Las masas tienen la impresión (errónea y alimentada por los taimados militares) de que la estrategia militar es conocimiento cuyo estudio está ligado únicamente a los ejércitos. Nada hay más alejado de la verdad.
Debido a que la estrategia militar china enseña a la persona a evaluar, es más necesaria a los civiles que a los militares: Digamos a estudiantes, maestros, religiosos, pintores, poetas, burócratas, empresarios, banqueros, ministros, abogados, doctores, etcétera. Todas las ocupaciones y la vida misma tienen obstáculos que es necesario librar, por eso la estrategia china contiene los secretos más recónditos de alquimia china, de medicina tradicional, de estrategia militar, de metafísica china, de taoísmo... La ley del más fuerte nos obliga a estar mejor preparados que los demás si queremos progresar y evitar que nos exploten. Usualmente, los gobernados llevan una vida ajetreada y no tienen en mente el más insignificante pensamiento de rebelión. Pero cuando el momento de librar guerras internas o externas llega, los ejércitos liberadores tienen más posibilidades de victoria mientras mejores estrategas tengan.
No es raro entonces que en siete mil años de su historia los gobernantes en China hayan considerado el peor negocio permitir que la estrategia militar china fermente en la mente del pueblo. No hay gobierno democrático, ocupación militar, dictadura, monarquía, ni principado que aguante mucho en el poder teniendo en contra a un pueblo alzado y con conocimiento militar chino. En China, el control sobre la estrategia es elemento vital de supervivencia. El Gobierno tiene que torear más de mil millones de chinos que no tienen un pelo de tontos, pues aunque no todos sepan la totalidad de la estrategia militar china, cada uno sabe más estrategia que cualquier general de ejército occidental. Cosa que pronto vamos a comprobar todos, pues ya vemos abrirse las puertas del Infierno militar mundial en Irak. (No hay que morir para ver el Infierno, basta ver las guerras. Eso es tan infernal como el reino del Rey de los Demonios.)
Toda la estrategia occidental de los últimos dos mil y pico de años proviene de la estrategia militar china. Toda. Ningún otro país hizo de la estrategia militar un arte tan completo y efectivo como se hace en China. Quien sepa estrategia china, entiende la estrategia occidental aún sin haberla estudiado. Quien sepa estrategia occidental, no tiene la menor idea de qué es la estrategia china. ¿Por qué? Bueno, el tema recurrente en la estrategia militar china es la importancia de dos factores: terreno y demarcaciones. La misma estrategia china es a la vez terreno y demarcaciones, factores que nos revelan que dominar este arte no es cuestión de libros ni de universidades, es cuestión de yuan fen (karma). Hoy día los países occidentales mandan cada año miles de estudiantes a China, a Hong Kong y a Taiwán (casi todos judíos, of course), a aprender el lenguaje chino para leer libros de estrategia militar china y conocer a fondo el asunto.
Good luck!
Porque si leer chino fuera todo, entonces más de mil millones de chinos fueran expertos estrategas militares y no solamente ciudadanos listos. La estrategia china es como la medicina china: El maestro solamente enseña a quien tenga el karma correcto. Tan secreta es la estrategia militar china, que ni en las escuelas militares chinas la enseñan. Suena paradójico, ¿verdad? Pero es peligroso enseñar al amigo que de seguro mañana será enemigo. La única protección contra errores militares que pongan en peligro la supervivencia del país es el principio de yuan fen.
En China muchos enseñan tácticas, pero quién enseña estrategia china. O al revés: La estrategia es invisible, las tácticas son visibles. Por eso dice el principio militar del estratega chino, Doy siempre el bordado, nunca la aguja. Acontece que la seguridad del Estado depende del nivel de capacidad de sus estrategas militares. Y la única manera de mantener control total de tal tesoro militar es nunca escribirlo, comunicarlo de boca-a-oído a personas con el yuan fen correcto, sean civiles o militares. El estudiante no sabría pedir secretos militares cuya existencia desconoce, descubre que los sabe cuando ya los domina y el maestro se lo dice. Todos los generales saben tácticas, pero ¿cuál de ellos sabe estrategia? Porque creer y decir saber, no es saber.
