 Col #96
|
 Home |
Columnas |
 Col #98 |
"El ladrón tiene la conciencia culpable y evita mirar a sus víctimas directamente a los ojos." Eso dicen en China.
Y después de observar la conducta de los miembros ladinos del gabinete presidencial actual tal principio parece extremadamente acertado. Los secretarios de Estado priístas están espichaditos, procurando no hacer ni ruido ni olas. Esperan con ansia que llegue el día de la toma de posesión del panista Fox para largarse al extranjero a esconder y gozar del abultado botín que nosotros y nuestros biznietos pagaremos con más pobreza, más impuestos y cero servicios sociales. Y por supuesto cuentan con la total complacencia y complicidad de Fox, quien ya había avisado que el no corretearía ladrones priístas. Promesa que Fox va a cumplir, pues espera que al terminar su mandato su sucesor le devuelva la cortesía.
Igual que desde hace cinco siglos, unos cuantos gobernantes ladinos sinvergüenzas y sus familias vivirán por generaciones en la insultante opulencia carcajeándose de la estupidez de sus víctimas. De nosotros, pues.
(Presa del pavor a la cárcel, ya abandonó al grupo de gobernantes el ahora exsecretario de Turismo Espinosa Villarreal, quien prometió no evadirse ante la acusación de peculado pero que como buen funcionario ladino mexicano hizo exactamente lo contrario y anda ya a salto de mata. Escondió todo el dinero que pudo antes de dar una declaración de bienes afeitada y aún así resulta que el baby de bigote es millonario. Millonario muerto de hambre que emulando a Gurria el de Hacienda se autoasigno jugosa pensión. Jubilación que el pueblo que sufre hambre debe pagar para que éste ladino cabrón se forre más todavía de dólares que no necesita pues es rico y protegido de Zedillo, pero lo hace por la puritita costumbre de joder indios, usted sabe. Y éste ilustre prófugo no pisará la cárcel, pero una muchacha que por hambre se robó un refresco en un mercado el otro día, fue perseguida y apaleada por la chusma. Chusma entrenada por curas y maestros a no levantarle la mano a los ladinos pillos.)
Desde luego que a los ladinos les gusta robar, pero no que los roben. Les gusta matar pero no que los maten. Les gusta reprimir a otros pero que nadie los reprima a ellos. Y cuándo alguien los roba se pueden dar el lujo de perder unos pesos. Pero cuándo a los pobres los roban los gobernantes y sus cómplices en la banca y la industria, prácticamente los asesinan de hambre. Los obligan a trabajar por una tortilla, a prostituirse, a vender a sus hijos para que cuando menos sobrevivan en otras familias, a cruzar la frontera norte ilegalmente y ser blanco de las balas de los delicados rancheros gringos, a robar para comer pero también para terminar luego en las mazmorras ladinas donde cuicos, jueces y carceleros ladinos exprimirán hasta el último centavo (o la última gota de sangre) de sus víctimas.
Porque cuando la policía arresta a un ladrón pobre, éste no se escapa de una madriza y de la cárcel. En cambio los funcionarios priístas-panistas-perredistas ladrones se gastan y reparten un porcentaje de lo robado entre abogados y jueces para al final ni pisar la cárcel. Las nauseabundas mazmorras y el tehuacanazo con chile piquín no se hicieron para gobernantes que se enriquecieron robando a los que menos tienen.
(A quien me preguntó qué si me molesta que la cuicada torture a los detenidos porque a lo mejor a mi me arrestaron y me golpearon los discípulos del Dianchi, debo decirle que nunca me ha arrestado o golpeado un chota y menos un sardo. Nomás eso faltaría. Pero tampoco me han cortado una mano para comprender a quién sufre ésa tragedia. Y uno de los aspectos más bestiales del ladino mexicano es abusar de la autoridad que la sociedad le confiere y malemplearla en satisfacer sus bajos instintos y dar rienda suelta a las locuras que le dicta su enfermizo cerebro. Porque si algunos indios están locos, a los ladinos habría que encerrarlos a casi todos por su insana y criminal avaricia. Por cada mexicano acusado de crímenes [no probados todavía] que el taimado López Dóriga exhibe como si ya fueran convictos en la pasarela de Televisa, hay mil ladinos asesinos, degenerados y ladrones culpables que nunca son arrestados, mucho menos exhibidos por Televisa y TVAzteca o condenados por sus crímenes.)
