Los judíos son unas magdalenas cuando de quejarse de la chinga que les infligieron los alemanes se trata. ¡Qué bárbaro, cómo chillan! Hollywood casi no produce películas que tengan otro objetivo. Y en literatura gringa y europea, mientras más infle un escritor judío el número de muertos en el holocausto más aseguradas tiene fama y difusión. Bendito sea dios. Pero eso no me parece ni mal ni bien, cada quien hace su luchita en lo que le conviene. Si hay gente que se traga sin agua la propaganda judía, pues provecho. En los documentales donde entrevistan a supuestos sobrevivientes judíos de los hornos alemanes, sorprende el alto número de los que mienten según delatan sus movinientos corporales: O no estuvieron ahí, o exageran.
Sin embargo, ese no es pleito mío. A mí me importa México, y ya.
Lo que ya me parece de locura es que a resultas de mis críticas a los gobernantes gachupines judíos genocidas que soportamos en México (por criminales, no por judíos ni por espanholes), haya quien se atreva a escribirme acusándome de "neo-nazi." Juar, juar, juar. Tan ni me importan los judíos, que por mí pueden irse todos ellos a chingar a su madre y no perdería el sueño ni el apetito. En mi mundo, y posiblemente en el planeta, los judíos son tan indispensables como un dolor de muelas. ¿No les gusta cómo pienso? Pues entonces háganle como quieran. Ya sé que la propaganda judía pregona que son muy chingones, que matan y entierran, que mascan rieles...pero a mí no me asustan. Yo no voy por el mundo con miedo a nadie, pues la vida me curó de espantos. Son los demás quienes me tienen miedo, pues quien asusta soy yo. Punto.
Lo lectores de esta columna saben de sobra mi opinión: En México son los judíos espanholes quienes causaron y mantienen el genocidio racial, cultural y económico. Comparado con el holocausto causado en México por los ladinos, el de Alemania fue picnic primaveral. El espantoso exterminio que nos han impuesto desde la Conquista es crimen suficiente para mandarlos a todos ellos al paredón hasta que no quede ni rastro de su paso por este mundo. Porque lo peor es que no nada más fue México víctima de esos animales vestidos. En toda Ladinoamérica, judíos espanholes y portugueses, estúpidos sin otra gracia que asesinar y robar sin piedad, exterminaron y exterminan a cientos de millones de nativos. Y eso que dizque "Dios habló con ellos" (ja, ja, ja), ¡qué tal si hubiera sido el Diablo su interlocutor! Si esos malolientes bárbaros peludos hubieran hablado con Dios, entonces el Paraíso estuviera habitado por demonios. Es decir, nos mienten. Porque si de decir babosadas se trata, yo podría alegar que anoche vino Dios a jugar ajedrez conmigo y nos echamos unos tequilas mientras contábamos chistes. Pero solamente un imbécil creería tal barrabasada.
¿Por qué se creé entonces la indiada mexicana el hilarante cuento de la religión católica-judía? A saber. Lavado de cerebro, quizás, ¿qué más?
Lo que sí sabemos con certeza es que en México quienes sobran son los advenedizos judíos conquistadores, no nosotros. Lo que nos daña a los mexicanos no-ladinos, y mientras más pronto lo entendamos mejor, es que los chacales espanholes de dos patas que han gobernado México empezando por Hernán Cortés y hasta la fecha con el Alacrán Güero Vicente Fox, han sido y son judíos todos ellos. Igual de judíos son AMLO, Madrazo y Feli-Pillo Calderón (ojalá y este repelente enano ladino "gane las elecciones" en julio para darnos vuelo escribiendo otros seis años sobre los incompetentes gobernantes).
