Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #125: Vicente: Ya Bájale de Güevos

No puedo hablar por los demás mexicanos, pero a mi el presidente Fox ya me tiene hasta la peluca con su insultante tonito de perdonavidas que utiliza al dirigirse habitualmente a los ciudadanos. Allá otros si quieren aceptar tal cosa y empinarse frente al "Mentirosillo"Fox, su hambre traerán.

El presidente, como todos los ladinos mexicanos, no siente necesidad de dirigirse al conquistado y oprimido pueblo con la cortesía que su posición y los tiempos que corren demandan. Siendo Fox gachupín, prefiere hablarnos exactamente como hablan en México a la indiada los descendientes de la manada original de espanholes aposentados por estos lares y liderada originalmente por el destazador Hernán Cortés.

Igual nos han hablado todos los presidentes priístas, pero al menos se cuidaban de no exagerar en público. En cambio, Fox no solo se dirige a nosotros como si fuéramos niños de kínder o estudiantes de colegio católico, también sacude el dedo índice para acentuar su desaseada locución. Y maldita la gracia que tal cosa me hace. Por eso rehúso a tomar el vinagre de su abuso verbal.

No es difícil deducir que la mañita la desarrolló Fox escuchando primero a sus maestros curas en el colegio católico y luego tratando cotidianamente con sus esclavos mexicanos en su obscenamente gigantesco latifundio apodado "rancho."

Pero yo, ciudadano pagador de impuestos, no deseo ser tratado como súbdito de Fox, y menos como su gato. Los mexicanos pagamos el sueldo a Fox, a la Amigocha, a los secretarios de Estado, a los funcionarios, a los generalotes, a los jefes de policía, a los burócratas todos, y por tanto merecemos respeto de parte de todos ellos. Porque viendo que nadie dice nada al respecto, ya hasta Marta habla con idéntico y rasposo acentito, no se diga el zar de Hacienda y los caraduras Macedo de la Concha y Gertz. Los miserables se sienten y actúan como señores feudales. Saben que en esta dictadura los ladinos gobernantes pueden decir y hacer lo que quieran con la indiada.

Fox gusta de asesores gringos. No sería entonces mala idea que buscara los servicios de un maestro de primaria americano para que en inglés (que parece ser su idioma predilecto) le enseñe los fundamentos de la cortesía que deben tener los gobernadores hacia los gobernados. Tal maestro le diría, en términos de negocios para que Fox entienda, que aquí el verdadero patrón somos nosotros los ciudadanos, no los funcionarios. Y si antes los ladinos podían trastocar los papeles impunemente, hoy ya no es tan fácil. Zedillo lo intentó y fracasó estrepitosamente.

Desgraciadamente y en pleno siglo XXI, los gobernantes mexicanos enseñan feamente el cobre ante la comunidad internacional. Porque hay países más jodidos que el nuestro, digamos Filipinas, donde los gobernantes aparentemente son tan corruptos y asesinos como los de aquí, pero donde al menos guardan las formas en público para no aparecer tan cavernarios como los ladinos latinoamericanos. En otras palabras, allá si están conscientes de la clase de tiempos políticos que corren actualmente.

El problema mexicano está entonces en que aquí los ladinos no son gobernantes porque dominen el arte de gobernar, sino porque dominan el repelente método gachupín de reprimir, explotar, robar y asesinar indios. Los funcionarios ladinos fueron a la universidad y la mayoría tienen títulos profesionales, pero eso no los capacita para gobernar, sino para trabajar en lo que se especializaron. Licenciados, economistas, médicos, ingenieros y contadores públicos no están capacitados académicamente para llevar las riendas de la nación. Y sin embargo eso hacen. Basta ser abogado ladino para ser funcionario y hasta tenemos un mercader, Fox, de presidente. Y así no se puede. Por eso se les está resquebrajando el país en las manos.

