Reflejos en un Espejo Chino

Durante la posguerra de la segunda mitad del siglo XX, se hizo común decirle a los incautos, Te lavaron el cerebro (brainwashed). En las columnas 63 y 304 he mencionado el origen y objetivos de la técnica militar china conocida como lavado de cerebro, o purificación (eufemismo de supresión) de pensamientos. Es decir, en el lenguaje militar chino purificación es supresión, exactamente como pacificación es eufemismo por represión.

Aplicado en China desde hace al menos tres mil años en los ámbitos civil, militar, religioso y político, la estrategia militar china mantiene el lavado de cerebro actualizado y lo explica con un breve principio: En conflictos armados, metafísicos, económicos o raciales, el cerebro de los combatientes es el factor principal que produce victorias o derrotas. En otra palabras: Mientras tratemos de incrementar nuestra inteligencia, el enemigo espanhol tratará de disminuírnosla o al menos de engañarnos con propaganda e información obsoleta, o de plano equivocada.

Dadas las condiciones políticas actuales en México, que nos acercan peligrosamente a la violencia civil o al menos a tiempos de inestabilidad y más purificación-represión, no es mala idea que los mexicanos no-ladinos nos preparemos mentalmente para evitar que, como en conflictos armados anteriores, políticos listos se aprovechen de nuestra ingenuidad y se dediquen a pescar en río revuelto, dejándonos al final más jodidos que ahora y con más muertos. Porque siempre es lo mismo: Echamos del poder a un gobierno judío y chupa-sangre, y nos llega otro peor. Los gobiernos sexenales mexicanos Son como las malas novelas: Nada más el principio es promisorio y nunca tienen final feliz. A los ladinos, claro, ya les gustó esa estrategia para molernos. Creen que nunca encontraremos cómo voltearles el chirrión por el palito.

Por eso estamos como estamos.

No es malo que la gente del pueblo siga denodadamente a líderes ladinos como AMLO, ni que esté dispuesta a morir para defender a quien creé, fundadamente, que fue el verdadero ganador de la contienda por Presidencia. Después de todo, dicen en China que Hay cosas más importantes que la vida misma, y tener ideales y desear una patria mejor es una de ellas. Pero sáquele cuentas al problema. ¿Quién nos garantiza realmente que AMLO sería mejor procónsul que los anteriores, o menos malo que Calderón? Nadie. Cada seis años brota un nuevo caudillo ladino experto en manipular masas para lograr su ambición de llegar a Presidencia, pero al final resulta más de lo mismo. Así llegó Fox al poder, y mire cómo nos fue. AMLO y Calderón, ambos gachupines, no pueden ser diferentes explotadores a la Rata Marta y Fox.

AMLO podrá ser menos muerto de hambre que Fox, pero a sus compañeros de viaje se les notan los colmillotes desenvainados. Dice la estrategia china sobre la augusta pero engañosa imagen del emperador viajando en su lujoso palanquín imperial, El emperador no va, lo llevan. Aún si AMLO llegara al poder y pretendiera ayudar "primero a los pobres," de seguro los avariciosos consejeros que lo rodean maniatándolo -muchos de ellos gente puesta ahí por el tenebroso Carlos El Ratón Atómico Salinas-, no se lo permitirían. No porque no se pueda, sino porque ellos están ahí para agarrar lo que puedan, y no para repartirlo entre "los jodidos," como dijo Mariquita Fox. Para explotar al pueblo es que existen los conquistadores. Ayudar al pueblo desde Presidencia sería pretender que el sol salga por el poniente. Esperar otra cosa es ingenuidad, por decirlo de manera suave.