Decia: Aún con conocimientos básicos de estrategia china (mas frecuentes pláticas de sobremesa con parientes y amigos que sepan mucho de eso), cualquier ciudadano chino común y normal sabe y entiende que los asuntos del más allá y los asuntos terrenales son diferentes. De acuerdo al principio taoísta, hay un orden físico y metafísico universal que hay que mantener: Los dioses chinos en los templos, los gobernantes chinos en sus oficinas...y ya está todo en su lugar. Ningún dios ni religión puede estar por encima de la autoridad del Estado. Decir, como dicen obispos y jesuitas en México, que su dios está sobre el Gobierno, debería ser considerado traición al pueblo por intentar socavar la ley y el orden terrenales con embustes que confunden a los ciudadanos.
(Por eso el catolicismo no prende en China, pues allá no hay muchos tarugos que se traguen las mafufadas religiosas del Vaticano. No hay políticos chinos que, como hizo el encomendero de indios Vicente Fox, manipulen a la gente envolviéndose en una bandera de La Guadalupa, ni cardenales criminales como Norberto Rivera que encubran curas pedófilos y se metan cada domingo en lo que no les importa, como en política, alegando un falso "bien común." De hecho, los "católicos chinos" que el Vaticano usa como propaganda de logros de misioneros, no lo son tanto. Pero eso es asunto chino de Estado que no es negocio mío.)
Cualquiera que no esté lavado de cerebro por obispos católicos convenencieros, digamos un taoísta, entiende que el Rey de los Demonios y sus huestes, y Dios y su Ejército celestial son fuerzas de energía metafísica opuestas. Fuerzas fáciles de invocar por el hombre, pues el Ser Supremo permite que ayuden a los humanos. Naturalmente, cada deidad hace lo que su naturaleza indica: Satanás hace cosas malas y Dios hace cosas buenas. Si los hacedores de rituales invocan al Diablo, es a su propio riesgo. Estos rituales taoístas -junto con más información filosófica, medica y de todo tipo- fue poco a poco importada de China a Occidente primero por griegos, árabes, romanos, y luego por mercaderes y misioneros de toda Europa durante más de dos mil años. De manera que cuando obispos y jesuitas invocan al Demonio Mayor en sus rituales lo hacen para explotar y someter a países e individuos en beneficio propio y del Vaticano. Por eso no dan a los creyentes católicos la información sobre Satanás conseguida por ellos en China.
El culto al Diablo y a Dios es común en todas las culturas antiguas y modernas porque son deidades capaces de ayudar o perjudicar a los humanos. En columnas anteriores y en mi libro Ocultismo Chino leerá usted más sobre sus características. Si obispos y jesuitas gustan invocar a Satanás en sus misas negras, es porque los demonios conceden rápido los deseos de los humanos. Pero el precio es caro: Tales rituales requieren de sacrificios humanos, y hay que ser muy maligno para cumplirlos. Además, a su muerte la persona se convertirá en demonio. Los religiosos pontificios trabajando para el Estado del Diablo hacen rituales diabólicos porque desean poder desmedido, por lujuria, por dinero en exceso, por ambiciones que los convierten en cómplices de genocidios y asesinatos como los de la Muertas de Juárez en México. No hay poder divino ni humano que razone con hombres malignos como obispos y jesuitas cuando se deciden por venerar a Satanás. Su conducta me recuerda una anécdota china de alquimia china taoísta y yuan fen.
Éste era un chino adicto al juego que perdió todo su dinero en un casino. Cuando contemplaba a la orilla del camino el suicidio al saber que había dejado hijos y esposa en la miseria, pasó un alquimista taoísta que se compadeció al oír su historia. Tomó unas piedritas del suelo, las tocó con el dedo índice derecho y las convirtió inmediatamente en oro. Se las dio al jugador y le dijo que resolviera su problema, pero que ya no volviera a jugar. Claro, el tipo se fue derecho al casino y lo perdió todo, ya sabe usted cómo actúan los adictos al juego. El taoísta lo vio llorar a la vera del camino, y le dio más piedritas de oro con la misma advertencia de prudencia. Oro que el jugador empedernido inmediatamente procedió a perder en el casino, y vuelta a lamentarse en la calle con la cabeza entre sus manos. Volvió a pasar el alquimista y cuando le preguntó si necesitaba más piedritas de oro, el descarado vicioso le contestó que realmente lo que necesitaba del taoísta era su dedo índice para hacer oro cuando se le antojara. El alquimista le propuso que se fuera con él a estudiar en la montaña por veinte años, y aprendería el arte taoísta de la transformación. El jugador aceptó, pero pidió que antes le convirtiera por última vez una piedrita en oro para saldar sus deudas, la cual colocó sobre enorme piedrota. Cuando el alquimista tocaba la piedrita con su dedo índice, el jugador la quitó y el fabuloso dedo hizo contacto con la piedrota, convirtiéndola en oro. El jugador se puso feliz con el resultado. El taoísta se fue decepcionado por la avaricia y maldad del jugador, pues eventualmente perdería hasta una montaña de oro, no nomás una piedrota...mas nunca conocería el método para fabricar por si mismo el precioso metal.