Por ejemplo. Judíos han sido y son en México los actores de teatro, radio, cine y televisión, los recitadores de noticias y juegos deportivos en televisión y radio, los magistrados de la Corte, los televisos y tvaztecos, los obispos, los generaletes verdes, los banqueros, los empresarios, los funcionarios y autoridades municipales, estatales y federales, los políticos de todos los partidos, los dueños de medios de (in)comunicación, los líderes sindicales (Gamboa, Napito, Elba Esther...), los encomenderos de indios como el Gran Caca Fox ("mi gobierno será de empresarios para empresarios," alardeaba el pendejo), los senadores y diputados, los dirigentes de las asociaciones deportivas gubernamentales y privadas, los dueños de los principales comercios en todo México, etcétera.
Su único objetivo, obvio, es explotar México bajo la batuta del Imperio del Mal.
Bueno, con decirle que hasta la "Historia" mexicana está manipulada por los judíos. Los falsos "niños héroes" ladinos (que de niños no tenían nada pues ya estaban bastante peluditos) fueron cadetes espanholitos ladinos que estudiaban diligentemente -como hacen hoy los cadetes del H(ueco) Colegio Militar- para reprimir y asesinar indios alzados. ¡Y hoy los niños mexicanos en las escuelas, instruidos por maestros traidores a la patria, les echan porras a esos aprendices de genocidas uniformados! Alguien debiera decirnos que los militares son asesinos, que solamente gente de mal corazón mata y admirarlos es una estupidez. Sucede que a los "niños héroes" les tocó la de malas y se los chingaron los batallones irlandeses del ejército gringo porque igual que ahora, los militares mexicanos no sirven para otra cosa que para reprimir mexicanos. Para nada más. De manera que cuando enfrentan ejércitos de verdad, inmediatamente dan las nalgas según han demostrado los gringos una y otra vez. Y ante la regada de tepache hecha por los generaletes "mexicanos" que según eso "defendían" el Castillo, no les quedó a los gobernantes ladinos más que inventar el hilarante cuento -para aplacar a la indiada indignada por la mala defensa militar ladina que permitió la invasión gringa- sobre un cadete supuestamente envolviéndose en la bandera y lanzándose sobre las rocas que rodeaban el Castillo.
Ja, ja, ja, me hubiera gustado ver eso.
Al único judío gachupín que he visto envolviéndose en una bandera -ésta de La Guadalupa y para atarantar indios tarugos- fue al maricón Vicente Fox cuando andaba en campaña, porque no había peligro que la tonta indiada que lo rodeaba le pegara un balazo al güey.
Si Benito Juárez hubiera sido indio y no judío, pura madre lo celebraran los ladinos. La prueba de que los gobernantes en México no son mexicanos la tenemos cada que pasan tragedias nacionales. ¿Dónde estaba el judío Ernesto Zedillo cuando la tragedia de Acteal? ¿Consolando a los deudos, acaso? No. ¡El méndigo presidente se fue a esquiar! Después de todo, los indígenas no son judíos.
¿Dónde estaba el presidente de México, el judío Déspota Fox, cuando la reciente tragedia minera en Pasta de Conchos? Pues viajando a costillas nuestras visitando empresarios judíos. Después de todo los mineros no son judíos, son "jodidos," como gustan llamarnos a los mexicanos que no pertenecemos a su repelente grupo étnico.
Pero aparte de desvergonzado, el Alacrán Güero Fox es un marrano vestido y hocicón, pues cuando un reportero le preguntó por qué no había ido al sitio donde murieron 65 mineros, el presidente "de todos los mexicanos" retobó furioso, "¿Y tú ya fuiste para allá?" Esa indignante respuesta, en una república de verdad, hubiera sido suficiente argumento para abrirle juicio político al estúpido de las botas. Es obligación del presidente, no del reportero, velar por el bienestar de los mexicanos y cuando menos dar el pésame personalmente a los deudos. Pero estamos en un país ocupado militarmente, lástima que la mexicanada no quiera aceptarlo. Para vergüenza de Fox, recibió del reportero la inesperada respuesta de que sí, en realidad él ya había estado en la zona del desastre. Desarmado entonces, el apestoso presidente Fox escupió otra estupidez: "Te felicito."
