Este país es Jaujalandia para los foxistas-panistas, con el Alacrán Güero Fox y la Tepocata Marta a la cabeza, pues están literalmente vaciando el país desde Los Pinos, a ojos de todo mundo...¡y nadie dice nada!
Los intereses de gobernantes y gobernados, en todas partes, son diferentes por necesidad: Los gobernantes nomás traen la de chingar, por eso se esconden para robarnos. Viven en la secrecía y detrás de muros y vallas metálicas, protegidos por soldados y policías armados hasta los dientes. Pero caray, en México los gobernantes ladinos exageran: No roban, sino que literalmente chupan la sangre del pueblo. Igual hacen sus hijos y cómplices. En consecuencia, el crimen se extiende por todo México, pues Como es arriba es abajo.
Ya desde ahorita los detestables candidatos a Presidencia -AMLO, Madrazo y Feli-Pillo Calderón- gozan de partidas millonarias que se adjudican ilegalmente y gastan a su entera discreción o simplemente lo depositan en sus cuentas de banco personales como hizo la candidata Patricia Mercado, al fin que es nuestro dinero y no hay obligación legal de auditarlos. No se diga los foxistas-panistas, incluyendo a sus cómplices los generaletes verdes y obispos, quienes se están beneficiando enormemente a costillas de los pobres, y todavía tienen el descaro los panzones vaticanos de decir que "defienden a los pobres." ¡El hocico se les haga chicharrón! No en balde todo mundo quiere robar y hacerse rico sin capital, pues con el ejemplo de gobernantes y obispos basta para hacer criminales a millones de habitantes.
Pero digo, ¿en qué estamos pensando al dejarlos hacer? No es malo del todo ser algo tarugo, pero no hay que exagerar. Algo de orden tendríamos que exigir de esa cueva de ladrones que es el Congreso.
El robo gubernamental al pueblo (incluyendo el criminal saqueo de reservas de divisas que al Alacrán Güero Fox, el Parásito de Hacienda Francisco Gil, y el repelente Sapo del Banco de México Guillermo Ortiz están perpetrando con el encubrimiento de legisladores y medios de [des]información) para causar la devaluación del peso, es espantoso...y con el total consentimiento de los verdaderos dueños del país, los gringos (vea usted que los tres candidatos a Presidencia están asesorados por politólogos gringos). La inminente devaluación beneficiará únicamente a los ladinos en el poder, puesto que saben de antemano cuándo va a ocurrir exactamente y especularán con el peso mexicano para hacerse todavía más ricos.
¿Por qué la indolencia de los americanos ante el saqueo foxista, si pagan caro su descuido aunque sea con enorme número de mexicanos ilegales en su país? Pues quién sabe, oiga, mejor se lo dejo de tarea a usted que es listo. Pero ni la entrega del petróleo justifica tamaño error estratégico de los gringos, por más que sean hermanos étnicos de los gobernantes mexicanos. Militarmente, están sacando mal las cuentas en Gringolandia. A menos que ya quieran anexarnos oficialmente. Total, México se está quedando vacío al emigrar peblos enteros. Y si nos va mal económicamente a la mexicanada en nuestra propia tierra, la frontera México-USA se va a calentar militarmente más de lo que imaginan en Washington. Ya sé que los gringos detestan que un mexicano no-ladino les diga lo que a ellos no se les alcanza, pero después podrían verse obligados a convertir de golpe en ciudadanos americanos a toda la indiada: Imagínese nomás que la gringas empezaran a parir gringuitos mestizos. Bueno, pues esas serían las consecuencias más inofensivas como resultado del nefasto Sexenio de Hidalgo (chingue a su madre quien deje algo), que impuso por sus güevos Vicente El Ombligo del Mundo Fox.
Sí. Antes los gobernantes ladinos saqueaban discretamente durante cinco años, y luego el último año se desataban robando a diestra y siniestra porque ya iban de salida y a la gente se le olvida todo con la llegada de nuevos gobernantes. Por eso entre las elecciones para presidente y la toma de posesión pasan seis meses, para dar tiempo a que los pillos que se van tapen sus robos adecuadamente. Pero el muerto de hambre Vicente Fox, la Rata Marta, sus familias, y la numerosa pandilla de ladrones apodados "secretarios de Estado" llegaron jariosos al poder (como lo vaticiné correctamente desde antes de las elecciones del 2000), y decidieron robarnos durante el sexenio completo, así no tendrán problemas económicos en su vejez (los pendejos tendrán "únicamente" problemas metafísicos, ja, ja, ja).
