Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #62: Las Mentes Maestras

Hay quienes dicen que el cerebro humano funciona al diez por ciento de su capacidad. Otros aseguran que al veinte.

La realidad es que nadie, pero nadie sabe a ciencia cierta la capacidad cerebral del hombre. Ni siquiera sabemos dónde empiezan y acaban los pensamientos.

En cambio, sabemos que se necesita muy poco más (una milésima del uno por ciento) de capacidad pensante sobre los demás para que la persona nos parezca a los demás un genio

También sabemos que existe un método chino para incrementar la inteligencia, aunque poco se sabe del mismo en Occidente. Los americanos y los rusos han publicado libros de ejercicios alegando que ése es el método chino para hacer genios. Desvarían.

Desafortunadamente el curioso método chino para incrementar la inteligencia no se aprende en la universidad, mucho menos en la calle. Tampoco lo venden en las tiendas. Por si eso fuera poco, adquirirlo cuesta usualmente un ojo de la cara y dos brazos, todo para impedir que el conocimiento de alto nivel caiga en manos de personas dispuestas a malbaratarlo. Huelga agregar que solamente quienes saben para que sirve el dinero buscan tal método para sus hijos o para ellos mismos. Y eso si saben dónde comprarlo. De pilón, si no les cae bien el estudiante, algunos maestros no enseñan su método ni por todo el oro del mundo.

Según el método chino, ``El maestro puede hacer un genio del estudiante con sólo decirle al oído las palabras claves.'' Claro que también hay genios de nacimiento, pero nacen muy de vez en cuando y en países diferentes. En cambio, con un método se pueden hacer genios por docenas y en la misma generación.

Pero, ¿en qué se distingue la mente maestra de la del rebaño?

Pues en que la mente maestra, cual amigo leal de la persona, difícilmente le dejará caer en una trampa. Quién la tiene está entrenado para sopesar correctamente ventajas y desventajas, para saber cuando avanzar o retroceder, para desenredar madejas mentales.

Generalmente somos manipulados por alguien más, lo que provoca que gente en posiciones claves nos considere tan débiles como peones de ajedrez. Pero quien mentalmente esté un pelillo de rana sobre los demás le puede sacar un susto hasta al mundo.

En el aspecto militar Sun Tzu, Mao Tsé-tung y Ho Chi Minh demostraron tener cada uno no sólo mente maestra, sino hasta creatividad de sobra para inventar su propia estrategia. Y ninguno de los tres nació sabiendo el método para incrementar la inteligencia. Lo aprendieron.

Sabemos que les tomó a los chinos varios milenios diseñar y perfeccionar su método, por lo tanto sin instrucciones precisas es imposible encontrarlo en una generación. Los americanos y los israelitas llevan diez años buscándolo y a cada rato dicen que ya lo hallaron. Después dicen que siempre no, pero que ya le andan cerca. A ver que dicen de aquí a quinientos años, porque andan buscando algo que saben de oídas que existe, pero no que forma tiene. Cuando yo mencioné públicamente la existencia del método en 1990, se arrancaron por el a China como almas perseguidas por el Diablo. Pensaron que si un neoindígena mexicano lo sabe, con más razón se lo darían a ellos, miembros selectos de la raza suprema. Y ahí andan, vuelta y vuelta en círculos tras su propia cola.

Todas las naciones tienen sus propios genios naturales, pero cuidado con los genios creados por método. Son demasiados para ser neutralizados por gente común y corriente.

Por eso cuando por primera vez en su historia China extienda su dominio fuera de sus fronteras y se lance sobre el mundo, no habrá quién la pare.

Ojalá y no sea pronto.

VIVA MÉXICO: Gurría el de Hacienda muestra evidencias inequívocas de estar desquiciado. Dígalo si no. La cuicada fiscal baleó a una persona ``para intervenirle su automóvil chueco,'' un destartalado chocolate. (A esa chatarra rodante Gurría les llama ``autos lujosos.'')

Qué bello ejemplo de buen gobierno. Como México no hay dos.

No les parece suficiente a los gobernantes el acoso que vive la población a manos de asesinos y ladrones, muchos de ellos uniformados. No les parece suficiente castigo la dizque ``seguridad'' que le proporcionan las autoridades al pueblo. No les parece suficiente que los militares sean acusados por las comisiones de derechos humanos por tortura y asesinato de campesinos e indígenas. No, ahora Zedillo y Gurría permiten que la policía de Hacienda baleé ciudadanos para decomisar un automóvil viejo.