¡Hágame el cabrón favor! Este hijo de puta debiera ser fusilado en caliente, pero ya ve que las encuestas pagadas por Los Pinos dicen que dizque "es popular." Hasta el presidente de Francia, su hermano étnico, se equivocó al mandar un mensaje de pésame a Fox por lo del desastre minero, creyendo que al judío encomendero de indios le importa la vida o muerte de mexicanos miserables a quienes como "presidente empresario" solamente sabe explotar.
Eso sí: A los pocos minutos de que supo Mariquita Fox que habían asesinado a una empresaria colombiana ladina, hermana del ex-presidente colombiano César Gaviria, Fox ya estaba mandándole condolencias. Candil de la calle...
Mire usted: Yo no sé cómo serán los judíos en Espanha, ni curiosidad tengo por saberlo, pero sépanlo todos que los judíos espanholes en México son unos genocidas hijos de perra. Cierto, he escuchado los horrores que relatan los judíos sobre su holocausto (nadie escapa a tal lavado de cerebro), pero qué me dicen de Hernán Cortés que arrebataba a los niños de pecho de sus madres indias y tomándolos de los pies les estrellaba la cabeza en paredes, árboles o piedras. Nomás por gusto. Y Cortés fue judío, como todos los gachupines que lo acompañaban y los que nos han llegado desde entonces a México, iguales o peores que el apestoso conquistador. Los judíos en México estarán felices con las gracias sociales de su "honorable" ancestro que tan chicho modo de vida les heredó a los zánganos.
Ahora díganme: ¿Soy anti-judío, o soy anti-genocidas?
Desde luego, acepto que gran parte de la triste situación política en México recae sobre los mismos explotados por permitirlo, o sea sobre nosotros mismos. No tiene la culpa el conquistador judío en el poder, sino el indio que lo aguanta. El día en que entendamos esto se acabará automáticamente la bonanza de los explotadores espanholes que nos tienen de rodillas.
No es fácil ser mexicano no-ladino, sobre todo porque soportamos sin chistar a los explotadores obispos, generaletes y gobernantes. Por eso sufrimos en nuestro propio país y también en el extranjero, hacia donde nos expulsan los muy genocidas. Nos pasa lo que nos pasa porque tememos levantar la mano contra las sanguijuelas que conforman el Imperio del Mal. ¡Y encima ellos nos acusan de "rebelión" si protestamos! Cuando nos decidamos a sacudírnoslos del lomo, los que llorarán serán ellos. Y créamelo que van a chillar con ganas.
Porque digo: Mientras ignorábamos la manera como los judíos tienen arreglado el tinglado de la explotación de México, se entendía que nadie protestara contra la ocupación militar espanhola disfrazada de" democracia." Pero si ya sabemos que los gobernantes criminales, siendo pocos, someten fácilmente a las masas manteniéndonos ignorantes y nadando en la mierda de la propaganda religiosa y de Estado, entonces los culpables somos nosotros. (Por algo Igle$ia y medios de (des)información gozan de tantos privilegios gubernamentales en forma de jugosos subsidios, impunidad total a sus crímenes sexuales, condonación de impuestos, licencias de radio y televisión de gratis a granel, etcétera.)