Bueno, pues igual de avariciosos y desesperados resultaron obispos y jesuitas: Aprendieron secretos chinos de religión taoísta y budista sobre rituales positivos y negativos, pero los esconden a los feligreses, ya que el catolicismo pretende tener solamente liturgia sagrada. En su afán de jinetear tontos religiosos, los vaticanos demostraron si afinidad con los rituales para adorar a Satanás. Los jesuitas en particular, por circunstancias políticas de la época, aprendieron mucho de metafísica en China durante la dinastía manchú (1644-1911), incluyendo principios de alquimia china. Al paso de los siglos, su ambición y egoísmo los llevo a perder lo que aprendieron, menos los rituales satánicos. La alquimia china descrita en antiguos documentos jesuitas, es solamente el cascarón.
En China, la alquimia taoísta moderna no es la de hace cinco milenios, pero es valiosísima. La nueva alquimia -la que los vaticanos aprendieron en China durante siglos- está estructurada alrededor de la fuerza interna que da vida al hombre, la legendaria energía Chi. Quienes practicamos alquimia utilizamos esta energía no para convertir piedritas en oro (al menos yo no sabría cómo hacerlo), sino para hacer más lento el proceso de envejecimiento físico y mental, para mantener la buena salud sin acudir a doctores, para incrementar la inteligencia natural, y para hacer rituales taoístas metafísicos de alto grado y comunicarse sin intermediarios con las entidades negativas y positivas que habitan en el más allá. Hay literatura china sobre la alquimia china, pero es superficial por necesidad. De manera que cuando misioneros y europeos judíos del dizque Renacimiento (que no fue otra cosa que la traducción masiva de libros chinos pero sin decirle eso a la gente) tradujeron el concepto de la energía Chi al lenguaje occidental, le llamaron " piedra filosofal," con las mismas características sobrenaturales que menciona la literatura china. Ni tenían ni tienen idea de la alquimia china práctica, ni de algo que siquiera se le parezca. Y de libros occidentales antiguos y modernos sobre el tema me como un plato, pues no es lo mismo decir que hacer.
Pero no es necesaria la alquimia china para adorar a Satanás. Si los rituales diabólicos existen aquí y en China, es porque esa deidad hace fácil que los humanos la adoren, como demuestran obispos y jesuitas al invocarlo con rituales taoístas antiguos. No es que los taoístas chinos mencionen al Rey de los Demonios como conocimiento exclusivamente chino y extraño al resto del mundo. Satanás y Dios están en todas partes. Lo que tienen los chinos son los rituales y claves esotéricas correctas para hacer contacto rápida y directamente con está energía terrible cuando es necesario. La Biblia judía, en sus dos partes, lo menciona con distintos nombres: Satanás, Diablo, Lucifer, Luzbel, Belcebú...pero no contiene rituales que permitan a los hacedores de rituales contactarlo. Esos rituales taoístas solamente se aprendían en China, donde los vaticanos se hicieron de ellos para aterrorizar al mundo, no para librarlo de demonios como se supone es la tarea de sacerdotes de cualquier religión.
Los antiguos mexicanos y mayas también tenían rituales para hacer contacto metafísico con deidades negativas y positivas, pero los malignos obispos judíos chamuscaron vivos a los sacerdotes y sus códices para que no quedara rastro de ese conocimiento y poder reinar ellos solos en el mundo con los rituales chinos. Tal es la maldad del Estado del Diablo que tiene furiosos a los dioses, tanto que van a sacar a Satanás de raíz del Vaticano. Jesuitas y obispos son entonces el Anticristo que la Igle$ia teme, pues el peor enemigo del Papado son los mismos vaticanos.
Ahora bien. No desperdiciaré su valioso tiempo diciéndole qué o quién es Satanás -para eso, ver columnas anteriores o mi libro Ocultismo Chino-, solamente le aseguro que desde que nos cayó Hernán Cortés, obispos y jesuitas nos echaron y nos echan encima legiones de demonios para someternos al genocida Vaticano primero, y luego a la genocida y bárbara Espanha. Y piensan los ilusos que Satanás los protegerá del castigo que se merecen por sus crímenes.