Huelga decir que la intransigencia fiscal de Zedillo-Gurría beneficia a los acaudalados ladinos que manejan el negocio de importación de automóviles y no a los trabajadores que poseen carcachas introducidas al país sin reportarse antes con los tiburones de la importación.

Y después de la citada balacera ningún medio (mucho menos los curas políticos) se atrevió a pedir cuando menos una explicación a Gurría, mucho menos su renuncia inmediata. El miedo no anda en burro ni produce enojo y ellos prefieren venderle publicidad al Gobierno antes que criticarlo. No sea que Gurría les eche encima a sus auditores de Hacienda.

Pero como yo no le debo nada a Hacienda, me permito decir lo siguiente. Si los estados mexicanos fueran soberanos de verdad y no acólitos del PRI, podrían negarse a que Gobernación y Hacienda les impongan cuál tipo de automóviles son legalizados por el departamento de vehículos de cada estado.

Lo lamentable es que ni para patearles las sentaderas a los funcionarios abusivos nos alcanza, pues tenemos los pies redondos como patas de elefante.

Sabido es que los funcionarios traen los colmillos afilados contra el pueblo, pero caray, no hay que ser tan dejados ni permitir que nos los encajen a placer. Precisamente para defenderse de tales enemigos están hechos los rituales taoístas.

Afirma Gurría que dizque hay un cuarto de millón de chocolates. Pues si sus dueños hacen rituales chinos, con ellos basta y sobra para aplacar al soberbio secretario y sus mastines empistolados.

#2. Nos visitó el ministro de Defensa italiano para anunciar que ahora serán los italianos quienes den capacitación a los militares mexicanos. Ya les tocará a Milosevich y Gadafi el turno de mandarnos instructores. También nos falta la Guardia Suiza del Vaticano. 

Se suman los italianos a la larga lista de países que han mandado inútilmente instructores para los simios de casco verde. Ya vinieron instructores de USA, Rusia, China, Guatemala, Colombia, Israel, Inglaterra, El Salvador, Francia, Alemania, Chile, Argentina, y quién sabe de cuantos países más.

Ya mejor que nos manden instructoras a ver si se les pega a nuestros sardos aunque sea una herpes.

METAFÍSICA: El cinéfilo mexicano, mientras no se da cuenta, es manipulado fácilmente por vivales extranjeros cebados en explotar su buena fe.

La nueva película de la serie Star Wars causa interés en nuestra gente, pero está raro que los dueños de la misma exigen que se comience a exhibir a media noche. Raras también son las máscaras de juguete que venden, pues todas tienen aspecto diabólico.

Todo mundo está de acuerdo en que la película no tiene historia, y sin embargo se llenan los cines. ¿Qué método de ocultismo están utilizando para venderla al incauto público?

Los productores del film viven en una ciudadela y su estudio de cine está literalmente cerrado al mundo exterior. Sólo ellos saben lo que pasa de noche en esa fortaleza. Pero desde ahí pueden influenciar al mundo entero, y no precisamente con publicidad, para que asista a sus películas. Con mi dinero no se tomarán ni un café.

EL TERCER OJO MILITAR: Durante el mundial de fútbol en Francia los muchachos mexicanos mostraron un carácter no común en anteriores generaciones. Si muchachos de ese tipo llegaran a enfrentar al Ejército en conflicto civil, dije, el problema militar sería monumental.

Pero los gobernantes confían únicamente en los tanques del Ejército y no oyen advertencias, así que pronto se hizo realidad el vaticinio. Una banda de jovencitos acaba de cazar literalmente a cuatro elementos militares del EMP dentro del automóvil en que viajaban del banco a Los Pinos.

Sucedió todo a luz del día y los atacantes parecen expertos en el negocio pues no dañaron a un sólo transeúnte y mataron a dos soldados e hirieron a uno. Un atacante salió herido, pero quizás por balas de sus mismos compañeros. Parece que el esfuerzo del gobierno de traer instructores extranjeros para enseñar jóvenes mexicanos a matar está dando resultado pues dicen los testigos que los muchachos actuaron con precisión militar.

