El difícil arte del autoengaño es usualmente ``virtud'' nata.
Para darse en la madre solo, el primer requisito es que el individuo nazca sin sentido de autodefensa. Este tipo de persona es muy diferente a quien su propio hábitat reprime mentalmente, pues este último tiene remedio y el primero no. Imagínese a un tigre que nace y crece sin colmillos ni garras. Aparentemente es un tigre, pero rápidamente será víctima de otros tigres que tengan sus armas naturales completitas. No necesitará enemigos naturales que lo destruyan. Al contrario, solito se fabricará oponentes y ellos gustosos le echarán la bomba a andar. Se lo comerán vivo amigos y enemigos por igual.
Ahora bien. Todos los negocios, corporaciones, ejércitos, o países necesitan líderes capaces en posiciones claves de poder, gente con conocimiento real que sepa lo que hace en todas y cada una de sus acciones.
Desgraciadamente, la incompetencia en posiciones de poder es el cáncer político que sufre México, especialmente en su escabrosa relación diplomática con EE UU.
Canadá también comparte su frontera con los americanos pero no recibe trato tan duro por parte de ellos, ya que la raíz del problema político entre México y USA tiene su raíz en Europa. Allá, los españoles siempre han sido tratados por los europeos como parias por ese perfil de oscurantistas, matones y brutos que se cargan los de boina y alpargata.
Durante la Colonia, ibéricos y europeos importaron sus odios culturales al Nuevo Mundo y continúa el estira y afloja político que todavía mantienen sus descendientes en México y USA.
Algunas veces el conflicto es militar, otras es económico, pero es permanente. Los españoles quitaron la tierra a los mexicanos durante la Conquista, luego los gringos le quitaron la mejor parte de ellas a Santa Anna, luego LEA provocó la deportación masiva de ilegales mexicanos trabajando en USA, y ahora los mexicanos allá provocan un desbalance étnico.
Y así van los dos pueblos, de pleito en pleito y por los siglos de los siglos, amén.
Lo malo es que cada vez que el conflicto entre ambos países se recrudece, es en detrimento de los mexicanos de segunda. Ellos sufren el que los gobernantes ladinos mexicanos-españoles sean los seres menos inteligentes del planeta.
Ya sabemos que las universidades en México valen sombrilla. Pero tampoco en las universidades en Francia antes, ni en las de USA hoy, aprenden nada de valor los júniors mexicanos. Antes nos llegaban hablando francés y hoy nos hablan en inglés. Pero salen igual de nacos de todas las escuelas y nunca han aprendido los puntos finos de la diplomacia. Por lo tanto, cuando se convierten en funcionarios no saben que hacer, aparte de bajarse solitos los chones, al enfrentar diplomáticamente a extranjeros capaces.
Y ni sabiendo que el objetivo real de los funcionarios mexicanos es enriquecerse los más pronto posible se puede admitir tanta incapacidad, so pena de matar la gallina de los huevos de oro.
Hace miles de años los estrategas chinos describían ya el concepto de gobernar como un arte que requiere no sólo de inteligencia y habilidad política, sino también conocimientos de economía, severo control del ejército, y amplio conocimiento de los principios que rigen la diplomacia.
Puesto que la política es indispensable para gobernar, los funcionarios deben ser prudentes, diligentes y serios cuando traten con enviados extranjeros. Su primer objetivo es salvaguardar los intereses del país, no los de su grupo étnico, ni los de su partido político, y menos los intereses personales.
La esencia de la diplomacia no requiere de misteriosas instrucciones otorgadas en una sinagoga, logia, centro teológico, o universidad exclusiva: lo que un diplomático que se respete tiene que saber primeramente es deliberar antes de actuar. Pero deliberar es lo que no hacen los ladinos y el resultado son los dolorosos desastres político-diplomáticos que azotan a México.
La estrategia china es clara al respecto: ``Los conflictos políticos entre naciones no son ni fáciles ni seguros de ganar, por lo tanto el diplomático debe utilizar la inteligencia para evitar trampas mortales.''
O para decirlo más claro, ``La mejor batalla diplomática es la que se gana sin disparar un tiro.'' Esto implica obligar a los oponentes a cometer errores sin fin.
Los extranjeros no entenderán mucho todavía de estrategia china, pero lo que de ella usan contra México es más que suficiente pues los priístas no atinan a quitarse un solo trancazo diplomático ni por error. Peor todavía, los funcionarios mexicanos piden que les peguen duro y hasta agarran ellos mismos la mano armada del adversario y se autoclavan el cuchillo en el abdomen.
