro, especialmente la del PRI de Roberto Madrazo, quien fue educado por jesuitas. Porque no es cierto que el presidente en México no pueda poner y quitar gobernadores, ya que México es un país ocupado militarmente. Aquí solamente los chicharrones de Los Pinos truenan. Lo que pasa es que el conflicto en Oaxaca fue planeado desde hace un año para después de la masacre militar culpar de ello a los maestros "alzados." Pretexto que permitiría al Gobierno fascista desaparecer al sindicato de maestros borregos y entregar el presupuesto de la educación pública en México a la Igle$ia.
Sin embargo, les falló el plan a los jesuitas porque ya sabemos todos como se las gastan el Vaticano y sus achichincles ladinos en el Gobierno mexicano. De aquí en adelante es el Estado del Diablo contra los meteoritos rojos. Ellos contra nosotros. Se acabó la explotación de indios, y si los obispos quieren lana tendrán que arriesgarse a salir trasquilados. O "transquilados," dijera el culto presidente de México, Babas Fox.
Para lograr defendernos de los jesuitas, debemos conocer al enemigo. Así que en la próxima columna tocaremos a fondo el asunto del Diablo, deidad a la que los jesuitas le rinden culto para mantener el poder político de la Igle$ia sobre gobiernos e individuos poderosos en todo el mundo. Esa área de influencia jesuita incluye México, por supuesto, que es lo que realmente nos interesa. Porque déjeme decirle que los mexicanos estamos bajo la influencia de los rituales satánicos de los jesuitas. O nos los quitamos de encima quemando peticiones del meteorito rojo, o seguimos hundidos en el fango religioso y económico donde nos han metido los gobernantes y vaticanos para explotarnos mejor. Por lo tanto, en la próxima columna les dedicaremos a los diabólicos jesuitas su propio meteorito rojo. Y ya sabemos lo que les pasa a los recipientes de tan efectiva petición de desquite de la metafísica china. Como las víctimas del Estado del Diablo hemos sido los mexicanos no-ladinos, por primera vez desde la fundación de su pandilla se encontrarán metafísicamente con la horma de su zapato. Se los aviso, obispos y jesuitas, para que se preparen a tiempo contra el ramalazo. No me gustaría agarrarlos sin confesar. Si quieren pueden aventarme todo lo que tengan de sus ritualitos chinos, a ver si les sirven de algo.
Si usted teme cometer pecado mortal al leer sobre la alianza Vaticano-Diablo, confiésese desde ahorita con algún cura -dígale que es asiduo lector de esta columna a ver qué le receta- para que sin remordimientos de conciencia se entere de cómo se las gastan los religiosos católicos cuando de riquezas y poder terrenal se trata.
Juar, juar, juar.
Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.
Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.
Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.
Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
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