El caso del inepto canciller Jorge Castañeda, y sus burradas en la diplomacia mexicana, es similar a la hilarante historieta china de aquél pato feo cuya insana soberbia le hacía creerse hermosa ave fénix. O sea, un funcionario amateur tratando en vano de hacer el trabajo de un profesional. A Castañeda nomás no se le da actuar con decencia.
Lógicamente un presidente tramposo como Mentirosillo Fox atraerá y se rodeará de secretarios marrulleros como Castañeda, pues como es el jefe serán los subordinados. El Cocacolo busca cómplices, no gente capaz en la administración de gobierno. Por eso empezó la era Fox con la burlesca mentira de que "por amor a México" ningún miembro del gabinete cobraría durante la transición, seis meses antes de tomar posesión. Y fue tanta su avaricia y desesperación por esquilmar al pueblo, que nos mintieron y cobraron antes de merecerlo, evidenciando así su vil naturaleza. Y hasta la fecha no han cambiado de carácter, pues solamente mentiras nos dicen el presidente grandallón y sus compinches disfrazados de secretarios de Estado.
Y lo que tenía que pasar, pasó: En el campo de la política exterior sus mentiras arrastraron al abismo del ridículo al presidente Fox y a su amateur canciller Castañeda. Claro, allí tienen que enfrentar a gobernantes extranjeros listos, no a indios dejados, persignados y cagados del miedo hacia los gobernantes ladinos como nosotros.
Sucedió pues que Castañeda y Mentirosón Fox se han dado terrible e histórico frentazo diplomático por tratar de ningunear a Cuba. Ya sabemos que el secretario de la SRE, Castañeda, carece de capacidad mental para aquilatar las pavorosas consecuencias políticas del revés, así que vive feliz en su ignorancia. Pero Vicente Fox pasará a la historia de México como el primer presidente ladino mundialmente humillado por Castro.
Todo porque en su injustificada insolencia, Fox creyó ser más importante e inteligente que el jefe de Estado de una pinchurrienta islita caribeña: Cuba. Y con todo y la disparidad de tamaño entre los dos paises, Fox ha recibido humillante e inolvidable leccion a manos de Fidel Castro. Bien dice la estrategia china: "Son las piedritas las que causan el resbalón y la mortal caída, no las piedrotas." Lección recibida por cierto no nada más por el hoy espantado Fox, sino también por varios de los presidentes americanos que se han topado con Castro. Porque ni el presidente Kennedy ni el presidente Carter escaparon a las graves picaduras políticas que suele dar el comandante Castro a los incautos que le sacuden el panal.
Pero el destrampado canciller Castañeda, encerrado en ese extraño e ilusorio mundo mental que habita el solito, se convenció a si mismo de ser más chingón que los gringos, e irresponsablemente retó a Castro a una partida política de ajedrez. Y el comandante cubano, sin siquiera parpadear, ha asestado una sola jugada maestra de jaque mate que aplastó al pobre canciller con eso qué los niños llaman burlonamente "la jugada del pendejo."
El exceso de sexo tiene al barbón Castro amarillento, tembloroso y casi completamente gaga, pero todavía le quedan suficiente neuronas para sacudir a políticos inexpertos como Fox y su güerito Sancho Panza de petate cuya mejor gracia es, aparentemente, hablar y leer inglés. Al menos presume de leer mucho el periódico gringo apéndice del imperio periodístico del Vaticano: The New York Times.
Bendito sea dios, que nos ha maldecido con estos mochos tarugos y ladinos que nos gobiernan. Mire que confiarse Mentirosillo Fox en una línea abierta en su ya famosa plática telefónica con Castro. ¿Dónde están los consejeros gringos de Fox que pagamos a precios de oro? ¿Dónde están los mentados "jefes de inteligencia" ladinos entrenados en Gringolandia?
El gabinete de Fox me recuerda la hilarante serie inglesa de los 80's, Yes Minister, en la que unos gobernantes tarados, que en mucho se parecen a los mexicanos, desgobernaban pensando únicamente en impulsar sus propios intereses. A lo peor, Castañeda y demás colegas panistas que lo acompañan piensan que Yes, Minister no era comedia televisada, sino reflejo de la realidad y modelo a imitar. Nada más que de este lado de la pantalla de televisión el quehacer de gobernar es mucho más delicado, ya que un traspiés político puede tirar violantemente del macho a cualquier gobernante o reyezuelo por muy soberbio que sea.
Precisamente la grandeza de los gobiernos de países de Primer Mundo estriba no en que sean blancos de piel y hablen inglés, como piensan equivocadamente Castañeda y Fox, sino en su agilidad mental para cometer los menos errores posibles. Por eso esos países progresan y los mexicanos retrocedemos.