Un testigo mencionó que las víctimas cerraron los ojos y ni las manos metieron. Pero esto es de esperarse, ya que los soldados mexicanos están acostumbrados a matar ciudadanos, no a que éstos los maten a ellos.

Después del atentado los muchachos se fueron pero luego se regresaron por las armas de los soldados y de paso se llevaron un maletín con cincuenta mil dólares. En otras palabras, fue ataque directo al Ejército, no robo.

El gran poder del Gobierno sobre el pueblo es su impunidad para matar gente. Pero cuando los ciudadanos pierden el miedo a morir pasa lo que pasó: empiezan a matar uniformados. Seguido matan policías y ahora esto.

Siguen los funcionarios empecinados en reprimir ciudadanos y anuncian que hay 19,000 uniformados buscando a los asesinos. En el futuro, cuando ese tipo de violencia se haga cotidiano, no asignarán ni diez policías a cada atentado.

Los funcionarios y los generalotes ladinos ignoran, porque ningún instructor extranjero lo sabe para enseñárselos, que un ejército se ve temible y su presencia impone temor pero sólo hasta que el pueblo lo permita. En realidad un ejército es, frente al pueblo, tan frágil como cáscara de huevo. Si no se le pega no se rompe el cascarón. Pero si se le golpea seguido no aguantará mucho.

Lo terrible es que en el conflicto morirán muchos mexicanos de segunda en los dos bandos. El padre de uno de los soldados asesinados decía que su hijo ``Sólo quiso servir a la patria.'' Pero los padres de muchas víctimas inocentes de los soldados ni siquiera de eso pueden presumir y además la Televisión no les da a neoindígenas tiempo en pantalla para expresar sus sentimientos.

Desde luego que los ``periodistas'' pagados por el Gobierno (ya sabe usted cuales, los que lleva a sus giras Zedillo) inmediatamente insistieron en que el móvil del asesinato fue el robo, a pesar de haber lugares más fáciles de robar y sin necesidad de enfrentar soldados armados. Pero es que ellos y los funcionarios saben que es mejor no darle ideas a los ciudadanos descontentos pues sin la protección militar estarían todos perdidos. Sus fortunas mal habidas y las de sus familias están en juego y temen que la mazorca empiece a desgranarse.

El miedo a la indiada se refleja justificadamente en las palabras y acciones temerosas de las autoridades civiles pues el ataque siguió un patrón que se observa en los inicios de revoluciones en todo el mundo: primero roban armas en una estación de policía, luego las armas son utilizadas en el asalto a soldados, a quienes les quitan sus armas. Típico proceder universal de las guerrillas.

Si los funcionarios y los generalotes supieran leer sabrían que cuando un movimiento armado empieza, ya no disminuye en intensidad, sino que aumenta. Pero los caros lentes oscuros de marcas famosas que lucen todos ellos no les permite ver claramente la realidad.

NUESTRO FÚTBOL: ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Porque últimamente les ha dado a algunos especialistas en fútbol, en México y en el extranjero, cuestionar si el técnico es tan importante para el equipo como lo son los jugadores. Aseguran que los técnicos están sobrevaluados.

Yo nunca he sido dueño de equipos. Pero algo se de estratategia china, donde el fútbol es considerado similar a la guerra. Y la estrategia china dice: ``Es fácil encontrar buenos soldados, pero muy difícil encontrar un buen general.''

Seguir el principio anterior significa ahorrarse décadas de experimentos. Y precisamente un general de fútbol dejó en evidencia recientemente la importancia del papel del técnico. Me refiero a Lavolpe, técnico argentino del Atlas.

Al final de la temporada pasada y a la luz de los éxitos que el Atlas cosechaba, surgieron los oportunistas de siempre queriendo apropiarse el mérito del técnico. Especialmente Efraín Flores, eterno entrenador de fuerzas básicas en el Atlas.

Alegaban los envidiosos que el éxito de Lavolpe está fincado en el trabajo de los entrenadores de la institución, y en última instancia en los jugadores mismos. El mismo Lavolpe aceptó que todos los factores mencionados contribuyen al éxito, pero puntualizó acertadamente que antes de llegar el al club, los aficionados prendían veladoras para ganar algún juego y no soñaban con el presente equipo que gana y se da tiempo para jugar el mejor fútbol de la liga. Y de muchas partes.