Algunos de los secretarios de Estado y diplomáticos de carrera estudiaron ciencias políticas, pero esa materia es de origen anglosajón y ajustado a la realidad política de esos país, no al de México. Por ejemplo. Los gringos estudian ciencias políticas en un país donde los gobernantes respetan su Constitución, no la destruyen con cambios estúpidos en cada sexenio o solamente porque un partido de oposición llega a la presidencia. Además, en las escuelas gringas enseñan a los estudiantes sus derechos como ciudadanos precisamente para que gobernantes tranzas no los opriman y por eso se convierten en los principales guardianes de sus leyes. Pero el sistema gubernamental americano es diametralmente opuesto al sistema ladino en México.

De manera entonces que un ladino mexicano graduado en ciencias políticas está tan capacitado para tomar decisiones políticas un este país como lo está un dentista. Ésa, y no otra, es la raíz de la debacle política y económica por la que atraviesa México. Por eso hay tanto cacique ladino violando toda clase de leyes sin que el presidente los pueda controlar y sin que la ciudadanía se oponga. Por eso los gobiernos extranjeros apabullan fácilmente a los gobernantes mexicanos, ya que éstos obtuvieron su conocimiento precisamente de los países apabulladores.

Ése es el terrible y secreto punto débil de los ladinos en Latinoamérica, su incapacidad total para gobernar. Sin embargo, los principios militares chinos dicen de los gobiernos que "No hay nada más visible que lo oculto." Por eso sabemos que los ladinos mexicanos ignoran totalmente el arte de gobernar y en su lugar utilizan la táctica de reprimir con violencia a la población. Ignoran que no es inteligente interferir ni con la dignidad , ni con las actividades, ni con las costumbres de la gente, mucho menos con sus leyes.

¿Ejemplos? Vea como en su profundo egotismo los priístas antes y los panistas hoy evitan guiarse por la Constitución original y por las experiencias de aquéllos que los precedieron en el cargo. Si eso no es estupidez, nada lo será. Hace ya tiempo que los indicios generales señalan que la conquista de México está llegando a su fin, aunque los gachupines mexicanos no quieran enterarse. Ellos siguen en sus monopolios y acaparando tierras, en el robo al tesoro nacional de miles de millones de dólares al año que terminan en sus cuentas de banco. Nunca aprendieron a hacer otra cosa que exprimir al pueblo con impuestos y con la religión más oscurantista, utilizándolo para consumir los productos que ellos fabrican. Los ladinos son expertos únicamente en el exterminio de indios a manos del sanguinario Ejército mexicano y aguantando la miseria más estrujante. Por eso les llamamos a esos desgraciados bestias en ropas, porque ignoran que la misión del hombre superior es mejorar su naturaleza, no empeorarla.

Las inevitables consecuencia de la política de explotación racial total hasta los ciegos las pueden ver, menos los conquistadores ladinos-judíos. México es ya un país peligroso, descontento, rebelde, conspirador. Los victimarios urden cómo hacer más dinero mientras las víctimas sueñan con el verdadero cambio. Nada de lo que la gente hace o dice es lo que parece: Los saludos superficiales entre la gente en la calle son amables todavía, pero por abajo del agua hay fuertes corrientes de violencia en el corazón de muchos ciudadanos. Hay planes insidiosos de resistencia, esperanza de cambiar el status quo y el orden de los eventos, mientras que por todos lados pululan espías del gobierno, pero también de los grupos de descontentos.

Mientras tanto, nadie en el poder se preocupa realmente por los agudos problemas del país, pues carecemos de gobernantes dignos del nombre.

Hablemos entonces del conocimiento que los ladinos mexicanos no aprenden en universidades gringas, canadienses o inglesas, mucho menos en las francesas o en la patética UNAM. Conocimiento que los miembros del gabinete panista debieran necesariamente poseer, pero que ni idea tienen de su existencia. Y como es de esperarse no están destinados a entender esta explicación tampoco, pero eso ya es otra historia.