Para muestra, las obras de Zedillo y Gurría, ``el dúo mortífero.''
Cuando Gurría fue canciller, los funcionarios (y los generalotes también, me imagino) se zurraban los pantalones debido al fuerte flujo de armamento, municiones y explosivos que de contrabando se infiltraba a México por la frontera norte. Les titiritaban las muelas ante el peligro de guerra civil pues la indiada anda inquieta y los alzamientos causan descalabros económicos a los empresarios. Y todos sabemos que para hacerse más rico se requiere tranquilidad social.
Zedillo y Gurría trataron de hacer bien el trabajo para él que los pusieron ahí sus hermanos étnicos, o sea asegurar que la indiada no se arme. Lo hicieron de la mejor manera que su cerebro les dio a entender, o sea de manera horrible.
Y es que los diplomáticos deben ser negociadores inteligentes - no como Gurría y la Green - que sepan apreciar la diferencia entre lo importante y lo pueril. Los funcionarios torpes no pueden triunfar aunque se hayan posgraduado en el extranjero.
En fin, los ladinos nunca aprenden de la Historia, y la lección histórica más clara es que al paso de las décadas las dinastías - en este caso la priísta - degeneran hasta que se autodestruyen. Además, adolecen de buenos maestros y son víctimas de sus propios temores, así que temblaron por lo del contrabando de armas y en lugar de aplicarle estrategia al asunto hicieron otra de sus habituales babosadas: les pidieron a los americanos que detuvieran por ellos el contrabando de armas en la frontera.
Usted se preguntará con mucha lógica, ¿y para qué demonios quieren los gobernantes a las Fuerzas Armadas y a los agentes encapuchados de la PGR? Pero es que lo que ellos mejor hacen es proteger funcionarios. No más.
El Gobierno logró ahorrar dinero y esfuerzos mentales cuando los americanos les siguieran la onda al ver la solución también a un problema suyo. La llamada de auxilio dio pie para que la Migra levantara, en territorio americano y a unos metros de la garita de salida rumbo a México, retenes para registrar vehículos. Y claro, la mayor parte de los vehículos que registran son de mexicanos ``sospechosos de llevar contrabando.''
Como era de esperarse, la presencia de retenes americanos detuvo el grueso del contrabando de armas a México....pero también el flujo de miles de millones de narcodolares que ahora se quedan flotando en la economía gringa incrementando el movimiento de bienes raíces allá.
O sea, México todavía sirve de trampolín al negocio de las drogas pero ahora su economía, gracias a Zedillo y a Gurría, ya ni siquiera recibe el flujo de dólares resultante. Recibe el acostumbrado insulto político de los extranjeros por lo del narco....pero nada de dólares.
A esa metida de pata de los funcionarios se le llama ``darse uno mismo un tiro en el pié.'' Pero así queman, y con su escasez crónica de imaginación asestaron dos golpes mortales a la economía mexicana pues aunque ya no se preocupan de que la indiada se arme, habrá más devaluaciones y también hacinamiento en México de trabajadores deportados desde los retenes.
El plan lelo de los ladinos les tronó en la mano y de todas maneras desatará tarde o temprano el desorden social que quisieron evitar.
Presuroso, Zedillo premió las pendejadas de Gurría dándole la secretaría de Hacienda. ¿Para qué, si no, son los amigos?
Pero precisamente esa ladinísima costumbre mexicana de premiar a los incompetentes es lo que tienen a México al borde de la violencia civil. Es inconcebible que funcionarios que ponen al país en riesgo sean recompensados como salvadores en vez de darles un patadón en el culo. (Pero somos tan ingenuos que los priístas-panistas-perredistas nos patean el trasero a nosotros y lo tomamos como un cumplido).
Por si lo anterior fuera poco, encima quieren los ladinos imponernos a otro más de su selecto grupo de imbéciles, para próximo presidente.
Si lo consiguen es que el pueblo es menos imaginativo que ellos. O sea, más bobo. Un pueblo más listo ya los hubiera metido cuando menos a los rituales chinos.
Contra los efectos de la metafísica china no hay retenes, ni fronteras, ni gobiernos que aguanten. Mucho menos ladinos lelos.
COSAS ODIOSAS: El nuevo secretario de Gobernación, un tal Carrasco, ordenó a sus achichincles negarle toda información al público acerca de por qué el asesinado cuentachistes Stanley traía ilegalmente charola federal. Lambisconamente el secretario le quiere cubrir la espalda a Labastida.