Yo francamente no le veo a AMLO -ni a su plana mayor- estómago para encabezar verdaderamente un movimiento que saque a los ladinos de Los Pinos por la fuerza. Un líder cuyas huestes duermen en tiendas de lona mientras él se va a dormir al hotel, es un líder de pacotilla. Un líder verdadero come con su gente, duerme con su gente, sufre y goza lo que su gente sufre y goza. De esa madera fueron Mao Tse-tung, Ho Chi Minh, Che Guevara. Ni el falso guerrillero ladino que no guerrea, Marcos, se separa de su gente para ir a dormir y desayunar calientito al hotel. En cambio, AMLO necesita estar bañadito por la mañana porque viene de ejercer el poder y quiere volver ahí donde la vida es más sabrosa. Pura madre va a dormir en el suelo mojado, comer tortillas con sal y mear a la intemperie. AMLO es líder pirrurris. Tampoco está rodeado de la gente adecuada para liderar un movimiento político radical. Sus contlapaches ladinos que lo asesoran son gente como él, que ya probaron las mieles de chupar sangre en el Gobierno y solamente desean regresar al poder cuanto antes. De pendejos irían a dormir en los "campamentos" para resfriarse y llenarse de piojos junto a la indiada.

¿Entonces?

Pues ahí está el problema, que la gente del pueblo tiene el cerebro lavado y creé lo que quiere creer, lo que le platiquen "líderes sociales" como AMLO, no la realidad. Porque mientras AMLO no le tiene consideraciones a la gente con sus bloqueos callejeros, a los banqueros los trata con respeto. Los seguidores de AMLO taponearon las puertas de varias oficinas principales de dos bancos importantes, pero en cuanto los banqueros respingaron AMLO ordenó el desbloqueo. ¿Cuánto duró el bloqueo? Cuatro horas, de siete de la mañana a las once. Qué tal, ¿eh? Se le vieron las orejas al zorro perredista.

Pero olvidémonos por un momento de AMLO, porque a menos que estalle una revolución apostándole al todo o nada, lo cual en este sexenio foxista no sucederá, tendremos que conformarnos con Calderón o con la Rata Marta en Presidencia. Sí. El problema que tendremos con Manos Sucias Calderón (si la Rata Marta lo deja llegar a gobernar), es que si ella y Fox saquearon al país más que Zedillo, el enano borrachales y mojigato nos lo dejaría peor que la yunta presidencial lo dejará el último día de noviembre. Digo, si no le amarramos rápidamente a Feli-Pillo sus pegajosas manitas con estrategia y metafísica chinas. Hay que defendernos de nuestros enemigos ancestrales, sí, pero siempre con un paso adelante de ellos y sacándole la vuelta al peligro innecesario. Primero defendernos, y luego ya veremos. Para eso primero debemos concentrarnos en reforzar las áreas débiles de nuestras líneas, neutralizando y sacudiéndonos el pernicioso lavado de cerebro del que somos víctimas a manos de los conquistadores.

Pero, ¿cómo?

Pues fácil. Al igual que la supresión o purificación de información, la diseminación ilimitada de conocimiento entre las masas también es táctica militar temible. Porque mire usted: Gracias a que hace seis años el PRI entregó el poder a la Igle$ia-PAN y a Mariquita Fox, es que hoy sabemos mucho de la estructura criminal espanhola en el poder. Y la información es poder. Otros seis años de lo mismo con un Calderón o con una Rata Marta tocados por los meteoritos rojos, y con rituales nada más nos desharemos del Imperio del Mal sacándolo de raíz aquí en México, y en un descuido hasta en el resto del planeta. Desde que Fox fue "electo" procónsul en el 2000 por obispos "mexicanos" al servicio de un Estado extranjero como es el Vaticano, y por empresarios nacionales y extranjeros, supe que íbamos a saber mucho del circo político que los ladinos utilizan para gobernar a este país desde las sombras. Y así fue.

¿Es qué acaso soy adivino?

No, simplemente sé leer las situaciones "entrelíneas," método que es más fácil platicarlo que practicarlo, pero que usted también dominará muy pronto si sigue mis instrucciones de estrategia militar china al pie de la letra. (He prometido aquí que haré de México un país de estrategas militares no-ladinos, y lo cumpliré más pronto de lo que los mismos lectores imaginan. Nomás no falten a clase.) Sucede que cuando el Alacrán Güero arribó al poder, estaba claro de cuál pie cojean los persignados panistas -son políticos come-solos. Todo es cuestión de prestar atención a las cosas.

