Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas

Principios De Ocultismo Chino (2)

Dicen en China: "Una de las peores maldiciones que se pueden lanzar secretamente a un enemigo, es desearle que sea famoso."

¿Por qué?

Pues porque no solamente será pública su fecha de nacimiento, sino que encima cualquiera tendrá a su disposición fotografías de la persona. La fotografía es la imagen exacta de la persona que se quiera afectar con rituales, por eso los maleficios de este tipo pegan más rápido. Y la fecha de nacimiento, aunada a una fotografía, es la combinación metafísica perfecta para clavar a cualquier persona con rituales y maldiciones terribles sean actores, cantantes, políticos, banqueros, empresarios, gobernantes, obispos, militares, líderes sindicales, periodistas, locutores, directores de cine, escritores, televisos, teveaztecos, futbolistas, técnicos de fútbol sangrones, directivos de la FEMEFUT...

Con poquito que una persona famosa (o simplemente famosilla), le caiga mal a alguien en su entorno, o hasta del público en general pero que sepa principios de ocultismo, y de seguro se lo van a fajar en un santiamén. Y si tienen el libro Ocultismo Chino, más rápido lo harán pues entonces ni necesidad tendrán de contratar chamanes. Lo único que tendrían que hacer los atacantes sería irse rápidamente sobre la página 88 del libro, y consultar la sección Maleficio Enterrado. Una vez activado, este maleficio no solo amansa gente brava y pateadora en poco tiempo, sino que además los hunde en la desgracia para siempre, dándoles su merecido de acuerdo a su conducta. La mejor defensa para desvanecer este conjuro está en la página 105 del mismo libro, en la sección Neutralizando Embrujos.

Quien ya esté tocado por este maleficio y no ejecute periódica y personalmente el ritual defensivo para sacudirse la maldición, va a sufrir penurias hasta el día de su muerte. Eso si sus enemigos no le tocaron también a sus negocios, a su posición profesional, a los hijos, o hasta a la familia entera.

Por eso en China los padres educan a los hijos de tal manera que nunca provoquen en otros el infernal deseo de meterlos a un ritual como el antes descrito. En cambio, en México parece que los padres ladinos no tienen otro objetivo en la vida que enseñar a sus hijos a humillar y reprimir gente no-ladina. Y así les va a ir, porque si hasta ahorita les ha sido posible a los gachupas mexicanos patear esclavos y empleados indígenas y mestizos, de ahora en adelante no les arriendo ganancias. Cualquier mexicano, con el libro Ocultismo Chino en la mano, va a poner moro con maleficios a los abusones, aunque sean parte del Gobierno mismo, o del Ejército. Cuantimás a individuos más debilones por no pertenecer a instituciones mayores.

Ya sabemos también que las autoridades, sean civiles o militares, están acostumbradas desde hace cinco siglos a machucar gente no-ladina, acusándolas de crímenes inexistentes sabiendo que carecen del poder económico para defenderse. Pero lo más seguro es que de aquí en adelante sus víctimas los metan a ellos y a sus familias enteras en rituales tan terribles, que varias generaciones de sus descendientes pudieran quedar fuertemente afectadas por las emanaciones esotéricas de este conjuro.

Así que a los mexicanos no-ladinos les digo: ni aquí ni en el extranjero hay necesidad de continuar aguantando insultos y malos tratos de parte de gente maligna. Para defenderse de ellos se hicieron los rituales.

Eso sí, a los judíos gachupines no les va a gustar nadita el resultado.

Pero asi es la naturaleza de El Arte del Desquite.

PERMANENTE: Aunque frecuentemente me preguntan los lectores acerca de la posibilidad de que yo ejecute rituales para ellos, mi contestación es siempre la misma: Con los rituales descritos en el libro Ocultismo Chino, la persona puede hacer por sí misma mejores trabajos esotéricos que los de cualquier cardenal o chamán profesional, y sin necesidad de divulgarle secretos íntimos a extraños. En cambio, el lector puede obtener de mi parte algo todavía más valioso y secreto: A falta de mejor nombre le llamaremos a este objeto "caja negra." Su función es buscar el punto metafísico más favorable que garantice a la persona, y a toda su familia viviendo bajo el mismo techo, no solamente lo mejor del presente, sino del futuro. Sin importar a qué se dedica la persona, el objeto ayuda al propietario a convertirse en el tronco generacional que sostendrá metafísicamente a la familia de allí en adelante para que se afiance en el presente y en generaciones posteriores, manteniendo hijos, nietos y bisnietos la buena suerte y el poder esotérico adquirido inicialmente. Así se evitan fácilmente fracasos y encarcelamientos futuros en la familia (o se logran liberaciones en el presente), calumnias, pobreza, mala salud, mediocridad... Aunque claro, ¿cuánto vale tan preciado objeto, lo mejor del arte metafísico, que otorga tanta ventura a tantas vidas? Si usted tiene que preguntarse qué precio tiene la "caja," es que no puede costearse el precio para adquirirla. Para mayor información al respecto basta mandarme un e-mail (visionpf@direct.ca).