Todo porque en México no hay servidores públicos, sino ladinos prepotentes. No rinden cuentas al pueblo de sus delictuosas acciones y además los toleramos y les pagamos sus salarios para que nos peguen y abusen de su poder. Ellos son responsables, pero ante sus padrinos que les dan la chamba.
Suertudo será el funcionario que de hoy en adelante no sea sometido rápidamente por el pueblo a través de rituales taoístas chinos.
#2. ¿Se acuerda del gobernador priísta de Chiapas durante la bárbara matanza en Acteal? Zedillo prometió (como cuando lo de Aguas Blancas) investigar ``hasta el tope'' su responsabilidad en el horrendo crimen. Pero ya sabemos el significado de las promesas de ladinos, y Zedillo, en vez de castigarlo, lo acaba de premiar mandándolo de agregado en la embajada de México en USA.
¿Qué le parece la ``honestidad'' presidencial?
Pero es tradición que el PRI premie a sus matones, ya sean maestros, políticos, paramilitares, sardos o cuicos. O miembros de las brigadas de la muerte. Quienes violan la ley al servicio del Gobierno no deben temer ser condenados a la cárcel. Para ellos la vida sigue igual pues gozan de impunidad total.
Jodida la Campuzano.
#3. Dice Labastida el Cínico que si llegara a ser presidente ``arreglará'' los problemas del país.
Cómo no.
Si siendo funcionario en diversos ministerios nunca hizo nada benéfico para el pueblo - aunque si repartió ilegalmente charolas federales a ladinos - menos lo hará de presidente.
VIVA MÉXICO: Lo advertí hace tiempo: los chistes fuera de lugar de Zedillo no eran normales y presagiaban otro trancazo al pueblo.
Y tal fue. El golpe se llama Serfin, y pagaremos de nuestros bolsillos más decenas de miles de millones de dólares. Todo para que los banqueros ladinos y los funcionarios se lleven el botín a sus cuentas particulares.
Como el pueblo nada dice por los robos oficiales al erario, los pillos del Fobaproa volvieron a las andadas. Y como tampoco vamos a quejarnos del nuevo robo, sólo resta ver cuál será el próximo rescate de cuatachos ladinos del presidente.
La única defensa posible seria meter en rituales chinos a los banqueros, a los funcionarios que los rescatan con nuestro dinero, y a los políticos que permiten tales robos. El castigo para ellos no puede ser menor al sufrimiento de los ciudadanos.
Los ladinos-judíos-criollos se creen invencibles porque están protegidos con ritualillos propios de su etnia, pero no son tan intocables como ellos creen. Son como los peces: es difícil agarrarlos con las manos, pero no con el anzuelo y la red.
#2. Que dizque Zedillo designó a un funcionario ``duro'' para que persiga y encarcele sin tregua a los causantes que le escamoteen los impuestos a Hacienda. Hace aparecer esto como si le hiciera un favor al pueblo.
No les crea. Si recaudarán más dinero, pero no será en beneficio del pueblo, sino para que se lo roben los banqueros y funcionarios. Por mi, que los ciudadanos le escamoteen el dinero a Hacienda. Al menos se gastarán ese dinero aquí en vez de que los ladinos ladrones se lo lleven a Israel o Suiza.
METAFÍSICA: Ahora que los ladinos se andan desgreñando entre ellos para ver ``a quién le toca'' la suerte de robar, digo, de gobernar México, los miembros del grupito quita-y-pon que escoge tras bambalinas ``al bueno'' deberían tener en cuenta que en política la buena suerte es esencial.
Todo el que aspire a un alto puesto civil o militar deberia ser previamente examinado, metafísicamente, para ver si su suerte es buena. El no hacer esto se paga con tragedias como las de Massieu y Colosio y con descalabros como los que están sufriendo los Salinas Brothers.
Se dice en China que ``El general que carezca de protección divina perderá sus batallas aún si está al frente de un enorme ejército.'' Por eso cuando un funcionario sufre mala suerte debe ser apartado en favor de alguien más afortunado.
Yo lo que veo, y sin necesidad de lecturas metafísicas, es que Cuauhtémoc, don Porfis, Bartlett, Roque y Labastida andan ya desde ahorita arrastrando la cobija. El que de ellos llegare a presidente arribará al trono más blandito que un flan. Listo para freírlo con rituales.
LA PROPAGANDA QUE COMPRAMOS: En las películas de Hollywood los productores, directores, escritores y actores judíos se sienten muy bien insultando a los mexicanos de segunda.
Sin importar el nombre del estudio, sus bodrios filmados contienen divertidos - para ellos - calificativos que van guiando a las nuevas generaciones de cinéfilos a odiar neoindígenas. Gustan esos cuates patear gente de piel oscura, o cuando menos a los que no son de su etnia.