Cuando Carlos El Ratón Atómico Salinas fue procónsul en 1988, llegó por medio de mil triquiñuelas y se echó a la espalda muchas deudas políticas. El pago inicial de Salinas al PAN por su complicidad, fue regalarle -sí, regalarle- su primera gubernatura en la historia de ese partido, la de Baja California. Ernesto Ruffo fue gobernador por obra y gracia de Salinas, de nadie más. (Luego el PRI cedería también la Presidencia al PAN en el 2000, tales eran las ganas de Salinas por ser procónsul. Al fin que todos ellos son los mismos nomás militando en diferentes partidos políticos. La Igle$ia lo chantajeó a placer, pero el Ratón Atómico sobrevivió porque supo repartir rebanadas del pastel, que no fue el caso de los muertos-de-hambre Clavillazo Fox, la Rata Marta y obispos.)

De hecho, el gobernador panista Ernesto Ruffo inmediatamente dio muestras del estilo de gobernar de los empresarios-obispos panistas: Contrario a los gobernadores priístas, Ruffo llegó recortando todos los presupuestos estatales en Baja California para embolsárselos. (En el 2000, la Rata Marta y Fox fueron asesorados por el mismo Ruffo e hicieron lo mismo en cuanto llegaron a Los Pinos, pero a nivel nacional.) Lo más llamativo del estilo del pirata panista Ruffo para hacerse rico sin capital, fue recortar también todos los "subsidios" a periódicos y periodistas (con la excepción del pasquín Zeta, del periodiquero fronterizo Blancornelas, único que recibió amplia publicidad oficial panista). Los obispos son contrarios a repartir dinero aunque no sea de ellos, prefieren recibirlo. Allí en Baja California se destapó por vez primera no solamente la avaricia de los persignados panistas en cuanto pueden meter mano al dinero del pueblo (una de las mañas de Calderón), sino el fatal error estratégico en su modo de pensar. Porque al robar indiscriminadamente pero recortando el chayote a los medios ladinos, sus encubridores tradicionales y naturales, descubrieron innecesariamente su vulnerable panza al ojo del público.

A Ruffo le funcionó inicialmente la táctica, pues se ahorró el dinero del "chayote" y de paso silenció de gratis la crítica a su gobierno al causar la quiebra de periódicos y revistas, pero acabó su periodo de gobernador bajo fuertes críticas de asociación con el narco. Es posible robar al pueblo impunemente, pero no trae nada bueno echarse encima a los medios de desinformación, que viven precisamente de ocultar las malas andadas de sus hermanos étnicos en el Gobierno.

Los problemas que tuvo Ruffo con los medios a nivel estatal, se multiplicaron cuando la Rata Marta-y-Fox hicieron lo mismo con periodicototes, pues aunque en Baja California muchas publicaciones se hundieron, algunos periodistas y dueños de medios económicamente estables respondieron descobijando al gobierno panista. Para cuando la Rata Marta se dio cuenta del daño que su avaricia causó en el sexenio foxista, empezaron a repartir otra vez costales de dólares a algunos dueños de medios importantes. Actualmente ya volvieron a recibir "subsidios" salvadores en cash desde Los Pinos, pero el daño al Imperio del Mal ya está hecho. El boquete en el fondo del barco panista se va a hacer más grande conformen pasen los meses. Pero ya se nota la enorme cantidad de medios de desinformación que, comparado con la contraproducente "limpia" de sobres retacados de dólares que la Rata Marta hizo al principio del sexenio, demuestran que ya se les bajó a los dueños de medios el enojo a base de cañonazos de dólares. Por eso ayudan a la yunta presidencial a denostar a AMLO, y apoyan denodadamente el descarado fraude electoral el 3 de julio.

El dinero robado al pueblo no solamente hay que saber gastarlo, también hay que saber cuándo gastarlo. Miles de millones de pesos de nuestro dinero empleado ahorita por Los Pinos para encubrir la verdad sobornando medios no podrán deshacer el entuerto que hace seis años les hubiera costado poco con solamente mantener a flote a seis o siete publicaciones clave que desaparecieron cubiertos de deudas. El mal uso del dinero público que han hecho la Rata Marta-y-Fox en su propio perjuicio durante seis años, me recuerda una anécdota militar de la vida real que me contó mi maestro.