La estrategia china dice que "El ladrón que te roba ya es tu enemigo jurado." Claro que hay ladrones grandes y hay ladrones chicos. El ciudadano que roba una gallina por hambre no es tan despreciable como el gobernante que roba al país entero. Pero al gobernante que se convierte en "ladrón en casa" se le considera además traidor porque roba al pueblo que le tuvo confianza, por lo tanto es lógico que sea castigado con severidad. Y es que también dice la estrategia que "Todos los gobernantes son ladrones."
Es cierto que los gobernantes son cínicos y se burlan del pueblo (¿recuerda a Dionisio Pérez Jácome, hoy subsecretario de Gobernación?) diciendo que a los ladinos ladrones únicamente "los castigará Dios." Con eso nos advierten que nunca enfrentarán la justicia terrenal pues tienen mil triquiñuelas bajo la manga y amigotes en el poder (como Zedillo con Óscar Espinosa) para evitar la cárcel.
Así pues, entre Fobaproas, tala criminal y continua de bosques, rescates carreteros, contratos de Obras Públicas y empleos en el gobierno para los cuates, concesiones de Estado a parientes, amigotes y amantes, apropiación indebida de las entradas del petróleo, de los impuestos, de la Lotería y de los préstamos de bancos mundiales y de otras entradillas menores de dinero, los actuales gobernantes ladinos mexicanos se aprestan ya a retirarse con los bolsillos retacados de dólares.
Pero quedamos en que los gobernantes ladrones son enemigos jurados del pueblo. Esperan pasarse la próxima navidad asoleándose la panza al sol en centros turísticos de lujo mientras el pueblo muere de hambre, pero no debieran escaparse impunemente. Ni ellos ni los ladrones de cuando menos las administraciones en los últimos tres cuartos de siglo.
Porque lo que ignoran Pérez Jácome y sus compinches ladinos en el gobierno, es que con los rituales chinos cualquier ciudadano puede jalar ante los jueces divinos a los ladinos y pedir castigo para ellos. Y además pedir castigo también para los descendientes de ésos ladrones cuando menos hasta la séptima generación, evitando así que disfruten en paz ésas fortunas malditas.
Es reconfortante para las víctimas mexicanas de ésos cacos a la alta escuela saber que si la justicia terrenal no es pareja, la justicia divina si lo es. Y si los ladinos no creen en los rituales, pues muy su gusto. Pero igual hay que atizarles.
Por simple lógica las peticiones de los rituales debieran perseguir a todos los gobernantes, desde Hernán Cortés hasta al último presidente priísta. (Ya habrá tiempo en los próximos seis años para ir componiendo al gabinete panista al gusto.) Todos los gobernantes ladrones, sus familias y amigos, los generalotes verdes, los banqueros e industriales, todos caben en una petición y en una hoja de papel. Ni siquiera hay que saber nombres pues basta con pedir al menos una vez por semana que "los ministros de tal o cuál administración sean puestos a mano por los dioses." Todo depende de la creatividad del peticionario. La petición contra ladrones, si es que necesita un modelo, está en la columna #51.
Zedillo se adelantó y dijo públicamente y sin que le preguntaran, que no se llevará dinero del pueblo. Dijo que se irá "con el sueldo únicamente."
Yo no le creo a Zedillo, pues los ladinos son mentirosos de bandera, acuérdese lo que decía Espinosa Villarreal. De acuerdo al historial de ladinos gobernantes, decir que no se lleva nada es señal alarmante de que se lleva un güato. Pero concedámosle a éste cuate el beneficio de la duda. En ése caso el peticionario pediría que "solamente gobernantes y ministros ladrones sean castigados por los dioses." Que únicamente los pillos terminen en la miseria, en la cárcel y en la ruina junto a sus descendientes por varias generaciones y que la vida y la muerte sean para ellos el Infierno que a su vez le desearon al pueblo con sus robos.
De ésa manera quedaría en manos de los dioses, que todo lo ven, el castigo justo a los ladrones. Ni más ni menos. Así el peticionario no tendría cargos de conciencia pues nadie recibiría castigo divino sin merecerlo. Pero por las dudas, lo más seguro sería meterlos a todos en los rituales primero. Y si es cierto que Zedillo y pandilla no robarán nada, pues que bueno porque no les irá mal. Pero si mienten, los dioses los pondrán a mano hundiéndolos por mentirosos y cacos en la ruina y la desolación.
Lo mejor de todo para el ciudadano no-ladino es que por el momento los gobernantes pillos no le prestan atención a los rituales chinos. Educados que están los ladinos-judíos-criollos en la peligrosa teoría de que lo valioso en el mundo ya está en sus manos y que lo que no saben es precisamente porque no vale la pena saberlo, sus rabinos y charros negros piensan que no hay rituales en el mundo tan efectivos como los que ellos tienen y practican. Por eso los antiguos decían que los dioses vuelven ciegos y sordos primero a quienes desean destruir.