Sobre todo, cualquier jefe de gobierno que no sea mexicano sabe que no se deben emplear secretarios de Estado ni generalotes que estén agobiados por la mala suerte. Como Castañeda, que está salado. Su mala suerte afectará al país, pero también al patrón, por eso arrastra a Fox en su caída libre. Y eso que todavía no sabemos si los cubanos le aplicarán ritualillos de santería a Castañeda. Y de pasada también a Fox, porque no veo en Los Pinos a ningún charro negro vaticano capaz de neutralizar rituales de magia negra caribeña, así que hasta en eso pagaremos los mexicanos la ignorancia de nuestros "líderes."
Castañeda debería saber que únicamente las peleas deciden al campeón, no la palabrería vana. El y Fox no tienen nada que hacer frente a un campeón mundial de la política: Castro. El canciller tiene mucha teoría de ciencias políticas en su cabecita, pero nada de experiencia práctica en las lides internacionales. Por eso, cual pescaditos en la mar, se los tragó el tiburón Fidel, fajador que si sabe de combates en el campo de batalla y en la política.
Al parecer Castro exhibió a Fox y a Castañeda porque el par de tramposos se quisieron pasar de listos llamándole mentiroso al barbón en lo de su recortada visita a Monterrey. Pero Castro no tenía obligación de taparles su caca a los dos ladinos mexicanos, y los exhibió como lo que son: Pendejos y mentirosos. El problema es que aunque Castañeda es un incapaz profesionalmente hablando, encontró la manera de lamberle las botas y halagar en privado al vanidoso Fox, por eso no hay esperanzas de su despido.
Así que preparémonos para más escandalitos futuros del canciller, quien se enojó porqué Castro difundió la grabación entre Fox y Castro considerando el hecho como juego sucio. Es decir, el inocente creía que la política era limpia y nomás el podía jugar sucio. A ese grado llega su inexperiencia profesional. Ya había cometido Castañeda la tarugada de permitir a la policía cubana entrar en la embajada de México en la isla, que es lo mismo que si hubieran entrado al país mexicano. Y el tarugo no sabe todavía la diferencia. Luego, el canciller le quiso jalar los bigotes al tigre Castro y cuando el felino le dio el zarpazo se llamó a ofendido. Olvida que primero, en un arranque estúpido y prepotente, el solito le quiso cambiar grosera y unilateralmente el nombre a Cuba. Luego propició un desagradable encuentro de Fox con disidentes cubanos en la propia isla mientras el y Fox eran huéspedes del barbón (y después se quejaban de que Castro quería meterse en la política interna de México). ¡Hágame el cabrón Favor!
La cereza de la tortilla fue el voto contra Cuba en Ginebra.
Y todavía se espantan Fox y su achichincle de que Castro les revirara un bofetón por malcriados al dar a conocer la curiosa conversación privada que ya es pública. Lo dijo Castro muy claro: "El aventurero canciller mexicano arrastró en su perfidia nada menos que al presidente de México. No podían usarse nuestras pruebas (de que Fox mentía) sin implicarlo. Tal vez esto los condujo al error de creer que nos resignaríamos al golpe sin que se destapara la caja de Pandora."
Pues si. A ver si luego Castro no manda guerrilleros a México para sacarles un susto al par de güeyes. Muchos quisieran la renuncia del par de nacos, pero yo digo que hay que dejarlos en su lugar a ver qué más babosadas hacen desde Los Pinos.
(Para empeorar las cosas sale el secretario de Gobernación Creel a decir que "velaremos por los derechos humanos de los cubanos." Pero es que nosotros le pagamos para que vele por los derechos nuestros. Y en el colmo de la imbecilidad agregó: "El presidente de Cuba no tiene palabra." Ajá. Ya se le olvidó al Pinocho Creel que el mismo prometió no cobrar sueldo durante la transición y lo cobró el muy mentiroso. Bien dicen los gringos: "Nunca mandes a un niño a hacer el trabajo de un hombre.")
Y por si todavía quedaran dudas de la mezquindad humana del canciller Castañeda, quiso después echarle encima la mexicanada al líder cubano diciendo que después del escándalo de la llamada de Fox a Castro, Cuba descaradamente pidió un crédito a México. Y los "profesionales" medios informativos mexicanos publicaron el infundio sin contrastarlo con funcionarios de Cuba. Al final, para vergüenza de todos nosotros, se aclaró que todo fue un embuste más del canciller. Con razón el canijo se creé "inteligente," pues está rodeado de nacos peores que el.
Imagínese el nivel de inteligencia de Castañeda: Su héroe es Brozo, un patético payaso ladino que solamente a los gachupines como Fox hace reir.