Sucedió en China hace más de dos mil años. Después de una de las frecuentes guerras, el estratega y ministro del bando victorioso presintió que su vida peligraba y pidió retirarse del servicio imperial. Tenía alto rango y rehusó más recompensas como prueba de su sinceridad. Pero en aquéllos tiempos de conflictos continuos entre varios reinos, la sola intención de retirarse podía despertar sospechas de pasarse al bando enemigo, error usualmente fatal. El emperador no quiso prescindir de sus servicios, y amenazó con ejecutarlo si insistía en retirarse. Sin embargo, las órdenes del emperador funcionan siempre y cuando haiga quien las obedezca.

El estratega escogió desobedecer la orden. Sin más riqueza que un pequeño capital en joyas y su ingenio y su experiencia en el arte militar chino, se marchó clandestinamente del reino acompañado por su esposa y un hijo, refugiándose en una provincia lejana. Se cambió el nombre y se dedicó exclusivamente a la agricultura y al comercio. Con el tiempo, hizo una fortuna enorme y tuvo otro hijo. Pero temió que con la fama adquirida su seguridad peligraría cuando el emperador se enterara de su identidad, así que regaló su fortuna a sus amigos y vecinos y con el capital original se marchó a otra provincia. Ahí repitió el proceso de hacerse rico, y tuvo un tercer hijo, pero terminó marchándose igual que la vez anterior. Con su esposa, tres hijos y el capital original se asentó en otra provincia. Se dedicó a acrecentar su fortuna ayudado por sus tres hijos, y dejó de pensar en cambiar de lugar de residencia.

De los tres hijos del ex-ministro, el menor tenía un carácter generoso y afable como el del padre. El segundo hijo era muy peleonero, y el mayor era extremadamente tacaño y egoísta, sin haber podido entender para qué sirve el dinero. Un mal día, el segundo hijo se vio envuelto en una trifulca y mató a un adversario, (no enemigo, dijeran Calderón y AMLO). Inmediatamente el joven fue arrestado, llevado a la capital del reino y condenado a morir ejecutado. El padre no se afligió mucho, pues como le explicó al hijo menor, Generalmente, el destino del hijo de una familia rica no es ser decapitado en la plaza pública. Para evitar el desastre, llenó un carro con lingotes de oro y le pidió al hijo menor que saliera inmediatamente con esa fortuna hacia la capital. Allí debería entregársela personalmente, junto con una carta, a un misterioso taoísta conocido del ex-ministro. Las instrucciones para el mensajero eran muy sencillas: Dejarle el dinero al amigo de su padre, y luego hacer exactamente lo que el personaje le indicara.

(Si usted creé que el tiempo ha cambiado el poder del dinero, lea lo ocurrido a principios de agosto, 2006: El ex-regente ladino, Óscar Espinosa Villarreal, ladrón de muchos cientos de millones de dólares del erario del Distrito Federal, escapó a la justicia y fue correteado por varios países. Arrestado en Nicaragua y finalmente extraditado a México, aquí fue acusado de robarse solamente cuarenta millones de dólares. Encontrado culpable, las autoridades defeñas lo sentenciaron a cuatro años de cárcel. Pero la cárcel, ya sabemos, se hizo para los pobretones. Utilizando una excusa pueril tomada de las películas gringas, los magistrados de la Corte Suprema, bien remunerados sin duda por el pillo ex-alcalde capitalino, orondamente anularon la sentencia de cárcel. ¿Por qué? Ah, pues según los listillos magistrados, cuando Espinosa robó del erario era empleado federal y quienes lo arrestaron y sentenciaron fueron las propias autoridades locales del Distrito Federal, donde ocurrió el robo. Es decir, capturaron y encarcelaron al ladrón sus propias víctimas, y ése fue precisamente el "error técnico" que permitió a los supremos dejar escapar al criminal millonario. Dijeron los magistrados que dizque solamente la Procuraduría General podía meterlo al botellón, ninguna otra autoridad tenía jurisdicción. Si esa excusa no hubiera funcionado, habrían argüido que ese día traía calcetines negros y no blancos. Además, como agregaron que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito -ja, ja, ja-, los magistrados aseguraron la impunidad total de Espinosa prohibiendo que autoridad alguna lo moleste de ahora en adelante, permitiéndole así que se dedique a gastar el dinero malhabido tranquilamente. Viva México, ¿eh? Sigue entonces vigente el principio chino de que un hombre rico no termina ejecutado en la plaza pública.)