Con ésa mentalidad de ser "los escogidos por Dios" se autocondenaron (ya es tarde para darle vuelta a la tortilla) ellos y sus próximas generaciones de descendientes a la derrota universal pues el tiempo requerido para entender lo que pasa a su alrededor y poner remedio se les fue como agua entre los dedos. Porque no hay ni religión ni sociedad secreta alguna en el mundo occidental que pueda neutralizar los rituales chinos.
Los mexicanos no-ladinos somos afortunados de tener ésta ventana de tiempo en que no habrá reacción de parte de los ladinos a los rituales hechos por los ciudadanos. El resultado es que los rituales chinos crearán raíces suficientemente fuertes para resistir lo que traiga el futuro. Al rato, cuándo los conquistadores de castañuela despierten y se den cuenta que éstos rituales son más poderosos que los de ellos, van a respingar y a contraatacar con furia, pero no les servirá de nada.
Así pues, mexicanos: ¡Sobre los ladrones ladinos, porque se escapan!
FISONOMÍA MILITAR: Hasta los más cegatones pueden ver las simplonas tácticas de los charros negros para someter a la indiada utilizando la religión...y a Fox. Porque todos, menos panistas y vaticanos, vemos que el presidente electo es títere incondicional del Popis y de los obispos romanos-mexicanos.
Expliquémonos. Fox va semanalmente a misa y comulga, lo cual es negocio muy de el y de los curas. Con esto no sólo quiero decir que el panista tiene derecho a profesar la religión que deseé, también quiero señalar que su religión no es asunto nuestro. Nada de malo tiene que a su oficina o casa vaya un párroco, lo confiese y hasta que le de la comunión a pesar de ser divorciado pues los curas son convenencieros de a deveras.
Pero el problema empieza cuando los muy taimados curas y panistas hacen del asunto un show público para que la indiada piense que si el presidente electo comulga, es bueno que todos lo hagamos. Los ladinos judíos, incluido Fox, no son católicos por gusto sino para mantener a la indiada dormida.
Allá usted si se traga ése garbanzo de a kilo. Éste circo panista y católico me recuerda el viejo chiste (antes del Sida) de aquél instructor de medicina que frente a los inocentes estudiantes metía un dedo al ano de un cadáver, se lo chupaba y como si nada. Cuando los estudiantes hacían lo mismo vomitaban porque el listillo maistro metía un dedo, si.......pero se chupaba otro.
NUESTRO FÚTBOL: La selección nacional de balompié se ha convertido en el Infierno para Manuel Lapuente. Las llamas le están quemando ya las sentaderas, pero no puede salirse.
Como era de esperarse, la selección de Trinidad y Tobago le partió su madre a la del sargento Lapuente. Una semana antes, un combinado de taxistas y peinadores de señoras panameños casi saca el empate contra México en Panamá. Todo porque el sargento juega asustado.
A Lapuente ya nomás falta que le pegue la selección de Las Malvinas. Y el televiso Multiplicador de Caca, Azcarraga-3, no quiere dar línea para quitar al "técnico."
Pero si a Tena el América lo despide por perder dos juegos seguidos, ¿cuáles son los méritos técnicos de Lapuente para seguir al frente del seleccionado a pesar del repudio del público?
Saquemos cuentas: Éste año Lapuente empezó perdiendo la Copa Hong Kong. Luego perdió feamente la Copa de Oro en Gringolandia. Siguió cimentando su reputación de técnico miedoso perdiendo el Torneo de Toulon en Francia (con Del Muro al frente) y coronó su espeluznante racha perdiendo la eliminación Olímpica (con el títere Gustavo Vargas al frente) que tendrá lugar en Sydney, Australia
Quedaron tan espantados los directivos ladinos de la FMF ante la horrible incapacidad mostrada por Lapuente, que la única opción que les quedaba para evitar que perdiera más juegos y que el público les quemara las oficinas fue la de cancelar la Copa de Oro en USA (mandaron al títere Hugol y a sus enanitos pumas a jugarla). También cancelaron dos juegos de preparación contra las selecciones de Eslovenia y Camerún que imprudentemente había concertado el buey Kiese ignorando el grado de peligrosidad de ambos conjuntos.