Y en lugar de poner pecho a lo hecho, los ladinos de Los Pinos mandaron a su lacayo Enrique Krauze a decir mentiras sobre la "democracia" mexicana, aparte de la vergonzosa refutación sobre la conversación que oficialmente hizo un tal Elizondo, vocero presidencial más teatrero que un merolico. El Elizondo de marras resultó ser un manipulador de masas, un orador de carpa de circo. Quiso influenciar a los mexicanos con alzaditas de voz propias de priísta del siglo XX, muecas y dramáticas levantaditas de cejas incluidas. Digno todo esto de un gobierno tan callejero como el de Fox.
Con todo y eso, "en México nunca pasa nada" y el presidente y su canciller despachan como si nada. "Anecdótico," como el mismo, le llamó Fox al incidente. Dice, como cuando la transición, que mintió "por amor a México." Al cabos que pueblo más tarado, digo más aguantador que el mexicano, no hay sobre la faz del planeta.
Juar, juar, juar.
LOS GENIOS LADINOS: Con la novedad que Gobernación adquirió (con nuestro dinero) un sofisticado y caro sistema de computación que dizque cumplirá la función de "detector de problemas políticos." (Irá a hablar, yo creo.)
Se preguntará usted: ¿Y qué es un detector de problemas políticos?
Pues según el vocero de Gobernación que dio la noticia, el sistema es para "tomar decisiones," acumular fotografías satelitales mezclándolas con mapas de México y producir (no dijeron cómo) "alertas de conflictos sociales para todas las dependencias de Gobernación."
Así, los genios políticos ladinos podrán construir escenarios y prevenir conflictos civiles. Servirá también para identificar el perfil de grupos (de malcontentos) y dará la solución para neutralizarlos antes de que se conviertan en amenaza para los gobernantes.
En un impulsivo alarde de neuronas, el vocero afirmó que para el Gobierno es hoy día más importante analizar la información pública que la información de inteligencia (¿excuse me?). Dizque la información pública permitirá a los agentes de Gobernación "adelantarse a muchos acontecimientos." El (mal) ejemplo dado fue que si hubieran tenido antes este sistema a la mano, se hubiera evitado el problema de Atenco.¿Será?
¡Claro que no!
A menos que el mentado programita de computación hable y apunte con un dedo, yo no veo a nadie en el gobierno capaz de analizar nada. Es como comprarle el último alarido en ajedrez de computadora a un pequeñín retardado mentalmente: No le servirá de nada, pues el problema está en el cerebro del infante, no en la computadora. En México el nepotismo y el monopolio ladino en el poder tiene todo arruinado.
Aquí los funcionarios son explotadores de indios, no servidores, por lo tanto nunca han desarrollado inteligencia. Cuando se inventó el ferrocarril, nos dijeron los gobernantes que el progreso llegaría, y no llegó. Cuando se inventaron el telégrafo, la radio, el teléfono y la televisión dijeron que desde el poder harían maravillas para gobernar, y solamente sirvieron al Ejército y para espiar disidentes y acumular bancos de información con los nombres de descontentos políticos. Así que este nuevo juguetito de computación fue otro desperdicio de dinero.
El progreso llegará cuando los ladinos mexicanos dejen de robar y explotar al país, cuando verdaderamente utilicen las cosas para lo que fueron creadas, no para incrementar el robo y la represión sobre los mexicanos no-ladinos. En otras palabras, cuando piensen primero en México y no en ellos mismos.
O sea, nunca.
EL MEJOR VENDEDOR (DE PATRIAS) DEL MUNDO: "Vende-patrias," le gritaron en público y en su cara recientemente unos estudiantes a la zorra Fox. Pero a los sinvergüenzas gobernantes ladinos mexicanos los insultos se les resbalan por el lomo. Todo apunta, sin embargo, a que los estudiantes se quedaron cortos: Fox está batiendo todos los récords de presidentes mexicanos en eso de vender al país.
En México solamente hay explotación y retroversión. No hay buena educación, no hay investigación científica, no hay impulso a la ley y el orden, ni hay control de calidad en nada. Lo único que abunda por aquí es la propaganda católica, panista, priísta y perredista. Aquí llegan los presidentes (y las presidentas) a Los Pinos a vender lo que hay porque son incapaces de producir. Por eso el presidente-mercader dijo públicamente que su presidencia es de abarroteros: Venden luz, petróleo, concesiones, gente para maquilas, terrenos expropiados a los indígenas, y presos mexicanos extraditados a los USA . Todo lo que no este clavado al suelo, lo venden los cabrones.
Y la mexicanada que se hinche. Porque como México no hay dos, cuñado.
* Master, Estrategia Militar China
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