Volvamos ahora al surco donde andábamos.

Cuando el hijo menor del ex-ministro se aprestaba a salir rumbo a la capital para cumplir delicada misión de salvar al sentenciado, el hijo mayor y su madre se incomformaron con la situación. Alegaron que siendo el primogénito pilar de la familia, con la responsabilidad añadida de continuar el culto a los ancestros que garantiza la buena fortuna de los descendientes, era él quien debería hacer viaje tan importante para salvar al prisionero, y no el hermano menor. El padre les dijo a ambos que solamente el hijo escogido por él estaba capacitado para ejecutar con éxito tan delicada operación. Pero madre e hijo se amacharon hasta que el ex-ministro, frustrado, terminó la conversación y aceptó que fuera el primogénito el mensajero. El hijo partió no solamente con el oro determinado por su padre, sino que además de su propio dinero llevó consigo y secretamente otra cantidad considerable del valioso metal. El padre, con la tristeza reflejada en el rostro, lo vio partir. Luego le ordenó discretamente al administrador de la casa que preparara los elementos necesarios para un funeral.

Ya en la capital, el primogénito buscó al conocido de su padre. No le causó buena impresión encontrar a un viejo taoísta viviendo con su esposa en una casa dilapidada, con una puerta vieja y rodeada de vegetación creciendo por todas partes sin control. Sin embargo, se guardó su opinión y le entregó el dinero y la carta. El hombre leyó el mensaje, le dijo al mensajero que depositara el cargamento en un cuarto interior. Luego le dijo que no se quedara en la ciudad, sino que se regresara inmediatamente a comunicarle al padre que él haría todo cuanto estuviera en sus manos por cumplir sus deseos.

En cuanto el joven se fue, el taoísta le dijo a su mujer que ese oro había que devolverlo íntegro al ex-ministro en cuanto lograra arreglar el asunto que le encomendó, prohibiéndole que le metiera mano porque "el oro es como una enfermedad contagiosa." Acto seguido fue a palacio y solicitó audiencia con el emperador, pues era personaje familiarizado con varios ministros de la Corte. Le dijo al soberano que según sus cálculos astrológicos, el imperio entraría bajo la influencia negativa de cierta estrella. Eso traería serias calamidades, a menos que se declarara una amnistía general y los sentenciados a muerte fueran liberados como acto de contrición y buena voluntad del emperador. El taoísta siempre había estado acertado en todas sus predicciones y era conocido por todos en la capital como un hombre incorruptible, así que el emperador inmediatamente aceptó la sugerencia.

Pero el primogénito era demasiado desconfiado, y haciendo caso omiso de las instrucciones del taoísta, se quedó en la ciudad a ver qué pasaba con el oro que le había entregado. Como traía bastante oro propio, pronto conectó con un ministro de palacio que a cambio de "donativos" le tuvo al tanto de lo que pasaba oficialmente con respecto al hermano prisionero. De manera que en cuanto el emperador ordenó acciones habitualmente llevadas a cabo solamente antes de una amnistía general para sentenciados a muerte, el ministro le comunicó al primogénito que su hermano estaba a salvo. El primogénito pensó que no había necesidad entonces de desperdiciar el oro entregado al taoísta y ni tardo ni perezoso se fue a verlo a su casa. El taoísta se sorprendió al verlo todavía en la capital. Le preguntó por qué no se había regresado a comunicarle su respuesta a la carta de su padre, y el primogénito le dijo lo de la amnistía, pretextando que quería despedirse de él ahora que su intervención no sería ya necesaria. El taoísta supo lo que el visitante quería. Le dijo que entrara, recogiera su oro y se lo llevara. El primogénito salió loco de contento con su cargamento para la ciudad. Se había ahorrado, según él, una fortuna.