Kiese arguyó después que los extranjeros cancelaron los juegos. Pero los aficionados no somos tan tontos como Lapuente, el Multiplicador de Caca, Lebrija y demás federativos creen. Nos quieren engañar a la brava y por eso los consideramos sinvergüenzas y abusivos. Vemos que cuando Eslovenia se destapó como buen equipo en la Eurocopa hace unos meses y Camerún dio muestras de que iba a venir con sus mejores hombres, se les enfrío la sangre a los federativos. Más derrotas del tricolor obligarían a De la Torre a despedir a Lapuente, y eso incomodaría en grado superlativo (¿así se dice?) al Multiplicador de Caca.
Tuvieron pues que cancelar en la FMF ésos juegos a la mala, qué es su especialidad. Con la experiencia de Kiese en arreglar los viajes de los seleccionados mexicanos lo más barato posible, o sea con diez escalas por diez países, Kiese les mandó boletos a eslovenos y camerunenses con veinte escalas, y naturalmente que lo mandaron a la chingada, que era precisamente lo que buscaba Lapuente para ahorrarse el ridículo. Pero con la cancelación de los juegos mencionados la preparación del seleccionado sufrió en serio pues se la pasaron en jueguitos intrascendentes que en nada les ayudaron. Por eso empató la selección con Panamá y por eso perdió con Trinidad y Tobago.
Ya antes, durante la hecatombe de la busca por el boleto a Sydney, Lavolpe le advirtió a Lapuente en Zapopan que a la selección le faltaba "trabajo." El sargento, taimado, no le preguntó a Lavolpe el significado de sus palabras para no aparecer ignorante. Y se arrancó sin más a hacer correr a los seleccionados varias veces al día pensando que ya le habían dado la solución (y de gratis) para que la selección se tornara ganadora. Y claro, la preparación del seleccionado no mejoró. Empeoró.
La mentalidad de Lapuente me recuerda una anécdota china. Resulta que un mercader chino contrató a un tutor en contabilidad para que educara a su hijo y lo preparara para heredar el negocio. Pero el hijo era dado a las diversiones y no tenía paciencia para estudiar, así que a los pocos días fue con el papá y le dijo que había despedido al tutor porque ya habia aprendido todo en matemáticas. El padre se extrañó, y le pidió que le escribiera el número mil, que en chino se escribe con un ideograma. El muchacho se fue corriendo a su cuarto a escribirlo, pero se tardó horas en regresar y cuando lo hizo traía un pergamino así de largo. Lo desenrolló frente al padre y éste vio que traía escritas puras rayitas horizontales. (En chino, el número uno se escribe con una rayita horizontal, el dos con dos rayitas y el tres con tres rayitas. Pero ya del número cuatro en adelante cada número es un ideograma.) O sea, el muchacho iba aprendiendo hasta el tres cuando pensó que todo era cuestión de rayitas y despidió al tutor, de manera que cuando el padre le pidió que escribiera el mil, ¡escribió mil rayitas!
Y así está el sargento Lapuente: Lavolpe se refería, obviamente, al trabajo estratégico, pero el sargento pensó que al trabajo físico. Imposible pedirle peras al olmo, imposible que Lapuente haga algo inteligente con la selección. Y ahí está, firme en su puesto. Mejía Barón, otro técnico nacional incapaz, fue al menos más vivo que Lapuente y se llevó a Ferreti de asesor al Mundial de USA `94.
Mientras tanto, dicen en la FMF que "no hay que preocuparse" por las derrotas de Lapuente en lo que va del año, y ratificaron por enésima ocasión al sargento y a Kiese en sus puestos. También los inertes títeres parlantes de Televisa abogan por el tarado técnico nacional cuando lo que deberían hacer es prepararse mejor en su propio trabajo, trabajo que por cierto hacen muy mal. Dicen los televisos que la selección "está en un bache," pero a mi me parece más bien que está en un pozo artesiano. Lapuente por su parte dice que perdió batallas y no la guerra. Asegura que las derrotas le dan lecciones pero evitó decir que ésas lecciones lo han convertido en un perdedor diplomado, cuando lo que la afición quiere es que la selección gane.
Lebrija dice que "No hay que buscar culpables." Y eso mismo digo yo, no hay que buscarlos porque ya sabemos que los culpables son los federativos de la FMF, incluido Lebrija, y Lapuente.
Porque para toda derrota tiene excusas Lapuente: Qué si la cancha, qué si el balón, qué si el clima, qué si los contrarios son negros, qué si los contrarios son feos, qué si el pasto estaba alto, qué si el pasto estaba bajito, qué no había mucho pasto, qué había mucho pasto, qué si el viento, qué si el frío, qué si no ganamos fue porque no la metimos, qué si perdimos fue porque el contrario si la metió,..........