El otro día hojeaba los archivos oficiales de la fundación de mi pueblo, y comprobé que los mexicanos no vemos nuestra condición de conquistados solamente porque nos negamos a ello. No es chiripa que uno de los principios de estrategia militar china aconseje: Conócete a ti mismo y conoce a tu enemigo. Le cuento entonces: Los anales de mi pueblo aseguran que en las primeras décadas del para nosotros terriblemente aciago siglo XVI, el área estaba ocupada por naturales de la tierra divididos en varias etnias y cada una con su propio dialecto. Vivíamos felices trabajando las fértiles tierras del valle. Estábamos tan a gusto...hasta que nos cayó el chahuixtle. O mejor dicho, nos alcanzó el fin del mundo que conocíamos. Porque al lugar, como resultado de la Conquista espanhola, llegaron muertos de hambre medio centenar de gachupines sinvergüenzas ávidos de riquezas ajenas. Para empezar, procedieron a patearles el culo a los nativos, echándolos de sus mejores tierras, casas y cosas de valor que tuvieran, digamos como animales domesticados...y mujeres a quienes primero les mataban los hijos que tuvieran. Al expulsar a mis antepasados indígenas de los asentamientos originales hacia las montañas aledañas, los pillos gachupines los despojaron de su modo de vida tradicional y se hicieron ricos terratenientes de la noche a la mañana.
(Qué chicho debe ser ladrón y asesino, apropiándose de lo que legalmente pertenece a otros, ¿eh? Porque al leer las noticias todos los días, me entero que los judíos siguen haciendo lo mismo mundialmente, invadiendo militarmente a otros países. ¿Para qué trabajar si pueden hacerse enormemente ricos sin capital, robándoles a otros sus riquezas?)
Bien. Tomando en cuenta que la ocupación en mi pueblo se duplicó en todo México, me imagino que los gachupines ladrones vaciaron Espanha por venir a robarnos lo nuestro. Pero aún en las peores tragedias hay factores positivos. Lo bueno es que como los invasores no traían muchas mujeres, tuvieron que tomar indias del lugar. Por lo tanto, genéticamente los habitantes de mi pueblo somos todos mexicanos y no gachupines, aunque algunos sean güeritos de ojos claros y se crean diferentes, puesto que los principios chinos de la naturaleza dicen que la raza la transmite la madre. A Espanha, entonces, no le debemos ni los buenos días aunque a güevo hablemos espanhol. Su pinche "civilización" es únicamente extensión de la depredación judía en México: Otra razón más para partirles su madre con rituales chinos.
Me imagino que ya sabrá usted que por siglos después de la Conquista no cualquiera podía treparse a un barco y venir a América a hacerse rico sin sudar la frente, sino que los aspirantes a explotadores de indios era seleccionados estrictamente para asegurarse las autoridades espanholas que fueran ladinos únicamente.
Después de estudiar y experimentar en carne propia la Conquista que persiste hasta hoy en México, mi opinión es que los judíos que nos cayeron como plaga han sido bestias con sombrero, ladrones desalmados, racistas perniciosos, avariciosos de negro corazón, genocidas profesionales. Dejarlos vivir a sus anchas sin darles su merecido metafísicamente sería crimen tan grande como el suyo. Piense nomás que no son seres humanos, son demonios encarnados que se preguntaban si los indios teníamos alma o no, en lugar de verse al espejo y hacerse ellos mismos esa pregunta.
Desafortunadamente, hoy día los gobernantes judíos son dueños de todo lo que tenga valor en México. De ahí la existencia de monopolios en medios de (des)información escritos y electrónicos, robos como el Fobaproa, rescates carreteros, cuantiosos préstamos internacionales con el petróleo de aval, banca corrupta, Igle$ia infernal, Gobierno que desgobierna, legisladores que acuchillan al pueblo, magistrados que burlan las leyes, generaletes verdes asesinos, autoridades criminales, parientes de funcionarios haciéndose ricos con información previligiada, etcétera. Son tan ruines que no les importa a los judíos que les llamemos ladrones en su jeta: Vea los robos de la Rata Marta y sus ratoncitos, del Parásito de Hacienda Francisco Gil, del gobernador del Banco Central, el Sapo Guillermo Ortiz, del presidente Embustero Fox, de los legisladores, del Multiplicador de Mierda televisada Emilio Azcarraga 3...