Lo malo fue que el taoísta se irritó por la desvergüenza del primogénito al intentar engañarlo. Se fue a palacio a pedir otra audiencia con el emperador. Le dijo que corrían rumores que la amnistía había sido decretada no por buenas intenciones del emperador, sino porque sus ministros habían sido fuertemente sobornados para salvar de la muerte al hijo del poderoso ex-ministro. El emperador se enfureció. Dijo que quizás no era buen soberano, pero de seguro la amnistía no era para beneficiar al hijo del ex-ministro. Ordenó que ejecutaran ese mismo día al muchacho, y que la amnistía entrara en efecto al día siguiente.

Cuando el primogénito regresó compungido con el cuerpo del ejecutado, la madre, el resto de la familia y sirvientes lamentaron amargamente el desafortunado suceso. Solamente el ex-ministro no se veía apesadumbrado, pues obviamente ya esperaba ese desenlace. Cuando el administrador inquirió, le respondió: "Sabía que el primogénito causaría la muerte de su hermano. No es que no le tuviera afecto fraterno. Sucede que cuando él era niño experimentamos juntos tiempos muy duros. Sabe lo difícil que es ganarse el sustento, y odia deshacerse fácilmente de grandes cantidades de dinero. Mi hijo más joven, en cambo, nunca ha conocido otra vida que lujos y abundancia, los mejores carruajes y diversiones sin fin. Porque no tiene idea clara de dónde viene el dinero, lo gasta a manos llenas y nunca cuestiona el costo verdadero de lo que desea comprar. Por eso deseaba yo que él fuera el mensajero que viajara a la capital a salvar a su hermano. El primogénito es incapaz de gastar una fortuna, y naturalmente acabó matando a su propio hermano."

Bueno, pues los panistas en el poder están igual que el primogénito, por eso anticipé en el 2000 que llegaban muertos de hambre al gobierno y robarían a manos llenas como nunca antes nadie lo había hecho...pero sin compartir el botín. Y acerté no porque sea muy listo, sino porque tuve buenos maestros.

Ruffo llegó a gobernar hambriento a Baja California, la Rata Marta-y-Fox llegaron muertos de hambre a Presidencia. Los gobernantes priístas no enseñaban tanto el cobre. No porque fueran menos ladrones, sino porque tenían tres cuartos de siglo en el poder y ya no necesitaban robar tanto. El problema de la Rata Marta, como el del primogénito de la historia, fue que al no haber tenido nunca antes dinero en las cantidades que deseaba, se avorazó al ver tanto dinero en el erario y causó la quiebra de muchas publicaciones. Ahí empezó su calvario al quedar descobijada. No importa que el dinero empleado para "engrasar" las prensas no es de Marta sino del pueblo, es que los malos hábitos personales son difíciles de erradicar. La ingenua quería encubrimiento de gratis nomás porque es ella, y le salió el tiro por salva sea la parte. Para cuando quisieron rectificar en los Pinos dándoles mucho dinero a directores de periodicototes, y concesiones de radio y televisión a dueños de medios electrónicos, el daño ya estaba hecho y la yunta presidencial se irá del poder perseguida por el oprobio y el odio nacional.

Aunque eso sí, dada la horrenda corrupción de jueces y magistrados de la Suprema, con el dinero que nos han robado la Rata Marta y sus ratoncitos podrán comprar la libertad como la compró Óscar Espinosa Villarreal. Vale aún el principio del ex-ministro sobre de que los ricos no terminan ejecutados en la plaza pública. Nada más que la Rata Marta y sus cómplices en el saqueo a la nación tienen un dilema añadido que el ex-ministro en China no tenía: Las peticiones quemadas del meteorito rojo. Peticiones que los perseguirán por el resto de sus vidas y hasta en el más allá, problema metafísico que no podrán resolver con amnistías ni con todo el dinero robado a nosotros, aunque sean miles de millones de dólares. A eso se le llama, en el mundo del dinero, hacer un mal negocio.