En los últimos meses he visto películas con hermosos pasajes en los que los guiones hacen repetir a los actores chuladas como éstas, al dirigirse a supuestos mexicanos: ``greasy brown,'' ``tamal,'' ``wetback,'' y ``stupid mexican.''
En ese mismo lapso de tiempo no escuché ningún insulto a negros, píeles rojas o asiáticos.
Nomás nosotros les gustamos a los judíos nacionales y extranjeros para jodernos. La reciente muerte a pedradas de un bracero a manos de adolescentes gringos refleja el resultado de tal propaganda. Y un juez americano le ordenó a una mexicana no enseñarle a su hijita el español por ser éste el ``lenguaje de las sirvientas.'' Y si policías americanos matan mexicanos de seguro salen libres pues más delito es matar un perro.
``Chínguense al mexicano,'' parece ser la consigna en Hollywood y en Mexico.
Pero el hombre lo es antes que su nacionalidad, ya que su nacimiento en un país es meramente accidental y esa propaganda que pagamos es como la mala semilla: hay que arrancarla para que crezca la buena. Hay que enseñarles a los racistas abusivos, nacionales y extranjeros, a tener miedo de insultar mexicanos de piel oscura. Y no con violencia, que es lo que ellos más quisieran, sino con rituales chinos.
Ahí, en las peticiones taoístas al ``dios del cine,'' hay lugar para meter a todos los abusones, a estudios de cine enteros, actores, escritores, financieros, directores, actores, y hasta cadenas de televisión y cines que exhiban tales porquerías.
Y si él que ejecuta el ritual no sabe los nombres de sus verdugos, con el nombre de la película basta. Y verá usted como acaban los que hasta hoy se creen ``escogidos.''
PARA MORIRSE DE RISA: Como siempre, los mexicanos más ricos, según la revista Forbes, son criollos-judíos-ladinos. Ningún neoindígena alcanza nunca los altos peldaños de la torre que habitan los ricachones ``mexicanos.''
Y de todos los ricos del mundo, el mas acaudalado es el americano Bill Gates. Nos dicen que gana cuando menos 4 millones de dolarucos por hora.
¡Bah!
Alguien les está haciendo las cuentas largas a los compiladores de fortunas en la mencionada revista. Cuatro millones de dólares por hora se me hacen un bicoca.
Si quiere el señor Gates aprender a hacer dinero de a deveras, que pregunte el método a los banqueros y expresidentes mexicanos (y a Zedillo y Gurría). Ésos sí que saben hacer fortunas a lo grande a costa del pueblo mexicano.
Junto a nuestros ricos prohombres-pillos, Gates no es más que un chiquillo mamón.
#2. Dice JLP que durante su periodo presidencial el Negro Durazo torturaba y eliminaba, obviamente con su aprobación, a los sospechosos neoindígenas. Mañosamente JLP no se incluye el mismo ni tampoco al Negro entre los criminales. Tampoco menciona los crímenes de los militares.
Dice JLP que ciertamente se violaban los derechos humanos de los mexicanos, pero en cambio ``había menos violencia.''
Solo en México permitimos que tales cabrones lleguen a gobernantes.
GUERRILLAS: Desde la Segunda Guerra Mundial hasta el presente, mucho más de la mitad de la población mundial a sufrido los efectos de las guerrillas.
Siendo éste un proceso revolucionario, o interno, el método de guerrillas es uno de los más peliagudos problemas políticos modernos.
Sabemos que a pesar de su poderío nuclear, las fuerzas militares extranjeras que ocuparon Vietnam salieron más bien descalabradas a resultas de la efectividad guerrillera de los asiáticos.
Y ahora los Aliados se han vuelto a meter en un pantano de guerrillas en Yugoslavia.
Siempre he dicho que Milosevich iba a engatusar a los Aliados y meterlos en su terreno, pero por tierra. Pues se salió con la suya.
El serbio se rindió, pero así forzó el alto a los bombardeos aliados y logró que éstos metieran tropas de ``ocupación.''
Y ahora viene lo bueno, deje nomás que llegue el invierno en los Balcanes y los serbios empezarán la guerra de guerrillas. A lo peor, desde antes. Y ni modo que los Aliados bombardeen de nuevo, pues matarían a sus mismas tropas. O sea, la guerra en Yugoslavia apenas va a empezar.
Y es que para ser naco militar de la OTAN no hay ni que ir a la escuela. Pero es que en ningún ejército existe la inteligencia.
* Master, Estrategia Militar China
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