Dicen en China que Ningún ladrón se atreve a robar bienes del Gobierno porque el castigo es la horca. La advertencia va dirigida, especialmente, a los gobernantes mismos. Pero eso es en China, donde los gobernantes aman a su país lo suficiente para cuidarlo y para servir al pueblo. Como usted bien sabe, aquí en el México gachupín legisladores y magistrados de la Corte encubrieron a sus parientes étnicos judíos en el Gobierno aboliendo la pena de muerte. No fuera a ser que un mal día a alguien se le ocurra castigar funcionarios ladrones...y los cuelgue. Me imagino que los gobernantes que sufrimos pensarán que si sus pares chinos no roban al pueblo cuando los ponen donde hay, seguramente es por tontos, pues para los gachupines gobernar sin robar es el verdadero crimen. Hemos llegado al punto donde no podrían concebir los judíos mexicanos que existan gobernantes en otros países que sirvan al pueblo en lugar de servirse de él.
Así se las gastan los méndigos.
Todo porque los dejamos hacer sin chistar, convirtiéndonos en culpables principales de la explotación espanhola en México. Si nos concientizamos de ello, podremos retomar lo que nos pertenece y nos robaron los judíos. ¿Cuál sería entonces la justificación para no hundir a nuestros enemigos mortales y ancestrales en la ruina con las peticiones quemadas del meteorito rojo?
Yo soy el primero en admitir que la violencia física generalmente no soluciona nada en cuestiones de desquite, que salir a la calle a colgar judíos ladrones -el mismo día y a la misma hora en todo el país- nos haría iguales a los genocidas que sufrimos. La venganza física suele ser demasiada cara. Y como dije antes, gente de buen corazón no asesina ni por venganza, y nosotros no somos asesinos. Pero también es cierto que la estrategia militar china nos enseña que hay muchas tácticas para desquitarnos de nuestros peores enemigos sin tocarles físicamente ni un pelo. En nuestro caso, el vehículo perfecto de desquite es la metafísica china.
En efecto, basta con invocar la ayuda de los dioses a través de las peticiones del meteorito rojo para vengarnos de asesinos y ladrones. Después de todo, la vida humana pertenece únicamente al Cielo y no es privilegio humano asesinar. Las Divinidades no ven con buenos ojos a los asesinos, y menos a genocidas como los judíos que explotan México. Dejemos mejor a los dioses la aplicación del castigo a nuestros verdugos. Limitémonos a quemar sin cesar peticiones, que para eso los dioses han permitido al hombre conocer los secretos de la metafísica, para que podamos pedir su ayuda en situaciones como la nuestra.
Los mismos genocidas que nos explotan saben que tarde o temprano la justicia divina los alcanzará a ellos y a sus descendientes, aunque pretendan no tener miedo a la retribución. Por eso un principio de metafísica china advierte: Lo que más teme el hombre maligno, la retribución divina, es exactamente lo que eventualmente le caerá encima. Para ponerlos en su lugar y darles una lección, nos bastan y sobran los rituales chinos. Claro que no somos asesinos como ellos, somos gente normal y respetuosa de la vida de los demás, pero sí podemos invocar a los dioses y pedirles que ellos castiguen a nuestros enemigos exactamente como se lo merecen. Ni más, ni menos. Porque en el análisis final, caemos a la cuenta de que a los enemigos no se les debe tener lástima. A los enemigos se les hinca frente a nosotros. Para eso son los rituales chinos y la estrategia militar china.
Descabezados por los rituales chinos, todos nuestros enemigos son iguales: Como es arriba es abajo. Los incidentes de la Revolución francesa espantan a cualquiera al revelarnos los nombres de altos personajes que la guillotina igualó en la muerte sin importar su condición social, raza, credo ni color de piel. Lo mismo el hombre más rico del mundo que el más pobre ruedan por el suelo exactamente igual, ejecutados por los terribles efectos de la metafísica china.
Sí, mis pequeños saltamontes: El ecualizador divino se llama meteorito rojo. No hay ser humano, por poderoso que sea, que pueda escapar a la justa furia de las Deidades. Lo garantizo yo.
Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.
Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.
Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.
Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
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