Porque con los rituales chinos se cumple la regla de Como es arriba es abajo. O sea, rituales los necesitan tanto los malos como los buenos, pues hay veces que aún siendo honesta la persona la ley pudiera perseguirla pues hay autoridades que como en México, suelen ser gángsters trabajando en el Gobierno. Por ejemplo, cuando la policía o el ejército persigue la persona, esta simplemente activa cierto ritual taoísta y literalmente "desaparece," haciendo imposible que la encuentren sus perseguidores aunque le vengan pisando los talones. Yo mismo me vi obligado a utilizarlo exitosamente en cierta ocasión hace décadas. Con este interesante ritual un general chino de hace dos milenios llegó a desaparecer con todo y tropas -es decir, cientos de personas- prácticamente frente a los ojos del ejército que lo perseguía, y volvió a reaparecer horas después cuando el enemigo estaba ya lejos del lugar. Pero por el momento a nosotros nos interesan los rituales chinos de desquite para poner de rodillas a los verdugos que nos hacen sus víctimas desde puestos de Gobierno.
Hemos señalado suficientes crímenes de los gobernantes al grado que ahora legisladores, magistrados y hasta el propio Mariquita Fox evitan descararse al hacer sus marranadas, escondiéndose de nosotros precisamente porque ya están sintiendo los efectos de los rituales chinos. La Rata Marta ya no roba a la luz del día, tampoco se atreven a enseñarnos de nuevo los güevos los senadores cada que nos atracan con sus corruptas "leyes," y los abusivos changos verdes ya no atropellan civiles tan escandalosamente en la calle. Mucho menos hay fiestas en Los Pinos cada que Fox y compinches transgreden la ley para robarnos, como sucedía a principios de este sexenio maldito. Los animales vestidos que son los judios gachupines en el poder (no tienen ni elemental noción del significado de la reputación, y así se atrevieron los cabrones en el pasado a poner en duda si los nativos mexicanos tenemos alma) han comprendido que la retribución metafísica no es superchería. Hasta aquí, solamente conocían el placer de obtener puras ganancias desde posiciones de poder, pero les llegó el momento de sentir en su propio pellejo el dolor de perder.
A estas alturas la totalidad de funcionarios foxistas están tocados por las peticiones del meteorito rojo y eventualmente se arrepentirán hasta de haber nacido, pues los dioses son implacables cuando imparten justicia. De ahora en adelante los "malnacidos" serán ellos y sus descendientes, no la indiada. Civiles, militares, religiosos y los cómplices de los gobernantes criminales habrán de enfrentar sus crímenes contra el pueblo y sus huesos crujirán como los de cualquier otro criminal bajo la rueda de la justicia. Saben que su reinado en México llega a su fin, por eso los crímenes que antes hacían de día hoy los hacen de noche.
Más que en otros robos fraguados en Presidencia (con la total complicidad de la Corte Suprema y Congreso), el agente viajero disfrazado de presidente, Vicente Fox, nos demostró con el pestilente asunto de la Ley Televi$a que él llegó al poder únicamente a robar en nombre de los gachupines ladinos del Imperio del Mal. Rechaza también hacerse responsable de los constantes errores administrativos de sus colaboradores, porque no quiere ni pensar en devolverles el dinero que ellos pagaron por sus huesos. Por eso dice constantemente que él no despide funcionarios, o sea quien compre un puesto a Fox (o a la Rata Marta) será mantenido hasta el final aunque sea incapaz. Los presidentes priístas eran igual de sinvergüenzas que Fox, aunque al menos cambiaban de puesto a los colaboradores incapaces, acuérdese los distintos huesos que el maricón Ernesto Zedillo dio a José Ángel Gurría, por ejemplo, funcionario corrupto cuya única habilidad fue robar al pueblo y repartir el botín con sus jefes. Desafortunadamente, igual de podrido que Fox lo será el próximo presidente, miembros todos ellos de la casta divina de explotadores espanholes. Para gobernar un país hay que amarlo, no odiarlo como hacen los judíos en el poder. Así que si usted piensa que las cosas cambiarán en México solamente votando por otro ladino como AMLO, Feli-Pillo o Madrazo, mejor nos iría a todos si despierta pronto de su sueño nada seductor.
El nuevo Ombligo del Mundo, Vicente Fox, se exhibió como lo que es, encomendero de indios y criminal empedernido, al ignorar altivamente a la sociedad entera que le exigía vetara al menos la abusiva Ley Televi$a. Los judíos en el poder actúan igual aunque militen en diferentes partidos políticos porque son los mismos explotadores, de manera que Fox le dio una puñalada por la espalda al pueblo al actuar exactamente al revés de lo que su obligación de gobernante le demanda, y subrepticiamente como ladrón profesional que es, esperó a que la ciudadanía tomara sus vacaciones de semana santa para arteramente legalizar publicándola en el Diario Oficial, la maligna Ley Televi$a. Esa trapacería, última en las miles que Fox ha hecho contra México, y las que habitualmente hacía el maligno gángster Al Capone, son idénticas. Es decir, en Vicente Fox tenemos a un criminal haciéndola de presidente viajero.