No es fácil hacer a un equipo subcampeón con una nómina total que no alcanza ni para comprarse un auto importado y lujoso. Es más, Lavolpe incrementó con su labor el valor del club en muchos millones de dólares pues las ofertas por los jovencitos atlistas han sido ventajosas para las arcas rojinegras. Además Lavolpe vigorizó al fútbol mexicano con su peculiar estilo de juego.

Yo no se si Lavolpe quiso darles una lección a los incrédulos, pero si no ganó el Atlas el título de liga fue porque Lavolpe dejó en momentos críticos la solución a los jugadores...y éstos se perdieron en el campo sin la firme conducción del técnico. A buen entendedor pocas palabras. En la final Flores se quedó a la orilla de la cancha queriendo apropiarse el éxito en la victoria...que nunca llegó.

Y aún así de seguro todavía habrá gente que alegue que los jugadores son más importantes que el técnico. Por eso los nacos de la FMF-Televisa se creen lo que los también lerdos españoles alegan para humillar técnicos: que dizque ``las instituciones son más importantes que los técnicos.''

Nomás espérese a que Lavolpe deje el Atlas y les va a pasar a los margaritas lo que al América cuando corrieron a Leo el holandés. Y los aficionados rojinegros pagaremos los platos rotos.

Otra cosa sería si Lavolpe tomara el timón de la selección. Pero México, como el América, es tumba de talentos.

#2. El mejor jugador del duelo México-Chile fue, para mi, Rafa Márquez. Si el golecito de Hernández valió para la victoria fue porque los delanteros andinos no pudieron pasar a Rafa y a Claudio.

Márquez está hecho un monstruo en su parcela. Y es mentira que necesite irse al extranjero para mejorar: ya es mejor que muchos extranjeros. Y si el miserable Atlas le pagara lo que vale, no tendría necesidad el muchacho de irse a peregrinar por otros países.

Mienten quienes dicen que hay que ir a Europa para jugar mejor. Si Europa compra jugadores latinoamericanos es porque ya juegan mejor que los europeos, no porque allá los van a ``enseñar.''

Equipos como el América traen cada temporada jugadores extranjeros caros y les pagan millonadas por venir a fracasar. ¿Por qué no le pagan a muchachos como Márquez su verdadero valor y los mantienen aquí en el país? Como bien hacen con Cuauhtémoc.

Ya se que Lavolpe quiere que Márquez se vaya de México para no encontrárselo en otro equipo de enemigo, pero a nosotros nos interesa que Márquez se quede. Estando en México podremos disfrutar los mexicanos del juego del atlista. Y que se hinchen los extranjeros que se lo quieren llevar. Y Lavolpe.

#3. Del cielo al infierno. Después de la victoria contra Chile, vino la acostumbrada burrada del técnico ante Brasil. Y toda la prensa ladina de México se apresuró a tapar los errores de Lapuente.

Márquez declaró que contra Brasil se vería cuánto vale realmente su carta, y Lapuente procedió a quitarlo de la alineación. Diga lo que diga el envidioso técnico (que ``necesitaba amontonar gente en el medio'') no hay excusa táctica posible para no haberlo alineado, excepto motivos personales contra el muchacho. En Francia Lapuente la traía contra Arellano. Contra Brasil debió haber alineado a Márquez aún en muletas.

Lapuente le hizo el trabajo fácil a Brasil al hacer otro de sus experimentos tácticos y los amazónicos jugaron a media máquina para ganarnos. No tenían necesidad de más. Sin embargo se comprobó casi al final del juego que si los jugadores correctos hubiesen jugado, Brasil no habría ganado.

De tanto querer desconcertar a los brasileños Lapuente se desconcertó solito. Asi son los incompetentes.

Cuauhtémoc y Hernández gritan que estamos al nivel de Brasil, pero con un técnico como Lapuente nunca lo sabremos. Sin Márquez en la defensa, el gol a favor esta vez no les alcanzó a los muchachos mexicanos.