Satanás, repito, es y será energía metafísica negativa (ni dioses ni demonios tienen cuerpo físico como el de nosotros, pero tampoco son entidades meramente simbólicas o alegóricas). Si los judíos le llaman a Satanás "buen amigo" es porque es fácil entrar en contacto con demonios abiertamente generosos con quienes los invocan. Claro que los jesuitas insisten que no adoran a Satanás, sino a Lucifer, ángel de luz caído de la gracia celestial por discutir con Dios, según la Biblia. Pero no es cierto. Satanás es Satanás, llámesele como se le llame en la Biblia o en el taoísmo. En el eterno conflicto entre buenos y malos, Satán es el malo. Punto.
El motto jesuita El fin judtifica los medios, es la salvaje excusa para que los vaticanos adoren al Diablo. Cliché justificador de torturas y genocidios empleado también por el Gobierno mexicano tan infiltrado que está por obispos y jesuitas. Si la liturgia católica es parcial a Dios, es únicamente para que los obispos usen su nombre para someter creyentes con amenazas de sádicos castigos nada celestiales -quemándolos vivos cuando es necesario, quemándoles sus libros, enterrando sus dioses originales, levantando iglesias en sus templos arrasados por obispos y conquistadores gachupines- si no hay obediencia ciega a "la verdad," o sea a lo que ellos digan. Porque, ¿quién interpreta la palabra de Dios? Pos los obispos, naturalmente, por eso los muy mentirosos adoran a Satanás, conocido también en el cristianismo como el Principe de la Mentira. Los obispos demandan ciega obediencia a Dios de parte de los fieles para que ningún laico piense en Satanás como deidad generosa, y para hacer ellos solitos los rituales diabólicos necesarios para imponer mundialmente el imperialismo católico.
Para justificar sus misas negras en las que hacen participar a políticos, gobernantes, banqueros y empresarios laicos, los jesuitas dicen que Lucifer es más "razonable" que Dios. Es decir, permite que los ensotanados tengan poder terrenal y más: Sexo sin freno, impunidad legal para sus crímenes, riquezas ilícitas, poder del Vaticano y del Papa sobre otras religiones, impulso a los demonios en la Tierra, mentiras religiosas esclavizantes y masoquistas como el "pecado original," o el monstruoso concepto católico de que "Dios está sobre los gobiernos terrenales," que fomenta guerras civiles y vuelve criminales irresponsables a los fieles, atenidos a que dizque la confesión y comunión los libera de todo castigo terrenal y celestial...
Ésa es la "luz" de Lucifer.
(Leer esto puede ser considerado pecado mortal por los obispos y hasta causal de excomunión, ya ve cómo son de tremendistas esos cuates. Si gusta puede correr a confesarse o a comprar indulgencias y escapularios que lo libren del Infierno. Por mí no se preocupe, aquí lo espero hasta que regrese. Pero de las mentiras católicas, la confesión es la más divertida porque México no es oficialmente teocracia. Si un religioso pudiera absolver crímenes de otros en un confesionario, ¿para qué carajos querríamos jueces y autoridades? Todo individuo [e individua, dijera la Rata Marta] debe ser responsable de sus propios actos. Quien diga lo contrario lo engaña con un mito genial, pero mito. Ni en el más allá admite el Juez de la Muerte "indultos" espurios comprados a vaticanos.)
La mayoría de la gente desea tener lo mejor del mundo. Los obispos y jesuitas tienen las mismas ambiciones. Aunque pretenden inclinaciones espirituales, son más materialistas que los laicos, pues conocen los rituales para invocar a Satanás. La diferencia entre religiosos y laicos adoradores de Satanás es que la gente invoca a Satanás por desesperación y sin medir las consecuencias metafísicas de jalar demonios a la Tierra. En cambio, los vaticanos no tienen atenuantes, pues saben perfectamente que la única razón de existir de Satanás es extender su maldad en el mundo. Estos religiosos son tan criminales como los gobernantes mexicanos: Son peores que los delincuentes comunes porque su función es servir al pueblo y no servirse de él.