Sabiendo entonces que Manos Sucias Calderón implementará la actual política de explotación que impusieron la Rata Marta-y-Fox, es de esperarse que pronto tengamos acorralados estratégica y metafísicamente a los judíos explotadores que nos chupan la sangre desde el Gobierno. Porque la situación que enfrentan los saqueadores ladinos no es falta de sobornos, sino el tiempo que ya se les pasó para sacarse del pescuezo la horca que representan los rituales chinos. Pronto sabremos qué les tienen deparado los dioses a los nuevos saqueadores encabezados por Calderón. Ahora, junto con la metafísica china, los no-ladinos tenemos el conocimiento estratégico para neutralizar el lavado de cerebro a que somos sometidos desde la cuna por la Igle$ia, la Televi$ion y la Pren$a. Basta con prestar atención a lo que pasa diariamente a nuestro alrededor, y aquilatar la abundante información existente sobre los puntos débiles del enemigo que nos exprime tranquilamente nuestra sangrita desde hace cinco siglos.

El lavado de cerebro es, digamos, el lado negativo de la educación. Normalmente, en las escuelas y bajo la guía de maestros calificados los estudiantes adquieren conocimiento positivo a base de repetir, repetir, y repetir la lección hasta que pupilo y conocimiento se vuelvan uno. El lavado de cerebro en la educación en México no solamente incluye la perversamente deficiente educación pública impuesta por los conquistadores, sino también el criminal escamoteo de materias de aprendizaje modernas que ayuden a la población no-ladina. El Gobierno nos quiere pendejos, no listos. A eso le llaman los gachupines progreso. Cuando los nativos mexicanos se toparon originalmente con los gachupines invasores, éramos raza más avanzada que la ibérica, excepto en lo bárbaro y genocida. Pero gracias a la cacareada "civilización espanhola," ahora somos "pinches indios jodidos." Qué bonito, ¿verdad?

Continuaremos con el tema.

PETICIÓN DEL METEORITO ROJO 33: Contra el Imperio del Mal y Francisco Gil Díaz, Parásito de Hacienda. Después de la infernal yunta presidencia (la Rata Marta-y-Fox), pocos personajes hay tan malignos para el pueblo de México como el secretario de Hacienda, el Parásito ladino Francisco Gil Díaz. Este malévolo sujeto no solamente se ha encargado de esconder en diferentes bancos del mundo los miles y miles de millones de dólares robados al erario por los gobernantes. También se ha encargado de robar las reservas de divisas para dárselas a los banqueros que perpetraron el saqueo carretero y del Fobaproa. Ni para que agregar la enorme fortuna personal que el pillo Gil Díaz ha sustraído del pueblo y escondido en fideicomisos y triquiñuelas financieras similares. La fortuna personal mencionada asciende, por lo bajo, a diez o más miles de millones de dólares. Y piensa el pendejo que ha cometido el crimen perfecto.

Pero le tengo malas noticias al Primer Parásito Gil Díaz: Los mexicanos no-ladinos ya no estamos dispuestos a agachar la cabeza y dejar que judíos gachupines como él se sirvan con el cucharón robando a su gusto en lugar de servir al pueblo como se supone es su obligación. La corrupta justicia terrenal mexicana podrá dejarlos libres y hasta exonerarlos de sus genocidios económicos contra los más necesitados, pero la justicia del Juez de la Muerte, invocado por este meteorito rojo no será tan benévola. Criminales como Gil Díaz merecen el paredón, pero por el momento nos conformamos con el castigo de las Deidades.

Si tan buenos son los judíos mexicanos para robarnos, a ver qué tan chingones son para torear los efectos de los rituales chinos. Juar, juar.

Hay que tupirles a estos sinvergüenzas con las peticiones quemadas. Garantizo a mis lectores que de esta trampa no saldrán metafísicamente vivos los malditos. Nomás hay que atizarles seguido con los rituales, porque las palabras no bastan para meterlos al infierno esotérico que se merecen. De gota en gota, hasta una piedra se perfora.

Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.

Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.

Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.

Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.

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* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca

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