Por ejemplo. De las ocho técnicas conocidas para destruir países desde dentro y sin necesidad de guerrear con otros países, el utilizar maestros incompetentes y curas que produzcan ciudadanos tontos y sumisos es una de las más efectivas. A los gobernantes gachupines mexicanos esta táctica les ha dado magníficos resultado durante cinco siglos. (Tanto que ahora ya hasta ellos se convirtieron en tarugos de primera clase. Vea: Los miembros del gabinete presidencial están recibiendo clases --carísimas y pagadas por la indiada, desde luego-- para conducirse mejor ante la prensa. O sea, para contarnos mejor sus mentiras. Adoran lo superficial, la faramalla, lo cosmético. Así, de ese tamaño tienen actualmente el cerebro los ladinos.)

Como era de esperarse, el ignorar verdaderos principios para gobernar lleva al presidente Fox continuamente al error.

Error de Fox es rodearse de pillos ocupando secretarías de Estado. Error de Fox es hacer lo que la Amigocha le aconseja. También error suyo es dejarse llevar por la satisfacción del triunfo al punto de mostrar indiferencia hacia la suerte de los ciudadanos y preocuparse más por los empresarios gachupines, hermanos étnicos de el.

Fox quiere gobernar a otros pero no sabe gobernarse a si mismo y esa carencia de humildad, generalizada por cierto en su gabinete, da paso a su descalificadora conducta, misma que nos repugna por soberbia.

La falta de método para gobernar es la raíz del autoritario tono de Fox hacia los gobernados. La educación religiosa nunca ha servido para preparar gobernantes, y precisamente debido a la falta de buenos maestros Fox no es exigente consigo mismo. No le enseñaron los curas que decir una cosa y hacer otra, mintiéndole desvergonzadamente al pueblo, es tratarlo como enemigo. Tal indisciplina lo llevará a encontrar ruina y rebeliones durante su mandato. Su administración va camino a ser arrastrada por la alta marea del rechazo nacional. Ese rechazo no será solamente hacia Fox, sino a todo su grupo étnico que tanta miseria ha generado para los mexicanos desde hace siglos.

Pero por lo pronto, yo me daría por satisfecho si cuando menos el presidente mostrara buenas maneras cuando se dirige al rebaño. Digo, al pueblo.

PROMESAS, PROMESAS, PROMESAS:   Dice el Fiscal de la Nación, Maceda de la Concha, que las procuradurías federales del país son de una "podredumbre cancerosa" escalofriante.

No lo dudo.

Pero, ¿dónde están ahora esos ex procuradores malignos causantes del caos legal y que traicionaron primero la confianza del pueblo y luego a su propia investidura profesional de tal manera? Pues gozando al máximo sus fortunas malhabidas, ajenos al mal que hicieron a tantas personas y al país mismo. Esto es México y hay impunidad para los funcionarios criminales pero ladinos, ¿no? Jodido El Cholo.

Maceda de la Concha prometió al principio de su gestión que dizque no habría impunidad y se llegaría "hasta donde haya que llegar." (Suspiro)

Todos los nuevos funcionarios ladinos provenientes de los tres partidos prometen eficacia y honestidad. (Pero ya sabemos qué significa esa frase: Nada.) Por eso la cancioncita de Maceda está bastante aplaudida. Porque luego la corrupción, las obligación étnica de no embotellar a sus hermanos, las obligaciones juramentadas de encubrimiento hechas para obtener el puesto, y demás tranzas perpetradas desde puestos gubernamentales cambian el modo de pensar de los procuradores.