Un laico hace un pacto personal con Satanás, un religioso le entrega su religión y traiciona a los creyentes y a su esencia sacerdotal de exorcizar demonios malévolos. Todo por conseguir unas cuantas riquezas insignificantes, por cuanto ese valor es temporal. ¿De qué sirvió al Vaticano la riqueza manchada con sangre obtenida durante las Cruzadas? ¿De qué sirven al Vaticano las toneladas de oro que atesora, pago de su vergonzosa complicidad en el genocidio espanhol y portugués durante la pavorosa Conquista en Ladinoamérica? ¿De qué servirá al Vaticano obtener el monopolio de la educación pública en Espanha, México y el resto del Continente? ¿De qué servirá a obispos y jesuitas arruinar la vida de millones de niños indígenas y mestizos en esta vida, si al final su deuda con Satanás no podrá ser pagada con reencarnaciones por volverse demonios a su muerte? Mal negocio hacen los tarugos al ignorar sus propios preceptos cristianos y creer que, como los gobernantes ladinos, ellos están sobre las leyes divinas y terrenales.
La nula espiritualidad de los vaticanos los lleva a no creer ni en su propia religión, a creer que el poder del oro es más valioso que la espiritualidad del sacerdocio. Pobres diablos, que ni sus propios libros sagrados entienden. Por eso hay tanto sacerdote católico pederasta en México y en el mundo. Por eso las autoridades los protegen con impunidad, pues siendo todos ellos étnicamente judíos, se creen protegidos por los rituales satánicos. Tanto así, que ya veo escapar de la justicia a los cardenales encubridores de curas pederastas, Norberto Rivera y Roger Mahony. ¿Por qué creo eso?
Pues se rumora en círculos religiosos que el "espejo" metafísico de los rituales satánicos hechos en el Vaticano por jesuitas y obispos, se encuentra en cierto estado de Gringolandia. Y da la casualidad, oh coincidencias benditas, que el nuevo Procurador General de California es...un político jesuita. Llámenme desconfiado si quieren, pero veo que se empieza a alinear una serie de "casualidades" satánicas que apunta a la impunidad vaticana para sus cardenales.
En cualquier caso, ya no podrán jesuitas y obispos operar más en la clandestinidad que les permitía actuar a sus anchas. Todavía podrán hacer las misas negras que gusten en México y en el Vaticano, en Gringolandia y en Europa, para someter creyentes católicos y gobernantes al Vaticano y Espanha. Pero el hecho de que su naturaleza diabólica sea de dominio público significa que el tradicional poder metafísico y político en el mundo que han ejercido, tiene sus días contados. Durará su poder lo que la gente quemando peticiones del meteorito rojo quiera que dure.
Sabido es en los círculos metafísicos del Oriente que Satanás no puede obstruir para siempre la libertad de los hacedores de rituales que invocan y veneran a los dioses. Vivimos en un mundo de luz y vida, nuestra afinidad está con el Cielo, no con la oscuridad y frío de la muerte asociada con de los demonios. No es posible que jesuitas y obispos malignos prevalezcan a base e rtuales satánicos sobre víctimas como nosotros. Por eso las Divinidades nos han dado la mejor defensa contra los criminales físicos y metafísicos en la forma de meteoritos rojos. Ya no podrán los bárbaros ladinos, a través de magistrados corruptos, de gobernantes genocidas, de vaticanos avariciosos, reprimir arbitrariamente nuestra conducta ni nuestra libertad de expresión. Los judíos en el poder siempre han reinado por medio de callar con violencia a las masas en general y a los líderes de malcontentos en particular. Ellos hacen la leyes que suprimen a los conquistados, pero nosotros tenemos la metafísica china y los letales meteoritos rojos. Veremos muy pronto de cuál cuero salen más correas.
Por lo pronto, yo apuesto por los míos, por cien millones de mexicanos. Históricamente, los dioses nunca han permitido escapar del castigo celestial y terrenal a falsos sacerdotes cuando la gente pide su castigo a través de rituales. Y ahorita que ya los traemos en la mira, menos permitirán escapar a los integrantes del Estado del Diablo.
PD: Con esta columna se cierra la tercera y última fase del ciclo informativo necesario para que cualquier persona cambie su vida y la de otros. Con esta información estratégica y metafísica el lector podrá destruir o construir gobiernos y ejércitos, podrá hacer su propia religión o finiquitar a las demás, podrá cambiar el rumbo de la suerte propia y de la de otros. En pocas palabras, ya no necesita nada más para cambiar al mundo si lo desea, o para asegurarse que seguirá como está. Pero sobre todo, mexicanos indígenas y mestizos tienen en sus manos las armas exactas para echar abajo al Imperio del Mal y al Estado del Diablo. Así cumplo yo lo pactado con los dioses a través de la adivinación, y aquí cesa mi obligación contraída con ellos. Si esta columna se detiene aquí para siempre, o continúa hasta el numero mil, ya es decisión aparte de los dioses y mala o buena suerte de los lectores.
Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.
Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.
Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.
Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
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