¿Y qué decir de los apestosos diputados y senadores judíos que no hacen más que robar al pueblo con las leyes que hasta de madrugada promulgan para que no los critiquen sus víctimas? Con sus acciones durante la aprobación de la Ley Televi$a demostraron que el cuarto poder, en México, es el primer poder. ¿Y la ley? Ah, esa se la pasan por los güevos los legisladores encargados de velar por su correcta aplicación. Por eso nadie habla en voz alta de la próxima devaluación que desde Presidencia se está fraguando contra los mexicanos, pues todos ellos están en el ajo de la devaluación manipulada, crimen que es traición a la patria, crimen merecedor de paredón para los involucrados. Y crimen que aguantaremos con la boca cerrada como los imbéciles en que nos han convertido los obispos predicándonos que hay que "poner el otro cachete" y exclamar resignados "sea por Dios." La tenían chicha, ¿eh?
Pero como decía, al menos ya se esconden los gobernantes ladinos para hacer sus maldades, como sabandijas que son. Ya están conscientes que sus víctimas los estamos viendo, y que metafísicamente nos vamos a desquitar de sus robos. Ciertamente han gozado de quinientos años para protegerse contra las reacciones físicas del pueblo hacia ellos, pero no contra los rituales chinos. Cualquiera puede agarrar un dólar o cualquier billete, escribir su nombre y fecha de nacimiento en su superficie dedicándolo a los dioses de su preferencia, y quemarlo junto con una petición del meteorito rojo, lo cual es suficiente para partirles su madre a los gobernantes ladrones gozando de inmenso fuero terrenal, pero no divino. Hay que perseverar en la práctica de rituales chinos y quema de peticiones hasta que refinemos nuestro poder metafísico, como aquél niño chino que tanto talló y talló una piedra hasta que hizo de ella una aguja.
(A ver, ladinos ladrones, blíndense contra la metafísica china si tan chingones son. Si se pudiera ya lo hubieran hecho, ¿verdad?, pues por ganas suyas y de los obispos no ha quedado. Pero para blindajes esotéricos, nomás los míos. Después de todo, Una petición del meteorito rojo es mucho más que la simple suma de sus partes. Traduccion: Yo soy el gallo, ustedes las gallinas. ¿No les gusta? Pues que malo, ¡hínchense! Juar, juar, juar.)
Por eso la petición del Meteorito Rojo 27 va dirigida contra gobernantes ladinos pillos que piensan irse felices del Gobierno mexicano a final del año a gastar sus fortunas presumiendo su nuevo status de nuevos ricos, llámense como se llamen y del partido político que sea. Lamento despertarlos a la realidad. Al abrir los ojos, los sueños quedan atrás y la verdad es que sean civiles o militares, los pillos que han actuado contra los mexicanos tendrán que enfrentar encuerados los rituales taoístas de desquite. En lugar de disfrutar el botín, pasarán el resto de sus vidas huyendo de las consecuencias metafísicas de sus crímenes contra el pueblo. Pronto descubrirán que desde la horca esotérica el panorama se ve mucho más diferente que desde Los Pinos. Como el niño que nunca ha experimentado las consecuencias del fuego, los imprudentes ladinos en el poder se carcajean de todo conocimiento metafísico que no sea judío (con eso que dizque los "escogió Dios," ja, ja, ja), y no sólo no temieron la llama que brotó bajo sus nalgas, sino que la quisieron agarrar con la mano y por eso la chamuscada les va a doler por buen rato.
Mientras tanto, y como los efectos metafísicos de desquite toman cierto tiempo para empezar a causar efecto en la Tierra, no esperemos hasta que los ladrones se vayan del poder para pegarles. Este es el tiempo adecuado para empezar a acorralarlos, ya que restan pocos cambios de caras durante el resto del sexenio foxista. Para cuando se quieran poner bravos, ya estarán tocados completamente. Basicamente, casi no habrá nuevos funcionarios en los próximos meses.
Dice la estrategia militar china: Hay que pegarle con todo al rival cuando va de salida. Aquí es entonces donde se abre una trágica ventana de tiempo donde el enemigo que se va está debilitado, y el que llega todavía no sabe ni dónde está parado. Tiempo es entonces de cerrar las puertas, exactamente como ellos los conquistadores hacían cuando masacraban indios, y ejecutarlos metafísicamente y en masa por sus crímenes. A ver a qué les sabe su propia medicina.
En cuanto a los funcionarios que llegarán con el próximo presidente, primero hay que identificarlos y contarlos bien. Así que ellos pueden esperar un rato por su retribución, pues lo primordial ahorita es echarles el lazo metafísico a los ladinos que ansiosos se dirigen a las puertas de salida.
Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.
Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.
Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.
Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
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