Por eso el último brioso "fiscal de fierro" en la lista, Maceda, está haciendo lo mismo que quienes le precedieron en el hueso: Nada. Los procuradores que cometieron los crímenes que Maceda detectó andan muy felices de "catedráticos" en distintas universidades, "educando" a las próximas generaciones de fiscales de hierro. Los exprocuradores Carpizo y Valadés gozan de la buena vida en la UNAM. Otros, como Herrán Salvatti se fueron a continuar su perversa labor en otros estados. Mejor aún, a alguno (Madrazo Cuéllar) Fox le dio inmunidad diplomática y lo mandó a esconderse en algún consulado mexicano en el extranjero.

¿Pos no qué los militares mexicanos como Maceda son muy chingones y se tragan la lumbre a puños?

Ja, ja ja.

Pero es que no es lo mismo encarcelar y condenar a la pena capital a soldaditos mexicanos prietos, que perseguir ladinos judíos grandallones y protegidos desde la Presidencia panista.

¿Verdad, general-fiscal espanta-niños?

METAFÍSICA:   Son varias las personas que han pedido mi intervención para ayudarles con rituales a solventar sus problemas personales. Nada malo hay en eso, ni me molestan sus preguntas o peticiones en lo más mínimo. Al contrario, la comunicación con lectores interesados en rituales me inspira a tratar más temas de metafísica. Pero igual aprovecho la ocasión para explicar el amplio poderío de los rituales chinos y tratar que los interesados en metafísica aprecien más su utilidad.

El ritual chino básico de la columna 14, y sus variaciones dispersas en algunas otras columnas, genera una fuerza metafísica similar a la emanada de los mejores rituales hechos en templos budistas, taoístas o católicos, por mencionar los más conocidos. No por ser de gratis es necesariamente un ritual de poca importancia. La única diferencia entre los profesionales de la religión y los laicos que hacen el ritual chino básico es que usualmente los primeros tienen más fe en lo que hacen.

Ahora bien. Al revelar algunos secretos esotéricos a los demás mexicanos mi deseo es que se beneficien con ellos y, si así lo desean, dependan menos de falsos sacerdotes que solamente explotan su credulidad. Los rituales chinos sirven para afectar lo mismo personas que cosas, lo mismo para asuntos de salud que de trabajo o de política, lo mismo para atraer el amor que para alejarlo, lo mismo para perseguir a otros que para defenderse de ellos. En pocas palabras, nadie necesita realmente mi ayuda y ésa es la idea detrás de la información en esta columna. Solamente hay que creer en los rituales y echarle ganas. Eso es todo.

Mi intención al escribir de metafísica es compartir con otros la buena fortuna que tuve al aprender metafísica de alta clase. No es anzuelo para atraer clientes, estudiantes o seguidores. Tampoco pretendo intervenir directamente en los asuntos de nadie, pues el ritual básico descrito en mis columnas resuelve la gran mayoría de los problemas personales que cualquiera encuentre en la vida. Además, mi libro de metafísica china (que ya pronto estará traducido totalmente al español) eleva el porcentaje de eficacia de tales rituales al 99%. Los otros rituales que componen el uno por ciento restante para alcanzar efectividad total en la metafísica china no son necesarios a la mayoría de la gente, puesto que implican alterar las funciones de transnacionales, ejércitos y países.

En los únicos asuntos que meto la mano es en situaciones serias que afecten a grandes números de personas. Esto debido a la magnitud de la fuerza metafísica necesaria para resolver tales situaciones. No importa si es para sacar o meter gente al botellón, o para cerrar o abrir negocios, o para trascender las fronteras de países chicos o grandes. Mientras el asunto sea interesante para mi, y tenga el tiempo libre para ello, aceptaré estudiar al menos el caso.

Así que, lo mismo hombres que mujeres, denle duro al ritual básico y ustedes mismos cambiarán eventualmente el curso de los eventos que les quitan el sueño. Los dioses siempre escuchan a quienes son sinceros en sus peticiones, a quienes tienen fe en el Cielo.

Que no los asuste pues nada ni nadie, nomás no le aflojen a los rituales.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 2001, Francisco J. Vargas