Estoy seguro que Lapuente sabe mucho de golf, pues escogió un hotel con buenas condiciones para jugar golf. Pero también estoy seguro de que Lapuente no es buen estratega. Está ahí porque sus cuates ladinos en la Prensa lo protegen. Para defenderlo dicen que los mexicanos deben jugar en Europa primero. ¿Entonces como es que Lavolpe tiene equipo ganador con niños futbolistas que ni siquiera han visitado Europa, mucho menos han jugado allá? Haga recuento de los mexicanos que jugaron allá y dígame en que ayudaron a la selección.

De chamacos, cuando en la polvorienta cancha de la primaria jugábamos ``fútbol'' (todos corríamos en parvada tras el balón sin saber guardar posiciones en el campo) con aquéllas pavorosas pelotas chuecas de cuero que producían calambres al patearlas y desmayos si nos pegaban en la cabeza, la chiquillada gritaba frenética cuando los errores se sucedían uno a otro, ``¡El fútbol no se hizo para los pendejos!''

Obviamente nadie le gritó lo anterior a Lapuente. Ni a los televisos, pues demandan que los mediocres jugadores americanistas sean alineados en la selección. ¿Qué hacía Rodríguez Lara en el juego contra Brasil? Y el Chiquis, por favor, a las claras lo metieron sólo para aplacar a Lebrija.

El técnico Lavolpe les dio valor en el mercado a los muchachos atlistas y juegan en estadios llenos, mientras Lapuente ha devaluado a los buenos seleccionados y juegan en estadios semivacíos además de causar que México baje en los escalafones de la FIFA.

No quiten a Lapuente a ver hasta que profundidad arrastra a la selección, y síganle pagando a ``periodistas'' para que oculten su incompetencia. Pero tenía razón la chiquillada de mi pueblo.

GUERRILLAS: Cuando el control militar en una ciudad se endurece al máximo, la guerrilla urbana enlista muchachos de escuela para entregar y recibir mensajes. Dado que son menores de edad aparentemente inofensivos, pueden deslizarse por todas las calles a pie, en bicicletas, en moto, o en el transporte urbano y sin generar sospechas. Su mochila escolar es su mejor disfraz para evitar ser detectados por el enemigo. Entran y salen de cercos militares como Juanito por su casa.

Y es que en tiempos de conflicto armado todo mundo le entra al trapo quiera o no, y no hay límites de edad o sexo.

Cada grupo de irregulares, según el promedio de edad de sus integrantes, recibe instrucción militar especial adecuada a su campo de acción.

Por ejemplo. La instrucción a los estudiantes-mensajeros no estriba tanto en el manejo de armas pero si en el arte de la fisonomía. Primeramente el instructor de fisonomía militar escoge a los elementos idóneos para ese tipo de correo subterráneo, y luego el objetivo de la instrucción es proporcionarles amplios conocimientos de la condición humana y de fisonomía.

Para sobrevivir un entorno peligrosísimo de simulación y engaño, esos chicos no aprenden sicología, pues ésta no es confiable y toma años dominar sus principios. En cambio la fisonomía toma horas aprenderla y con ella pueden reconocer visualmente lo que hay detrás de cada rostro. Una sola equivocación de interpretación les puede resultar fatal, así que estudian asiduamente el significado de los cambios de tonos de voz en la conversación de la gente. Aprenden el significado de cada mirada, de cada movimiento corporal, de cada sonrisa. Aprenden a reconocer a la primer mirada y en tiempo sorprendentemente corto al asesino natural, al intelectual, al propenso a ser comprado, al patriota, al chaquetero, al terco, al homosexual, al enfermo terminal, al enamoradizo, al chismoso, al adicto, al alcohólico, al mujeriego, al degenerado sexual, al temeroso, al bragado, al demente.

Si el instructor es capaz, los estudiantes aprenden incluso a oler literalmente las intenciones buenas o malas de la gente, a detectar a tiempo al espía infiltrado en un grupo, al traidor capaz de venderles, a quien con voz dulce los pudiera llevar poco a poco al paredón.

No. Definitivamente la guerrilla no es cosa de risa ni un día de campo. Por eso quien se autonombre líder guerrillero sin serlo, causando la muerte inútil e innecesaria de sus seguidores, es peor que el enemigo. Y si piensa usted inmediatamente en Marcos, yo no tengo la culpa que piense bien.


* Master, Estrategia Militar China

Fax: 310-474-5713 (Los Ángeles)     E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 1999, Francisco J. Vargas