Pero es que ya sabemos todos que en fútbol el que la mete gana, por eso mandamos a Lapuente a que la metiera, no a que nos contara por qué el oponente se la metió a el. Alega el sargento que "todos los países de la CONCACA-F han progresado." Pero ¿y qué quería, agarrar puros pendejos para poder ganar?
Cuando Menotti tenía la selección lo primero que hizo fue convertir a los seleccionados, ganaran o perdieran, en verdaderos guerreros de la cancha luego de que la selección fue manejada por técnicos ratoneros como Trelles, Cárdenas, De la Torre, y Roca. Pero ahora Lapuente les inyectó de nuevo miedo a los jugadores diciéndoles que ¡Panamá es un equipo de peligro! Y ahora dicen los asustados muchachos que Canadá es también "equipo peligroso." Andan asustados todos los seleccionados repitiendo la misma estúpida cantaleta.
Vuelven los seleccionados mexicanos a ser gallos de corral propio. Y repiten la vergonzosa y medrosa cancioncita de que "en el Azteca ganaremos todos nuestros juegos." Pobre selección, pobre técnico, pobres federativos y pobres aficionados que toleramos ésa basura de técnico vestido con los colores nacionales.
Todo porque el incapaz Lapuente es avaricioso y se aferra a la chambita obtenida por amiguismos y que le paga el mejor sueldo de su vida......para que pierda. Porque Lapuente no tiene nada de perceptivo, requisito indispensable para ser técnico nacional exitoso, y va derechito a perder la calificación al próximo mundial. Se necesita un tipo especial de hombre para ser héroe y dirigir la selección adecuadamente, y Lapuente no es de ésos.
Ojalá y no lo remuevan del puesto pronto, ya que Lapuente y sus hilarantes padrinos Lebrija-Kiese-de la Torre producen buen material para nosotros escribir luego de fútbol. Ladinos más pendejos a cargo del fútbol nacional jamás hubo juntos. Por eso estan en el Infierno provocado por su poco talento.
#2. El pseudo-comentarista de deportes Domínguez Muro (yo creo que la hueca cabeza de éste cuate está cerrada al vacío) asegura que Lapuente tiene razón cuando exige que el doctor de la selección mexicana, y no el del equipo Valladolid, diga la última palabra acerca de si Cuauhtémoc Blanco está o no lesionado. Esto dizque para que luego el doctor del Mónaco no pretenda que Márquez también está lesionado y se lo nieguen a Lapuente.
(Aunque no veo para qué alarmarse si Márquez no viene, ya que un tarado títere televiso, un tal Basaguren, dictaminó que "el problema de la selección es Márquez." Se nota que a éstos cuates les pagan no por trabajar, sino por decir estupideces.)
Pero ni Domínguez Muro ni Lapuente tienen razón en lo de Cuauhtémoc. Al contrario, exhiben éstos dos sujetos una alarmante falta de ética. Tal exigencia demuestra que un corrupto piensa que todos los demás son corruptos. Ahí dejan ver Lapuente y Domínguez Muro que los doctores mexicanos han avalado antes situaciones irregulares con jugadores mexicanos lesionados y ellos dos supieron de ésos trinquetes pero nunca los denunciaron públicamente como es su obligación.
Porque exigir que Blanco regrese a México para checarlo es dudar de la palabra de un médico espanhol. Por respeto y decencia se tiene que entender que cuando un doctor de cualquier país emite un dictamen profesional es porque está capacitado para ello y el que Lapuente dude y alegue que "piensan que son todavía tiempos de conquista" es un insulto gratuito al doctor gachupín, a la asociación médica de ése país, al equipo de Blanco y a ése país entero. (Para insultar a Espanha nomás estoy yo.)
Por su roce continuo con la corrupción en México, el ladino Lapuente insultó al doctor espanhol creyendo que alguien le quiere hacer una mala jugada de ésas a las que el mismo Lapuente obviamente está acostumbrado a hacer. La asociación médica de México debiera haber protestado por ésa barbaridad, pero no saben cuál es su función. La Secretaría de Relaciones Exteriores debería haberle llamado la atención a Lapuente por insultar a un país extranjero, pero La Green tampoco sabe cuál es su trabajo. En la misma FMF debiera haber alguien que ponga un alto a los errores de Lapuente, pero ahí nada saben de eso.
Aparentemente en México nadie sabe lo que hace, así que burros como Lapuente y Domínguez Muro se exhiben mundialmente. A ése nivel de "educación" hemos llegado. Por favor no despidan a Lapuente, nomás para ver qué otras babosadas provoca, hace y dice.
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
| Col #96
|
Home |
Columnas |
Col #98 |
Copyright © 2000, Francisco J. Vargas